El 322º Grupo de bombardeo en Europa

El 322º Grupo de bombardeo y el B-26 Marauder en Europa

En junio de 1942, se crea en McDill Field, USA, el 322º Group de bombardeo, encuadrando en el a los escuadrones 45º, 449º, 450º y 451º. Este grupo de bombardeo medio se equipó con los novísimos Martin B-26 Marauder. El grupo recibe órdenes de incorporarse a la 3º Ala de bombardeo con base en Inglaterra, en la base aérea Bury St Edmunds. Este traslado se retrasa por la escasez de B-26 y arriban a su destino a mediados de marzo de 1943, previo vuelo por el Atlántico norte vía Groenlandia e Islandia. A pesar que el nuevo bombardero medio había tenido una actuación mediocre en el Pacífico y en el norte de África, pero se esperaba que las operaciones desde las bases de Inglaterra que estaban mejor preparadas, favorecieran sus performances. El B-26 era un aparato que incluía muchas innovaciones tecnológicas, desde un fuselaje aerodinámico en forma de cigarro y sección circular, grandes piezas de aleación, sistemas eléctricos e hidráulicos avanzados y molduras plásticas de gran resistencia, poseía además una capacidad de carga similar a la de un B-17 y una gran cantidad de armas a bordo, pero muchas de estas innovaciones creaban problemas al no estar listas las tripulaciones de tierra, y mucho menos los pilotos, que con poca experiencia en estos aviones se encontraron con que no era sencillo de pilotar. Necesitaba una alta velocidad de aterrizaje, era muy inestable en vuelo a baja velocidad. Las mejoras que se introdujeron en las variantes posteriores, permitieron que pasara de ser un “widowmaker” a ser el bombardero con menor cantidad de pérdidas de todos los americanos en el teatro europeo.

La historia del 322º Group, comienza en forma siniestra. La estrategia adoptada por la 3º Ala de bombardeo a altitud “cero” para evitar la defensa antiaérea alemana y tratar de aprovechar la capa de nubes, llevó a que la primera misión fuera un completo desastre.


Los dos ataques a Ijmuiden

El 14 de mayo de 1943, doce B-26 despegan de Bury St Edmunds para bombardear a baja cota, evitando el radar alemán y aprovechando la sorpresa, una central eléctrica en Ijmuiden, Holanda. Ya sobre territorio enemigo son recibidos por un fuerte fuego dese tierra, varios aviones resultan dañados, uno se estrella al llegar a la base. Dos días después y cuando se pensaba que el objetivo había sido cumplido, un reconocimiento fotográfico del objetivo reveló que estaba intacto, por esto se ordenó al grupo volver a atacarlo.


El coronel Stillman preparando el ataque del 17 de mayo

El coronel Stillman, jefe del 322º, consideró que estarían alertados y esperándolos en Ijmuiden y puso objeciones pero el mando de la III Ala pasó por alto esto y ordenó un nuevo ataque el día 17. Stillman se encontró con que contaba solamente con once aviones disponibles y considerando que era una misión de alto riesgo decidió encabezar el mismo el ataque. A las 11:00 del día 17 despegaron poniendo rumbo a Holanda, sobre el Mar del Norte debió regresar un avión al fallarle el generador. Los diez restantes, con Stillman al frente siguieron hacia su objetivo. A las 13:30 hs, dos horas y media después de despegar, el oficial de control de vuelo, esperaba en la torre de control el regreso de los B-26. El TELL (tiempo estimado de llegada) era a las 12:50, a las 14:00 y luego de consultar con distintos aeródromos de la RAF y la USAAF, se dio por perdida a la unidad al sobrepasar en 40 minutos el límite de tiempo en que podían estar en vuelo. Se habían perdido diez aviones y sus tripulaciones. Era un duro golpe para el 322º Group y para el B-26, la única vez que se perdía una fuerza de ataque completa, aunque pequeña, por parte de las fuerzas aéreas norteamericanas, durante la SGM. Dos días después un destructor británico recoge a dos tripulantes en un bote salvavidas. Ellos dieron una idea de lo que tuvo que enfrentar el vuelo de Stillman y los diez Marauder en esa misión. Entraron en Holanda a unas 30 millas del punto señalado debido a un viento cruzado muy fuerte. Esta desviación los llevó cerca del Estuario del Mosa uno de los puntos mejor defendidos de los Países Bajos, allí mismo recibieron un fuerte fuego desde tierra, el avión de Stillman es alcanzado y se estrella invertido contra una duna de arena, el coronel y dos tripulantes más son sacados pero mal heridos de entre los restos. Otro avión es derribado también por las defensas costeras, dos B-26 colisionaron en vuelo y cayeron y otro más aterrizó de emergencia luego de haber recibido restos de estos. Los cinco sobrevivientes, continuaron vuelo e intentaron localizar el objetivo, pero terminaron bombardeando un gasómetro cerca de Amsterdam. De regreso, las baterías antiaéreas vuelven a ensañarse con el grupo y derriban cuatro aviones más, el avión restante logra alcanzar el mar pero es derribado por un Bf-109 que los esperaba.




Luego de esto se decidió suspender todas las operaciones de los B-26 en Europa y EE.UU. hasta decidir que hacer con él. Poco después el teniente coronel Glenn Nye, se hace cargo del mando del 322º, conocía al B-26 desde su llegada a Inglaterra y junto a un reducido grupo de oficiales había estudiado los problemas del bombardero. Sabía que los problemas se debían a los deficientes entrenamientos de las tripulaciones y a su empleo de un modo para el que no había sido concebido. La moral de las tripulaciones estaba muy baja y su nuevo jefe se propuso mostrarles que el avión bien empleado era un aparato temible. Como ejemplo, los pilotos se quejaban de que la cola del Marauder tenía problemas debido a que un B-26 volando cerca de la base, había roto esa sección. Les mostró que los estudios determinaron que era debido a un problema en los pernos de sujección por mal mantenimiento, seguido de esto se subió a uno y realizó una serie de maniobras para demostrar que la unidad de cola era fuerte. Esto permitió a las tripulaciones tomar confianza en su jefe y en el avión.




La USAAF decidió utilizar al B-26 en formaciones cerradas a media altitud y con escolta de Spitfire. La primer misión realizada de esta forma, volando entre 2.700 y 4.200 metro resultó un éxito y no tuvo bajas. Las tres siguientes misiones, tuvieron idéntico final. Luego de esto y demostrado que el B-26, con las modificaciones de las nuevas versiones y las tripulaciones mejor entrenadas, era un avión confiable, se decidió el traslado del 322º a una nueva base en Essex. Desde allí se inició una campaña de bombardeo continuo contra aeródromos alemanes dentro de su alcance. Se llegaron a enviar dos misiones diarias convirtiéndose en el azote de las bases alemanas, con pérdidas mínimas. Viendo los éxitos del Marauder, se envió desde EE.UU. cuatro grupos de B-26 estacionados allí para formar la 9º Fuerza Aérea táctica y apoyar las operaciones de invasión. Se les ordenó destruir las fábricas de V1 en el Paso de Calais, donde las defensas eran enormes, esto traería enormes pérdidas a los Marauder´s, si no solucionaban el tema de no poder localizar los objetivos por sobre las nubes. Para solucionar esto se recurrió a la instalación de el Oboe II, copia americana del sistema de bombardeo por radar inglés. El comandante Robert Porter, sobreviviente de la primera misión del 322º fue el encargado de crear un grupo especial de bombardeo a ciegas. El sistema recibía la señal de dos radares en Inglaterra y permitían situar el avión en un radio de 180 metros, permitiendo así bombardear por sobre la capa de nubes que servía de protección.
El 26 de marzo de 1944, llegó la revancha por la desastrosa primera misión. El 322º Grupo de bombardeo “Nye´s Annihilators” recibió la orden de bombardear el puerto de Ijmuiden, y las instalaciones de la fuerza naval del Mar del Norte, se organizó para esto una fuerza compuesta por 380 B-26 de varios grupos. La incursión se realizó en medio de una fuerte defensa antiaérea, pero esta vez con tripulaciones entrenadas y utilizado para lo que fue diseñado el B-26 demostró que era un aparato muy duro. Solamente un avión no regresó, el resto mostraba daños de diversa consideración, pero todos aterrizaron en Essex.
En 1944 los Marauder del 322º apoyaban el desembarco en Normandía y resultaron especialmente precisos contra puentes y otros puntos de comunicación, ayudando al avance de las tropas de tierra. Para septiembre comienzan a trasladar los aviones a Europa continental, primero a Beauvais/Tille en Francia y luego a Le Culot en Bélgica para acompañar el avance. Nye fue ascendido y recibió por su actuación en el 322º Group la Distinguished Unit Citation.


Mild and Bitter 100 misiones


Flak Bait 200 misiones



Los B-26 del 322º y de los grupos asociados a ellos demostraron ser los bombarderos más duraderos de Europa, el “Mild and Bitter” consiguió el 8 de mayo de 1944 realizar 100 misiones, luego de este fueron muchos los que superaron las 150 misiones, pero el más significativo fue el B-26 “Flak Bait” que totalizó 200 misiones, en 21 meses de misión, durante los cuales recibió más de 900 impactos de artillería antiaérea. Fue el único bombardero medio o pesado en alcanzar esa cifra.
El 322º luego de la guerra regresó a EE.UU. y fue disuelto, en 1954, se reactiva por poco tiempo equipado con F-86 y F-100.


Fuentes:
Revista Cuerpos de Elite Nº 37
B26.com

Artículo publicado por mi también en mundohistoria.org usuario zimac702
 
Agrego algunas imágenes más del Flak Bait.


La nariz del B-26 Flak Bait, conservada en el National Air & Space Museum


Puesto del radio operador.






Formación liderada por el Flak Bait.

Saludos
 
Arriba