"Desde muy pequeño mi deseo era estar cerca de los aviones. Mi abuelo trabajaba en la empresa Lockheed Martin, hoy conocida como FADeA, y me llevaba y yo podía subir y bajar de esos pájaros gigantes. Mis juegos eran siempre arreglando aviones con distintas herramientas".
El juego de aquel niño se convirtió en la profesión que desempeña día tras día en la Fuerza Aérea Argentina, ya con su rostro convertido en hombre.
“Los mecánicos de aeronaves realizamos una variedad de tareas, incluyendo las reparaciones, el mantenimiento rutinario y la instalación de nuevas piezas y equipos. Aseguramos que los aviones estén en funcionamiento y el visto bueno del piloto, con el pulgar arriba, es el éxito de haber realizado correctamente nuestro trabajo y el principio de un buen vuelo”.
Matías Ezequiel Carrión tiene 25 años y es suboficial de la Institución.
El juego de aquel niño se convirtió en la profesión que desempeña día tras día en la Fuerza Aérea Argentina, ya con su rostro convertido en hombre.
“Los mecánicos de aeronaves realizamos una variedad de tareas, incluyendo las reparaciones, el mantenimiento rutinario y la instalación de nuevas piezas y equipos. Aseguramos que los aviones estén en funcionamiento y el visto bueno del piloto, con el pulgar arriba, es el éxito de haber realizado correctamente nuestro trabajo y el principio de un buen vuelo”.
Matías Ezequiel Carrión tiene 25 años y es suboficial de la Institución.
