Companhia Nacional de Navegação Aérea / Fábrica Brasileira de Aviões (continuacion)
El papel de Guedes Muniz
En aquel momento la producción de aviones en el País de forma sistemática no era considerada ni por el gobierno ni por empresarios del sector privado. Por cuenta de eso, el contrato de Lage con La Blackburn & Bristol no prosiguió como esperado, y el proyecto de construir aviones en Brasil fue interrumpido en 1922, para ser retomado más de una década después, con la ayuda de Antônio Guedes Muniz, Teniente del Ejército Brasileño.
Nacido en 12 de junio de 1900 en Maceió, Muniz era responsable por tareas relacionadas al mantenimiento de las pistas de aterrizaje y de los aviones de la Escuela de Aviación del Ejército. El interés creciente por el sector lo llevó a estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Escuela Superior de Aeronáutica de París. Durante el curso, Muniz llegó a actuar en las tres principales empresas aeronáuticas francesas de la época – la Caudron, la Faerman y la Potez – y desarrolló el design de tres aviones, llamados de M-1, M-3 y M-5. En 1928, Muniz conversó con El General Machado Vieira, líder de la Misión Militar Brasileña en Francia, sobre la posibilidad de obtener financiación para la construcción de una de sus aeronaves. La idea fue bien recibida por el gobierno brasileño y el M-5 comenzó a ser construido en 1929, en la Caudron.
En 1930 el M-5 fue probado con éxito en París. Fue entonces desmontado, enviado a Río de Janeiro y remontado en el Campo de los Afonsos. En 10 de julio de 1931 fue presentado al público, durante la solemnidad del 12º año de fundación de la Escuela de Aviación Militar, comandada por Getúlio Vargas, entonces jefe del Gobierno Provisional. Para demostrar la total confianza en la capacidad técnica brasileña, Getúlio realizó un pequeño vuelo a bordo de la aeronave, para lo espanto de todos. La repercusión de la audaciosa iniciativa notabilizou Guedes Muniz y llevó Getúlio a colocar el militar en contacto con Henrique Lage, que deseaba retomar sus proyectos industriales, esta vez incentivado por la nueva coyuntura nacional y por el apoyo gubernamental.
Construcion del Muniz M-5 em la empresa Caudron
A partir de la “Revolución de 30”, que marcó el fin de la República Vieja, y sobretodo después de la elección de Vargas, en 1934, la política económica oficial estimularía el desarrollo industrial del País, especialmente de los sectores de base, generando el inicio de una nueva y pujante etapa de la industrialización brasileña, marcada por el nacionalismo y por el intervencionismo estatal. No por casualidad, el proceso de desarrollo de la tecnología y de la industria aeronáuticas en Brasil comenzaría de hecho en aquel momento, estimulada por la participación de militares, como el propio Guedes Muniz, y por el fuerte incentivo estatal. A partir de ahí, Vargas enviaría técnicos al exterior, crearía órganos gubernamentales, daría apoyo al sector privado para la construcción de aviones y, aún, pasaría a incentivar el mercado de aeroclubes, llegando a establecer la meta de formar tres mil pilotos civiles para la creación de la reserva de la Fuerza Aérea.
Aprovechando ese nuevo momento, en 1933 Henrique Lage contrató el ingeniero belga René Marie Vandaele y, con su colaboración, arregimentou projetistas europeos y brasileños. Em ell mismo año, inició la asociación con Guedes Muniz, que diseñó el M-7, que se consagraría como el primer avión proyectado en Brasil a llegar al nivel de producción.
Destinado al entrenamiento primario de pilotos, el prototipo del M-7 fue construido en el Parque Central de Aeronáutica, en el Campo de los Afonsos. Era un biplano de instrucción, biplace en tandem, con doble comando, fuselagem con estructura de tubos de acero soldados externamente entelada y alas de madera cubiertas por tela.
El Muniz M-7 em vuelo.
CNNA inicia la producción
Para viabilizar la producción seriada, aún en 1935, Lage creó la Compañía Nacional de Navegación Aérea (CNNA), destinada a realizar el transporte de carga y pasajeros, además de proyectar, construir y vender aviones, entrenar pilotos y ejecutar servicios de transporte aéreo.
El día 30 de septiembre de 1936 los dos primeros ejemplares de el M-7 producidos por la CNNA fueron entregues al Aeroclube de São Paulo. Además de esos, 25 unidades más de el M-7 serían producidas hasta 1941, y serían destinadas fundamentalmente al entrenamiento de pilotos militares. Antes que fabricación de el M-7 fuera suspensa, sin embargo, Muniz proyectó el M-9, versión potenciada del modelo anterior, más pesado, con la nariz alargada y performance de motor muy superior, pudiendo realizar todos los tipos de acrobacias.
El M-9 voló por primera vez en diciembre de 1938 y, el año siguiente, el Ejército encomendó 20 de esos aviones a la CNNA, que serían entregues en lotes hasta enero de 1940. Posteriormente, otras 20 unidades fueron encomendadas por la Dirección de Aeronáutica del Ejército.El inicio de la producción seriada de el M-9 coincidió con la eclosión de la II Guerra Mundial (1939-1945), lo que trajo una dificultad adicional. La aeronave utilizaba motores de la inglesa De Havilland que, delante del esfuerzo de guerra, interrumpió el suministro. La solución encontrada fue utilizar motores americanos Ranger 6 de 190 HP, aunque el cambio haya atrasado la producción – los aviones sólo serían entregues entre 1942 y 1943, cuando fue concluida su fabricación seriada.
El último avión proyectado por Guedes Muniz para la CNNA, dando secuencia a las aeronaves que recibieron su nombre, fue el M-11, también una aeronave de entrenamiento primario, pero con concepción sensiblemente más avanzada que a de sus antecesores. El M-11 era un monoplano enteramente construido con maderas nacionales y cobertura externa de tela barnizada. El modelo voló por primera vez en 1941 y 16 aparatos fueron producidos para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).
Fuente:
http://www.centrohistoricoembraer.com.br/sites/iba/pt-BR/Historia/Paginas/Detalhes.aspx?IDI=3#
Saludos,
JT
P.D.: Sigue ...