Procer
Colaborador
Este título que suena ridículo es ni mas ni menos que la realidad de un hecho que marcó un hito en la historia de los salvatajes maritimos.
Ernest Cox nacido en Wolverhampton en era un ingeniero que tenia un emprendimiento de chatarra, entre 1924 y 1931, su compañía, Cox & Danks reflotó 35 de los buques alemanes hundidos en la base inglesa de Scapa Flow.
Al terminar la Primera guerra Mundial, la mayoría de los excelentes barcos alemanes de la Kriegsmarine estaban aun a flote y en muy buen estado. Se decide internarlos en la base inglesa de Scapa Flow, en las Islas Orcadas. Se dijo con razón que la Flota Alemana, nunca vencida en el mar, fue derrotada en la diplomacia, así, en Noviembre de 1918, se entregó mansamente en virtud de los Tratados del Armisticio a su enemiga: la Royal Navy, quien no habia podido derrotarla a cañonazos, lo hizo con la pluma de los tratados..
Pero los aliados que pretendian repartirse los barcos no contaban con el acuerdo de los tripulantes, que habian decidido que la flota no se tenia que entregar, por lo tanto, el 21 de Junio de 1919, procedieron a hundir la mayoría de los barcos alemanes recibiendo una orden del Almirante Von Reuter. Así, los 74 barcos alemanes comenzaron a hundirse lentamente, algunos de ellos pudieron ser salvados, cerrando las válvulas abiertas por los tripulantes, pero la mayoría se hundieron.
El Bayern
El Derrfflinger
El Hindemburg
Expertos de la Royal Navy decretaron que el rescate de los pecios era imposible y la cuestión quedó así, una base totalmente llena de restos de acero, aparte, el acero era barato y sobraba al haber terminado la guerra.
Pero con el paso del tiempo, el acero sobre todo de calidad como el de los barcos alemanes, subió de precio, ello hizo que algunos pequeños empresarios de las islas Orcadas comprasen los buques menores hundidos a poca profundidad y los desguazaran. Pero los barcos mayores cruceros, acorazados y destructores estaban mas profundo y eran sinceramente enormes y su recupero inimaginable.
Hasta que este ingeniero decidió que era algo posible, Cox compró la totalidad de los buques alemanes al Almirantazgo, aportando la totalidad de su fortuna a este mega proyecto. Muchos trataron de convencerlo de que esto era una locura, pero el hombre se plantó en su postura.
Cox se asoció con otro loco llamado Danks que aportó dinero y comenzaron la tarea. Compraron un viejo dique seco flotante alemán de la guerra y lo usaron para su primer intento, reflotar el destructor V-70 el 4 de Agosto de 1924, en dos años, pudo subir a la superficie para desguazar 20 barcos, todos ellos destructores o de poco desplazamiento, pero mientras, iba perfeccionando su técnica para enfrentarse a los mastodontes que estaban mas profundo.
Cox era un genio de la ingeniería, pero nunca había reflotado barco alguno pero emprendió sin desmayar la titánica tarea que duró 8 años, sus métodos no eran ortodoxos para nada, pero si efectivos, básicamente parchó cada orificio de cada barco y luego inyectó aire comprimido hasta que los cascos subieron a la superficie. Pero antes, creaba en la proa, un compartimiento en el cual inyectaba aire para que los trabajadores pudiesen entrar al barco y preparar todo.
El equipo de Cox
A pesar de los peligros y los accidentes que por la naturaleza de la labor eran inevitables, Cox terminó triunfando y pasó a la historia con esta hazaña.
Hubo explosiones de combustible, mamparos colapsados, cadenas rotas y barcos que se rehundieron.
El Bayern..listo para el soplete
En 1926 realizó un primer intento por reflotar el enorme Hindemburg, de 30.000 toneladas, pero falló, volviendo el barco al fondo.
Tras esto, tuvo éxito en reflotar enormes barcos coml el SEYDLITZ, MOLTKE, KONIG y otros. Tras reflotarlos, con la quilla hacia arriba, los remolcaba hasta el puerto de Rosyth, donde eran desguazados, en una oportunidad, el MOLTKE, gran crucero de batalla, se soltó de los remolques y comenzó a derivar contra el Puente Ferroviario del Forth, una de las obras de ingenieria orgullo de Escocia, siendo finalmente desviado por la corriente. El último barco que levantó de su tumba fue el PRINZREGENT LUITPOLD, si bien no se enriqueció enormemente con su tarea, logró lo imposible: levantar del fondo a la Flota Alemana.
El Prinzregent Luitpold, acorazado
Al dia de hoy tiene un record, el haber reflotado el HINDENBURG, crucero de batalla de la clase DERFFLINGER que sigue siendo el mayor buque jamas recuperado en su totalidad del fondo marino.
Ocho de los barcos aun están hundidos, ni el mismo Cox pudo reflotarlos estos son el acorazado König, el Markgraf, el Kronprinz Wilhelm y los cruceros Brummer, Bremen, Köln y Karlsruhe.
El Kaiserin
Cox entonces, refloto y desguazó los cruceros de batalla Moltke, Seydlitz, Von der Tann, Derfflinger y Hindenburg, los acorazados Kaiser, Prinzregent Luitpold, Konig Albert, Kaiserin, Friederick der Grosse, Grosser Kurfurst y Bayern, junto a varias unidades menores.
El Acorazado Friederich der Grosse... a medio desguazar en dique
Ernest Cox nacido en Wolverhampton en era un ingeniero que tenia un emprendimiento de chatarra, entre 1924 y 1931, su compañía, Cox & Danks reflotó 35 de los buques alemanes hundidos en la base inglesa de Scapa Flow.
Al terminar la Primera guerra Mundial, la mayoría de los excelentes barcos alemanes de la Kriegsmarine estaban aun a flote y en muy buen estado. Se decide internarlos en la base inglesa de Scapa Flow, en las Islas Orcadas. Se dijo con razón que la Flota Alemana, nunca vencida en el mar, fue derrotada en la diplomacia, así, en Noviembre de 1918, se entregó mansamente en virtud de los Tratados del Armisticio a su enemiga: la Royal Navy, quien no habia podido derrotarla a cañonazos, lo hizo con la pluma de los tratados..
Pero los aliados que pretendian repartirse los barcos no contaban con el acuerdo de los tripulantes, que habian decidido que la flota no se tenia que entregar, por lo tanto, el 21 de Junio de 1919, procedieron a hundir la mayoría de los barcos alemanes recibiendo una orden del Almirante Von Reuter. Así, los 74 barcos alemanes comenzaron a hundirse lentamente, algunos de ellos pudieron ser salvados, cerrando las válvulas abiertas por los tripulantes, pero la mayoría se hundieron.
El Bayern
El Derrfflinger
El Hindemburg
Expertos de la Royal Navy decretaron que el rescate de los pecios era imposible y la cuestión quedó así, una base totalmente llena de restos de acero, aparte, el acero era barato y sobraba al haber terminado la guerra.
Pero con el paso del tiempo, el acero sobre todo de calidad como el de los barcos alemanes, subió de precio, ello hizo que algunos pequeños empresarios de las islas Orcadas comprasen los buques menores hundidos a poca profundidad y los desguazaran. Pero los barcos mayores cruceros, acorazados y destructores estaban mas profundo y eran sinceramente enormes y su recupero inimaginable.
Hasta que este ingeniero decidió que era algo posible, Cox compró la totalidad de los buques alemanes al Almirantazgo, aportando la totalidad de su fortuna a este mega proyecto. Muchos trataron de convencerlo de que esto era una locura, pero el hombre se plantó en su postura.
Cox se asoció con otro loco llamado Danks que aportó dinero y comenzaron la tarea. Compraron un viejo dique seco flotante alemán de la guerra y lo usaron para su primer intento, reflotar el destructor V-70 el 4 de Agosto de 1924, en dos años, pudo subir a la superficie para desguazar 20 barcos, todos ellos destructores o de poco desplazamiento, pero mientras, iba perfeccionando su técnica para enfrentarse a los mastodontes que estaban mas profundo.
Cox era un genio de la ingeniería, pero nunca había reflotado barco alguno pero emprendió sin desmayar la titánica tarea que duró 8 años, sus métodos no eran ortodoxos para nada, pero si efectivos, básicamente parchó cada orificio de cada barco y luego inyectó aire comprimido hasta que los cascos subieron a la superficie. Pero antes, creaba en la proa, un compartimiento en el cual inyectaba aire para que los trabajadores pudiesen entrar al barco y preparar todo.
El equipo de Cox
A pesar de los peligros y los accidentes que por la naturaleza de la labor eran inevitables, Cox terminó triunfando y pasó a la historia con esta hazaña.
Hubo explosiones de combustible, mamparos colapsados, cadenas rotas y barcos que se rehundieron.
El Bayern..listo para el soplete
En 1926 realizó un primer intento por reflotar el enorme Hindemburg, de 30.000 toneladas, pero falló, volviendo el barco al fondo.
Tras esto, tuvo éxito en reflotar enormes barcos coml el SEYDLITZ, MOLTKE, KONIG y otros. Tras reflotarlos, con la quilla hacia arriba, los remolcaba hasta el puerto de Rosyth, donde eran desguazados, en una oportunidad, el MOLTKE, gran crucero de batalla, se soltó de los remolques y comenzó a derivar contra el Puente Ferroviario del Forth, una de las obras de ingenieria orgullo de Escocia, siendo finalmente desviado por la corriente. El último barco que levantó de su tumba fue el PRINZREGENT LUITPOLD, si bien no se enriqueció enormemente con su tarea, logró lo imposible: levantar del fondo a la Flota Alemana.
El Prinzregent Luitpold, acorazado
Al dia de hoy tiene un record, el haber reflotado el HINDENBURG, crucero de batalla de la clase DERFFLINGER que sigue siendo el mayor buque jamas recuperado en su totalidad del fondo marino.
Ocho de los barcos aun están hundidos, ni el mismo Cox pudo reflotarlos estos son el acorazado König, el Markgraf, el Kronprinz Wilhelm y los cruceros Brummer, Bremen, Köln y Karlsruhe.
El Kaiserin
Cox entonces, refloto y desguazó los cruceros de batalla Moltke, Seydlitz, Von der Tann, Derfflinger y Hindenburg, los acorazados Kaiser, Prinzregent Luitpold, Konig Albert, Kaiserin, Friederick der Grosse, Grosser Kurfurst y Bayern, junto a varias unidades menores.
El Acorazado Friederich der Grosse... a medio desguazar en dique