El llamado AFSOC (Air Force Special Operations Command) es el comando de la USAF destinado a realizar todo tipo de misiones y operaciones especiales, y que normalmente emplea como principal medio aéreo los cañoneros AC-130H/U Hercules, y en tal sentido ha comenzado a elaborar los requerimientos operativos para la “próxima generación de cañoneros”, cuyos primeros ejemplares podrían aparecer a partir del año 2018.
Dentro de los requerimientos operativos, la baja observabilidad (LO) y el alcance serán factores esenciales. El comando no busca necesariamente una aeronave totalmente stealth pero sí con características de muy baja observación y muy discreta en cuanto a su firma radar, a fin de poder infiltrarse en una zona hostil y brindar apoyo a las tropas. Aunque las características de baja observabilidad se verán deterioradas por las tradicionales tácticas de ataque, o sea las orbitas y los circuitos de vuelo CAS que pueden comprometer la supervivencia de la aeronave, se espera reducir la firma radar mediante el empleo masivo de materiales RAM y de armas retráctiles que no sólo reducen la firma radar sino que también reducen el tiempo de exposición hacia el enemigo. La flota actual de AC-130H/U no son precisamente aeronaves LO, sus cuatro motores turbohélices y la protuberancia del cañón de 105mm incrementan la firma radar del avión, lo que sumado a sus patrones de vuelo predecibles lo llevan a comprometer de modo permanente su supervivencia.
Sobre el armamento del futuro cañonero, la prioridad serán las armas de energía dirigida, especialmente los láser y los cañones de microondas de alto poder. En tal sentido el AFSOC ya ha probado el ATL (Advanced Tactical Laser) de base química y montado en un C-130 que ya realizó disparos contra objetivos de diverso tipo. EL comandante del AFSOC mencionó que lo ideal sería el uso de un laser de estado sólido a fin de eliminar el riesgo que implica instalar en una aeronave los componentes químicos de los láser actuales.
También se evalúa la posible incorporación de armas de ataque electrónico que en realidad son nuevas capacidades de los radares AESA que pueden generar pulsos de microondas para confundir o dañar sistemas electrónicos. El interés del AFSOC en ésta capacidad está centrada en poder anular los sistemas de defensa aérea y las redes de comunicaciones.
Aunque todo parezca de ciencia ficción, el plomo es el plomo…. por ello se evalúa también la incorporación de un mortero retráctil de 120 milímetros que reemplazará al actual cañón de 105 mm, con la especial novedad que la munición será guiada y contará con una cabeza buscadora (seeker) de blancos. Tanto el mortero como su munición guiada está siendo desarrollada por el US Army. Otra opción de armamento que se evalúa, es un sistema de armas guiada de precisión y de muy bajo peso (1.5 a 3 Kg) por ahora denominada Viper Strike y que está siendo desarrollada por Northrop-Grumman. Se trata de un misil ligero aire-suelo que podría montarse en los afustes subalares de los actuales AC-130 y que también está siendo evaluado por el US Army para armar sus aeronaves no tripuladas UAV Hunter.
Actualmente el AFSOC dispone de 17 Hercules AC-130U, los cuales podrían recibir algunas mejoras hasta la llegada del reemplazo. Se habla de reemplazar los cañones de 25 y 40 mm por un nuevo cañón de 30 mm de nuevo diseño, mayor precisión y mayor cadencia de disparo, acompañado por un nuevo sistema de designación de blancos para condiciones de muy baja visibilidad. Otro de los puntos es el reemplazo de los cajones centrales alares. La flota de AC-130 a volado en promedio 3 veces más de lo originalmente previsto y la acción de los cañones de 105 mm ha provocado “stress” en la estructura del avión lo que estaría obligando a reemplazar los cajones centrales entre el 2009 y el 2012, aunque la necesidad actual de los AC-130 es alta y el programa de renovación deberá planificarse muy bien a fin de poder contar con la mayor cantidad de aeronaves en servicio.
El coronel Billy Montgomery, es el máximo planificador del ASFOC y actualmente está negociando la modernización de loc cockpits de los Hércules con un programa similar al AMP (Avionics Modernization Program) de la USAF aunque con algunas características especiales dado la particularidad de los AC-130, denominándose el programa como CAAP (Common Avionics Architecture for Penetration) lo que deja claro que se busca incrementar la capacidad del avión para sus especiales misiones de ataque y penetración en territorio hostil.
El AFSOC también reclama cisternas y casi es un hecho que obtendrá un pedido adicional de 20 CV-22 Osprey elevando el número a 70 unidades para incrementar su capacidad y movilidad en las operaciones especiales.
Un detalle más.... sobre el reemplazo de los AC-130 también se evalúa una aeronave del tipo B-2 Spirit
los muchachos no se andan con chiquitas.....
Dentro de los requerimientos operativos, la baja observabilidad (LO) y el alcance serán factores esenciales. El comando no busca necesariamente una aeronave totalmente stealth pero sí con características de muy baja observación y muy discreta en cuanto a su firma radar, a fin de poder infiltrarse en una zona hostil y brindar apoyo a las tropas. Aunque las características de baja observabilidad se verán deterioradas por las tradicionales tácticas de ataque, o sea las orbitas y los circuitos de vuelo CAS que pueden comprometer la supervivencia de la aeronave, se espera reducir la firma radar mediante el empleo masivo de materiales RAM y de armas retráctiles que no sólo reducen la firma radar sino que también reducen el tiempo de exposición hacia el enemigo. La flota actual de AC-130H/U no son precisamente aeronaves LO, sus cuatro motores turbohélices y la protuberancia del cañón de 105mm incrementan la firma radar del avión, lo que sumado a sus patrones de vuelo predecibles lo llevan a comprometer de modo permanente su supervivencia.
Sobre el armamento del futuro cañonero, la prioridad serán las armas de energía dirigida, especialmente los láser y los cañones de microondas de alto poder. En tal sentido el AFSOC ya ha probado el ATL (Advanced Tactical Laser) de base química y montado en un C-130 que ya realizó disparos contra objetivos de diverso tipo. EL comandante del AFSOC mencionó que lo ideal sería el uso de un laser de estado sólido a fin de eliminar el riesgo que implica instalar en una aeronave los componentes químicos de los láser actuales.
También se evalúa la posible incorporación de armas de ataque electrónico que en realidad son nuevas capacidades de los radares AESA que pueden generar pulsos de microondas para confundir o dañar sistemas electrónicos. El interés del AFSOC en ésta capacidad está centrada en poder anular los sistemas de defensa aérea y las redes de comunicaciones.
Aunque todo parezca de ciencia ficción, el plomo es el plomo…. por ello se evalúa también la incorporación de un mortero retráctil de 120 milímetros que reemplazará al actual cañón de 105 mm, con la especial novedad que la munición será guiada y contará con una cabeza buscadora (seeker) de blancos. Tanto el mortero como su munición guiada está siendo desarrollada por el US Army. Otra opción de armamento que se evalúa, es un sistema de armas guiada de precisión y de muy bajo peso (1.5 a 3 Kg) por ahora denominada Viper Strike y que está siendo desarrollada por Northrop-Grumman. Se trata de un misil ligero aire-suelo que podría montarse en los afustes subalares de los actuales AC-130 y que también está siendo evaluado por el US Army para armar sus aeronaves no tripuladas UAV Hunter.
Actualmente el AFSOC dispone de 17 Hercules AC-130U, los cuales podrían recibir algunas mejoras hasta la llegada del reemplazo. Se habla de reemplazar los cañones de 25 y 40 mm por un nuevo cañón de 30 mm de nuevo diseño, mayor precisión y mayor cadencia de disparo, acompañado por un nuevo sistema de designación de blancos para condiciones de muy baja visibilidad. Otro de los puntos es el reemplazo de los cajones centrales alares. La flota de AC-130 a volado en promedio 3 veces más de lo originalmente previsto y la acción de los cañones de 105 mm ha provocado “stress” en la estructura del avión lo que estaría obligando a reemplazar los cajones centrales entre el 2009 y el 2012, aunque la necesidad actual de los AC-130 es alta y el programa de renovación deberá planificarse muy bien a fin de poder contar con la mayor cantidad de aeronaves en servicio.
El coronel Billy Montgomery, es el máximo planificador del ASFOC y actualmente está negociando la modernización de loc cockpits de los Hércules con un programa similar al AMP (Avionics Modernization Program) de la USAF aunque con algunas características especiales dado la particularidad de los AC-130, denominándose el programa como CAAP (Common Avionics Architecture for Penetration) lo que deja claro que se busca incrementar la capacidad del avión para sus especiales misiones de ataque y penetración en territorio hostil.
El AFSOC también reclama cisternas y casi es un hecho que obtendrá un pedido adicional de 20 CV-22 Osprey elevando el número a 70 unidades para incrementar su capacidad y movilidad en las operaciones especiales.
Un detalle más.... sobre el reemplazo de los AC-130 también se evalúa una aeronave del tipo B-2 Spirit
los muchachos no se andan con chiquitas.....
muy groso
