El drama de ser Gitano en Europa

Hay que mirar las encuestas diría alguno, más del 65 % de los franchutes están de acuerdo con las expulsiones de los gitanos y más porcentaje de aprobación tiene la cara visible de las deportaciones, el ministro "catalán" del interior nnoo
 
Nosotros teniamos una encuesta hace tiempo de cuanto mas lejos viven de los gitanos mejor opinión tienen de ellos.
 

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El misterioso caso del ‘ángel rubio’

La aparición de una niña de rasgos nórdicos en un campamento gitano de Grecia desata una oleada de solidaridad internacional para ayudar a buscar a sus padres
La policía valora la opción de que haya podido ser víctima de redes de tráfico de menores

María Antonia Sánchez-Vallejo Madrid 21 OCT 2013 - 00:31 CET462


Imagen de María difundida por la policía griega. / REUTERS

Una niña rubia, de piel casi traslúcida y luminosos ojos verdes aparecida como por arte de magia el jueves en un campamento gitano en Fársala (Lárissa, centro de Grecia). Un culebrón mediático, que engorda progresivamente, con elementos de novela negra: de dónde ha salido la pequeña, quiénes son sus padres, cómo ha llegado hasta allí, si ha sido víctima de una red de tráfico de niños robados, o si acaso es un eslabón perdido que permita resolver otros casos de desapariciones de menores. El último ingrediente es la entrada en escena de Interpol y la internacionalización del caso: sólo el sábado la ONG que ha asumido temporalmente la custodia de la cría, La Sonrisa del Niño, recibió más de 5.000 llamadas telefónicas de todo el mundo con pistas, indicios o suposiciones que ayuden en la búsqueda de sus verdaderos padres. Sin resultado concreto, de momento.

Los medios británicos, y en especial los tabloides, se han lanzado como sabuesos sobre el caso, con el cercano precedente de Madeleine MacCann en la cabeza, pero también de otros expedientes casi archivados, como los de Ben Nidam y Alex Meschisvilli, el primero de ellos desaparecido con 21 meses, en 1991, en la isla griega de Kos. Para los británicos la niñita rubia de ojos verdes del campo de Fársala es María (el nombre que, al parecer, recibía en el entorno en que vivía); los medios griegos han dado en llamarla “el ángel rubio”, una denominación más acorde con la realidad, pues fueron precisamente los rasgos nórdicos o eslavos de la niña, y su desconocimiento del romaní, los que hicieron saltar las alarmas.

María fue hallada en una casa prefabricada del campo durante un registro rutinario en el que se descubrieron varias armas, y en la que había otros tres niños. La pareja que se hizo pasar por sus padres, un hombre de 40 años y una mujer de 39 años, incurrieron en comisaría en tamañas contradicciones (que la cría era hija de padre canadiense; que se la encontraron en Creta, a la puerta de un supermercado; que la había abandonado su madre, una mujer búlgara) que la policía ordenó su detención cautelar. Una prueba de ADN confirmó que no eran los padres de la niña.

Posteriormente los investigadores descubrieron que en 1993, en un plazo de sólo cinco meses, el supuesto padre había registrado a cinco niños más como propios, y entre octubre de 1994 y febrero de 1995 a otros tres más. La mujer figura además como madre de otros cuatro vástagos; ambos comparecen este lunes ante el juez instructor. La concatenación de indicios hace pensar a la policía que el ángel rubio podría ser víctima del tráfico de menores orquestado presuntamente por bandas gitanas, la hipótesis que propalan en busca de exclusivas los tabloides británicos. Los abogados de la pareja intentan atajar lo que consideran maledicencias: “No ha habido ningún secuestro, ningún robo, ningún tipo de tráfico. No han comprado a la niña”, señaló uno de ellos a la agencia France Presse. La madre de María sería “una mujer que no podía criar al bebé y que por mediación de una tercera persona la entregó a la pareja en 2009, poco después de nacer”, explicó por su parte una comadre de la mujer detenida. La hipotética madre, de nacionalidad “extranjera”, sin precisar, está siendo buscada por las autoridades para declarar en el marco de la investigación por secuestro.

Unos 175.000 gitanos viven en Grecia, según datos de 2012 del Consejo de Europa. La porosidad de las fronteras y la situación geográfica del país, a horcajadas de los Balcanes, explican la libertad de circulación de bienes y personas, sobre todo en el norte. Miembros de la comunidad romaní local han manifestado su temor a ser estigmatizados como secuestradores de niños por el oscuro episodio que rodea la vida y la aparición de la pequeña María.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/21/actualidad/1382308294_658111.html
 

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Echados de Francia y atacados en Kosovo
Leonarda Dibrani, la adolescente expulsada de París con sus cinco hermanos y padres, fue agredida junto a su familia ayer en Kosovska Mitrovica, una ciudad del norte de Kosovo. El gobierno socialista autoriza a regresar sólo a la chica.


La familia gitana expulsada por Francia a principios de octubre en condiciones que provocaron que el caso se volviera un asunto de Estado no termina de ver el final del túnel. Según informaciones provenientes de la capital de Kosovo, Leonarda Dibrani, la adolescente expulsada con sus cinco hermanos y padres, fue agredida junto a su familia ayer por la tarde en Kosovska Mitrovica, la ciudad del norte de Kosovo, donde el grupo familiar vive desde su expulsión, intervenida el pasado 9 de octubre. Una fuente policial kosovar citada por la prensa francesa contó que a la madre de Leonarda, Xhemaili, “le dieron un cachetazo y fue hospitalizada. Los hijos, traumatizados, se encuentran en la comisaría”. La misma fuente agregó que este incidente prueba que “la familia no está segura aquí”.
Ayer por la mañana, el padre de Leonarda, Resar Dibrani, dijo a la agencia AFP que sus hijos tenían “miedo de salir. Cuando salen lo hacen conmigo y se esconden detrás de mí cuando nos encontramos ‘por qué hablan francés, por qué hacen como si fueran franceses’”. El caso de esta familia es extremadamente complicado, tanto para el gobierno socialista como para la misma familia. Según reveló el padre en medio de la polémica, solo él es Kosovar de nacimiento. Los Dibrani vivieron mucho tiempo en Italia y allí nació la madre más siete de los ocho hijos. En enero de 2009, decidieron refugiarse en Francia. Todos fueron expulsados a principios de octubre luego de que se les negara el asilo político tras más de cuatro años de residencia. La forma en que se procedió con la hija de 15 años, Leonarda Dibrani, fue lo que desató la polémica. La policía fue a buscar a la adolescente cuando se encontraba en un bus escolar junto a sus compañeros. El sábado intervino lo incomprensible: el propio presidente francés, François Hollande, en una alocución televisiva, dijo que autorizaba a Leonarda a regresar a Francia para que continuara sus estudios, pero sin su familia. Le dejó, de hecho, la opción fatal: o su familia o Francia. Cruel y absurdo. Degradante. Inmediatamente después, Leonarda le respondió que no volvería a Francia sin su familia. Manuel Valls, el ministro francés de Interior, elogió el “gesto de generosidad” del jefe de Estado.
Los socialistas dan sobradas muestras de subir con satisfacción por las escalinatas de la tragicomedia y el populismo más rayano. Atacado de todas partes por el caso de Leonarda y sus anteriores deslices contra los gitanos, el titular de la cartera de Interior dijo: “Lo importante no es mi persona. Lo importante es Francia”. Parece, entonces, que una familia kosovar pone en peligro a toda Francia. Nefasto ejemplo de la ideología global contra lo extranjero que se respira en la clase política. Pero el ministro puede estar satisfecho con el respaldo de la opinión pública. 89 por ciento de los simpatizantes de la derecha y 68 por ciento de los electores socialistas lo apoyan. Manuel Valls sigue la senda trazada por el ex presidente conservador Nicolas Sarkozy, quien acunó su peso político como ministro de Interior. Ya presidente, Sarkozy fue el primero en inaugurar las hostilidades verbales y administrativas contras los 17 mil gitanos de Europa del Este que viven en Francia. Valls lo imitó muy bien, hasta le ponen el mismo apoyo: “el primer policía de Francia”. Hace unas semanas, asoció a los gitanos con la delincuencia y dijo: “Su cultura es muy distinta de la nuestra. No se quieren integrar. La única solución es regresarlos a sus países”.
El desempleo, la desigualdad, el freno de la economía y el sentido del proyecto europeo son los temas esenciales. En cada uno de ellos, el Ejecutivo hace agua, por eso el tema inmigratorio funciona como un salvavidas. Cóctel estratégico donde convergen varios ingredientes para tapar los agujeros de una gestión decepcionante. En primer lugar, en el discurso oficial, la segunda potencia económica de la zona euro –la primera es Alemania– está amenazada por un problema mayor: los gitanos. En segundo, el ministro adelantó que París se opondrá a que Rumania y Bulgaria ingresen al espacio Schengen –libre circulación de los bienes y las personas–. El enemigo está claramente designado. Leonarda y su familia no son más que carne de cañón en un proyecto político personal y de una forma de gobernar al costado de la ley. En regla general, las leyes inmigratorias son cortocircuitadas por circulares ministeriales dirigidas a los prefectos que modifican las reglas del juego sin que los interesados estén al corriente. Ayer fueron los africanos, luego los magrebíes y musulmanes, ahora son de nuevo los gitanos. Pronto, conoceremos a la nacionalidad de la próxima víctima.
PAGINA 12
 

Jorge II

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hay que cumplir con la ley, ya que si habilita a regresar a una persona por miedo a pagar costo político, habilitaria tambien a mucha gente expulsada por ser ilegal a pedir lo mismo.
 

Sebastian

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Prisión provisional para la pareja que se hizo pasar por los padres del ‘ángel rubio’

Un tribunal griego les acusa del secuestro de la menor de rasgos nórdicos

El matrimonio gitano sostiene que la madre les entregó la niña tras nacer


Agencias Grecia 21 OCT 2013 - 18:31 CET62


La pareja que se hizo pasar por padres del 'ángel rubio'. / REUTERS-LIVE!

Un tribunal de la ciudad de Lárissa (Grecia) ha decretado este lunes prisión provisional para el matrimonio gitano que se hizo pasar por padres de la menor de rasgos nórdicos bautizada como el "ángel rubio", y que apareció el jueves misteriosamente en un campamento gitano en esa localidad griega. La pareja está acusada de secuestrar a la niña, de unos cuatro años, aunque ante el juez ha mantenido que la madre biológica de la pequeña se la entregó voluntariamente porque no podía cuidarla.

El descubrimiento de la pequeña ha conmocionado al país y ha provocado miles de llamadas de todo el mundo con pistas que ayuden en la búsqueda de sus verdaderos padres, después de que una prueba de ADN confirmara que el hombre y la mujer de 40 y 39 años con los que se la encontró no son sus progenitores.

La pareja fue detenida después de que la policía, que registró el campamento gitano en el centro de Grecia la semana pasada en busca de drogas y armas, encontrara a una niña con la tez blanca y ojos azules que nada tenía que ver físicamente con la familia con la que convivía.

El matrimonio ha comparecido este lunes para responder de los cargos de secuestro y documentación falsa, y ha mantenido lo que ya expresó a la policía en su detención: que no robaron a la niña, sino que se hicieron cargo de ella porque así se lo pidió su madre biológica. "Fue una adopción no exactamente legal pero que se produjo con el consentimiento de la madre", ha explicado Constantinos Katsavos, uno de los abogados del hombre.

Los investigadores descubrieron que en 1993, en un plazo de sólo cinco meses, el supuesto padre había registrado a cinco niños más como propios, y entre octubre de 1994 y febrero de 1995 a otros tres más. La mujer figura además como madre de otros cuatro vástagos. La concatenación de indicios hace pensar a la policía que el ángel rubio podría ser víctima del tráfico de menores orquestado presuntamente por bandas gitanas, una hipótesis que propalan además en busca de exclusivas los tabloides británicos.

Frente al tribunal en la localidad de Lárissa, miembros de la comunidad romaní se han congregado para mostrar su apoyo a la pareja y han denunciado que están siendo injustamente estigmatizados. "Son completamente inocentes. Son todo cuentos y vamos a demostrarlo a la sociedad", ha lamentado Babis Dimitriou, jefe de la comunidad romaní local.

La pequeña se encuentra mientras tanto acogida por la ONG La Sonrisa del Niño. El presidente de la organización, Constantinos Yiannopoulos, ha revelado que la niña está "tranquila" después de haber superado el "estado de 'shock'" en el que se encontraba el primer día. "Siente nuestro apoyo y calor y no ha pedido ver a ningún miembro de su antigua familia".
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/10/21/actualidad/1382373017_051181.html
 

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La policía retira en Dublín la custodia de una niña rubia a una familia gitana
Los vecinos alertaron a las fuerzas de seguridad tras un caso similar en Grecia
La policía irlandesa ha retirado a una familia gitana la custodia de una niña unos siete años, rubia y de ojos azules, por sospechar que no es hija de sus supuestos padres. El caso tiene enormes similitudes con el de una niña en Grecia estos días y sin duda es consecuencia de la enorme publicidad que ha recibido el caso griego.
La Garda, como se conoce a la policía irlandesa, acudió el lunes por la tarde al domicilio de una familia gitana de origen rumano en Tallaght, en el sur de Dublín, después de que una persona les hiciera saber que en la casa vivía una niña rubia y de ojos azules que no se parecía en nada a sus numerosos hermanos, según ha informado este martes el diario Sunday World.
Los padre de familia aseguraron que María, de siete años, era hija suya, pero en principio no fueron capaces de presentar el certificado de nacimiento que les exigía la policía para probar que eso es así. Cuando encontraron uno, al cabo de dos horas, la policía no quedó satisfecha de que demostrara su paternidad. Tampoco les convenció el pasaporte que le mostraron, ya que la niña que aparece en el documento es mucho menor y no se parece a María.
Uno de los agentes contactó con un médico para preguntarle si era posible que una familia gitana de tez oscura pudiera dar a luz a una niña rubia de ojos azules, a lo que el médico respondió que era muy improbable. Luego contactaron con el hospital en el que los padres dijeron que había nacido la niña en abril de 2006, pero el hospital no pudo confirmar ese dato.
Finalmente, la policía decidió retirar a los padres la custodia de la pequeña hasta aclarar si son realmente los padres biológicos. Los padres, que llevan años viviendo en Irlanda y van con cierta regularidad a Rumania, no han sido detenidos.
elpais.es
 

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Tres detenidos por el tiroteo mortal en el cementerio de Figueres
  • Dos de los detenidos planeaban un ajuste de cuentas por el homicidio en el cementerio

El cadáver de la víctima, en la puerta del cementerio de Figueres. ROBIN TOWNSEND EFE
Los Mossos d'Esquadra han detenido en Figueres a otras dos personas relacionadas con el ajuste de cuentas entre dos clanes de etnia gitana que esta mañana ha acabado con la muerte de un hombre por herida de bala en el cementerio local y con la detención del presunto autor del disparo por parte de la Guàrdia Urbana.
Los detenidos después del incidente son un hombre del entorno de la víctima, que ha sido sorprendido en poder de un arma de fuego, y una mujer a la que acusan de conducción temeraria.
Los Mossos d'Esquadra han desplegado un operativo policial en el barrio de Sant Joan de Figueres, donde vive la mayor parte de la comunidad gitana de la localidad, para evitar los ajustes de cuentas que pueden desencadenarse tras el crimen.
Según fuentes policiales, los hechos se han producido hacia las 12,30 de esta mañana cuando dos clanes gitanos rivales han coincidido en el cementerio y dos de sus miembros han comenzado un intercambio de insultos y amenazas.
Ambos han sido expulsados del recinto por uno de los clanes, aunque han mantenido la discusión a las puertas del mismo. En ese momento ha sido cuando, según fuentes conocedoras de los hechos, uno de ellos ha utilizado un arma corta para disparar a su rival.
Se da la circunstancia de que en esos momentos se realizaba en el cementerio el acto institucional de ofrenda floral del Ayuntamiento de la localidad, y formaba parte de la comitiva el conseller de Territori i Sostenibilitat y ex alcalde Santi Vila.
elmundo.es
 

Sebastian

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Gitanos, el presagio de otras infamias

Artistas e intelectuales franceses alertan de la amnesia y los nuevos síntomas racistas

La persecución a los romaníes antecedió a las dos guerras mundiales

Miguel Mora Montreuil-Bellay 2 NOV 2013 - 21:05 CET441


Prisioneros en el campo de Montreuil-Bellay en 1944. La imagen pertenece a la colección de Jacques Sigot, publicada en la web de Kkris Mirror.

Montreuil-Bellay es un pequeño pueblo cercano a Saumur, una de las capitales de la provincia de Maine y Loira. Aquí habita desde hace siglos la vieja Francia, la Francia profunda del terruño, la blanca Francia de la flor de lis que bebe vino embotellado hace medio siglo y come mantequilla y champiñones. Es la Francia que vota a Marine Le Pen, la Francia avara de ‘Eugenia Grandet’, la novela de Balzac; la belicosa Francia de la Escuela de Caballería y el Museo de los Tanques de Saumur. La Francia que lleva a sus hijos a escuelas integristas y que obedece las consignas del châtelain, el señor del castillo, que manda más que los alcaldes.

En este feudo medieval del rey René y de los Anjou, plagado de almenas resplandecientes que parecen sacadas del juego Exín Castillos, sucedió hace 75 años una historia ejemplar o espantosa, según se mire. La historia avergonzó tanto a la gente del Loira que nadie habló de ella durante cuatro largas décadas.

El 6 de enero de 1940, el capitán del Ejército republicano español Manuel G. Sesma, nacido en Fitero (Navarra), llegó a Montreuil-Bellay desde el campo de Gurs al mando de la Octava Sección de la 184ª Compañía de Trabajadores Españoles, formada por 250 personas. Sesma había salido de España en febrero de 1939, con los 450.000 refugiados del primer éxodo republicano.

En 1983, el capitán le contó a Jacques Sigot, maestro de escuela e historiador local, que los españoles levantaron en menos de seis meses 19 kilómetros de vía férrea “moviendo con las manos unas vías que pesaban 0,7 toneladas”. Aquel terreno iba a albergar al personal de un arsenal de pólvora, pero el avance alemán hizo cambiar de idea a los franceses, que en junio de 1940 ordenaron a los republicanos construir un campo de concentración para “individuos sin domicilio fijo, nómadas y extranjeros que tengan el tipo romaní”.

Unos 6.500 gitanos vivieron en 30 campos de concentración franceses​

Los españoles solo tuvieron tiempo de levantar la cárcel subterránea, “que tenía celdas de 1,30 metros x 1”, y algunos barracones, según cuenta Sesma en el libro de Sigot Montreuil-Bellay, un camp de concentration pendant la Seconde Guerre Mondiale.

Los alemanes entraron en Montreuil-Bellay el 21 de junio de 1940, y tras alambrar el solar, lo usaron para retener a soldados franceses y a civiles extranjeros. Entre el 8 de noviembre de 1941 y el 16 de enero de 1943, el lugar se convirtió en el mayor campo de concentración de gitanos de Francia. “El campo estaba custodiado por la Gendarmería”, escribe Sigot, “y en junio y julio de 1944 fue bombardeado, antes de ser liberado en septiembre de 1944. Los gitanos volvieron un mes después y estuvieron hasta el 16 de enero de 1945, cuando fueron trasladados a Jargeau y a Angulema”.

Muchos gitanos nacieron aquí, y murieron más de 100. Pero su historia permaneció silenciada hasta que Sigot descubrió las ruinas en los años ochenta y un puñado de militantes progitanos decidió combatir la amnesia histórica colocando placas conmemorativas para recordar que en Francia hubo al menos 30 campos de concentración de gitanos parecidos a este.

Las ruinas del campo de Montreuil-Bellay fueron declaradas patrimonio nacional en 2012. Pero no son nada fáciles de encontrar. Además de la cárcel subterránea, solo quedan los cimientos y el suelo de uno de los barracones, y tres tramos de escaleras de piedra. La cárcel tiene forma de cueva –troglodita, las llaman aquí- y en las rocas hay algunos nombres grabados: Duval, Reinhard… “Quizá fueran primos de primos del gran guitarrista Django Reinhardt”, explica Kkrist Mirror, un dibujante de cómic y activista progitano nacido en Saumur, que en 2008 publicó el libro Tsiganes, que narra en blanco y negro la historia de Montreuil-Bellay.


Viñeta del cómic 'Tsiganes', de Kkris Mirror.

Mirror, que ha venido desde su casa de Brézé en su Harley-Davidson, cuenta que el campo “llegó a albergar a 1.018 gitanos en agosto de 1942. Había casi 100 barracones, iglesia y escuela”. El dibujante y guionista tenía sus razones para interesarse por el asunto. “Desde pequeño viví el trauma de mi padre, que estuvo internado en un ampo alemán durante la guerra. Se escapó vivo de milagro, y yo empecé a dibujar su historia a los diez años. Luego supe que al lado de nuestra casa hubo un campo de concentración, organizado no por alemanes sino por franceses. Y más tarde me enteré de que mis vecinos –el charcutero, el carpintero…- habían trabajado en él como guardianes para evitar ser enviados al ST0 –el Servicio de Trabajo Obligatorio- en Alemania. Entonces decidí hacer el libro”.

Mirror es uno de los artistas e intelectuales que en 2010, como réplica a los ataques de Nicolas Sarkozy contra los romaníes, montaron una plataforma para rescatar la memoria de la persecución. El padrino de la iniciativa fue el cineasta romaní Toni Gatlif (que ha contado la historia en películas como Liberté y Latcho Drom), y también colaboraron el autor de cómics Emmanuel Guibert y el fotógrafo Alain Keler, autores de ‘Un viaje entre gitanos’, que resume los diez años que Keler pasó con los romaníes europeos.

“En Francia las persecuciones de gitanos comenzaron mucho antes de la ocupación alemana”, escribió en 2010 la historiadora Marie Christine Hubert. “Ya en septiembre y octubre de 1939, la circulación de nómadas fue prohibida en varias provincias. Y en Indra-Loira los gitanos fueron expulsados. La ocupación nazi agravó aun más las cosas. Los gitanos de Alsacia y Lorena fueron expulsados en julio de 1940 hacia la zona ‘libre’”.

Esos gitanos compartieron campos con los republicanos españoles en Argelès-sur-Mer, Barcarès o Rivesaltes antes de ser llevados en noviembre de 1942 al campo de Saliers (Bouches-du-Rhône), “especialmente creado por el Gobierno de Vichy para los gitanos. En cada provincia, los gitanos fueron censados, reagrupados y vigilados”, recuerda Hubert.

Los prejuicios contra los gitanos han recorrido Europa en paralelo al antisemitismo​

La infamia no fue exclusiva del Loira, ni de Francia. El fantasma de la gitanofobia ha recorrido Europa en paralelo al antisemitismo y a la islamofobia desde que llegaron los primeros gitanos de la India hace diez siglos. El miedo al que viaja en carromatos, duerme al raso y le canta a la luna es parte de las raíces –cristianas- de Europa. Y hoy, igual que en la Edad Media, los gitanos son noticia –o rumor- en Grecia, Francia, Irlanda, Suecia, Rumanía o España por los mismos bulos y leyendas de hace 500 años: si tienen una hija rubia es porque roban niños —aunque apenas haya antecedentes judiciales que lo sostengan—. Si no, como dijo el ministro del Interior, Manuel Valls, es que “son culturalmente distintos y no se quieren integrar”.

“¡Y pensar que yo voté en 2012 por los socialistas!”, exclama Kriss Mirror. “Da mucha pena ver que el racismo antigitano sigue saliendo gratis y es rentable políticamente. Es lamentable porque los gitanos suelen ser la primera señal de alarma de que algo terrible va a pasar. Cuando los republicanos llegaron a Montreuil-Bellay, Francia no estaba en guerra y todavía no existía Vichy. Las leyes raciales las aprobó la III República. El decreto es del 6 de abril de 1940. Pero la primera ley racial del siglo XX se aprobó en 1912, dos años antes de la I Guerra Mundial. Y todavía sigue vigente”.

¿El racismo antigitano es rentable? La frase tiene una parte de verdad: a menudo concede enormes réditos de popularidad a quienes lo practican, y rara vez se oyen noticias de denuncias o detenciones por agresiones verbales o físicas a gitanos. La impunidad es uno de los sellos de esta fobia barata, que tan cara puede salir —en imagen y votos— cuando los señalados pertenecen a minorías más cohesionadas y mejor integradas.

Pero la idea de que el racismo anti-gitano renta es un doble filo para la democracia y el Estado de Derecho. El 16 de julio de 1912, Francia colocó a la comunidad gitana, a la que llamó “nómada”, en un estado de excepción que dura todavía: les negó el carné de identidad normal, y les obligó a portar un permiso de circulación antropométrico. Un siglo después, el año pasado, el Consejo Constitucional estableció que ese carnet es discriminatorio e inconstitucional. Pero la mayoría de gitanos franceses sigue usando esos papeles.


Campo de Montreuil-Bellay, en 1944.

Según la historiadora Marie Christine Hubert, “el nomadismo de los gitanos siempre fue combatido por las autoridades francesas, que pensaban que los gitanos realizaban tareas de espionaje”. La ley de 1912 respondió a esa paranoia regulando el ejercicio de las profesiones ambulantes y prohibiendo la circulación de nómadas. Eso permitió identificar y controlar a los gitanos no sedentarios: fue el paso previo a su exterminio masivo.

Francia y Alemania, enemigos íntimos en tantas guerras, vivieron la misma obsesión al mismo tiempo. Ian Hancock, profesor de la Universidad de Texas, ha escrito que la cacería de gitanos en Alemania fue el primer anuncio de lo que vendría: “Durante la República de Weimar, que instauró la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la policía de Bavaria y, después, la de Prusia, abrieron oficinas especiales para controlar a los gitanos. Los fotografiaban y tomaban sus huellas como si fueran delincuentes comunes. En 1920, se les prohibió entrar en los parques y los baños públicos. En 1925, fueron enviados a campos de trabajo. En 1935, los nazis rescataron leyes antigitanas de origen medieval para oprimirlos más”.

El III Reich exigió a los gitanos cumplir un requisito que duplicaba el exigido a los judíos para clasificarlos como no arios: si solo dos de sus bisabuelos eran parcialmente gitanos, no podrían salvarse. A día de hoy, las cifras del Holocausto gitano -Porrajmos, la devoración, en caló- siguen siendo aproximativas, aunque según escribió Simon Wiesenthal a Elie Wiesel en 1984, “los gitanos fueron asesinados (en una proporción) similar a la de los judíos; en torno al 80% (murieron) en el área de países ocupados por los nazis”.

Según algunos revisionistas, las detenciones masivas evitaron que los gitanos franceses murieran como en Austria y Alemania —donde el 90% fueron desaparecidos—, o, en menor medida, en Polonia, Hungría, Italia, Yugoslavia y Albania. Vichy impidió que fueran enviados a las cámaras de gas como ocho millones de judíos y (cerca de) un millón de romaníes europeos. Para Hubert, se trata de una verdad a medias: “Si bien los gitanos de Francia escaparon a la Auschwitz Erlass del 16 de diciembre de 1942, que ordenó la deportación y el exterminio de todos los gitanos del Gran Reich, en 1943 hubo hombres deportados desde el campo de Poitiers –cerca de Saumur- y muchas familias de las provincias del Norte y Paso de Calais fueron detenidas y exterminadas por los alemanes”.

Los datos de Hubert indican que “al menos 6.500 personas vivieron entre 1940 y 1946 en 30 campos de concentración franceses en razón de su pertenencia real o supuesta al pueblo gitano. Sus bienes fueron expropiados y sufrieron la mayor precariedad material y moral”. En Montreuil, los vecinos pagaban entradas para poder verlos, según cuenta Mirror en su libro. Hubert: “Los niños recibían una educación católica en los campos. Y en casos extremos, eran separados de sus padres y entregados al Servicio Social o a instituciones religiosas para extraerlos definitivamente de un medio que se juzgaba pernicioso”.

La duda es: ¿quién ha robado niños a quién a lo largo de la historia?​

Como ha pasado hoy con la llegada de los socialistas al poder, la Resistencia, la Liberación y la paz no fueron de gran ayuda para los tsiganes. Los últimos estuvieron encerrados en el campo de Alliers, cerca de Angulema hasta mayo de 1946, nueve meses después de la Liberación.

Montreuil-Bellay había cerrado mucho antes, recuerda Kkrist Morris: “Cuando trasladaron a los gitanos, el director del campo, un petainista convertido en resistente, decidió encerrar a las prostitutas de la zona y se puso a regentar el burdel. La epidemia de sífilis fue tan brutal que las mujeres de los pueblos exigieron que se cerrara el campo”.

La reparación oficial a los presos del bronce nunca llegó. “Nadie ha sido indemnizado por haber sido encerrado en los campos franceses, y tampoco hubo compensación moral porque esa realidad no dejó el menor rastro en la memoria colectiva”, ha escrito Hubert.

Quizá por eso, la persecución dura todavía. Entre la indiferencia general, los prejuicios atávicos alentados por los medios, la comprensible renuencia de un pueblo masacrado a exigir justicia –ya sea de forma individual o colectiva-, y el consenso infernal que suscitan entre los políticos de las democracias neoliberales, los gitanos siguen siendo el perfecto chivo expiatorio, la primera señal de alarma de que algo muy profundo no va bien.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/02/actualidad/1383422739_935400.html
 

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Seis de cada diez alumnos gitanos no terminan la educación secundaria obligatoria
La tasa de población gitana que ni estudia ni trabaja entre 15 y 19 años asciende al 43,3%.
El índice de fracaso escolar de la juventud gitana es del 64 por ciento, frente al 13 por ciento del conjunto del alumnado, es decir, 64 de cada 100 alumnos gitanos-de entre 16 y 24 años- no concluye la educación secundaria obligatoria lo que constituye una diferencia con respecto al alumnado general de 51 puntos, según se desprende de un estudio elaborado por Fundación Secretariado Gitano, en colaboración con UNICEF Comité Español, el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
El documento, que lleva por título «El alumnado Gitano en Secundaria: un estudio comparado», precisa que se entiende por fracaso escolar el porcentaje de jóvenes entre 16 y 24 años que no ha finalizado la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), es decir, que ni si quiera ha completado los estudios obligatorios.
En líneas generales, el estudio indica que el nivel educativo de la población gitana ha mejorado «progresivamente» durante las últimas décadas y destaca que la escolarización generalizada de las niñas y niños gitanos y una visión más positiva de la educación y de la escuela por parte de la comunidad gitana han posibilitado que la juventud gitana esté alcanzando «niveles de instrucción superiores a los de la generación anterior».
En cualquier caso, alerta de que los niveles educativos de la juventud gitana se encuentran por debajo de los del conjunto de la población, con una brecha que comienza a abrirse antes incluso de la finalización de la ESO -con un 64% de jóvenes gitanos que ni siquiera logra el título de Graduado en este nivel- y que se agranda progresivamente con el comienzo de la Educación Secundaria Postobligatoria.
Así, respecto al índice de escolarización de los gitanos y no gitanos, el informe añade que hasta los 14 años es prácticamente igual y que es a partir de los 16 años cuando se abre la brecha. Estas diferencias en las tasas de escolarización llegan hasta los 50,4 puntos porcentuales a los 18 años. A esta edad, mientras que el 71,1% del conjunto de jóvenes estudia, en el caso de la juventud gitana el porcentaje se reduce al 20,8%.
En cuanto a la esperanza de vida escolar, mientras que se espera que un joven de 12 años estudie hasta los 20,7 años y una chica hasta los 21,3 años; cuando se trata de un joven gitano esa esperanza de vida escolar baja hasta los 17,8 años para los chicos y hasta el 17,5 años para las chicas.
El estudio añade que la tasa de población gitana que ni estudia ni trabaja (población entre 15 y 19 años) asciende al 43,3%, más de 30 puntos porcentuales por encima de la tasa nacional, que se sitúa en el 12,8%. Además, entre los jóvenes de entre 20 y 24 años, la brecha con respecto al indicador nacional se reduce, ya que un 48,5% de los jóvenes gitanos no recibe formación ni trabaja, mientras que para el conjunto del alumnado ese dato es del 27,4%.
ABC.es
 

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Los gitanos en Europa
Encuestas de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), realizadas en 2011 a partir de 102.000 entrevistas personales (el 20%, a ciudadanos gitanos; el resto, a sus vecinos no gitanos) en Bulgaria, República Checa, Francia, Los europeos de etnia gitana están excluidos de la vida económica, social y política. Comparados con los no romaníes, son más pobres, sufren más el desempleo, estudian menos años y tienen menos acceso al agua potable, al alcantarillado y a la electricidad.
Los gitanos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades crónicas y menos acceso al sistema de salud. Las gitanas son la población menos favorecida de la UE. Las jóvenes que se casan y tienen hijos antes de los 20 años duplican la media de las no gitanas y tienen menos probabilidades de completar su educación.
La mitad de los gitanos dicen haber sentido discriminación en el último año.
El 90% de los gitanos viven por debajo de los niveles nacionales de pobreza.
Un tercio de los gitanos están en paro.
El 67% de los que trabajan tienen empleos sin cualificar o poco cualificados, frente al 16% de los no gitanos.
El 30% de los gitanos con educación universitaria están en paro, frente al 14% de los no gitanos.
El 45% vive en viviendas en las que falta al menos uno de estos elementos: cocina techada, baño, ducha o luz.
El 40% vive en comunidades donde al menos una persona se fue a la cama con hambre una vez en el último mes.

elpais.es
 

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El Gobierno sueco admite que el país esterilizó durante un siglo al pueblo gitano
Calificados como «sujetos indeseables», se les arrebató la custodia de niños romaníes y se les sometió a tratos vejatorios

Un documento denominado «Libro Blanco» no deja en buen lugar los métodos empleados por Suecia contra unos ciudadanos a los que consideraba «indeseables»: el pueblo gitano. Según este exhaustivo informe, que ha visto la luz esta semana, el Gobierno del país escandinavo habría esterilizado a gitanos, se hizo con la custodia de custodia de niños romaníes y prohibió la entrada a todos los gitanos que querían residir en este Estado. Los tratos vejatorios se prolongaron durante los últimos cien años, relata el documento, dividido en seis epígrafes

El Gobierno sueco ha reconocido esta semana que, en efecto, las persecuciones tuvieron lugar y las ha plasmado en este análisis de la situación del pueblo gitano: «La situación de este colectivo hoy en día está ligada a la historia y la discriminación a la que muchos fueron sometidos», se indica al principio del informe.
Puerta abierta a las demandas
El informe tiene como objetivo «dar reconocimiento a las víctimas y sus familiares, así como crear un entendimiento de la situación de la minoría romaní en la actualidad (...) poniendo de relieve los abusos que han sufrido en un contexto histórico y mostrando cómo los estereotipos y prejuicios se han desarrollado y se han transmitido de generación en generación, y cómo esto ha sido la base de la política gubernamental», ha reconocido el Ejecutivo sueco a través del Ministerio de Trabajo, el encargado de publicar este documento. Para la elaboración de este informe, el Gobierno sueco se basó en entrevistas, material de archivo, informes de investigación, documentación y compilaciones de documentos y publicaciones oficiales.
En el informe también se indica que el Gobierno sueco trató a la comunidad gitana y sus integrantes como «incapacitados sociales». Suecia acepta el trato vejatorio y quiere saldar su error con los gitanos después de un siglo de abusos, que comenzaron alrededor de 1900: «Mejorar la convivencia en el presente», alega ahora el Ejecutivo de Fredrik Reinfeldt.
Asimismo, el ministro de Integración, Erik Ullenhag, dijo de ese trato racista y discriminatorio del Estado que ha sido «un periodo oscuro y vergonzoso de la historia sueca».
Suecia es un país de unos nueve millones y medio de habitantes y en la actualidad viven en torno a 50.000 gitanos. De momento, las autoridades no contemplan la compensación económica para indemnizar a los familiares de las víctimas de abusos, aunque el Libro Blanco sí abre la puerta a las demandas particulares o conjuntas que quieran interponer miembros afectados de este colectivo tratado de forma inhumana.
abc.es
 

Sebastian

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Bruselas denuncia el aislamiento de los gitanos en la UE

“Tenemos un problema”, reconoce la comisaria de Justicia, Viviane Reding


Lucía Abellán Bruselas 3 ABR 2014 - 20:01 CET2


Familias de gitanos abandonan en agosto de 2012 un campo ilegal en el norte de Francia. / REUTERS

Seis millones de europeos viven casi al margen del resto de la población. Son gitanos, una comunidad históricamente maltratada a la que las autoridades no consiguen integrar en las sociedades de la Unión Europea. Bruselas intenta situar este reto en el centro de las políticas sociales, aunque los progresos son limitados. “Realmente tenemos un problema con los gitanos”, admite la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, en una entrevista con este diario. La segregación en las escuelas, la discriminación laboral y la agrupación en guetos impiden la mejora de este colectivo, según denuncia la Comisión Europea en un documento al que ha tenido acceso este diario.

La exclusión de los gitanos es una espiral difícil de romper. Los niños se escolarizan tarde y les cuesta adaptarse al resto de los compañeros. Esas dificultades, unidas al rechazo de muchos padres, propician el fracaso escolar. Sin estudios, los gitanos tienen pocas posibilidades de encontrar empleo. Y finalmente acaban malviviendo en comunidades cerradas y con pocas vías de escape.

El documento, que se hará público este viernes, evalúa las medidas que han adoptado los Estados miembros para mitigar el problema, con gran énfasis en los pequeños logros para que cunda el ejemplo. “Están ocurriendo muchos pequeños milagros, pero falta un enfoque horizontal en la UE”, asegura Reding, que atribuye la falta de interés de muchos políticos a que estos proyectos “no dan réditos electorales”. Bruselas acoge este viernes una conferencia de alto nivel, con la presencia de miembros de Gobierno de diferentes países, la cúpula de la Comisión Europea, el inversor y filántropo George Soros y activistas de la comunidad gitana, para debatir soluciones al problema.

El más acuciante es la segregación de los niños en escuelas o clases especiales para gitanos. Estas prácticas son mayoritarias en algunos países, con cotas de hasta el 58% en Eslovaquia, el 45% en Hungría o el 35% en Grecia. En España los datos apuntan al 10%, aunque en muchos Estados las cifras oficiales camuflan el problema. “En la República Checa ocurren algunas cosas positivas. El Parlamento está debatiendo una iniciativa para ayudar a los niños gitanos pero propone alcanzar la integración a través de la segregación. Es un enfoque equivocado”, explica Kumar Vishwanathan, responsable de la ONG Viviendo Juntos, que lucha por los derechos de esta comunidad en República Checa.

La UE descubrió muy tarde que debía esforzarse en integrar a los gitanos. Porque hasta la ampliación del club comunitario hacia el Este, conformaban una población residual, con España y Grecia como países con los mayores porcentajes (algo más del 1% de la población). Pero entre los 10 Estados que se incorporaron a la UE en 2004 figuraban Hungría, con un 7,5% de gitanos entre sus habitantes, y Eslovaquia, con el 9%. Y en 2007 se sumaron Bulgaria, donde el porcentaje roza el 10%, y Rumanía, con casi el 9%.

Para fomentar el acomodo con el resto de los europeos, Bruselas ha dispuesto partidas que los países se resisten a usar. “Los fondos no se usan como deberían. En el periodo 2014-2020 existe ya un mecanismo según el cual los países solo recibirán dinero de determinados fondos si presentan un plan de integración. Los resultados de invertir hoy en educación, por ejemplo, se ven en 15 años, así que es difícil políticamente. Pero el problema crece si no actuamos”, advierte Reding, que propone la creación de un fondo específico para esta comunidad.

El informe de la Comisión destaca algunas prácticas en la buena dirección: escolarización temprana en Finlandia, integración en los barrios de Alemania, campañas de vacunación en Polonia... España es uno de los que salen mejor parados en ese tipo de proyectos. “Siempre ha tenido gran interés y experiencia integrándolos. Ahora, España se enfrenta a un nuevo problema: gitanos que vienen de fuera, principalmente de Rumanía. La implicación de entidades privadas y de las redes de gitanos es muy importante”, valora Reding, que propone generalizar la designación de mediadores —como ha hecho España en el terreno sanitario— para propiciar la integración.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/03/actualidad/1396548077_539999.html
 

Sebastian

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Bruselas denuncia el aislamiento de los gitanos en la UE

“Tenemos un problema”, reconoce la comisaria de Justicia, Viviane Reding


Lucía Abellán Bruselas 5 ABR 2014 - 20:22 CET184


Familias de gitanos abandonan en agosto de 2012 un campo ilegal en el norte de Francia. / Reuters

Seis millones de europeos viven casi al margen del resto de la población. Son gitanos, una comunidad históricamente maltratada a la que las autoridades no consiguen integrar en las sociedades de la Unión Europea. Bruselas intenta situar este reto en el centro de las políticas sociales, aunque los progresos son limitados. “Realmente tenemos un problema con los gitanos”, admite la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, en una entrevista con este diario.

La segregación en las escuelas, la discriminación laboral y la agrupación en guetos impiden la mejora de este colectivo, según denuncia la Comisión Europea en un documento al que ha tenido acceso este diario.

La exclusión de los gitanos es una espiral difícil de romper. Los niños se escolarizan tarde y les cuesta adaptarse al resto de los compañeros. Esas dificultades, unidas al rechazo de muchos padres, propician el fracaso escolar. Sin estudios, los gitanos tienen pocas posibilidades de encontrar empleo. Y finalmente acaban malviviendo en comunidades cerradas y con pocas vías de escape.

El documento, que se hará público este viernes, evalúa las medidas que han adoptado los Estados miembros para mitigar el problema, con gran énfasis en los pequeños logros para que cunda el ejemplo. “Están ocurriendo muchos pequeños milagros, pero falta un enfoque horizontal en la UE”, asegura Reding, que atribuye la falta de interés de muchos políticos a que estos proyectos “no dan réditos electorales”. Bruselas acoge este viernes una conferencia de alto nivel, con la presencia de miembros de Gobierno de diferentes países, la cúpula de la Comisión Europea, el inversor y filántropo George Soros y activistas de la comunidad gitana, para debatir soluciones al problema.

El más acuciante es la segregación de los niños en escuelas o clases especiales para gitanos. Estas prácticas son mayoritarias en algunos países, con cotas de hasta el 58% en Eslovaquia, el 45% en Hungría o el 35% en Grecia. En España los datos apuntan al 10%, aunque en muchos Estados las cifras oficiales camuflan el problema. “En la República Checa ocurren algunas cosas positivas. El Parlamento está debatiendo una iniciativa para ayudar a los niños gitanos pero propone alcanzar la integración a través de la segregación. Es un enfoque equivocado”, explica Kumar Vishwanathan, responsable de la ONG Viviendo Juntos, que lucha por los derechos de esta comunidad en República Checa.

La UE descubrió muy tarde que debía esforzarse en integrar a los gitanos. Porque hasta la ampliación del club comunitario hacia el Este, conformaban una población residual, con España y Grecia como países con los mayores porcentajes (algo más del 1% de la población). Pero entre los 10 Estados que se incorporaron a la UE en 2004 figuraban Hungría, con un 7,5% de gitanos entre sus habitantes, y Eslovaquia, con el 9%. Y en 2007 se sumaron Bulgaria, donde el porcentaje roza el 10%, y Rumanía, con casi el 9%.

Para fomentar el acomodo con el resto de los europeos, Bruselas ha dispuesto partidas que los países se resisten a usar. “Los fondos no se usan como deberían. En el periodo 2014-2020 existe ya un mecanismo según el cual los países solo recibirán dinero de determinados fondos si presentan un plan de integración. Los resultados de invertir hoy en educación, por ejemplo, se ven en 15 años, así que es difícil políticamente. Pero el problema crece si no actuamos”, advierte Reding, que propone la creación de un fondo específico para esta comunidad.

El informe de la Comisión destaca algunas prácticas en la buena dirección: escolarización temprana en Finlandia, integración en los barrios de Alemania, campañas de vacunación en Polonia... España es uno de los que salen mejor parados en ese tipo de proyectos. “Siempre ha tenido gran interés y experiencia integrándolos. Ahora, España se enfrenta a un nuevo problema: gitanos que vienen de fuera, principalmente de Rumanía. La implicación de entidades privadas y de las redes de gitanos es muy importante”, valora Reding, que propone generalizar la designación de mediadores —como ha hecho España en el terreno sanitario— para propiciar la integración.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/03/actualidad/1396548077_539999.html
 

Shandor

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Hay países donde los gitanos viven peor que en la II Guerra Mundial”
El Instituto de Cultura Gitana le ha homenajeado por reivindicar la memoria romaní


Jean Sarguerá nació en el peor de los mundos. Su madre, una gitana española, lo parió en 1942, con la II Guerra Mundial en su apogeo, en el campo de internamiento de Rivesaltes (Francia). Allí, cerca de Perpignan, los parias de Europa compartieron confinamiento durante tres años: republicanos que habían cruzado la frontera en 1939 huyendo de Franco, judíos y romaníes. Hasta 20.000 se apretujaron en un recinto para menos de la mitad.

“Cuando la guerra estalló pilló a mi familia en sus caravanas, fieles al principio de hoy aquí y mañana en otro lado. Las autoridades galas les quitaron los caballos, metieron a mis padres y mis seis hermanos en vagones para el ganado y les enviaron al campo de concentración”, narra Sarguerá mientras da cuenta de un café expreso con un par de sorbos. También conocido como Tío Pipo, el hijo de María y Baptiste ha sido homenajeado esta semana por el Instituto de Cultura Gitana, coincidiendo con el Día Internacional de los roma, por toda una vida dedicada a la recuperación de su memoria histórica. Con un empeño especial: el recuerdo a sus víctimas en el Holocausto.

“Por desgracia, hay países en la UE donde vivimos peor que durante la II Guerra Mundial”, apunta Tío Pipo. Se muestra especialmente crítico con Eslovaquia, donde “segregan” a su gente en las escuelas. “En muchos países del Este nos tratan como si fuéramos retrasados. Nos discriminan en Rumanía y Bulgaria... Dificultan que tengamos acceso a una enseñanza decente”, porfía Sarguerá. A la par que se muestra inquieto por el auge en Hungría de Jobbik: antigitana y antisemita, fue la tercera fuerza más votada en las recientes elecciones parlamentarias.

En muchos países del Este nos tratan como si fuéramos retrasados"

“Hitler es culpable del asesinato de seis millones de judíos, pero también de la muerte de medio millón de gitanos”, denuncia Sarguerá. La cifra exacta de víctimas del Porraijmos o “La Devoración”, el equivalente caló de la Shoah, se desconoce. Sí está documentada, al detalle, la obsesión del Tercer Reich por la cuestión gitana o Zigeunerfrage frente a la pureza de sangre de los arios. “La esterilización de gitanos comenzó al poco de que Hitler ganara las elecciones de 1933. Ya en esos años nos prohibieron casarnos con arios en Alemania, e incluso se estableció la Semana de Limpieza Gitana, nuestra versión de la Noche de los Cristales Rotos... Por fortuna, poco a poco estamos dejando de ser los grandes olvidados de aquel horror”, se muestra esperanzado Sarguerá, que se emociona cuando cuenta cómo su madre ayudó a varios judíos a escapar a España.

“También conseguía alimentos a cambio de las mantas que cogía en Rivesaltes. Se fugaba constantemente”, añade el Tío Pipo. Tras otras peripecias, madre e hijos huyeron cuando, poco tiempo después del nacimiento de Sarguerá, Rivesaltes fue clausurado y sus prisioneros repartidos por otros de los complejos de la barbarie nazi. “Hasta el fin de la guerra fuimos de un lado para otro, evitando el frente, durmiendo bajo puentes... Nacer en el infierno marca a cualquiera”, confía Sarguerá. Mientras se va, alguien canturrea el Gelem gelem, el himno internacional gitano. O lo que es lo mismo: “Anduve, anduve”.
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Barbanegra

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El barrio rico de París no quiere gitanos rumanos
Se acurrucan bajo las vitrinas del lujo, con bolsos de Vuitton y Dior como escaparate de su miseria. En sus regazos acunan a los niños hambrientos y tienden la mano pidiendo compasión a los que salen de las tiendas con bolsas llenas de abundancia. El distrito número seis de París, bandera de la opulencia y el lujo galos, se ha convertido en escenario de una especie de 'caza de brujas' que tiene como objetivo mantener impecable la imagen de la Francia más turística y pudiente.

Esto pasa, según revela hoy el diario 'Le Parisien', por limpiar de gitanos rumanos las vías de la ciudad. El periódico ha provocado la polémica al publicar que la comisaría del distrito ha dado instrucciones precisas a sus agentes para que localicen y echen "sistemáticamente" a las familias de este colectivo que vean mendigando o malviviendo en la calle.

El citado periódico publica una nota interna distribuida a los efectivos de la comisaría parisina en la que les pide que "desde este momento y hasta nueva orden, localicen, de día o de noche, a las familias que viven en la calle y se las eche sistemáticamente". "Haber usado el término "expulsar" es una torpeza, pero quiero recordar que las fuerzas del orden siempre actúan dentro de la legalidad", se ha justificado el director de la Prefectura de Policía, Laurent Nunez.

El 'arrondisement' número seis de París es el más caro de la capital. Junto al Sena, ubicado en la Rive Gauche, en sus vías se instalan las marcas de lujo más caras y es también uno de los focos más turísticos y más visitados de la capital. Algunos vecinos del barrio relataban esta mañana a la cadena France Info "la mala imagen" que da de la ciudad "ver a los gitanos rumanos pidiendo en las esquinas".

"Con o sin niños"
El alcalde del citado barrio, Pierre Lecocq, tampoco se ha mostrado sorprendido por el tono de la nota policial y sí por el hecho de ver "a familias enteras que viven en la calle con sus niños pequeños". El edil ha denunciado la "llegada masiva en los últimos meses de grupos" de rumanos que duermen con sus niños en las vías, cerca del lustroso barrio de Saint Germain de Près. "No es aceptable desde el punto de vista humano y social", ha señalado al periódico 'Le Parisien'.

Según el medio, la nota es "particularmente sensible" pues "poner en el punto de mira y perseguir a poblaciones sólo por sus diferencias étnicas está prohibido" por la ley francesa. La orden, explica el citado periódico, habla de expulsar a los gitanos "con o sin niños, con o sin animales". "Es violento y sobre todo ilegal", ha confesado a 'Le Parisien' un alto funcionario de la prefectura policial. . "Ningún control policial se puede hacer fijando como blanco a una persona en función de su nacionalidad", se ha defendido Laurent Nunez, director de la misma.

Las asociaciones de derechos humanos han criticado a menudo el tratamiento que Francia da a este colectivo, sobre todo a raíz del desmantelamiento de varios campamentos ilegales cuando Nicolas Sarkozy era presidente de Francia. Las medidas de expulsión las secundó el ahora primer ministro, Manuel Valls, cuando era titular de Interior y también han sido muy criticadas por las organizaciones humanitarias.

El portavoz del Gobierno galo, Stéphane Le Foll, ha defendido esta mañana a la cadena RTL la necesidad de "devolver a estas personas a sus países de origen: Rumanía o Bulgaria" en nombre de una "política que persigue conservar la dimensión humana". "No creo que haya una invasión, pero sí es una realidad que en París existen barriadas de chabolas", ha dicho.

Críticas de racismo
"El objetivo es evitar que estas personas que viven en la capital en una situación de pobreza y dificultad acaben por poner nerviosos a los vecinos hasta el punto de que estos no acepten más su presencia", ha señalado el portavoz gubernamental, que, aunque ha evadido hablar sobre la polémica circular, cree que es necesario "ponerle solución al problema".

Las asociaciones humanitarias critican, sin embargo, el racismo que destila la orden de la comisaría. El Secours catholique se ha mostrado escandalizado tras conocer la existencia de la nota mientras que Amnistía internacional ya advirtió la semana pasada un aumento de la violencia contra este colectivo en general en toda Europa y en particular en Francia.

Según la organización, en torno a 10 millones de gitanos rumanos viven en Europa "con el miedo cotidiano a ser expulsados, bajo el acoso policial o sufren agresiones racistas". "La violencia policial contra los que viven en campamentos ilegales es algo corriente", denunciaba Amnistía.

En Francia viven cerca de 20.000 gitanos rumanos, la mayoría en núcleos de París, Marsella o Lille. Según la organización, los representantes del Gobierno galo "expresan a menudo puntos de vista discriminatorios y prejuicios" sobre estos colectivos que fomentan aún más la desconfianza de la población hacia estas personas.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/04/15/534d27d8e2704ebc338b456e.html
 

Sebastian

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Una comisaría de París recibe la orden de expulsar sistemáticamente a los gitanos

El ministro de Interior rectifica parcialmente la nota y explica que tratan de evitar que familias con niños duerman en la calle


Juan Peces París 15 ABR 2014 - 19:51 CET90


Gitanos de un poblado de Saint- Etienne (Francia), tras ser expulsados en mayo de 2010. / AFP

Una semana después de que Amnistía Internacional denunciara la pasividad de Francia y de otros países europeos ante los abusos cometidos contra los gitanos, el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ha tenido que rectificar una circular interna de la policía de París en la que se llamaba a verificar la presencia de gitanos en las calles del lujoso Distrito VI de París y a “expulsarlos sistemáticamente”.

La nota, divulgada por el diario Le Parisien, indica que, “de conformidad con las instrucciones recibidas de la Comisaría Central, se procederá a localizar, a partir de ahora y hasta nueva orden, y en el conjunto del Distrito VI, a las familias rom [de origen gitano] que vivan en la calle, y a expulsarlas sistemáticamente”. También se pide a los agentes “que examinen los lugares donde haya presencia de roms en la vía pública y precisen quiénes se dan a la mendicidad con o sin niños, con o sin animales y las zonas de okupas [en un espacio público o privado] nocturno”.

Interior rectificó parcialmente la orden en un comunicado en el que “se recuerda el principio de que no se puede efectuar ningún control policial selectivo de una persona en función de su nacionalidad real o supuesta”. Cazeneuve enmarca, no obstante, la citada instrucción policial “en la lucha contra la mendicidad ilegal y la explotación de menores”. También afirma que se trata de “evitar que familias con niños de corta edad duerman en la calle”.

El director de gabinete de la Prefectura de París, Laurent Nunez, aseguró que “frente al aumento de familias que duermen en la calle” se “toman medidas y se proponen soluciones de alojamiento urgente", según Le Parisien. Ello se hace, afirmó Nunez, “dentro del marco legal y sin que haya estigmatización de las poblaciones afectadas”. El diario recoge también las declaraciones del concejal del Distrito VI, Jean-Pierre Lecoq, quien dice no estar escandalizado por la circular “sino por el hecho de que haya familias rom en las calles con niños pequeños”.

Xavier Gadrat, secretario general del Sindicato de la Magistratura, afirma que “se quieren limpiar las calles, echar a los gitanos del centro de París, porque su presencia resulta chocante para los burgueses, pero no se dice nada para intentar trabajar realmente en la integración de la población”. Además, recuerda que, “cuando se habla de menores en las calles en situación precaria, la ley dice que se deben tomar medidas de protección, de tipo social”.

El portavoz de esta asociación de jueces considera que la nota policial “persevera en la discriminación: apuntar a un sector concreto de la población bajo el pretexto de luchar contra la delincuencia”.

La nueva alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, terció ayer en la polémica. “No estoy a favor de estigmatizar a una población, y hay que optar por la integración de las familias gitanas, especialmente en las escuelas”, dijo la regidora. “En cambio, apruebo las medidas de las prefecturas cuando actúan para desmantelar las estructuras mafiosas”, matizó.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/15/actualidad/1397581142_991064.html
 

Sebastian

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Una enorme minoría sin poder

Acosados por la extrema derecha húngara, los gitanos apenas tienen derechos garantizados y su representación política resulta testimonial


Silvia Blanco (enviada especial) Budapest 25 ABR 2014 - 20:49 CET11

Una niña gitana recoge agua de una fuente en las afueras de la ciudad de Ozd, al noreste de Hungría. / L. BALOGH (REUTERS)

Una chica se sube a un tranvía en Budapest. Cuenta que nada más verla, cinco hombres empiezan a hablar de ella. Le gritan: “¡Vuelve a la India, gitana!”. Ella cree que son de Jobbik, el partido de la extrema derecha húngara.

Se baja antes de tiempo, en la siguiente parada. Alexandra tiene 20 años y no ha tenido oportunidades para subirse a casi ningún tren: no acabó la escuela, lleva dos años en paro, ha vivido en una institución de acogida en la adolescencia, hace siete años dio en adopción a su hija. Ahora trata de conseguir una vivienda social y va por las noches al colegio. “Me gustaría seguir estudiando, ser normal y trabajar”, enumera como aspiraciones vitales.

Los gitanos son la principal minoría de Hungría. Se estima que constituyen alrededor del 8% de una población de unos 10 millones de habitantes. Como en el resto de Europa, son los que más sufren la discriminación, el racismo y la pobreza. En un país donde la extrema derecha es la tercera fuerza política e intoxica de odio el debate público, donde todavía hay grupos de civiles uniformados que intimidan esporádicamente a los gitanos y donde hace cinco años hubo asesinatos racistas, los intentos de parte de la minoría por ganar poder político no acaban de cuajar.

Alexandra, que pide que no se publique su apellido, ha acudido a un mitin del Partido Gitano Húngaro, lanzado en noviembre. Decenas de familias jóvenes se van colocando junto al escenario. Toman refrescos, charlan. Los niños juegan en una plaza alfombrada de hierbajos del distrito VIII de Budapest, donde viven muchos gitanos de la capital. Suena hasta doler una música saltarina de un trío: guitarra, órgano y cantante.

Casi dos horas más tarde, empieza el mitin de fin de campaña. “¡Vamos a representarnos a nosotros mismos!”, exhorta uno de los líderes, que trata, con poco éxito, de captar la atención de los no más de 200 asistentes. “Nadie nos necesita, ni a la derecha ni a la izquierda. No les importamos. Solo nos utilizan antes de las elecciones”, les dice. Al día siguiente, en las legislativas del 6 de abril en las que volvió a ganar Fidesz, del populista de derechas Viktor Orbán, solo les eligieron 17.840 ciudadanos, un 0,18% de los votos.

“La voz de los gitanos en Hungría es irrelevante”, constata Ágnes Osztolykán, del partido verde LMP. Ha sido diputada durante los últimos cuatro años. “En el anterior Parlamento [el 6 de mayo toma posesión el recién electo], solo había tres diputados gitanos en el partido del Gobierno, Fidesz.
Por parte de la oposición, yo era la única”. En total, 4 de 386 escaños. Sabe que su carrera política es una excepción, igual que el hecho de ser universitaria. “Hay pocos gitanos con un nivel educativo alto. Por eso no podemos organizarnos”, explica. Pero la solución, para ella, no es un partido étnico. “Tenemos que hacer entender a la gente que la integración de los gitanos es un problema de todo el país, no solo de una minoría”, opina. “Cuando me convertí en diputada, me dijeron: ‘No queremos una diputada gitana, sino una política con una especialización’, que era la educación. Me ocupé de cuestiones que afectaban a los gitanos, pero desde las ideas políticas del partido”, no étnicas, advierte.

Aladár Horváth es un conocido activista contra la discriminación y portavoz del Partido Gitano. Tras el mitin, sentado en la terraza de un café, cuenta que él mismo tenía dudas sobre la creación de un partido étnico. “Creíamos que en una sociedad democrática la política no se hace según la etnia a la que pertenezcas, pero nos han excluido”, comenta. Acaba de decir a sus simpatizantes que son pobres porque están discriminados.

Que hay más gitanos en la cárcel que en las universidades. Que hay que luchar por que Hungría también sea un país para los romaníes. “Los partidos están presos de sus votantes racistas. Así que nos hemos organizado”. Después de los pésimos resultados, no se presentarán a las europeas. Fueron acusados de falsificar las firmas necesarias para presentarse, algo que niegan. Uno de los fundadores del partido, Sándor Szoke, hace autocrítica y admite la necesidad de hacer una limpieza interna, porque sospecha que algunos se unieron al partido “solo para ganar dinero”.

Como en un bucle, la escasa organización y la falta de cultura política se relacionan con la pobreza. “Los votantes gitanos son más vulnerables a la venta de votos, a cambio de dinero o de comida, o a través de la distribución de subsidios o empleos públicos”, explica Zeljko Jovanovic, de la fundación Open Society de Budapest. Pone un ejemplo: en el pequeño pueblo de Szakácsi, los gitanos son el 70% de la población y allí gobierna... la extrema derecha.

En Hungría hay canales oficiales de representación de las minorías —con la nueva ley electoral, hay un representante gitano en el Parlamento, pero sin derecho a voto— y un órgano de autogobierno local gitano que aconseja al Ejecutivo. “Estos mecanismos oficiales son importantes, pero Fidesz controla la financiación y el sistema electoral, y por lo tanto los representantes gitanos consiguen mucho más de ese autogobierno que los propios gitanos”, denuncia Jovanovic. En las legislativas, el 90% de los votos de los gitanos fue para Fidesz, según el autogobierno citado por la agencia de noticias húngara.

Alexandra no tenía claro si iba a votar. Tampoco si lo haría en las europeas de mayo. “En Europa saben que a los gitanos nos maltratan, que estamos en la calle, y no les importa. Los políticos son todos iguales y Europa no nos va a dar nada”, explica resignada.

El Gobierno húngaro impulsó en 2011 la estrategia europea para integrar a los gitanos y, como explica José Manuel Fresno, asesor de la Comisión Europea, “Hungría es un país muy activo a la hora de plantear medidas y diseñar políticas, pero poco efectivo en cuanto a resultados”. Entre 2007 y 2013, Budapest solo invirtió el 8,8% del dinero que tenía reservado por la UE para integración, una partida de la que se benefician sobre todo los gitanos.

En un informe publicado este mes, la Comisión Europea celebra que Hungría haya decidido hacer obligatoria la educación preescolar, pero le sugiere que haga algo contra el discurso de odio. Para el periodo 2014-2020, los países tendrán que destinar el 20% de esos fondos para luchar contra la exclusión. “En vez de pagar por cursos de peluquería para gitanos, los Gobiernos nacionales deberían apoyar programas educativos y de empleo adaptados a las demandas del mercado. En vez de pagar por cursillos, conferencias y grupos de trabajo sin fin, los fondos de la UE deberían sufragar tuberías y acceso a la electricidad en barrios gitanos”, protesta Jovanovic.

Los esfuerzos de Bruselas para integrar a los seis millones de gitanos de la UE se han intensificado en los últimos años. Pero suenan remotos y poco eficaces desde este barrio de Budapest donde vive Alexandra con su madre y tres de sus hermanos, hacinados en el piso de un amigo hasta que se desenmarañe la burocracia que les separa de una casa social. En el campo, la situación de los gitanos es aún peor.

Muchos viven en casas sin ducha ni electricidad. A la pobreza se suman las campañas de intimidación que llevan a cabo grupos de civiles uniformados que marchan de vez en cuando por los pueblos para aterrorizar a los gitanos. Son sucesores de una organización prohibida, la Guardia Húngara, vinculada a la extrema derecha de Jobbik. La tercera fuerza política presenta a los gitanos como delincuentes y vagos que viven de subsidios. “El problema es el silencio de los partidos moderados de izquierda y derecha”, critica Jovanovic. “En este contexto, en el que el odio está tolerado, los gitanos temen que si se reafirman en política solo pondrán en riesgo su ya vulnerable posición”, lamenta, aunque subraya que la minoría cada vez es más consciente “del poder que necesita y podría tener”.

Discriminados
  • La segregación de los niños gitanos en las escuelas húngaras afecta al 45%, según un informe de 2012 de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales.
  • El 80% de los gitanos en el país centroeuropeo reside en hogares en riesgo de pobreza, el doble que el resto de la población.
  • El 45% de los romaníes vive en casas donde falta al menos cocina, váter, ducha o luz.
  • http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/25/actualidad/1398451744_739453.html
 

Barbanegra

Colaborador
Un joven gitano, en coma tras ser secuestrado y linchado en Francia
Un joven de 16 años de etnia gitana se encontraba anoche en coma en un hospital de París tras haber sido secuestrado y linchado por un grupo de vecinos del departamento 93, Seine-Saint-Denis, en la periferia norte de la capital. Según fuentes policiales, el joven, que vivía con su familia en una casa abandonada del municipio de Pierrefitte-sur-Seine, fue hallado inconsciente el viernes por la noche en un carrito de supermercado que alguien dejó al borde de la Nacional 1, frente a la Ciudad de los Poetas. El presidente francés, François Hollande, y el primer ministro, Manuel Valls, han condenado la agresión. Hollande ha pedido que los responsables sean detenidos lo antes posible.

Los investigadores, que aún no han realizado detenciones, aseguraron a France Presse que el joven fue secuestrado por un grupo de desconocidos que le acusaban de haber robado un piso cercano, y que después fue “llevado a la fuerza hasta un sótano”, donde fue violentamente golpeado por una docena de personas. La madre del joven denunció a la policía el secuestro del adolescente, que está ingresado en el hospital Lariboisière de París.

Según un vecino, el rumano Ion Vardu, las cerca de 200 personas que vivían desde hace algunas semanas en la casa abandonada han dejado el lugar después del suceso. Vardu señaló que el barrio era “tranquilo” y que hasta el viernes no habían tenido problemas con los vecinos.

El alcalde socialista de Pierrefitte-sur-Seine, Michel Fourcade, ha contado que el joven agredido había sido detenido por robos varias veces desde junio pasado, e indicó que los hurtos en coches aparcados en el barrio habían generado la cólera de los vecinos de la Ciudad de los Poetas contra los gitanos.

Stéphane Troussel, presidente del consejo general (diputación) de Seine-Saint-Denis, denunció una “agresión odiosa, encubierta por un ajuste de cuentas”. “Cada vez que en Francia se desencadena este tipo de violencia es el Estado de Derecho el que recula. La República francesa debe proteger a todos, vivan donde vivan y sea cual sea su origen”, dijo.

Las asociaciones de apoyo a las minorías han recordado que en los últimos meses la violencia contra la población romaní no deja de aumentar en Francia. “Las palabras y los actos racistas contra los gitanos se desarrollan cada vez con mayor impunidad”, dijo Benjamin Abtan, presidente del movimiento antirracista EGAM. “Esperamos un cambio radical del discurso y una denuncia muy clara de estas violencias”, añadió.

En febrero, la página web Mediapart reveló que varios gitanos que viven en el barrio de la plaza de la República de París estaban siendo sido objeto de ataques con ácido desde el verano de 2013. Un vecino acusado de haber esparcido un producto tóxico en el colchón de una pareja romaní que dormía en la calle fue detenido y puesto en libertad poco después.

Las ONG llevan meses denunciando el aumento de la violencia institucional y vecinal contra los 17.000 gitanos del este de Europa –la mitad de ellos, menores de edad– que residen en el país. Los desalojos policiales y los incendios de campamentos se suceden. El Gobierno socialista, que prometió tratar con humanidad e integrar a las poblaciones más precarias, ha optado finalmente por la línea dura marcada por el anterior Ejecutivo de Nicolas Sarkozy. “No nos avergonzamos”, dijo Hollande al ser preguntado por esa política en enero pasado.

Valls, denunciado por incitación al odio racial tras declarar cuando era ministro del Interior que los gitanos no quieren integrarse y son “culturalmente muy distintos” a los franceses, ha sido procesado por un Tribunal de París, que hace dos semanas fijó la fecha del juicio para mayo de 2015.

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/17/actualidad/1402997701_285912.html
 

Barbanegra

Colaborador
La imagen del adolescente gitano apaleado conmociona a Francia
Convertido en un despojo humano, con la cara cubierta de magulladuras y algunos huesos rotos. Como un perro salvajemente apaleado y luego abandonado inconsciente en un carro de supermercado. Así aparece el adolescente gitano Darius en la imagen que estremece hoy las redes sociales en Francia y el mundo. Imagens que, por otro lado, ha publicado solo la prensa británica dado que en Francia está prohibido hacerlo.

Todo ocurrió el viernes pasado en la Ciudad de los Poetas, uno de los suburbios más duros del municipio de Pierrefitte-sur-Seine, en el departamento de Seine-Saint-Denis, 'banlieu' norte parisina. A este joven de 16 años, que vivía con su familia en un poblado de chabolas junto a la Nacional 1, fue a buscarle una cuadrilla de matones de barriada que le acusaba de haber robado horas antes el apartamento de una anciana.

Se lo llevaron en volandas, lo arrastraron a través de las vías del tren de cercanías, lo metieron en un sótano y allí se cebaron con el chaval hasta dejarlo en coma. Su madre tardó en denunciar el secuestro por miedo a las represalias y a la policía.

Darius fue hallado en un aparcamiento, en el terrorífico estado que muestra la foto, por una vecina que llamó inmediatamente a una ambulancia. Fracturas diversas de cráneo, dijeron los médicos. Ahora se debate entre la vida y la muerte en un hospital de París, mientras que sus agresores aún no han sido identificados. A decir de los testigos, eran más de una docena y se cubrían el rostro con pasamontañas.

Múltiples condenas
Para el presidente François Hollande, lo sucedido es "un ataque incalificable e injustificable en todos los principios sobre los que se fundó nuestra república". Para el diario 'Le Monde', es "el resultado de todos estos años de políticas públicas ineficientes que mantienen en la miseria a las comunidades romaníes y han permitido que progrese el racismo latente en la sociedad francesa".

Según una fuente judicial, la víctima eran conocida de las fuerzas del orden. Desde principios de junio, había sido detenido e interrogado varias veces en relación a una serie de robos, ha declarado a 'Le Parisien' Michel Fourcade, el alcalde de Pierrefitte-sur-Seine, que en las últimas semanas había denunciado diversos actos de vandalismo y sustracciones que se atribuyen a la comunidad gitana.

Como ha explicado a BFMTV Ion Vardu, un vecino de origen rumano, Darius y otros 200 gitanos procedentes de Rumanía se instalaron en esta casa abandonada junto a la carretera "hace aproximadamente tres semanas". Tras el drama, todos se han ido, dejando precipitadamente tras de sí un revoltijo de colchones rotos, ruedas viejas y bolsas de basura.

Un portavoz de la asociación SOS Racisme ha señalado que "este grave incidente demuestra la alarmante degradación de la imagen de los gitanos en la sociedad como resultado de las repugnantes tensiones que se viven entre los ciudadanos".

http://www.elmundo.es/internacional/2014/06/19/53a2d0f7ca4741f3548b4577.html (La imagen de la persona atacada no la subi pero se encuentra en el link)
 
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