Malvinas 35 años

 
La patria nació un 25 de mayo de 1810, y un 25 de mayo de 1982 nuestras fuerzas hunden al destructor Coventry y al portacontenedores Atlantic Conveyor,
Viva la Patria!!!!



banderaargentinammmalvinasbanderaargentina

Recordemos entonces....En el Dia de la Patria, Abrazo!!!.


VERSION ENEMIGA DEL EVENTO...

"VIVA LA PATRIA, CANEJO....!!!"
 
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nico22

Colaborador
http://www.lanacion.com.ar/2027285-...ego-que-fue-espia-de-la-argentina-en-malvinas

Condecoran hoy como "veterano de guerra" a un pescador gallego que fue espía de la Argentina en Malvinas
Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo en la provincia de Pontevedra

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Silvia PisaniLA NACION
JUEVES 25 DE MAYO DE 2017 • 08:14
Malvinas y cuya historia había quedado en sigilo hasta hace poco. Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo gallego en la provincia de Pontevedra, sobre la costa de las Rías Bajas.
De allí partió hace 35 años para abordar, como tercer jefe de máquinas, el pesquero Usurbill. Ignoraba, por entonces, que en ese viaje se convertiría en espía de mar al servicio del gobierno argentino. "Nuestra tarea fue localizar lo mejor posible a la Task Force", tal como se denominó a la flota de ataque enviada por Margartet Thatcher, explicó Otero a LA NACION.

Fue un espionaje camuflado bajo la apariencia de lo que eran: pescadores con bandera argentina. La radio del pesquero, otrora usada para comunicarse con familiares en Galicia y con la empresa pesquera, pasó a estar en contacto permanente con los mandos militares. Para lo demás hubo silencio absoluto.

"Nos instruyeron brevemente", dijo Otero. Un oficial de la Armada les dio unos figurines troquelados para identificar a las unidades de la flota británica y, para transmitir la información, se apeló a un código con aspecto inofensivo.

Palabras como "merluza", "calamar" o "ballena" pasaron a significar "fragata", "portaaviones" o "crucero", según los casos. Así, la frase "parece que estamos cerca de un cardumen de merluza" podría significar algo bien distinto al negocio en sí.
Fueron 17 días de espionaje. Lo peor, recuerda, fue en el atardecer el 8 de mayo. "¡Ya están aquí!", gritó alguien, bajando la escalera. Otero estaba en sala de máquinas.

"Están aquí ¿quiénes?", contestó, como quien no quiere enterarse. "¡Los ingleses!", escuchó.

"Estamos listos", dice que pensó. Primero, se quedó paralizado. "Como en las películas de submarinos, cuando la tripulación está en silencio. Esperando que baje la carga de profundidad del barco enemigo". Creyó que era el final.


Una copia de la cédula naval extendida por el gobierno argentino en 1982. Foto: Gentileza Fernando Otero
"Nunca se me borró ese momento". Luego, se puso en marcha. "Iba a haber jaleo", de modo que activó la maniobra de achique, por las dudas. "Ha llegado nuestra hora", pensó. "Sentía una piedra en el estómago. La sala de máquinas está por debajo de la línea de flotación y es donde la muerte es más segura y cruel", recordó.

Los sobrevoló largo rato un Sea Harrier y luego, un helicóptero. Este último los barrió de proa a popa varias veces con sus relectores y no se les movía de encima. "Pensamos que iban a abordarnos, de modo que nos deshicimos de todo aquello que pudiera comprometernos", dijo. Allí se fueron claves, figurines y anotaciones de todo lo que habían visto antes de ese momento. El recuerda especialmente al enorme Canberra, el transporte de tropas.

Todavía hoy conjetura sobre por qué tuvieron más suerte que el pequeño pesquero Narwal, que también hacía espionaje. A diferencia del Usurbill, que pudo regresar, aquel fue enviado a pique con dos disparos de misil. Hubo muertos y heridos.

El hundimiento del Narwal fue decisivo para el fin de la operación. "Mercado saturado, regresen a puerto", fue la orden en clave que recibieron de Buenos Aires. "Esperen, estamos siguiendo un buen cardumen", respondió el capitán. No hubo marcha atrás y regresaron. Allí supieron de la trágica suerte del Usurbill, con el que habían navegado juntos un trecho, al comienzo del conflicto.

Durante mucho tiempo, Otero no dijo nada de todo esto. "Nadie me dijo que guardara silencio. Pero pensé que era lo que correspondía", explicó. Pocos en su casa supieron la razón de las pesadillas que lo persiguieron al regreso a Bueu.

Hoy, pescador retirado y feliz abuelo de cuatro nietos, asistirá a la embajada de nuestro país para ser reconocido como veterano de guerra. Estarán el embajador Ramón Puerta y el agregado naval, capitán de navío Julio Hoffman.

Su caso es peculiar por varias razones. Porque no son muchos los veteranos de guerra extranjeros y menos, que hayan actuado de espías. En todo caso, será el cierre de una historia que Otero recuerda con orgullo.

 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
Miembro del Staff
Moderador
Increíble.
Increíble tanto valor desinteresado.
Increíble tanto olvido y desaprensión de nuestro país. 35 años para reconocer a este veterano ?
 
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Condecoran hoy como "veterano de guerra" a un pescador gallego que fue espía de la Argentina en Malvinas
Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo en la provincia de Pontevedra

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Silvia PisaniLA NACION
JUEVES 25 DE MAYO DE 2017 • 08:14
Malvinas y cuya historia había quedado en sigilo hasta hace poco. Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo gallego en la provincia de Pontevedra, sobre la costa de las Rías Bajas.
De allí partió hace 35 años para abordar, como tercer jefe de máquinas, el pesquero Usurbill. Ignoraba, por entonces, que en ese viaje se convertiría en espía de mar al servicio del gobierno argentino. "Nuestra tarea fue localizar lo mejor posible a la Task Force", tal como se denominó a la flota de ataque enviada por Margartet Thatcher, explicó Otero a LA NACION.

Fue un espionaje camuflado bajo la apariencia de lo que eran: pescadores con bandera argentina. La radio del pesquero, otrora usada para comunicarse con familiares en Galicia y con la empresa pesquera, pasó a estar en contacto permanente con los mandos militares. Para lo demás hubo silencio absoluto.

"Nos instruyeron brevemente", dijo Otero. Un oficial de la Armada les dio unos figurines troquelados para identificar a las unidades de la flota británica y, para transmitir la información, se apeló a un código con aspecto inofensivo.

Palabras como "merluza", "calamar" o "ballena" pasaron a significar "fragata", "portaaviones" o "crucero", según los casos. Así, la frase "parece que estamos cerca de un cardumen de merluza" podría significar algo bien distinto al negocio en sí.
Fueron 17 días de espionaje. Lo peor, recuerda, fue en el atardecer el 8 de mayo. "¡Ya están aquí!", gritó alguien, bajando la escalera. Otero estaba en sala de máquinas.

"Están aquí ¿quiénes?", contestó, como quien no quiere enterarse. "¡Los ingleses!", escuchó.

"Estamos listos", dice que pensó. Primero, se quedó paralizado. "Como en las películas de submarinos, cuando la tripulación está en silencio. Esperando que baje la carga de profundidad del barco enemigo". Creyó que era el final.


Una copia de la cédula naval extendida por el gobierno argentino en 1982. Foto: Gentileza Fernando Otero
"Nunca se me borró ese momento". Luego, se puso en marcha. "Iba a haber jaleo", de modo que activó la maniobra de achique, por las dudas. "Ha llegado nuestra hora", pensó. "Sentía una piedra en el estómago. La sala de máquinas está por debajo de la línea de flotación y es donde la muerte es más segura y cruel", recordó.

Los sobrevoló largo rato un Sea Harrier y luego, un helicóptero. Este último los barrió de proa a popa varias veces con sus relectores y no se les movía de encima. "Pensamos que iban a abordarnos, de modo que nos deshicimos de todo aquello que pudiera comprometernos", dijo. Allí se fueron claves, figurines y anotaciones de todo lo que habían visto antes de ese momento. El recuerda especialmente al enorme Canberra, el transporte de tropas.

Todavía hoy conjetura sobre por qué tuvieron más suerte que el pequeño pesquero Narwal, que también hacía espionaje. A diferencia del Usurbill, que pudo regresar, aquel fue enviado a pique con dos disparos de misil. Hubo muertos y heridos.

El hundimiento del Narwal fue decisivo para el fin de la operación. "Mercado saturado, regresen a puerto", fue la orden en clave que recibieron de Buenos Aires. "Esperen, estamos siguiendo un buen cardumen", respondió el capitán. No hubo marcha atrás y regresaron. Allí supieron de la trágica suerte del Usurbill, con el que habían navegado juntos un trecho, al comienzo del conflicto.

Durante mucho tiempo, Otero no dijo nada de todo esto. "Nadie me dijo que guardara silencio. Pero pensé que era lo que correspondía", explicó. Pocos en su casa supieron la razón de las pesadillas que lo persiguieron al regreso a Bueu.

Hoy, pescador retirado y feliz abuelo de cuatro nietos, asistirá a la embajada de nuestro país para ser reconocido como veterano de guerra. Estarán el embajador Ramón Puerta y el agregado naval, capitán de navío Julio Hoffman.

Su caso es peculiar por varias razones. Porque no son muchos los veteranos de guerra extranjeros y menos, que hayan actuado de espías. En todo caso, será el cierre de una historia que Otero recuerda con orgullo.


Muy buena historia, yo la desconocía.
Usurbill y Narwal un sólo corazón!
 
http://www.lanacion.com.ar/2027285-...ego-que-fue-espia-de-la-argentina-en-malvinas

Condecoran hoy como "veterano de guerra" a un pescador gallego que fue espía de la Argentina en Malvinas

Se trata de Fernando Otero, un ciudadano de Bueu, un pueblo en la provincia de Pontevedra

Una desilusión, me gustó la historia y la iba a poner en mi blog, en realidad la puse pero la borré a las horas, buscando más información sobre el buque pesquero Usurbil, en una nota de un medio vasco de hace un par de años entrevistaron a este jefe de máquinas y ahí refiere cosas un tanto distintas, transcribo algunas frases, si estoy demasiado sensible o veo fantasmas avisen.


El “Usurbil” era un barco de la hoy extinta Pesquera Vasco Gallega. Donde antes estaba su sede, en el Berbés, hoy está Pescanova. La historia de este pesquero podía ser como la de otros de su clase, que empezaron faenando en aguas del sur de África y que a finales de la década de 1970 se trasladaron en busca de nuevos caladeros a Argentina y a las Malvinas. Siempre con la obligación de constituir una empresa mixta en el país sudamericano, lo que venía a significar que desde ese momento el buque pasaba a tener bandera argentina y los principales mandos serían también del país.

La tripulación del “Usurbil”, con 22 españoles a bordo y la gran mayoría gallegos, no lo sabía entonces pero el buque estaba a punto de ser “militarizado”. Iba a ser empleado como barco espía camuflándose bajo su apariencia de pesquero. A bordo iba el vecino de Bueu Fernando Otero, que era el tercer oficial de máquinas; el cangués Juan Casas, que era contramaestre; o los hermanos José y Paco Piñeiro, de Pontecaldelas, y que eran jefe de cocina y marinero respectivamente.

Fernando Otero recuerda perfectamente como en la medianoche de aquel 20 de abril, en mitad de su guardia en la sala de máquinas, llegó el médico del barco para decirle: “Che Fernando nos vamos pal frente. Hay que ir a Mar del Plata a recoger material quirúrgico y de resucitación para recoger a pilotos heridos en combate”. La reacción del oficial buenense fue avisar al resto de la tripulación española y preparar su maleta para bajarse en Mar del Plata. “Aquela non era a nosa guerra”, dice. Pero no tuvo esa oportunidad. El “Usurbil” fue a Mar del Plata, aunque no llegó a ir al puerto. Fue una lancha la que se acercó al pesquero y a bordo subieron un responsable de la empresa en Argentina y un militar, que se fueron directamente al camarote del capitán, que se llamaba Adolfo Arbelo.

Cuenta Fernando Otero. “Eu repliqueille que a tripulación española non tiña nada que ver con aquilo: os nosos contratos eran españois, tiñamos a Seguridade Social española e cobrábamos en pesetas”, explica.

El 2 de mayo la tripulación tuvo la única ocasión de ponerse en contacto por radio con sus familias, pero con la advertencia de no revelar ningún detalle sobre su “misión”. Fernando Otero rememora con una sonrisa que le dijo a toda la tripulación que al despedirse le dijesen a sus familias que “diesen saludos al señor Caride”. Era el jefe de personal en Vigo y la vana esperanza del oficial era que si empezaba a recibir esos saludos nada habituales empezase a pensar que algo raro pasaba a bordo. La artimaña no funcionó porque las familias no dieron mayor importancia a aquella petición y Caride nunca recibió aquellos saludos.


Estás son algunas, para mi trató por todos los medios de no participar, entiendo que no tenía obligación, pero tampoco tenía obligación de aceptar la condecoración de veterano cuando intentó por todos los medios de no serlo.

http://www.h1usurbil.net/?p=1713

Esta es un captura de pantalla del pesquero Usurbil semihundido en la rada del puerto de Ingeniero White.

 
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El EA de maniobras recuerda a través de su material a los soldados caídos en la guerra, en este caso una pieza de artillería de 155mm del Grupo de Artillería Blindado 11 lleva el nombre de Eduardo Vallejo, uno de nuestros héroes que custodia las islas desde Darwin bajo una losa de Soldado sólo conocido por Dios.



 
El EA de maniobras recuerda a través de su material a los soldados caídos en la guerra, en este caso una pieza de artillería de 155mm del Grupo de Artillería Blindado 11 lleva el nombre de Eduardo Vallejo, uno de nuestros héroes que custodia las islas desde Darwin bajo una losa de Soldado sólo conocido por Dios.






Hermoso reconocimiento .-


Saludos::)
 
Reconocimiento a las madres de soldados caídos, verdaderas madres argentinas!



El Ejército Argentino homenajeó a las madres de los soldados caídos en la Guerra de Malvinas

Recibieron la Orden de Servicios Distinguidos al Mérito Civil. Fue durante la celebración del día del Ejército.

El Ejército Argentino celebró su día este 29 de mayo con una ceremonia que se realizó en el Campo de Despejo del Colegio Militar de la Nación. El acto fue presidido por el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, y tuvo un sentido homenaje a las madres de los soldados caídos en la Guerra de Malvinas...

Diez madres, en representación de todas las que tienen hijos que perdieron la vida en la guerra, recibieron la distinción. Fueron homenajeadas Norma Beatriz Carrera, Raquel Beatriz García, María del Carmen Penon, Laura Fedele, Haydee del Carmen Díaz, María Juana Campero, Nélida Ester Montoya, Santa Aguirre, María Isabel Acuña y Dalal Abd.

http://www.infobae.com/politica/201...los-soldados-caidos-en-la-guerra-de-malvinas/
 
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En la localidad de Sarmiento, la unidad homenajeó a sus héroes de guerra al cumplirse 35 años del bautismo de fuego en el Combate de Darwin.

La emotiva ceremonia tuvo lugar en la plaza de armas “Teniente Primero Roberto Néstor Estévez”, del Regimiento de Infantería Mecanizado 25.
Fue presidida por el comandante de la 3ra División de Ejército, general de brigada VGM Juan Adrián Campitelli, quien estuvo acompañado por el comandante de la IXna Brigada Mecanizada, general de brigada Daniel Eduardo Varela, y el jefe del Regimiento, teniente coronel Héctor Andrés Cavillón.
Asimismo, junto a los efectivos de la Guarnición Ejército “Sarmiento”, se hicieron presentes más de 100 Veteranos de Guerra de Malvinas.

 
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