En el marco de su estrategia para incorporar nuevas capacidades, el Cuerpo de Marines de EE.UU. marcó un hito al activar la primera batería de largo alcance equipada con misiles Tomahawk. El acontecimiento histórico tuvo lugar en la Base de los Marines de Camp Pendleton, California, ceremonia en la cual el 11º Regimiento de Marines de la 1ª División de Marines puso oficialmente en servicio su moderno sistema de misiles.

Según lo expresado por el USMC, “…la nueva batería está diseñada para mejorar el ataque de largo alcance de la división y de la fuerza conjunta y, eventualmente, la capacidad de negación del mar y la letalidad…”, palabras que refieren directamente a la nueva estrategia que apunta a reforzar la presencia de los EE.UU. en la región del Indo-Pacífico. Bajo estos lineamientos, la fuerza está en proceso de incorporar medios tales como el sistema misiles anti-buque de mediano alcance NMESIS y nuevos cohetes para sus HIMARS.

En el corto plazo, la nueva batería del 11° Regimiento pasará a entrenar en el uso de los lanzadores de misiles de crucero Tomahawk, así como con diversos medios de apoyo a los fines de perfeccionar la estructura y los requisitos necesarios para el empleo con éxito del sistema. En este período inicial se irán puliendo las tácticas, técnicas y procedimientos para emplear el sistema de fuegos de largo alcance en apoyo de las iniciativas de la 1ª MARDIV y la I Fuerza Expedicionaria de Marines, ambos elementos con proyección en la región del Indo-Pacífico.

“Es un verdadero privilegio y un honor estar con estos Marines mientras avanzamos con la capacidad de fuego de largo alcance”, expresó el Capitán Justin Hillebrand, que se convirtió en el primer comandante de la batería durante la ceremonia. “Estos Marines han hecho cosas fenomenales. Tomaron una idea y la están haciendo funcionar. El trabajo acaba de empezar, pero esta capacidad podrá llegar y proporcionar fuegos devastadores y letales”.

“…La plataforma de fuego de largo alcance es una capacidad emergente para el Cuerpo de Marines y está creciendo como parte del desarrollo más amplio de misiles antibuque con base en tierra para el servicio…”, esto último en referencia al sistema NMESIS, el cual utiliza el Naval Strike Missile desarrollado por la compañía Kongsberg.

El NMESIS y la nueva batería de misiles Tomahawk forman parte del “Diseño de la Fuerza 2030”, otorgando la capacidad a un reducido elemento de Marines para operar en entornos avanzados con una firma mínima en su despliegue, brindando flexibilidad y una alta disponibilidad. En el caso del NMESIS, esta solución adoptada por los Marines fue concebida en el 2019 incluye un lanzador doble de misiles NSM asociado a una unidad terrestre remotamente operada para vehículo expedicionario (ROGUE) basada en el JLTV, vehículo blindado 4×4 que está reemplazando a los HMWVV en algunas funciones de primera línea. El sistema opera con otros vehículos y medios a los fines de adquirir sus objetivos, otorgándole una alta movilidad.

Gracias a las imágenes publicadas, se aprecia que la batería de misiles Tomahawk cuenta con el mismo tipo de vehículos que NMESIS, aunque en este caso las unidades 4×4 solo alojan un lanzador. Por el momento no hay mayores detalles respecto al nuevo sistema de los Marines, pero el mismo sin duda será una de las piezas que integrarán la doctrina expedicionaria y de operaciones distribuidas que está implementando la fuerza.

Imagen de portada: USMC – Lance Cpl. Migel A. Reynosa

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