El General retirado de la USAF Charles Jones, junto con el presidente de US Technology Corporation, Ray Williams se encuentran desarrollando de modo privado una aeronave destinada a los “aliados de EEUU del tercer Mundo”…
Según Jones durante su paso por la USAF, observó que es una constante el tema de la logística y los repuestos, y su idea tiene por finalidad permitir que cualquier país construya el avión y lo pueda mantener, sin tener que depender de ningún proveedor de repuestos.
El denominado “A-67” es una aeronave turbopropulsada, dotada de un motor Pratt & Whitney con una potencia de 1.200 shp, capaz de realizar operaciones ligeras de apoyo cercano, CAS, reconocimiento armado, vigilancia y reconocimiento. Contará con dos asientos situados lado a lado y dispondrá de una configuración en general similar al Super Tucano y al T-6 Texan. Se anuncia 3.200 km de alcance, una envergadura cercana a los 11 metros, una velocidad máxima de 780 km/h y que irá dotada de un paracaídas balístico, el cual se desplegará en caso de fallo motriz, de una avería seria o de un derribo. Esta paracaídas permitirá salvar a la aeronave y a sus tripulantes ante cualquier imprevisto.
Mencionó además que dispondrá de ametralladoras en las alas, que podrán ser fácilmente reemplazadas por cámaras ligeras de reconocimiento, siendo el principal armamento una amplia variedad de cohetes y bombas ligeras. Se espera que el primer prototipo del A-67 vuele en el mes de Mayo próximo. Según Jones, sería la aeronave ideal para reemplazar a los A-37, a la primera serie de F-5 y a los OV-10 Bronco.
Comentario personal: Yo no dudo del estado psicológico de éste general retirado de la USAF que está invirtiendo sus buenos mangos en éste proyecto, pero sí dudo de la respuesta que los países “del tercer mundo, aliados de EEUU” le pueden dar a su A-67. Aunque Jones no se propone fabricar el avión sino vender los kits completos, todos los materiales y herramientas tanto para su construcción como su mantenimiento; en general la idea es buena a fin de que cualquier país pueda construir su propio A-67 y equiparlo o armarlo con lo que guste, sin tener que depender de ningún proveedor –más allá de Pratt & Whitney- y ni de ninguna restricción. Pero hoy como hace 50 años atrás vender aviones es un negocio, para el fabricante como para los proveedores de las centenares de partes y componentes del avión. Me pregunto si alguien se animará a realizar semejante negocio por única vez y si algún país se animará a tan arriesgada compra.
Según Jones durante su paso por la USAF, observó que es una constante el tema de la logística y los repuestos, y su idea tiene por finalidad permitir que cualquier país construya el avión y lo pueda mantener, sin tener que depender de ningún proveedor de repuestos.
El denominado “A-67” es una aeronave turbopropulsada, dotada de un motor Pratt & Whitney con una potencia de 1.200 shp, capaz de realizar operaciones ligeras de apoyo cercano, CAS, reconocimiento armado, vigilancia y reconocimiento. Contará con dos asientos situados lado a lado y dispondrá de una configuración en general similar al Super Tucano y al T-6 Texan. Se anuncia 3.200 km de alcance, una envergadura cercana a los 11 metros, una velocidad máxima de 780 km/h y que irá dotada de un paracaídas balístico, el cual se desplegará en caso de fallo motriz, de una avería seria o de un derribo. Esta paracaídas permitirá salvar a la aeronave y a sus tripulantes ante cualquier imprevisto.
Mencionó además que dispondrá de ametralladoras en las alas, que podrán ser fácilmente reemplazadas por cámaras ligeras de reconocimiento, siendo el principal armamento una amplia variedad de cohetes y bombas ligeras. Se espera que el primer prototipo del A-67 vuele en el mes de Mayo próximo. Según Jones, sería la aeronave ideal para reemplazar a los A-37, a la primera serie de F-5 y a los OV-10 Bronco.
Comentario personal: Yo no dudo del estado psicológico de éste general retirado de la USAF que está invirtiendo sus buenos mangos en éste proyecto, pero sí dudo de la respuesta que los países “del tercer mundo, aliados de EEUU” le pueden dar a su A-67. Aunque Jones no se propone fabricar el avión sino vender los kits completos, todos los materiales y herramientas tanto para su construcción como su mantenimiento; en general la idea es buena a fin de que cualquier país pueda construir su propio A-67 y equiparlo o armarlo con lo que guste, sin tener que depender de ningún proveedor –más allá de Pratt & Whitney- y ni de ninguna restricción. Pero hoy como hace 50 años atrás vender aviones es un negocio, para el fabricante como para los proveedores de las centenares de partes y componentes del avión. Me pregunto si alguien se animará a realizar semejante negocio por única vez y si algún país se animará a tan arriesgada compra.