Hace 30 años que se viene recortando personal en las FFAA, y al final esos ahorros no se vieron plasmados ni en mejores sistemas, ni en mejores salarios. Al contrario hoy por hoy somos el pais más indefenso del continente. Con fuerzas armadas mal pagas, y con inexistencia de un solo sistema de arma que nos permita decir, bueno al menos tenemos algo.
Hay gente que no termina de entender o aceptar que Argentina es un país anormal. Que lo que podría verse como una solución racional al problema, si éste lo tuviera cualquier otro país, aquí bien puede ser equivalente a un suicidio.
Tenemos serios problemas económicos, a los políticos les importa un comino las FF.AA, a la gente otro tanto, así que en este contexto, reforma o reestructuración sólo significa achique de gastos y personal, y esta vez, hasta un punto del cual quizás no haya retorno.
Otra cosa es que la FAA no está para decidir si se corta una pierna, dos o se vuela la cabeza. La FAA está para cumplir su misión, y lo ha hecho lo mejor que ha podido todos estos años con los cacharros que han quedado de otras épocas. Alguno habrá tenido o tendrá su curro, otros no querrán perder sus sueldos o puestos, pero de lo que sí estoy seguro, es que la mayoría está peleando para que no le quiten el respirador artificial a la institución, para que la FAA siga viva aunque esté en coma, y eso significa aferrarse con uñas y dientes a todo lo que hay. Bases, aviones de museo, barriletes, escritorios, lo que sea, hasta que el poder político se ponga los pantalones y tome una **** decisión final al respecto.
Argentina no es un país normal. En España, Colombia, Chile o Brasil por ejemplo, una reestructuración seria ante dificultades económicas pasajeras o persistentes en el tiempo, seguramente de resultados, y hasta sirvan de ejemplo para multitud de otros países que deban atravesar la misma situación, menos la Argentina. Hasta que los políticos y el país no cambien verdaderamente, cualquier fórmula es inaplicable.
Cuando deje de ver esto en todos los hilos que visito en este foro, creeré en un cambio de rumbo;
Hasta entonces, que el gobierno se guarde sus reformas en el recto.
Saludos.