SAFE y EDIP: Europa activa su financiamiento militar y abre margen para los contratos de cazas Gripen y Rafale de Ucrania
27/11/2025
Por qué el Rafale y el Gripen son las opciones favorecidas por la financiación de la UE.
Durante los meses de octubre y noviembre de 2025 se produjeron dos imporantes anuncios consecutivos de Kiev, que se tomaron con cierto escepticismo —o al menos, cautela contable—. Primero, una Carta de Intención con Suecia por hasta 150 cazas
Saab JAS 39E Gripen; semanas después, una Declaración con Francia por un centenar de
Dassault Rafale F4. Estamos hablando de una recapitalización y occidentalización fenomenal de Fuerza Aérea Ucraniana que, a precios de mercado con soporte y armamento, superaría cómodamente los 25.000 millones de euros de inversión.
Saab podría entregar los primeros Gripen E a Ucrania en tres años
Ucrania comprará hasta 100 cazas Rafale F4 y será la primera en recibir el sistema de defensa aérea SAMP/T modernizado
La pregunta que necesariamente quedaba flotando en el aire era:
¿Quién paga esto? Las donaciones de material excedente tienen un límite, y la economía ucraniana está arruinada por años de guerra.
La respuesta llegó ayer desde Bruselas: la luz verde al
Programa Europeo de Inversión en Defensa (EDIP). Si cruzamos este dato con la activación del instrumento
SAFE (Security Action for Europe) en mayo pasado, el mapa se aclara. Europa no está donando aviones;
Europa está creando un ecosistema crediticio e industrial para que Ucrania compre productos europeos, con dinero europeo, para defender el suelo europeo.
SAFE pone el cheque, EDIP pone la fábrica
Para entender la magnitud de la operación, hay que diferenciar los instrumentos. No basta quedarse con el titular de los €1.500 millones del presupuesto del EDIP, una cifra insuficiente para una compra mayor de cazas. Porque el EDIP no oficia de "billetera", si no de "capataz de obra".
Su función es inyectar capital en la base industrial (Dassault, Saab, MBDA, Thales)
para asegurar que las líneas de montaje puedan absorber los pedidos.
La verdadera billetera es el
SAFE. Con una capacidad de hasta
€150.000 millones en préstamos a largo plazo y bajo interés garantizados por la calificación crediticia de la UE,
este es el motor que hace posible los contratos del Gripen y el Rafale.
El documento de SAFE es explícito en dos puntos que parecen redactados con estos contratos en mente:
- Prioriza adquisiciones que cierren "brechas de capacidad críticas" (la superioridad aérea es la número uno).
- Exige "adquisiciones conjuntas" que involucren a Ucrania y Estados miembros.
Esto explica la arquitectura de los acuerdos firmados por
Zelensky en París y Linköping. No son compras bilaterales aisladas; son la ejecución de planes de inversión que calzan perfectamente en las plantillas de elegibilidad del SAFE.
La cláusula del 35%
Hay un detalle técnico en la regulación aprobada ayer que tiene implicancias geopolíticas significativas: el principio de
"Compre Europeo". Para que un programa acceda a estos fondos privilegiados,
el coste de los componentes originados en terceros países (léase, principalmente: Estados Unidos)
no puede superar el 35%.
¿Será una casualidad la utilización de dos Rafale en la imagen publicada en redes sociales por el Parlamento Europe?
Esto, efectivamente, saca de la ecuación de financiación europea a plataformas como nuevos F-16 Block 70.
Si Ucrania quiere usar el crédito blando de Bruselas para reconstruir su Fuerza Aérea a largo plazo, sus opciones son el
Rafale (casi 100% francés) y el
Gripen E (sueco, con componentes europeos y motor GE americano que, dependiendo de la integración, podría entrar justo en el margen o ser sustituido en cadenas de suministro futuras).
La aprobación del Parlamento Europeo del EDIP cierra el círculo industrial que permite ejecutar los acuerdos por Gripen y Rafale firmados por Kiev a finales de 2025, mientras Europa fortalece su propia cadena de suministro.
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Saludos cordiales.