Uno de los grandes desafíos del siglo: una amenaza para la seguridad internacional
Temen conflictos mundiales por el clima
Para la ONU, el calentamiento global puede provocar guerras, modificar fronteras y desencadenar migraciones masivas
NUEVA YORK.- El calentamiento global se ha convertido en un problema tan grave que por primera vez en su historia el Consejo de Seguridad de la ONU se dispone a enfrentarlo como una amenaza urgente a la paz y la seguridad internacionales, ante el riesgo de que provoque nuevas guerras, altere fronteras, interrumpa suministros de energía y dispare migraciones masivas.
"Las causas tradicionales de conflicto que existen hoy son proclives a ser exacerbadas por los efectos del cambio climático", afirmó el embajador de Gran Bretaña en la ONU, Emyr Jones Parry, quien en su calidad de presidente por este mes del Consejo de Seguridad anunció una reunión especial sobre el tema para el próximo 17. "Literalmente, es uno de los grandes desafíos del mundo para este siglo", agregó.
Según explicó el diplomático, el calentamiento de la atmósfera afecta ya los suministros de agua del planeta y en poco tiempo más comenzará a modificar los patrones de hambruna y disponibilidad de alimentos, lo que creará potenciales fuentes de inestabilidad. Además, el aumento del nivel de los océanos llevará a que las numerosas poblaciones tengan que ser redistribuidas en varios países, e incluso amenazará la existencia de países enteros.
"Para gente en las islas Maldivas, que se enfrenta a la posibilidad de un incremento de tres metros en el nivel del mar que dejaría extinto su Estado, éste es un tema de seguridad nacional", ilustró Jones Parry, quien apuntó que en la reunión se analizará la incidencia del cambio climático en el agua, la producción agrícola y la escasez de recursos. Se espera además que se llegue a un consenso para convocar a una cumbre mundial sobre el tema para septiembre de 2008.
Para resaltar la gravedad de la problemática, el encuentro por realizarse en dos semanas en la sede de la ONU contará con la asistencia de la ministra de Relaciones Exteriores británica, Margaret Beckett, quien ya invitó a sus pares de los otros 14 países que conforman el Consejo a sumarse a la reunión. No obstante, Jones Parry señaló que no se espera que el cónclave produzca una resolución vinculante.
Tres de los cinco miembros permanentes del Consejo -Estados Unidos, Rusia y China- están a la cabeza de los países que más contaminan el planeta con sus emisiones de dióxido de carbono y otros gases que acentúan el efecto invernadero.
Mientras Moscú y Pekín aceptaron a regañadientes realizar el debate sobre calentamiento global en el Consejo de Seguridad, Estados Unidos no ofreció resistencia. En el último año, el gobierno del presidente George W. Bush, que retiró su firma del Protocolo de Kyoto destinado a limitar la emisión de gases contaminantes en los países más industrializados, ha estado virando su posición ante el tema y se ha mostrado más abierto a coordinar acciones con otros países para buscar soluciones. En su discurso sobre el Estado de la Unión de este año, el propio Bush propuso aumentar los esfuerzos para desarrollar biocombustibles no contaminantes y otras fuentes de energía que reduzcan la dependencia del petróleo.
Como anticipo de la reunión especial del Consejo, Gran Bretaña comenzó a hacer circular un estudio en el que se especifican seis áreas en las que los cambios climáticos afectarán la seguridad global: disputas fronterizas, migración, suministros de energía, escasez de otros recursos [agua, alimentos], tensión social, y crisis humanitarias. Asimismo, el informe advierte que de continuar el ritmo actual de crecimiento de los océanos, para mediados de este siglo hasta 200 millones de personas que viven en zonas costeras deberán reestablecerse en otros lugares.
Debate en Bruselas
La decisión del Consejo de Seguridad coincide esta semana con el intenso debate que tiene lugar en Bruselas entre más de 2000 científicos y diplomáticos de 120 países que integran el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, que hoy tiene programado presentar un plan de políticas ambientales que sirva de guía a los gobernantes mundiales para las próximas décadas. El mes pasado, el Panel emitió un duro y controvertido informe en el que aseguraba que el calentamiento global se debe en gran parte a la acumulación de dióxido de carbono y otros gases en la atmósfera, producto principalmente de la quema de petróleo, carbón y otros combustibles fósiles.
El nuevo documento, según el borrador que se discutía hasta esta madrugada, describe los efectos específicos del cambio climático en la población mundial y en la ecología del planeta; identifica las especies y regiones que corren mayores riesgos, y describe las opciones para limitar el impacto del calentamiento global.
Según el documento, el calentamiento global causado por los humanos desde 1950 ha definitivamente contribuido a los recientes cambios en los ecosistemas, los patrones climáticos, el derretimiento de hielos y el aumento del nivel de los océanos (ver aparte). Estas transformaciones, asegura el informe, tendrán consecuencias duraderas en los asuntos humanos y en la red vital del planeta.
"Cabe esperar mayor cantidad de muertes, enfermedades y daños como consecuencia de olas de calor, inundaciones, tormentas, incendios forestales y sequías", es el negro presagio del borrador.
Sin embargo, no todos sus pronósticos son negativos: el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera ha llevado a que el planeta sea hoy más verde, cubierto por más vegetación que en tiempos pasados. Además, el informe confía en que en el futuro haya menos muertes provocadas por el frío.
Por Alberto Armendáriz
Para LA NACION
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