El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que durante el 27 y 28 de agosto, las Fuerzas Aeroespaciales se vieron obligadas a desplegar sus interceptores ante la presencia constante de drones de EE.UU. en el Mar Negro. En ambos comunicados, la cartera de defensa aclaró que en ningún momento los vehículos aéreos no tripulados llegaron a traspasar los límites soberanos de la Federación Rusa.

Los reportes ministeriales mencionaron que, en ambos casos, los drones involucrados fueron MQ-9 Reaper pertenecientes a la Fuerza Aérea de los EE.UU. La particularidad del 28 de agosto fue que también se detectó y mantuvo seguimiento de un RQ-4 Global Hawk. La presencia de las aeronaves no tripuladas estadounidenses sobre aguas del Mar Negro obligó a las Fuerzas Aeroespaciales rusas el despliegue de cazas Su-30, los cuales realizaron efectuaron sus vuelos “…manteniendo las medidas de seguridad, de acuerdo con las estrictas reglas establecidas por la normativa internacional para el uso del aeroespacio sobre aguas neutrales…”, según lo mencionado por el informe oficial.

Vale recordar que este tipo de interacciones entre interceptores rusos y aeronaves occidentales han dado lugar a algunos incidentes notables. Estos incluyen la colisión (o derribo) de un MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de los EE.UU. a manos de una pareja de Su-27 Flaker, acción que tuvo lugar sobre aguas del Mar Negro a mediados de marzo de este año.

Otro incidente de alto perfil ocurrió a fines de septiembre del 2022, cuando un caza Su-27 ruso lanzó un misil BVR en proximidades de un avión de reconocimiento RC-135W Rivet Joint de la Real Fuerza Aérea británica. El reporte del Ministerio de Defensa mencionó que la aeronave ISR estaba sobrevolando aguas neutrales del Mar Negro, cuando fue seguido por dos cazas Su-27 de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación Rusa, mencionando que a lo largo de su interacción de casi diecinueve minutos, fue detectado el lanzamiento de un misil BVR por parte de una de las aeronaves rusas.

Tanto los EE.UU. como diversos países de la OTAN y de la región, mantienen una constante presencia de medios de vigilancia, inteligencia y reconocimiento, aunque solo algunos de ellos alcanzan las aguas del Mar Negro. EE.UU. particularmente opera casi a diario con drones en las proximidades de los límites de Rusia, situación que ha sido advertida en más de una ocasión por Moscú y que ha derivado en algunos incidentes, como los mencionados previamente.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: MinDef Rusia

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