El 25 de noviembre, el destructor USS Hopper (DDG 70) de la Armada de EE.UU. realizó una operación para afirmar la libertad de navegación en el Mar de China Meridional, conforme al derecho internacional. Así lo informó el Comando de la 7.ª Flota de la Armada de los Estados Unidos, anunciando que se da en el marco de una creciente actividad operacional norteamericana en conjunto con otros países de la región.

Según el comunicado oficial del Comando de la 7.ª Flota de la Armada de los Estados Unidos, la operación de libertad de navegación (FONOP) que realizó el USS Hopper fue para “…defender las libertades, los derechos y los usos legales del mar, de acuerdo a los tratados de derecho internacional…”. La operación fue en el Mar de China Meridional, específicamente en las cercanías de las Islas Paracel, y desafió las restricciones de “Paso Inocente” que la República Popular de China (RPC), Vietnam y Taiwán han impuesto en esa región.

Lo que se manifiesta en el citado comunicado es que la Armada de EE.UU. defiende ante todo la libertad de navegación, independientemente del país que la reclame. La libertad de navegación es un principio del cual todas las naciones tiene derecho, con lo cual a pesar de que: “algunos países continúen reclamando y estableciendo límites a derechos que excedan su autoridad según el derecho internacional, Estados Unidos continuará defendiendo los derechos y libertades del mar garantizados para todos”. El fin primordial es que ningún estado que forme parte de la Comunidad Internacional sobrepase el estatuto de la normativa legal vigente, intimidando o coartando las libertades y los derechos de otros estados. Así lo deja explicitado en su gacetilla el Comando de la 7.ª Flota de la Armada de los Estados Unidos.

El gobierno de la RPC, por su parte, acusó a la Armada de EE.UU. de hacer ingreso ilegal a su espacio marítimo y se expresó oponiéndose a la mencionada operación. El portavoz del Comando Teatro Sur del Ejército de la República Popular de China dijo específicamente que la navegación llevada a cabo por el destructor USS Hopper había violado de manera grave la estabilidad y la soberanía china. Y lo que es más, describió a Estados Unidos como la nación más disruptora de la seguridad y la paz en la región del Mar de China Meridional.

Acerca del Mar de China Meridional

El Mar de China Meridional se encuentra situado en la zona del sudeste de Asia y en particular, las islas Paracel son un grupo de arrecifes e islas ubicadas al noroeste de este mar. Brunei, Malasia, Filipinas, Vietnam, Taiwán y China, todos estos países, reclaman su soberanía. Esta última nación es la encargada actualmente de su administración. No obstante y a pesar de existir infraestructura china, existe también presencia militar de varios países, la cual se ha venido incrementando en el último tiempo. Es importante destacar que con la avenida de buques chinos en la zona, Filipinas respondió aumentando su equipamiento militar. Con lo cual, esta región tiene varios gobiernos reclamantes, disputándose la zona. 

Vietnam, Taiwán y China particularmente, son las tres naciones que exigen una notificación o un permiso previo en caso de que algún barco de guerra o buque militar tenga la intención de realizar un “Paso Inocente” en el mar de China Meridional porque de lo contrario, se estaría violando el derecho internacional. Sin embargo, lo que manifiesta Estados Unidos es que según el Tratado del Derecho del Mar, firmado en 1982, “los barcos de todos los Estados, incluidos sus buques de guerra, disfrutan del derecho de paso inocente a través de un mar territorial. La imposición unilateral de cualquier requisito de autorización o notificación previa para el paso inocente es ilegal”. 

En este sentido, con la operación de libertad de navegación realizada este sábado, la cual incluyó el “Paso Inocente” del destructor USS Hopper (DDG 70), Estados Unidos desafió las restricciones, las cuales considera ilegales, impuestas por Taiwán, Vietnam y la RCP. Además, demostró que el “Paso Inocente” no está sujeto a tales restricciones. Y en textuales palabras, afirmó: “Estados Unidos desafía las reclamaciones marítimas excesivas en todo el mundo, independientemente de la identidad del reclamante. El derecho internacional consuetudinario reflejado en la Convención del Derecho del Mar de 1982 protege ciertos derechos, libertades y usos legales del mar disfrutados por todas las naciones”. Siguiendo con está línea, también dejó claro que no solo EE.UU. sino la Comunidad Internacional en su totalidad debería actuar para preservar la libertad de todas las naciones con respecto a los mares para, en última instancia, salvaguardar la prosperidad, la seguridad y la estabilidad global. 

Por último, el Comando de la 7.ª Flota de la Armada de los Estados Unidos añadió que sus operaciones se ejecutan de manera profesional, segura y conforme al derecho internacional sin ninguna excepción, demostrando a través de ellas que: “Estados Unidos volará, navegará y operará donde lo permita el derecho internacional, independientemente de la ubicación de reclamaciones marítimas excesivas y de los eventos actuales”.

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