Imágenes del conflicto de Malvinas < fotos >

FerTrucco

Colaborador
Finalmente, logré ponerme al día con este hilo. Van algunos comentarios, simplemente con ánimo constructivo:


Archiconocida foto del piloto de A-4Q Cap. Carlos Zubizarreta asistido por el TN Alejandro Francisco, poco antes del despegue en la fatídica misión del 23/05.



Pilotos de la 2da Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque en la inmediata postguerra. De izq. a der.: TF Rodríguez Mariani, CC Roberto Curilovic, CF Jorge Colombo (comandante), CC Agotegaray, TN Colavino, CC Augusto Bedacarratz y TN Alejandro Francisco.

Francisco, en Malvinas, era CC, no TN. Es compañero de promoción de Zubizarreta y de Giachino.
En la segunda foto, con la plana mayor de la Escuadrilla, están invertidos los nombres de Francisco y Colavino.


Piloto de UH-1H y SA.330L, y jefe de la Ca Helic Asalto B del Bat Av Comb 601, Cap. Jorge Rodolfo Svendsen.

Creo que el dato lo tenés más que claro, pero por las dudas lo menciono: en MLV el Picho fue piloto de UH nada más.

Imagen del 2 de abril, tirador de FAP de la IMARA, vean la cantidad de cargadores que porta.


¿Estás seguro de que la foto es del 2 de abril? Creo haberla visto referida a días posteriores de abril, a medida que iban llegando tropas a las islas.


¿Hacía falta inmortalizar los calzones? :p
 

FerTrucco

Colaborador
El Puma no tiene la banda amarilla en el nacimiento de la sección de cola que fue pintada a partir del 02/05, así que la foto debería haber sido tomada en Abril.

Tengo mis dudas de que la franja amarilla se haya pintado recién a partir del 02/05. Creo que algunos helicópteros la tenían antes.
 


El teniente Oscar Guillermo Vazquez, del Monsunen, en la zona de Darwin / Pradera del Ganso, en 1982.

Nótese que el oficial argentino viste el uniforme "naval azul", muy poco visto en Malvinas.


(Foto provista por Oscar G. Vázquez)
Hola Daniel, cual uniforme naval (de "embarcado" digo) era más común entre los tripulantes o capitanes en el TOAS?
 

Merchant Marine one

Miembro del Staff
Moderador
Hola Daniel, cual uniforme naval (de "embarcado" digo) era más común entre los tripulantes o capitanes en el TOAS?
Estimado amigo, en 1982 todavía se utilizaba , tanto en la Armada como en la Marina Mercante , el uniforme color gris.

La gorra podía tener dos fundas , la blanca tradicional y la de servicio , color gris.

Lo mismo para el uniforme , tanto pantalón como chaqueta , y camisas desde luego, en los buques eran de color gris.

Más tarde en el tiempo, año 1987 o 1988 , si mal no recuerdo, el uniforme gris fue suprimido.

Cuando yo ingresé a la ENN en 1989 ya no estaba en uso el color gris para el uniforme.








Gorra de oficial naval subalterno , con funda color gris.




El Capitán de Ultramar Panigadi, Oficial de la Marina Mercante , en uniforme de servicio color gris.
Le falta el capote de paño color azul naval, como el oficial de la foto del posteo anterior.

El Capitán Panigadi murió en combate , a bordo del Transporte ARA Isla de los Estados , era su Capitán.
 
Gracias @Merchant Marine one. En la época en que ambos uniformes coexistían ¿El azul era para otros usos "no embarcados"? Disculpas por las preguntas tan poco precisas pero de los usos de la ARA y MM conozco muy poco. ¿La gorra de tu posteo es de oficial subalterno de la M. Mercante?
 

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Hola Daniel, cual uniforme naval (de "embarcado" digo) era más común entre los tripulantes o capitanes en el TOAS?

De lo que puedo dar testimonio es que el Contraalmirante Otero usaba "uniforme azul".
También ví al Capitán Niella, comandante del ARA Bahía Buen Suceso, de uniforme azul o gris (tras 38 años, no podría asegurar).

El resto del personal naval en Malvinas, en su inmensa mayoría usaba "ropa verde", como los IM.

Sospecho que en los buques de la Flota de Mar se emplearon los uniformes habituales de la Armada de la década del 80.
 

infanteargentino

Colaborador
Colaborador

Una versión en color de la conocida foto del Subteniente Reyes del RI 25 encaramado al mástil del patio de GH para reparar la polea que habían roto intencionalmente los británicos. Al frente a la derecha, el perfil inconfundible del Contralmirante Carlos Büsser.
Yo tengo entendido otra cosa.
En la primera izada del pabellón se cortó la driza (cuerda) y la bandera se fue al suelo..... Ahí subió Reyes para "enebrarla".... Para mí, también para muchos presentes, un símbolo de mal augurio.
 

FerTrucco

Colaborador
Según una nota de Infobae, la driza se trabó:

Defenderlas con la vida: la historia de las banderas que regresaron de Malvinas
https://www.infobae.com/def/defensa...a-de-las-banderas-que-regresaron-de-malvinas/

"Cuando se estaba por hacer, se trabó la driza del mástil, y el entonces subteniente Oscar Roberto Reyes se tuvo que trepar para solucionarlo".

Según Yofre (libro 1982), la driza se rompió (y adhiere a la sensación de malos augurios):

"se intentó izar la bandera nacional frente a la casa del gobernador, y en plena formación militar se rompió la driza"
 

infanteargentino

Colaborador
Colaborador

El Capitán de Ultramar Panigadi, Oficial de la Marina Mercante , en uniforme de servicio color gris.
Le falta el capote de paño color azul naval, como el oficial de la foto del posteo anterior.

El Capitán Panigadi murió en combate , a bordo del Transporte ARA Isla de los Estados , era su Capitán.
Les comparto un fragmento del capítulo "Isla de los Estados". Allí narro la historia completa, de las últimas horas, de la nave y su tripulación. Gloria a esos Marinos Mercantes que quisieron llevar auxilio a la Fuerza de Tareas "Yapeyú"

ISLA DE LOS ESTADOS - 10 DE MAYO

La última cena

El “Isla de los Estados” y el “Río Carcaraña” se encontraron en la caleta de Puerto Rey, donde amparados por la oscuridad de la noche, y pese a la persistente llovizna, comenzaron las tareas de transbordo de parte de la carga. El “Isla de los Estados” ya había embarcado en el muelle de Puerto Argentino cinco jeeps Land Rover, dos MB230G y varios camiones Unimog, así como también un jeep VW Itlis del Equipo de Control de Combate de la Fuerza Aérea. Asimismo debía cargar cocinas y el gasoil necesario para su operación, víveres, combustible de aviación JP1 y otros avituallamientos. Todos estos efectos tenían como destino la Guarnición de Puerto Howard. Además de la tripulación, se encontraban a bordo dos miembros del Ejército, que estaban a cargo del sistema de lanzacohetes múltiple de campaña SAPBA de 127mm, un suboficial de la Fuerza Aérea y un marinero de la Prefectura Naval.
La actividad de alije se extendió entre el 8 y el 9 de mayo, momento en el cual ambos buques se separaron. Antes de la partida se ofreció una cena en el comedor del “Río Carcaraña” a la cual fueron invitados los oficiales del “Monsumen”, del “Isla de los Estados”, del “Forrest” y cinco oficiales del Ejército (Cap Novoa, Tte 1ro Chanampa, My Med Reale, Tte 1ro Med Quirós Taua y Subt Mancini). Durante la misma, el comandante de la nave de ELMA, capitán de ultramar Edgardo Dell’Elicine, sugirió a su colega que ambos buques pasaran la noche en el mismo fondeadero puesto que la persistente llovizna que caía provocaba falta de visibilidad. Sin embargo el Capitán Panigadi prefirió continuar hasta Howard, a fin de llegar antes del amanecer y empezar la descarga lo más rápido posible, disminuyendo así la exposición al enemigo. El “Forrest” se adelantó para guiarlo en su entrada a la bahía de Puerto Howard. Finalmente, la lluvia amainó y el mercante partió.

Rumbo a Puerto Mitre

El viaje comenzó alrededor de las 2100 horas, con rumbo Noroeste, sin ningún tipo de protección, con las luces apagadas y haciendo barridos ocasionales con el radar para no ser detectados. Según el entonces capitán de corbeta Alois Payarola, de 36 años: “El tiempo era bueno, soplaba poco viento, el mar estaba casi calmo, y la visibilidad reducida por poca luz lunar”. Al cabo de una hora de navegación el mercante había dejado atrás la Isla Cisne y ya se podía vislumbrar Puerto Mitre (Howard) por la proa, a unos 16 kilómetros de distancia. De repente se escuchó una explosión y el cielo se cubrió de una potente luminosidad anaranjada. Alguien había lanzado una bengala que dejó a todos con el corazón en un puño.
Los tripulantes del mercante argentino fueron sorprendidos por el efecto de la repentina iluminación, por lo que Payarola se puso en contacto por radio con el buque “Forrest”, que ya los esperaba en Puerto Howard.
Por ese entonces se había considerado poco probable que buques británicos estuvieran cerca, por lo que supusieron que la bengala había sido lanzada por personal de la Fuerza de Tareas “Yapeyú”. A la solicitud del comandante del ARA “Isla de los Estados” pidiendo que no se les iluminara, desde el “Forrest” le contestaron que investigarían la procedencia de la bengala. Relata el comandante del “Forrest”, teniente de Navío Molini: “Por la radio se escuchaba claramente la voz del capitán Payarola, que nos gritaba –¡No tiren! ¡No tiren!- en la desesperación algunos tripulantes míos salieron a cubierta gritando-¡Alto el fuego! ¡Alto el fuego!-(creyendo que era gente del Ejército que tiraba) y seguidamente una gran explosión que iluminó el cielo”.

El ataque

La respuesta recibida desde el “Forrest” paralizó a los pocos hombres que se encontraban en el puente de mando. No hubo tiempo para dar la alarma a la tripulación, la cual había cenado y concurrido a sus camarotes a descansar, ya que no estaban de guardia. Segundos después la nave recibiría el primer impacto de cañón por estribor. Eran las diez y cuarto de la noche.
El buque atacante era la fragata británica HMS Alacrity, la cual había detectado con su radar al mercante argentino, iluminando su silueta con una bengala para confirmar su identidad. Seguidamente disparó varias andanadas con su cañón semiautomático Vickers de 114mm, las cuales hicieron impacto directo gracias a la corta distancia que los separaba.
Algunos tripulantes argentinos subieron al puente de mando para saber qué estaba sucediendo. La carga que llevaba el buque en sus entrañas era altamente explosiva, cualquier iniciador podría desencadenar el desastre, tal cual sucedió.
El “Isla de los Estados”, tras haber recibido media docena de impactos, ardía por su costado de estribor. Repentinamente una tremenda explosión hizo saltar el buque. Había estallado uno de sus depósitos de combustible. La inmensa deflagración afectó gran parte de la nave, incluyendo el puente de mando. Los pocos tripulantes que pudieron reaccionar corrieron hacia la banda de babor en busca de las balsas salvavidas autoinflables. Uno de ellos era el capitán Payarola, quien se encontró con el mayordomo Sandoval y el marinero López, juntos lograron lanzar una de las balsas al agua.
En esos momentos el barco ya se inclinaba más de cincuenta grados hacia su costado. Algunos, presa de la desesperación se arrojaron desde la altura sin chalecos salvavidas, desapareciendo bajo las aguas sin volver a ser vistos por sus compañeros.
Cuando sobre la superficie acontecían dramáticas situaciones un helicóptero británico sobrevolaba la escena, siendo testigo sin más. El comandante del buque enemigo se excusaría, años más tarde, por no haber asistido a los náufragos: “No nos acercamos porque podríamos ser atacados desde la costa vecina”. Los británicos sabían que en la isla Gran Malvina no existía, en poder argentino, capacidad antibuque alguna.

Desde la costa

Mientras tanto, en la cercana costa, el Regimiento de Infantería 5 era espectador de los hechos. Recuerda el subteniente Taranto: “Luego de la bengala escuchamos claramente los estampidos de boca del cañón inglés, y seguidamente las explosiones sobre el buque argentino, las cuales iluminaban la noche. Era una postal de la guerra que solo podíamos contemplar ya que no teníamos medios para auxiliar a esos hombres”.
En el puesto de observación y vigilancia el subteniente Menéndez observó, como en un palco, el ataque. Sobre el horizonte se dibujaban las llamas. Ante la imposibilidad de comunicarse por el teléfono llamó por radio a su jefe de compañía –¡Coco! ¡Coco! ¡Aquí Sapo 3!- El subteniente estaba saliendo por radio, cuando su empleo estaba restringido, exclusivamente, para situaciones de contacto con el enemigo. Por ello el capitán Masiriz se sobresaltó -¡Aquí Coco! ¡¿Qué pasa?!- Menéndez informó -¡Están atacando a un barco, pero no sé de quién es!- Gran parte de la unidad observó y sintió la inmensa explosión final, la cual alumbró la noche, pero pocos sabían que se trataba del ataque a un buque argentino.

Luchando por sus vidas

En pocos minutos, la escora del “Isla de los Estados” llegaba a los noventa grados, con las grúas rozando el agua. Su motor principal aún seguía en marcha y la hélice giraba lentamente, pero sin propulsar ya al buque, que estaba herido de muerte.
El capitán Payarola estuvo deambulando por la cubierta mientras se escuchaban explosiones menores, hasta que decidió lanzarse al agua y dirigirse a nado hacía un punto de donde provenían gritos. Era una de las balsas en las que habían conseguido embarcar los marineros Antonio Máximo Cayo y Manuel Olveira. Pese a encontrarse semi-desinflada ayudaron a Payarola para que pueda abordar. Momentos después notaron que la embarcación no resistiría y optaron por arrojarse al agua y dirigirse nadando hacia otra balsa cercana. Solo Payarola llegó a destino, tanto Cayo como Olveira se perdieron entre las aguas heladas.
En la balsa se encontraron el capitán Panigadi, el primer oficial Bottaro, el marinero López y Payarola. El viento los alejó de la zona del naufragio cuando el “Isla de los Estados” ya había sucumbido bajo las aguas. Los gritos también se apagaron. Pasadas unas horas avistaron la costa, pero la corriente comenzó a distanciarlos de ella. En un momento dado Panigadi, tal vez presa de la ansiedad, se arrojó al agua con intenciones de llegar a nado, y seguidamente también se arrojó Bottaro. La distancia y el frío del agua hicieron difícil la empresa.
Panigadi comenzó a desviarse de la correcta dirección hasta perderse para siempre. Bottaro alcanzó a llegar pero totalmente exhausto y afectado por lo vivido. Mientras tanto Payarola fue más conservador y aguardó que la corriente cambiara hasta acercarlos, en ese momento se arrojó y llevó a remolque la balsa con López adentro, quien no sabía nadar.
En la costa se encontraron los tres sobrevivientes, pero momentos después el oficial Bottaro falleció a consecuencia de la combinación de cansancio, frío y trauma. Los dos supervivientes se encontraban en la isla Cisne, ubicada en medio del estrecho de San Carlos, allí tuvieron que aguardar en condiciones extremas hasta que pudieron ser rescatados.

Continúa la búsqueda

El 13 de mayo el “Forrest” zarpó nuevamente. Horas después avistó flotando el cuerpo de uno de los náufragos y varios tambores de combustible aeronáutico JP1. El clima y la incertidumbre táctica convencieron al teniente de navío Molini que era más seguro ejecutar su recuperación al día siguiente. Efectivamente así lo hicieron. Al extraer el cuerpo del mar comprobaron que se trataba del mayordomo Omar Sandoval, quien estaba asido al chaleco salvavidas. A la noche retornaron a Puerto Howard donde desembarcaron el cuerpo del infortunado marino.
El cuerpo, que llegó envuelto en un poncho impermeable y fue preparado para el sepelio por el teniente Santiago Cadelágo. Sería su primera vez cumpliendo esa desagradable tarea.
La siguiente mañana, bajo una persistente llovizna, se le rindió honores al marino mercante. El capellán militar Nicolás Solnyczny ofició un responso, siendo sepultado en el cementerio del poblado. Relata el teniente primero Calderini: “Como no teníamos los equipos específicos de ingenieros yo me ofrecía, con mi gente, para toda tarea que pudiera ser cumplida con ingenio y voluntad. Es así que a los zapadores nos asignaron la función necrológica, para lo cual se formó un pelotón que posteriormente llamarían `pelotón funebrero´. El entierro del mayordomo Sandoval sería la primera vez que asumiríamos esa labor”.
La guerra se acercaba y mostraba su cara más cruel.
 
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Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
En este hilo de "Fotos" se introdujo un texto de un futuro libro que estaría preparando el forista @infanteargentino.

En el mismo se desliza un error que está muy difundido, y que conviene aclarar.

El verdadero nombre del buque que estuvo bajo el mando del teniente de navío Jorge A. Gopcevich Canevari era MonsuNen (con "N"), como puede verse en numerosas fotografías de esa unidad, de colores verde y blanco.

(Ver también el hilo https://www.zona-militar.com/foros/threads/poker-de-cuatro-ases.17633/).

Ese buque no se llama MonsuMen (con "M"), como suele decirse.

Es mas...... hasta algunos de sus tripulantes aún lo llaman con "M", como lo muestra la siguiente gorra alusiva:


 
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