Industria Naval Colombiana

Caballero Negro

Colaborador
Por tierra desde Cartagena hasta el departamento del Guaviare la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial (Cotecmar) movilizó las piezas de los tres embarcaderos que fueron construidos en los municipios de Puerto Arturo, Miraflores y Calamar.

Sirley Plazas Cota, la coordinadora del proyecto por parte de Cotecmar precisó “El embarcadero es una estructura flotante diseñada para el servicio de atraque de embarcaciones menores fluviales, así mismo, para el embarque y desembarque de personas y cargas livianas en zonas rivereñas”

Una iniciativa gestionada y estructurada por el Ministerio de Defensa con apoyo de las Fuerzas Militares cuya inversión alcanzó los $1.154.000.000, la cual busca contribuir al progreso territorial, especialmente en las comunidades que han vivido inmersas en el conflicto armado, y que tan solo después de 50 décadas pueden empezar a movilizarse con toda seguridad por la región aprovechando las bondades de los corredores hídricos.

“Esto es algo muy elegante, muy bonito, muy servicial, porque presta un beneficio desde Puerto Arturo hasta La Macarena y muchos lugares más, para que vengan alimentos, productos que cosechan en la veredas, pero que difícilmente llegaban hasta aquí” agregó Rosalba Pedraza, habitante del municipio de Puerto Arturo, Guaviare.

Diariamente las poblaciones ribereñas que embarcan las lanchas se exponen a sufrir algún tipo de accidente, sin embargo con estas estructuras flotantes se organizará el acceso al transporte y permitirá que los ciudadanos tengan mayores medidas de seguridad.

“Como padres de familia nos sentimos más tranquilos en el momento de abordar las lanchas rápidas ya que era un riesgo para los estudiantes y también es más ágil abordar el transporte” aseguró José Ordoñez habitante de Calamar, Guaviare.

Con apoyo de los soldados del Ejército Nacional, a toda marcha COTECMAR armó la infraestructura fluvial que beneficiará a 77469 habitantes de los tres municipios, quienes esperan que la institucionalidad llegue con facilidad a estos territorios alejados.









Ministerio De Defensa Nacional
 

Caballero Negro

Colaborador
Estamos construyendo un país marítimo


Marta Lucía Ramírez
Vicepresidenta de la República


Colombia cuenta con dos océanos que la rodean y la convierten en un lugar privilegiado. Tiene en el mar Caribe 658.000 km2 y en el Pacífico 330.000 km2, áreas que representan el 44,8% de la extensión total del territorio nacional. Este inmenso mar no solo nos comunica con el mundo sino que es fuente indispensable de vida.

En ese sentido se constituye en espacio de relevancia para consolidar el desarrollo y el bienestar de todos los colombianos. Es por esto que por encargo del Presidente Iván Duque de ejercer la presidencia de la Comisión Colombiana del Océano (CCO) estamos trabajando para generar en todos los colombianos una cultura marítima que permita apropiarnos de este territorio, desarrollando la Política Nacional del Océano y de los Espacios Costeros, y hacer de la Colombia marítima un mejor país.

Hemos creado una estrategia para convertir de manera sostenible los océanos en fuentes de progreso económico y social; y para impulsar la integración, la protección y el desarrollo marítimo nacional que permita, además, impactar en las zonas costeras, en donde se encuentran algunos de los municipios más pobres del país. Hablamos de un total de 47 municipios en 12 departamentos con una extensión de 49.777 km2. Allí habitan más de 5 millones de personas, lo que representa el 11,5% de la población total del país. Es decir, tenemos mucho por cuidar y recuperar.

Y hablo con la certeza de que no se trata de una promesa. Por primera vez en la historia de Colombia se incluye dentro del Plan Nacional de Desarrollo un capítulo denominado “Región Océanos” que convierte el tema marítimo y portuario en parte esencial de la agenda del país. Este mismo interés nos llevó a pensar que dentro de la nueva Misión de Sabios 2019, presentada al país el pasado 8 de febrero, se contemplara un eje exclusivo al estudio de los Océanos con el fin de darles el lugar que se merecen en torno a los grandes beneficios que nos ofrecen.

Desde la Vicepresidencia hemos pensado, entonces, en una estrategia basada en seis líneas de trabajo. Una es la de hacer más atractivo el abanderamiento de buques para los armadores; la otra es la de revivir la industria pesquera involucrando a expertos del Ministerio de Agricultura; la tercera es capacitar a la gente de mar para impulsar su progreso; la cuarta es habilitar y crear puertos, embarcaderos y marinas náuticas, incluyendo el uso de mares como fuente de desarrollo turístico nacional; una más consiste en proteger y promover la investigación científica, biológica y física; y finalmente, fomentar la industria astillera.

Todo esto está acompañado de una estrategia transversal de seguridad integral que garantiza el uso sostenible de nuestros océanos y su explotación solo para actividades lícitas hechas por nuestros conciudadanos, o extranjeros debidamente autorizados, y la protección de nuestras fronteras marítimas.

Hace tan solo unos días sostuvimos la CXVIII Sesión de la Comisión Colombiana del Océano (CCO), la segunda del año, en la que se discutió el trabajo desarrollado por las instituciones miembro de la Comisión y la manera en que el Estado colombiano debe afrontar la atención continua, guiada y estructurada encaminada a promover el desarrollo marítimo y costero nacional, considerando los ámbitos políticos, sociales, territoriales, económicos, culturales y ambientales.

La intención es la inserción productiva del país a nuevos mercados y nuevas oportunidades de negocio en temas de océanos. En ese sentido, la industria astillera juega un rol fundamental, además por la intervención de diferentes áreas del conocimiento como lo son los servicios marítimos, el diseño naval, la industria metalmecánica, el transporte de mercancías y la extracción de materias primas, grandes ganadores de esta apuesta país. Esto sin contar que se trata de una industria generadora de empleo: contamos con más de 13.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.

Es por todo esto que la industria naval colombiana se convierte en uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico de la nación. La constitución en el año 2000 de la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial Cotecmar, ha contribuido de manera significativa para el crecimiento de esta y es una oportunidad histórica convertirla en un activo de desarrollo empresarial y económico del país.

Fuente: https://www.larepublica.co/analisis...estamos-construyendo-un-pais-maritimo-2841039
 

Caballero Negro

Colaborador
“El país debe reconocer la importancia de la industria astillera y atender sus necesidades”

Así lo dice el presidente de Cotecmar, el contralmirante Óscar Darío Tascón, en esta entrevista con el director editorial de SEMANA, Rodrigo Pardo.



RODRIGO PARDO: ¿Qué tanto ha cambiado la industria astillera nacional en estos últimos 20 años?

ÓSCAR DARÍO TASCÓN: Muchísimo. Se podría decir que dos décadas atrás no teníamos proveedores y que las capacidades de nuestros astilleros eran muy limitadas. El marco normativo que regía en ese momento impedía que nuestra industria pudiera ser competitiva, y no podía serlo porque resultaba mucho más barato comprar buques en el exterior que producirlos en el país. Tampoco podíamos ser competidores regionales en el mercado de las reparaciones; las oportunidades se nos escapaban y usualmente eran aprovechadas por países como Panamá o Curazao.

R.P.: ¿Y cómo es la realidad del sector hoy?

O.D.T.: Diferente. El gobierno reconoció que la industria astillera y metalmecánica podía ser una gran apuesta de progreso para el país e incluyó al sector en el Programa de Transformación Productiva. Esto ha permitido llevar a cabo iniciativas de marco normativo, principalmente, para eliminar ciertas barreras y promover su competitividad. Debo decirle que todavía queda mucho trabajo por hacer, pero estamos en mejores condiciones.

R.P.: Exactamente, ¿en qué consisten esos cambios normativos?

O.D.T.: Son, modificaciones arancelarias, aduaneras y tributarias. Por ejemplo, en el pasado los buques que llegaban al país no tenían que pagar IVA, mientras que los astilleros si debían hacerlo sobre materias primas que compraban en Colombia o en el exterior, transfiriéndoselo al producto final, poniendo en desventaja a la producción nacional; esta situación ya fue superada. En el campo arancelario, hemos conseguido que se puedan importar materias primas destinadas a la fabricación de buques con cero arancel, siempre y cuando no tengan registro de producción nacional.

R.P.: Colombia goza de una estabilidad económica y política, y esta puede significar una ventaja sobre otros países de la región. ¿Eso se ve reflejado en el sector astillero?

O.D.T.: Hoy, en el campo de reparaciones y mantenimiento, tenemos la posibilidad de atender 1.300 de los 5.000 buques que circulan por el Caribe. Si incrementáramos la capacidad de levante a 20.000 toneladas podríamos atender 3.000 de esas embarcaciones. Indiscutiblemente, la estabilidad política y económica del país juega un papel fundamental en la capacidad del sector para atraer estos buques. Por otra parte, en Suramérica la mayoría de los astilleros han surgido de las necesidades de las Armadas de sus países de garantizar la disponibilidad de sus flotas de guerra, pero ofertan su capacidad excedente para reparar y construir buques comerciales y buques de guerra de otros países. En este caso también es importante la estabilidad política y económica del país.

R.P.: ¿Cómo está Colombia en este campo, si se compara con Chile y Perú?

O.D.T.: Cuando la Armada Nacional, junto con las universidades Nacional, del Norte y Tecnológica de Bolívar crearon Cotecmar, una corporación de ciencia y tecnología, privilegió el conocimiento. Hoy en día Cotecmar cuenta con una capacidad de diseño e ingeniería que le permite generar soluciones a la medida de las necesidades del sector. Perú y Chile decidieron mejor apostar por la capacidad productiva y licenciaron diseños del exterior que luego producirían en sus astilleros. Hoy reconocen que el camino correcto fue el que tomamos nosotros.

R.P.: ¿Esa apuesta por el conocimiento permitió que el sector acelerara el paso en las últimas dos décadas?



O.D.T.: Por supuesto. Contamos con innovación organizacional y tenemos un modelo de gestión basado en el conocimiento. Nuestra línea de producción de buques es el resultado de un proyecto de investigación. Desarrollamos un producto específico para que sirva como soporte de la exploración y la explotación aguas afuera, y vamos a incursionar en la energía eólica offshore. Esas reconversiones las han hecho diversos astilleros en Europa para atender otros mercados.

R.P.: La oferta académica también ha evolucionado…

O.D.T.: Veinte años atrás solo existía un pregrado en Ingeniería Naval y para cursarlo era necesario ser Oficial Naval. La Universidad Tecnológica de Bolívar abrió recientemente ese programa. Además Cotecmar contribuyó a crear dos programas de maestría: uno en la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla, con énfasis en el proceso de diseño, y otro en la Tecnológica de Bolívar, con énfasis en el proceso productivo. Con el crecimiento de la industria ha aumentado el interés por ellas. Muchas personas quieren trabajar en el sector. Esto ha generado igualmente el crecimiento de la cadena de suministros. Sin embargo, es necesario seguir trabajando en el desarrollo de esa cadena y en la dinamización del sistema sectorial de innovación de la industria astillera.

R.P.: ¿A qué se refiere?

O.D.T.: La industria astillera, al igual que la de construcción, es una industria de síntesis. El astillero se encarga del conformado del acero y de integrar los productos y servicios que otros sectores industriales generan. Debido a esto, esta industria es una gran generadora de encadenamientos productivos. Esta, además, es intensiva en mano de obra calificada y por la complejidad tecnológica de un buque, es igualmente impulsadora de desarrollo científico y tecnológico. Es por esto que en este concepto más amplio de clúster, que es el de sistema sectorial de innovación, tienen cabida no solo las empresas sino también las universidades, los centros de investigación y los centros de desarrollo tecnológico.

R.P.: A futuro, ¿cuál es el mayor obstáculo por vencer para continuar este positivo crecimiento?

O.D.T.: Es importante trabajar en el marco normativo para eliminar de manera definitiva la protección negativa del sector; en esto estamos trabajando de la mano del Programa de Transformación Productiva. De igual forma, para garantizar su sostenibilidad, se debe promover la diversificación del portafolio de servicios del sector astillero en otros sectores industriales y la participación en grandes proyectos nacionales de infraestructura en los cuales el gobierno nacional debería priorizar el aporte de la industria nacional, tales como la APP del río Magdalena, las esclusas del canal del Dique y todo lo asociado a la exploración y explotación offshore. Otro aspecto importante es la oferta de financiación para la construcción de buques en el país y en el exterior. Por ejemplo, en el mundo existe la hipoteca naval, que ha sido diseñada específicamente para este sector. En Colombia, aún cuando es reconocida, los bancos no la consideran en sus líneas de crédito.

R.P.: ¿Cómo se ha superado esa dificultad?

O.D.T.: De una manera innovadora nosotros hemos entrado como astilleros a financiar a los armadores comerciales, pero eso no puede seguir así. De la mano del Programa de Transformación Productiva estamos llegando a Asobancaria para que la figura de la hipoteca naval sea reconocida por los bancos.

R.P.: ¿Qué tan optimista se siente frente a los próximos 20 años?

O.D.T.: Podemos ser optimistas si logramos que haya un claro entendimiento de los beneficios que le genera esta industria al país.

Fuente: https://www.semana.com/contenidos-e...ia-astillera-y-atender-sus-necesidades/607305
 

Caballero Negro

Colaborador
Ahora o nunca: el Gobierno le muestra su apoyo al sector astillero

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo Abondano, escribe sobre cómo apoyar el crecimiento y el desarrollo de la industria naval en Colombia; que hoy tiene el viento a favor.



Una de las razones por las que Colombia ha ganado relevancia en el comercio internacional se encuentra en sus principales centros portuarios. Estos mueven anualmente más de 200 millones de toneladas y operan más de 70 grandes líneas navieras (entre carga y pasajeros), en el Caribe y el Pacífico. Ese dinamismo creciente le abrió las puertas a la expansión y al fortalecimiento de un importante renglón para la economía: el sector astillero, que ha demostrado con creces su potencial exportador y su capacidad de jalonar más sectores productivos.

Hoy existen 33 astilleros que generan cerca de 6.000 empleos directos y 4.000 indirectos. De ellos, 11 están en Cartagena, 6 en Barranquilla y 4 en Bogotá. Incluso, en Medellín y Cali, esta industria también aporta su cuota. Además, ha llevado desarrollo a las regiones del país, donde empresas de todos los tamaños proveen insumos y materias primas para la fabricación y reparación de embarcaciones.

Desde 2018 la promoción del sector astillero recibió un apoyo adicional en competitividad y productividad con la puesta en marcha del programa Proastilleros, diseñado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y el Programa de Transformación Productiva (PTP). Este tiene como fin reducir a cero por ciento el arancel para 395 subpartidas que Colombia no produce y que son necesarias para fabricar y reparar embarcaciones. Es decir, esta industria puede ahorrar cada año cerca de 400.000 millones de pesos y competir en mejores condiciones.

Además de buscar que los astilleros sean cada vez más productivos y aumenten sus exportaciones –las cuales sumaron en 2018 cerca de 9,6 millones de dólares–, el Ministerio de Comercio enfrenta el reto de promover los encadenamientos de alta sofisticación en este sector.

Consolidar encadenamientos productivos, e impulsar el desarrollo de proveedores para esta industria en todo el país, implica conocer muy bien las necesidades de los principales astilleros y trabajar con las mipymes proveedoras para que estén acordes a las exigencias de productividad y calidad de la industria naval. En este frente, el ministerio y el PTP han trabajado de la mano del sector empresarial.

La construcción de naves en Colombia es una gran oportunidad de crecimiento para sectores de la industria como el acero, la propulsión, las puertas, la producción de vidrio, la carpintería metálica, entre otros. Ahora bien, tan solo para tener una dimensión de lo que pueden representar los encadenamientos, hacer un solo buque se traduce en la generación de 5.700 millones de pesos para estos.



También buscamos la consolidación de clústeres de la industria astillera que puedan satisfacer la demanda de embarcaciones. Se trata, fundamentalmente, de lograr que Colombia fabrique naves con diversos propósitos –como defensa, navegación fluvial y exploración offshore– para exportarlas y para satisfacer el mercado interno. Departamentos como Atlántico y Bolívar, sin excluir otros con igual potencial, tienen la maravillosa oportunidad de aliarse para conformar un clúster innovador y con grandes posibilidades de exportar.

Al hablar de innovación en el sector astillero, Colombia tiene buenos ejemplos para mostrar. Uno de ellos es el de la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar), entidad que ha impulsado el uso de la tecnología y la ciencia para construir productos con un sello propio. Y es en Cartagena –aquí opera su astillero– donde se han desarrollado valiosas investigaciones en áreas de la producción de navíos como las estructuras, los materiales, la hidrodinámica, entre otros.

Colombia tiene una oportunidad clara para lograr que el sector astillero sea más competitivo y aumente sus exportaciones. Este es el momento para que todos los protagonistas de esta industria trabajen de forma articulada y puedan navegar cada vez más lejos.

*Ministro de Comercio, Industria y Turismo.

Fuente: https://www.semana.com/contenidos-e...ierno-a-la-industria-naval-en-colombia/607759
 

Caballero Negro

Colaborador
¿Qué puede aprender el sector naval local de la astillera alemana Fassmer?
Mucho. Así se lo explicó a SEMANA Harald Fassmer, uno de sus propietarios y además presidente de la Asociación para la Construcción Naval y Tecnología Marina de Alemania.


SEMANA: Fassmer es un ejemplo de éxito de empresas familiares de talla mundial. ¿Cuál ha sido la fórmula para lograrlo?

HARALD FASSMER: Siempre nos hemos planteado una estrategia a largo plazo, en la que los resultados anuales no son lo fundamental. Por ello nuestras decisiones están orientadas al desarrollo de las áreas de negocio, tanto tecnológicas como comerciales, en las que tenemos experiencia. Es decir, navegamos hacia el futuro, sin olvidar nuestro pasado.

SEMANA: La Organización Marítima Internacional plantea una reglamentación ambiental mucho más estricta, que supone cambios en la industria. ¿Cómo cumplirán con esta normatividad?

H.F.: A traves de los años hemos estado a la delantera en el diseño y la construcción de buques amigables con el medioambiente, para exportación y para el mercado alemán. Todos ellos, de hecho, cumplen con normas ambientales más estrictas que las propuestas por la Organización Marítima Internacional.

SEMANA: ¿Nos podría dar un ejemplo de lo que dice?

H.F.: Por supuesto. Nosotros construimos el Rainbow Warrior III para Greenpeace, que es un buque con una mínima huella ambiental. Y ahora estamos trabajando en el buque hidrográfico y oceanográfico Atair. Esta será la primera nave de este tipo propulsada con LNG en el mundo. También tendrá certificaciones de controles ambientales de ruido, descargas al mar y reciclaje de materiales de construcción.

SEMANA: Por eso la industria astillera alemana es una de las mayores exportadoras en el mundo. Colombia empezó hacerlo hace algunos años. ¿Qué podría aprender nuestro sector de su experiencia?

H.F.: La industria de Alemania se ha enfocado en nichos específicos en los que puede competir la alta tecnología. A partir de esa fortaleza ha mantenido su vigencia global. Además, aprovechamos la presencia de fuertes proveedores para desarrollar tecnologías que implementamos en el diseño. En ese sentido, para Colombia es muy importante crear una base de conocimiento y talento humano que permita identificar los nichos de mercados a los que puede acceder su industria.

SEMANA: ¿Y cómo se podría lograr?

H.F.: Para eso es fundamental la integración de distintos actores como institutos de investigación y organizaciones gubernamentales. Todos deben participar coordinadamente, pero con cierto grado de libertad e incentivos que generen un ambiente competitivo. Finalmente es muy positiva la cooperación con las industrias desarrolladas.

SEMANA: ¿Cuál ha sido su experiencia con el ejercicio de transferencia tecnológica que adelantan con Cotecmar?

H.F.: Por una parte, ingenieros y diseñadores colombianos han tenido ‘entrenamiento en el trabajo’ en Fassmer, en áreas tecnológicas de interés de Cotecmar. Los primeros programas estuvieron orientados a capacidades generales de construcción naval y con el paso del tiempo estas actividades se han especializado y focalizado en tecnologías y conocimientos más avanzados.

SEMANA: ¿Y qué han aprendido de nosotros?

H.F.: Su flexibilidad para enfrentar situaciones complejas ha sido una gran enseñanza. Además, en Colombia se utilizan estándares de Estados Unidos que son menos comunes en nuestra región. Así hemos verificado nuestros diseños con otras normas y hemos fortalecido nuestra capacidad para exportar fuera de Europa.

SEMANA: Un ejemplo de esa cooperación es la construcción del OPV 80 que tiene la Armada Nacional. ¿En qué consistió ese trabajo?

H.F.: Más de 50 diseñadores e ingenieros de Cotecmar vinieron a Fassmer para participar en el proyecto. Juntos identificamos aspectos críticos, construimos y probamos los buques. Así hemos diseñado tres OPV que están capacitados para operar en aguas tropicales y se ajustan a los requerimientos de la Armada Nacional.

SEMANA: La cuarta revolución industrial ya llegó para cambiar al mundo y al sector marítimo. ¿Qué están haciendo para aprovecharla?

H.F.: Siempre hemos trabajado con una visión moderna y ahora la intensificamos: estamos integrando aún más las tecnologías de información y datos en el diseño y en la cadena de suministros. Así mismo, nos aseguramos de que nuestro equipo de trabajo desarrolle sus habilidades en un ambiente tecnológico, pero también humano.

Fuente: https://www.semana.com/contenidos-e...-construyen-barcos-en-fassmer-alemania/607315
 

Caballero Negro

Colaborador
La academia, un motor fuera de borda que alimenta el sector astillero
Las universidades han sido vitales para el progreso y la innovación de esta industria en el país. Muchos proyectos que emergieron en las aulas de clase hoy navegan por los mares y ríos colombianos. Conózcalos.



El buque de desembarco anfibio BDA Bahía Málaga y las Lanchas Patrulleras de Río (LPR) hacen parte del catálogo de embarcaciones insignias de la Armada Nacional. Ambas navegan por el territorio colombiano para proteger las aguas del país. El primero lo hace en el litoral Pacífico. Tiene 49 metros de largo, casi el mismo de una piscina olímpica, y 11 metros de ancho, el equivalente a un camión de tres ejes. Su misión es recorrer las comunidades costeras brindando ayuda médica y humanitaria. Las lanchas, por su parte, recorren los principales ríos. Actúan como botes de combate fluvial, tienen equipos especializados para desarrollar operaciones de vigilancia, inteligencia y comunicación. Son tan rápidas como un lobo en cacería. Alcanzan los 35 nudos de velocidad.

Por su capacidad, tecnología y eficacia podría pensarse que todas estas naves se construyeron en Corea del Sur, China o Japón –las principales potencias del sector astillero–, pero no, estas embarcaciones fueron creadas aquí, de hecho, son el resultado de los trabajos de grado de varios estudiantes de la Escuela de Cadetes Almirante Padilla, en Cartagena.

Estas iniciativas surgieron en las aulas de clase y, posteriormente, la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval Marítima y Fluvial (Cotecmar), las materializó como apoyo para la Armada Nacional. Es tan grande la importancia de la academia en el desarrollo del sector astillero que dicha corporación cuenta con tres universidades como socias estratégicas: la Tecnológica de Bolívar, en Cartagena; la Universidad del Norte, en Barranquilla; y la Universidad Nacional.

La finalidad de este trabajo en conjunto es que se aplique un sistema sectorial de innovación y la academia sea considerada como un actor indispensable para mejorar la gestión, la capacidad y la operación de este campo. “Desde el resurgimiento de la industria, a comienzos de este siglo, las universidades se han convertido en las principales fuentes de conocimiento científico y un relevante motor de innovaciones. Su papel es necesario para resolver las diferentes problemáticas que enfrentamos”, afirma Jimmy Saravia Arenas, jefe del departamento de gestión de la innovación en Cotecmar.

Hoy, dos instituciones ofrecen programas ligados a la industria naval y astillera del país. Una es la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla que cuenta con un pregrado en Ingeniería Naval y maestrías en Oceanografía, Gestión Logística, Política y Estrategia Marítima, entre otras. También dicta diplomados de Logística Portuaria, Gestión del Riesgo y Cambio Climático y Sistemas de Información Geográfica, Teledetección y Datos de Georreferencia. La otra es la Universidad Tecnológica de Bolívar, que fue la primera entidad de educación superior privada en incursionar en el sector. Ofrece un pregrado y una maestría en Ingeniería Naval, y otro máster en Ingeniería Oceánica. Además, cuenta con una especialización en Logística del Transporte Internacional de Mercancías.

El buen momento del sector astillero ha estimulado el interés y la investigación en este campo. Universidades como la Nacional y la del Magdalena lanzarán en 2019 varios programas relacionados con esta industria. La primera comenzará con una especialización en Logística de Carga Portuaria; la segunda tendrá un pregrado en Ingeniería Marinocostera.

Además de promover la innovación naval, las instituciones educativas del país contribuyen a la fuerza productiva de Cotecmar. Del total de estudiantes que realizan sus prácticas profesionales en la corporación, el 25 por ciento quedan vinculados a ella de manera oficial. Y cada cuatro años los mejores egresados aplican a una beca que les entrega esta organización y que les cubre la totalidad de los costes de sus maestrías o doctorados en el exterior.

Innovación en las aulas




Los estudiantes colombianos también están contribuyendo al desarrollo de la industria astillera y marítima nacional. Compruébelo.

Hydrometra

Ese es el nombre del grupo de investigación interdisciplinario de la Universidad Nacional, sede Medellín, que desde 2014 trabaja en la creación de innovaciones para el sector naval y astillero. Cada año participan en el concurso Hydrocontest, patrocinado por la empresa suiza Hydros, y suman más de seis premios, incluyendo el más codiciado de todos, a mejor eficiencia energética, que consiguieron en 2017. Este año, las investigaciones de Hydrometra estarán centradas en crear proyectos de impacto social en el país. Un ejemplo de ello es el diseño de un barco solar que pueda mejorar la calidad de vida de la población de Vigía del Fuerte, en Antioquia. Este municipio, de vocación pesquera, no cuenta con una red eléctrica y debe subsistir con plantas diésel. En muchas ocasiones los costos del transporte que tienen que pagar para recargar el combustible en los municipios aledaños son mayores que las ganancias que reciben. Actualmente se está diseñando el prototipo y las pruebas en terreno comenzarán en junio.


¡Pura fibra!

Para estudiar el desempeño de las lanchas rápidas de patrullaje tipo Orca, elaboradas por Cotecmar, el Grupo de Investigación en Materiales y Estructuras de la Universidad Tecnológica de Bolívar diseñó una herramienta de monitoreo en tiempo real de las estructuras navales utilizando fibra de vidrio. Este proyecto se desarrolló bajo las normas internacionales de construcción de embarcaciones en materiales compuestos y fue la primera vez que en el país se utilizó la fibra de vidrio para procedimientos de este tipo. Hoy, la corporación usa este sistema para conocer el desempeño de sus embarcaciones.

Cuestión de método


En 2010 los grupos de investigación de Innovar del Caribe y Productividad y Competitividad de la Universidad del Norte, diseñaron el modelo de gestión sobre el que hoy se basa Cotecmar. Este método articuló la tecnología, el talento humano y el conocimiento. A nivel corporativo se consolidó una metodología de gestión por competencias, un sistema de inteligencia empresarial (SIE) alineado a la innovación y un diseño de plataforma tecnológica basado en el desarrollo del talento humano de la organización.

Fuente: https://www.semana.com/contenidos-e...ara-la-industria-astillera-de-colombia/607308
 

Caballero Negro

Colaborador
Si en el astillero suena la campana, un nuevo barco está por construirse

O por repararse. Ese sonido es una tradición entre los trabajadores de Cotecmar, en Cartagena. Así transcurre el día en esta corporación que ha sido clave para el desarrollo del sector naval y astillero en Colombia.



Los repiques de la campana se propagan como un aliento de felicidad por las dependencias de diseño, mantenimiento y construcción. Al advertirlos, los 1.200 trabajadores de la planta sienten una gran dicha.

Aura Quiroz, jefe de ventas de reparaciones de Cotecmar, aclara que en la compañía, siempre que suena una campana, es el anuncio de algo especial: “Nosotros implementamos la campana como señal de bienestar. Es la certeza de que seguiremos haciendo lo que nos gusta, porque hemos concretado un nuevo trabajo”, concluye Aura.

El mismo que se siente en todas las áreas del astillero. El capitán de navío Luis Aranibar, a cargo de la gerencia de diseño e ingeniería, precisa, que más que un astillero, Cotecmar es un centro de desarrollo tecnológico reconocido por Colciencias. Una empresa de servicio que desde el año 2000 ha entregado soluciones concretas para la industria marítima y fluvial.

Por su nivel de especialidad y la confluencia de ingenieros colombianos y de otras nacionalidades, la gerencia de diseño e ingeniería es una babel de talentos. El capitán Aranibar tiene a su cargo 47 especialistas como arquitectos navales, diseñadores industriales, ingenieros eléctricos, electrónicos, metalúrgicos, navales y mecánicos, que le permite asegurar que su gerencia es de las mejores calificadas de América Latina.

Con su equipo ha diseñado casi toda la flota de la Armada Nacional, incluyendo patrulleras fluviales y marítimas, buques de desembarco anfibio y lanchas rápidas. También muelles flotantes para los ríos de Colombia, remolcadores, pesqueros, barcazas tanqueras y cargueros. “Aquí diseñamos de todo –dice con orgullo el capitán– tanto para empresas comerciales como para la flota de la Armada Nacional. Antes las fragatas eran reparadas en Curazao o Panamá, y los submarinos había que llevarlos hasta Alemania”.

El capitán de corbeta Mauricio Madrid, encargado de la Gerencia de Proyectos de Construcción, explica que desde hace 19 años, cuando se construyeron las primeras embarcaciones fluviales, se trabajaba de forma tradicional, pero con los avances desarrollados por el personal de Cotecmar, las embarcaciones se realizan con software de diseño naval, con modelado en 3D, que permite construirlas virtualmente antes de generar información para su producción.

Con las innovaciones introducidas, las naves se construyen por bloques, que luego se ensamblan en un proceso que exige alta precisión y un equipo lleno de espíritu de unidad, sin importar los rangos o niveles de preparación. En el hangar I comienza el proceso de corte de láminas de acero naval. El ruido es intenso, suenan alarmas de prevención que emiten las grúas de carga, brotan chispas de soldadura en las más de 15 estaciones de trabajo. Son jornadas intensas, el empeño jamás decae.

Acá se contruye la segunda de tres barcazas para transporte de hidrocarburos. Cada una tiene 60 metros de eslora (largo), un jumbo tiene 70 metros, 16 metros de manga (el ancho de una cancha de baloncesto) y 378 toneladas de desplazamiento.



En el hangar vecino, con 18 metros de altura y más de 30 metros de largo, se ensamblan las piezas elaboradas en el taller de corte. Van marcadas por lotes, con una codificación en tinta blanca, sobre la rojiza lámina de acero. Es como armar un rompecabezas con miles de piezas de acero en una variedad de tamaños.

A unos 100 metros del hangar de corte, y transportado por rieles, parecidos a los de un tren, está la primera barcaza terminada. Esos mismos rieles la pondrán en el mar para llevarla a su destino final: el Canal del Dique. Construir las barcazas ha sido un proceso que ha requerido de la entrega del personal de Cotecmar.

“Eso es lo que a mí me sorprende –interrumpe el capitán Mauricio Madrid–, la gente se compromete, y cada día está en la búsqueda de cómo mejorar los procesos; desarrollan sus propias ideas, sus herramientas, sus innovaciones”. La innovación se premia con incentivos económicos y reconocimientos públicos, por eso, sin importar el tamaño de la nave, la pasión es un rasgo de todo el personal.

Así lo reconoce Acisclo Trelles, quien trabaja en el taller de embarcaciones menores. Muestra hoy con orgullo la primera lancha ambulancia fluvial, construida en Cotecmar. Trelles nació en Tagachí, Chocó, a orillas del río Atrato. Cuando tenía 8 años, una lancha de casco brillante atracó en las riberas de su pueblo y él quedó impactado. Los únicos botes que conocía eran los de madera. Preguntó de qué estaba hecha esa embarcación reluciente y alguien le dijo que de vidrio. Como la respuesta le pareció absurda, comenzó a indagar con qué materiales se hacían estas naves y halló la respuesta: fibra de vidrio. A los 13 años, terminó su primaria y se fue a Medellín en busca de las oportunidades que no tenía en Tagachí. Allí aprendió a construir embarcaciones y cabinas para automóviles en fibra de vidrio.

Acisclo Trelles llegó a Cartagena en 2002. Fue fundador de la división de materiales compuestos y hoy la supervisa. En Cotecmar lideró la construcción de la primera lancha ambulancia. Tiene 12,5 metros de eslora (largo) y 2,80 metros de manga (ancho), cuenta con una capacidad para 12 personas, y está dotada con dos camillas y 500 caballos de fuerza.

En Cotecmar cada trabajador tiene historias para contar. Harlin Torres es ingeniero industrial y encargado de proyectos de reparación, asegura que cuando comenzó a laborar no sabía la diferencia entre proa y popa, a pesar de haber nacido en un puerto como Cartagena. Dice que aquí aprendió a amar el mar y las embarcaciones, porque identifica los servicios que prestan y las ayudas que pueden ofrecer a una comunidad.

Adriana Hernández, supervisora de pintura, rechazó el nombramiento como profesora de matemáticas en el bachillerato de su natal San Onofre para poner al servicio de Cotecmar sus conocimientos como ingeniera química. Actualmente dirige con orgullo las reparaciones de pintura del buque Escuela Gloria.

Mientras todo eso pasa, la campana silenciosa en la pared del edificio Ricardo Pulido Osuna espera que alguien tome el nudo badajo que la hace repicar. Un sonido que anuncia la buena nueva de más trabajos, que regala un descanso momentáneo y que invita a todos los equipos de Cotecmar a celebrar sus sueños, sus victorias.

*Cronista.

Fuente: https://www.semana.com/contenidos-e...na-un-nuevo-barco-esta-por-construirse/607376
 

Caballero Negro

Colaborador
El CAII de medio millón de dólares que no opera en Santander
La Policía aún no recibe el buque para cuidar el embalse de Topocoro.



Tras cinco meses de la inauguración del buque Pienta, que albergará el Centro de Atención Inmediata Interinstitucional (CAII) del embalse Topocoro, la embarcación sigue sin operar debido a que no ha sido recibida por parte de la Policía Nacional, tampoco cuenta con permisos para navegar ni pólizas de seguros.

El buque, que tuvo un costo de $ 1.700 millones aportados por la Gobernación de Santander e Isagén, es el primero de su tipo en el país y su misión es brindar seguridad en el espejo de agua, atender emergencias, proteger el medioambiente, verificar que las embarcaciones que estén en el embalse cumplan con la normatividad, entre otras, pero hasta ahora no ha podido cumplir con ninguna, pues desde su inauguración el pasado 17 de diciembre no ha sido posible que la Policía lo reciba y asuma su operación.

Y es que según el director de Corsogamoso, Juan Carlos Rodríguez, entidad a la que la Gobernación e Isagén le entregaron los recursos para que contratara la construcción del buque con la empresa Cotecmar, el cambio del Comandante de la Policía de Santander fue la principal dificultad para que dicha entidad lo recibiera, pues ocho días antes de la inauguración de la embarcación hubo cambio de mando.

“El coronel Jaime Escobar abandonó la comandancia ocho días antes de entregarse el buque y llegó el nuevo coronel, Carlos Julio Cabrera Suárez, quien no estaba informado de la acción y de las competencias que podía tener la Policía frente al CAII. Desde ahí venimos peleando con la Policía, en algunos requerimientos adicionales que pidió, aunque un poco tardías, y cuando esto pasa se causan dolores de cabeza”, dijo Rodríguez.

Actualmente, Corsogamoso tiene en su poder el CAII y, según manifestó el pasado 25 de abril en una reunión en Betulia, en 15 días, es decir este miércoles, la Policía podría estar recibiendo el buque para que “no nos pase lo que ocurrió en diciembre, el robo de dos motores casi en frente del CAII Fluvial”, precisó Rodríguez.

EL TIEMPO le ha hecho seguimiento a este tema, pues el pasado 17 de diciembre, cuando se inauguró el CAII, la Gobernación anunció que el buque entraría en operación de manera inmediata y no ocurrió así.

Tras la denuncia de este medio, el gobernador Didier Tavera Amado se reunió el 2 de abril con el Ministro de Defensa para solicitarle que se recibiera la embarcación. El 8 de abril el Gobernador recibió en el embalse Topocoro a la directora Administrativa y Financiera de la Policía Nacional, general Yolanda Cáceres Martínez, con quien visitó el CAII para insistir en que se reciba.Pese a la visita de la alta funcionaria, un mes después aún no se sabe cuándo la Policía incorporará en sus activos el buque Pienta.

“Esta gran iniciativa, por ser pioneros y únicos en la país, ha venido teniendo unos devenires, porque la tecnología, ciencia e innovación se aplicaron en el CAII y esto tiene una connotación única en el país y la Policía lo que quiere es asegurarse de su sostenimiento, porque ya están pidiendo uno en el Huila y otro en Guatapé. Nosotros somos los primeros en reglar un espejo de agua y esto nos lleva a que las decisiones que tomemos aquí deben tener una característica de certeza al 100 por ciento”, dijo el Gobernador.

El funcionario agregó que este mes debe quedar resuelto cómo la Policía recibe administrativamente la embarcación, que ya cuenta, según Cotecmar, con personal de la Policía capacitado para operarlo.

El comandante de la Policía de Santander, coronel Carlos Julio Cabrera Suárez, explicó que la Dirección Administrativa y Financiera es la que está al frente del proceso de recibir el CAII. “Tan pronto haya una revisión minuciosa, la Policía se pronunciará y verificará cual será la figura jurídica para recibir el buque”, precisó Cabrera Suárez.
Por ahora el buque sigue en el espejo de agua detenido y cuidado por Policías.

EL TIEMPO consultó con Isagén si existe o no un convenio de apoyo financiero firmado con la Policía para el sostenimiento del buque y la empresa dijo que sí lo hay para el suministro de combustible y por un determinado tiempo.

Pero, la compañía señaló que como el buque no está operando aún no se pueden ejecutar los recursos, y solo se hará cuando la Policía lo reciba.

Este medio conoció que una de las dificultades para que la Policía reciba el buque es que no hay claridad de dónde provendrán los recursos para su sostenimiento que es de unos $ 30 millones al mes.


LUIS A. CÁRDENAS MATEUS
EL TIEMPO/ADN Bucaramanga
 

Caballero Negro

Colaborador
MinHacienda autoriza a la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (COTECMAR) para gestionar operaciones de crédito público externo, hasta por 16 millones 120 mil dólares

Artículo 1°. Autorización. Autorizar a la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (COTECMAR), para gestionar operaciones de crédito público externo hasta por la suma de dieciséis millones ciento veinte mil dólares (USD16.120.000) de los Estados Unidos de América, con el fin de financiar el proyecto destinado a la implementación de capacidades tecnológicas de la corporación para atender embarcaciones de hasta 18 mil toneladas.

Artículo 2°. Términos Financieros y Condiciones. Los términos y condiciones financieras a los cuales deberá sujetarse la gestión autorizada por la presente resolución, serán los más favorables dentro de las condiciones de mercado.
Publicado por Artículo20 en: 2019/06/25
MinHacienda-Resolucion-2019-N0001883 2019/04/18 Diario Oficial-N050988 2019/06/18
 

Caballero Negro

Colaborador
"Los 5 proyectos estratégicos que viene desarrollando COTECMAR con meta de 2022 y el porcentaje de avance en cada uno de ellos .... 4 de estos proyectos ya los conocíamos como la OPV-93, el mejoramiento de la capacidad de levante del astillero, el buque antártico para la DIMAR y la iniciación de la fase de diseño contractual de la PES, pero entra un quinto proyecto que se empezaría o ya se empezó años atrás con su diseño conceptual, y es el diseño preliminar de un buque multiproposito para la ARC:"
Alex C
Tabla de progreso y metas cronológicos

Creditos a Alex C en FMG .
 
Arriba