Es cierto que hay gente que se queja de todo, y por unos miles que protestan, somos muchos más los que nos perjudicamos.
Si hasta hay gente que protesta por el ruido de los motores de los autos en el Autódromo de Buenos Aires, es insólito todo.
En cuanto a accidentes, podrá haberlos, sin dudas, pero entiendo que la probabilidad es muy escasa. Recuerdo haber leído de un caso, en los años 60, de un Gloster que se precipitó a tierra sobres unas casas en Morón. Pero luego de eso, hace casi 60 años, no recuerdo otro caso similar.
El problema no es el ruido, ni el impacto ambiental ni nada parecido; el verdadero problema es otro.
En cualquier lugar del mundo las exposiciones y show aéreos como los museos aeronáuticos convocan multitudes. Incluso en algunos casos hay que sacar entradas con anticipación. Lo mismo sucede con los aeropuertos donde hay sectores especiales para los spotters e incluso ahora hasta se construyen hoteles para fanáticos con vistas a las cabeceras de los principales aeropuertos.
Entonces el problema aquí son los poquitos tarados de siempre que les encanta jo der a los demás, y obviamente con cualquier excusa. Mucho más si se trata de milicos.