… aún no se como le siguen poniendo los pescantes con embarcaciones en la cubierta, si los San Giorgio se los quitaron hace décadas. Manías supongo.
Me parece un cuestionamiento interesante. Y estos barcos los diseñan gente inteligente, así que deben existir motivos para esto. La pregunta es ¿cuáles son estos motivos?
Como usted destaca, los San Giorgio al principio carecían de cubierta de vuelo ampliada. Luego se actualizaron con la misma y usaron durante décadas. A pesar de ello, los nuevos San Giorgio para exportación carecen de esta cubierta de vuelo ampliada y recuperan el diseño original. Incluso a pesar de que son un poco más grandes, con algo más de desplazamiento. Incluso a pesar de que son más modernos en todo el sentido de la palabra (mejor tecnología, cada detalle perfeccionado). También son más poderosos. Es decir, que si quisieran esas cubiertas ampliadas, seguramente podían. ¿Por qué no?
Se me ocurren varias hipótesis para explicar que, a pesar de poder, no se haya hecho. Puedo estar equivocado en cada una de las mismas:
- Algunos de los nuevos San Giorgios for export son algo más que simples buques de asalto anfibios. También incorporan capacidades dignas de un destructor, incluyendo radares de largo alcance, misiles de largo alcance, CIC para la flota, etc. Todo eso ocupa espacio y, detalle no menor, pesa. También requiere más tripulantes. Ese peso adicional pueden afectar la estabilidad del buque. Uno de los desafíos de los ingenieros navales es mantener todo en equilibrio. Además, como buscaban algo de un destructor, parece que también quieren algo un poco más rápido y maniobrable. Quizás, y sólo quizás, como se priorizaron esas cosas, se renuncia en el camino a la cubierta de vuelo ampliada y otras características de un anfibio con objeto de mantener los equilibrios en los pesos. Es decir, como querían un poco más de “destructor”, están dispuestos a un poco menos de “anfibio”. Estos nuevos buques todo-en-uno ya no son anfibios puros, son algo diferentes.
- En todos lados existe errores e, incluso, corrupción. Lo vemos todo el tiempo. Buques que en los papeles se veían muy bien y en la práctica tienen muchos problemas. Cosas que en teoría funcionarían bien y en la práctica no. Cosas que se terminan subutilizando. Incluso los mejores centros de ingeniería naval se equivocan. Proyectos que no tienen otro objeto que mantener legítimamente trabajando un astillero o, sacrilegio, llenar los bolsillos de algunos.
Quizás, y sólo quizás, algo de eso paso con las cubiertas ampliadas de los San Giorgio. Quizás no funcionaba como se esperaba. Quizás perdieron algo de estabilidad y con mar agitado no pueden colocar helicópteros allí. Quizás trajo tensiones no previstas en algunas áreas del buque. Quizás no se utilizaban tanto. Quizás aumentaban más de lo que se esperaban los costos de mantenimiento. Quizás, simplemente, sobran. Entonces, quizás, los nuevos clientes prefirieron descartar esta característica que evaluaron problemática o superflua.
- Quizás los clientes de exportación prefirieron ahorrarse algunas monedas aquí porque prefirieron gastarlas en otras cosas. Aunque el ahorro es tan pequeño que difícilmente sea la principal o única razón.
- Quizás, es una característica tan pero tan importante, cambia tanto el juego, que los italianos no la ofrecen para exportación. Aunque improbable, hay que mencionarlo.
- como siempre, una combinación de varios motivos ya expuestos.