Gobierno de Brasil dispuesto a negociar sus tierras raras a cambio de mejores aranceles con EE.UU.
El país sudamericano es el segundo del mundo con las mayores reservas de esos codiciados minerales, objeto de disputa geopolítica y comercial entre Estados Unidos y China.
Castigado por el presidente Donald Trump con aranceles entre los más altos del mundo,
Brasil está parado sobre un tesoro que podría ser su carta negociadora: vastas cantidades de tierras raras indispensables para sectores clave, desde la industria digital hasta la defensa.
Los gobiernos de Brasil y Estados Unidos probablemente tratarán de cerrar un encuentro hoy domingo en Malasia, entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y Trump, centrada en la crisis comercial. Brasil es el segundo país del mundo con mayores reservas de estos codiciados minerales, objeto a la vez de una disputa geopolítica y comercial entre Estados Unidos y China, el primero en reservas y también el mayor productor mundial.
“Vamos a discutir sobre los minerales críticos, cuáles son las convergencias entre el potencial mineral que poseemos y el capital estadounidense”, dijo este mes el ministro brasileño de Minas y Energía, Alexandre Silveira. El encuentro de Trump y Lula debería tener lugar en Kuala Lumpur, la capital de Malasia, al margen de la cumbre regional de la Asean, según fuentes oficiales de ambos gobiernos.
La Casa Blanca impuso aranceles de hasta 50% a los productos brasileños como retaliación a una supuesta “caza de brujas” contra el aliado de Trump y expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, condenado por una intentona golpista contra Lula en 2022.
El propio Lula admitió el viernes que pondrá sobre la mesa con Trump las tierras raras, un grupo de 17 metales pesados que se hallan en la corteza terrestre y que forman parte de los llamados minerales críticos. “Podemos discutir cualquier cosa... De Gaza a Ucrania, Rusia, Venezuela, minerales críticos, tierras raras”, dijo Lula el viernes en Indonesia.
Las tierras raras son esenciales para fabricar desde baterías hasta misiles.
AFP