Srebrenica, la herida abierta de la guerra de Bosnia

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Una niña llora en el cementerio de Potocari. | Iván Pérez [VEA MÁS IMÁGENES]
  • Este 6 de abril se cumplieron 21 años del comienzo de la guerra de Bosnia

8.372... Esta cifra seguida de puntos suspensivos y grabada en un monolito es la primera imagen que el visitante encuentra cuando entra en el cementerio de Potocari, situado en la localidad de Srebrenica (Bosnia y Herzegovina). Después, sólo hace falta alzar levemente la mirada para descubrir en un riguroso orden las lápidas de las víctimas de una de las mayores masacres vividas tras la Segunda Guerra Mundial. En el suelo, la arena sigue revuelta porque los restos de los que perdieron la vida en aquel genocidio del año 1995 continúan llegando cada 11 de julio, día en el que las tropas serbias tomaron la ciudad.
"En la actualidad, encontrar los huesos de las víctimas es difícil porque algunos han sido desplazados y otros fueron destruidos, por eso el proceso de identificación es tan lento", explica Azir Osmanovic, guía del centro para la preservación de la memoria Srebrenica-Potocari. "La identificación comienza con el análisis de los huesos, se compara la sangre con la de los parientes y supervivientes y cuando son reconocidos son enterrados el 11 de julio, pero para poder hacerlo se necesita el 70% del cuerpo, por eso se realizan exhumaciones y se introducen nuevos restos en las tumbas", añade Osmanovic.
Este 6 de abril se cumplieron los 21 años del comienzo de la guerra de Bosnia y en este rincón del continente europeo se sigue reclamando justicia. Con el objetivo de mostrar a Occidente lo que sucedió en Srebrenica y el dolor que todavía sigue causando aquella limpieza étnica, dos jóvenes fotoperiodistas, Iván Pérez y Miriam Rogado, intentan transmitir a través de imágenes la ceremonia que cada año rompe el silencio en el cementerio de Potocari con la exposición 'Srebrenica Infierno. La mirada del dolor'.
La persona más joven enterrada en el cementerio de Potocari fue un niño de 11 años.​
"Las fotografías, tomadas en el aniversario de 2012, muestran las desgarradoras historias de 520 familias que, tras 17 años de agonía, al fin pudieron dar sepultura a los restos recién identificados de sus seres queridos", detalla Pérez, que también es realizador de televisión. A través de las instantáneas reflejan cómo el clima de tranquilidad que suele reinar en Srebrenica se ve perturbado una vez al año por la irrupción de ataúdes verdes, color que simboliza el Islam. Los cofres se ordenan por número de identificación en la fábrica de Potocari, que era la base militar de las tropas de Naciones Unidas encargadas de defender el territorio. Después, se conducen los féretros con los brazos en alto hasta el cementerio y, tras una emotiva ceremonia, son enterrados. Al acto acuden bosnios musulmanes procedentes de los diversos campos de desplazados del país e incluso algunas personas recorren el 'Maratón de la Muerte' para recordar el camino que siguieron los que intentaron huir de Srebrenica.
"Los sentimientos son encontrados en la conmemoración del 11 de julio. Por un lado, hay desesperación, dolor por recordar y miedo a caer en el olvido. Por otro, cierta sensación de descanso, emoción y alegría en aquellos que al fin podían dar sepultura a sus seres queridos después de tantos años... Pero al mismo tiempo, demasiados llantos desconsolados", describe Pérez, que estuvo presente en la conmemoración de 2012.
'La esperanza está en la generación que tenía 17 años durante la guerra, que quieren un futuro mejor para sus hijos'.​
Albert Cusidó, director de Reporter Academy
La persona más joven enterrada en Potocari ha sido un niño de 11 años, destaca Osmanovic. Todos los años, el 1 de julio se determina el número de personas que serán sepultadas. En 2011 se cuantificaron 630, en 2012 fueron 520 y, por el momento, en el año actual se han alcanzado las 140, según los datos proporcionados por el historiador y guía de Srebrenica-Potocari.
"Desde la matanza, las viudas, las hijas y las nietas de la región han tenido que vivir puerta con puerta con sus enemigos, con aquellos que habían asesinado a sus hombres... Las familias siguieron con sus vidas, pero ya no son los mismos", dice el joven periodista. En cambio, Osmanovic considera que en Srebrenica "la situación es mejor, los niños van juntos al colegio y este año se ha introducido la historia de Bosnia en los programas escolares".
Albert Cusidó, periodista 'freelance' que cubrió la guerra de Bosnia y director de Reporter Academy -organismo que colabora en la muestra- conoce cómo ha sido la evolución del país, al que viaja al menos tres veces al año: "La esperanza está en la generación que tenía 17 años durante la guerra, que quieren un futuro mejor para sus hijos, la gente joven quiere pasar página". A través de esta escuela se intenta profundizar en el conocimiento sobre la guerra de los Balcanes y se busca potenciar el fotoperiodismo, trabajando ambos factores sobre el terreno.
Una matanza en 'zona segura'

En la primavera de 1992 un gran número de bosnios procedentes de la zona de Podrinje (área que alberga pueblos como Bratunac y Vlasenica) se vieron obligados a abandonar sus casas por los ataques de las tropas serbias y encontraron en la localidad de Srebrenica el refugio que anhelaban, un área que en 1993 fue declarada por la ONU como 'zona segura'. Según la documentación del Instituto de Investigación de Crímenes contra la Humanidad y la Ley Internacional de la Universidad de Sarajevo, los censos de 1991 apuntan que en Srebrenica habitaban 36.666 habitantes, siendo el 75% bosnios y el 22,7% serbios. La población llegó a aumentar hasta los 50.000 y 60.000, las condiciones de vida empeoraron y la ayuda humanitaria no llegaba.
"Ha llegado el momento de vengarse de los musulmanes". Con estas palabras el ex general serbio Ratko Mladic anunciaba lo que se acabaría convirtiendo en un genocidio. En la actualidad, está pendiente de ser juzgado en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia. Junto al entonces presidente de la República Srpska, Radovan Karadzic, que también está siendo juzgado en La Haya, ordenaron la ocupación de Srebrenica el 11 de julio de 1995. Los cascos azules holandeses que allí se encontraban no impidieron el avance de las tropas serbias y aquella noche 25.000 refugiados se dirigieron a su base militar de Naciones Unidas en Potocari en busca de asilo, tal y como muestra la documentación que cualquier visitante puede leer en el museo del memorial Srebrenica-Potocari. Las fuerzas serbias acorralaron a los civiles y los asesinaron, torturaron y violaron; las mujeres, niños y las personas mayores fueron deportadas y algunos bosnios intentaron escapar a través de los bosques haciendo frente a las continuas emboscadas de las tropas enemigas.
elmundo.es
 

Sebastian

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Srebrenica, la herida que no cicatriza

Más de 2.000 víctimas de la masacre aún no han sido identificadas 18 años después
El proceso de identificación avanza a paso lento

Un grupo de hombres da sepultura a sus familiares. / Borja Díaz-Merry​

Fátima no tenía ni siquiera una semana cuando perdió la vida. Este mes de julio habría cumplido la mayoría de edad pero desde el pasado jueves el pequeño féretro con sus restos mortales yace en la tumba de su padre, Hajrudin Muhic.

La pequeña es la más joven de las más de 6.000 víctimas sepultadas en el Memorial de Potoçari, un inmenso recinto funerario que se alza en la ladera de una montaña frente a la base del batallón de 'cascos azules' holandeses que no quisieron ni supieron impedir la matanza de civiles cometida por las tropas del general serbobosnio Ratko Mladic.

La familia Muhic ha guardado silencio ante los periodistas y no ha querido relatar cómo perdió la vida la pequeña, que murió cuando tenía un solo día de vida y que ahora descansa junto a su padre, justo 18 años después de que ambos se fueran para siempre en esos fatídicos días de julio de 1995.

Una anciana que ha enterrado este 11 de julio a uno de sus nietos en una tumba muy próxima a la de Fátima sostiene que la pequeña murió cuando su madre, desesperada porque estaba enferma, le llevó a un médico serbobosnio y el facultativo se la llevó. Nunca más la volvió a ver.

La matanza de Srebrenica es una herida sin cicatrizar para miles de familias musulmanas bosnias (bosniacas) que aún siguen esperando a recibir una llamada que confirme que sus muertos están siendo identificados.

No es un proceso sencillo y avanza a un ritmo lento, quizá desesperante para las familias bosniacas, especialmente las que tienen a varios seres queridos aún por sepultar.

Las tropas serbobosnias al mando del general Mladic, que está siendo juzgado por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia por crímenes de guerra, aniquilaron a más de 8.300 varones musulmanes bosnios, en su mayoría adultos, pero también ancianos y niños, y los enterraron en fosas comunes dispersas y ocultas en los alrededores de Potoçari y Srebrenica.

No se limitaron a tirar los cuerpos en esas primeras fosas. En muchas ocasiones los desenterraron, los trasladaron por carretera y los metieron en otras, para sembrar más el terror entre la población bosniaca y hacer más difícil el hallazgo de los cadáveres.

La Comisión Internacional de Búsqueda de Desaparecidos trabaja analizando los restos mortales encontrados en tres tipos de fosas: las primarias, las secundarias y las terciarias, según las veces que fueron enterrados y desenterrados los cadáveres.

Este organismo se encarga de cruzar el ADN de esos restos con los aportados por las familias para confirmar la identificación. Cuando las muestras coinciden en un 85% o más del ADN, los familiares reciben la llamada que supone el principio del fin del proceso de identificación. El Islam aconseja enterrar los cadáveres cuando se tenga, al menos, un 70% de los restos mortales pero muchas familias de Srebrenica no quieren prolongar aún más la espera.

Muchas familias deciden enterrar a sus hermanos, padres o abuelos con los primeros huesos que se encuentran porque quieren cerrar ya ese capítulo de sus vidas; el más doloroso, el que les dejará una marca indeleble para siempre. Hanifa Kalesic enterró a su padre, Junnuz Mehmed Mehic, en 2008, cuando sólo tenían identificados unos pocos huesos. Vestida con un pañuelo tradicional y una sencilla camisa y pantalón de color rosa, Hanifa relata con detalle cómo lo ha pasado su familia y lo que todavía les queda por luchar.

En algunos momentos se indigna, especialmente con la actitud de los serbios, pero en otros se alegra por percibir interés en conocer la historia de su familia.

No se limitaron a tirar los cuerpos en esas primeras fosas. En muchas ocasiones los desenterraron y los metieron en otras.

Este 11 de julio, su hermano Mirsad Mehic ha sido sepultado junto a su padre y el año que viene confía en que los restos de su abuela descansen en la franja de tierra situada a la derecha de la tumba de su hermano. A

ún así, a la familia Mehic le falta un miembro por enterrar en el Memorial de Potoçari: un bebé de sólo “once días” que no ha sido reconocido como víctima de Srebrenica porque no fue directamente asesinado por los serbobosnios pero sí murió en manos de su madre cuando huían de las tropas esos días.

La familia Mehic es una más de las miles de familias que cada año acuden el 11 de julio a sepultar a sus muertos y a rendir homenaje a las víctimas de la masacre. El primer funeral colectivo se celebró en el año 2.002, poco después de que el entonces presidente estadounidense, Bill Clinton, inaugurara el Memorial de Potoçari, tras haber dado impulso al proceso de identificación de los muertos de Srebrenica.

En los primeros años tras la masacre, las tareas de identificación fueron especialmente arduas y complejas por la escasa cooperación prestada por las autoridades serbobosnias, que gobiernan los territorios en los que estaban ocultas las fosas y controlan a las fuerzas de seguridad que deberían trabajar en su búsqueda, y por la falta de fondos económicos.

Aún quedan más de 2.300 cuerpos por identificar y todavía siguen encontrándose fosas. Sin ir más lejos, como recuerda Mirsada Mehic, hace unas semanas fueron hallados en las montañas conocidas como Picos Negros restos mortales enterrados en tres puntos distintos.

Además de la lentitud del proceso de identificación, derivada de la falta de recursos económicos y de las dificultades para encontrar los cadáveres, las familias musulmanas reunidas en Potoçari dejan claro en todo momento que, para cerrar la herida de Srebrenica, los serbobosnios tienen que admitir el genocidio que cometieron. “No hay banderas a media asta”, apunta Mirsada, que denuncia así que las instituciones serbias de Srebrenica y municipios cercanos no muestran ninguna señal de luto en sus edificios el día en que los musulmanes honran a sus muertos por la masacre, cada 11 de julio.

Srebrenica se encuentra situada en el extremo oriental de la República Srspska, la entidad serbia de Bosnia i Herzegovina, y sus autoridades siguen negándose a reconocer el genocidio cometido en julio de 1995 por los militares dirigidos por Mladic.

Ataviada con un pañuelo rojo y en un perfecto castellano con acento latinoamericano, Mirsada deja claro que no puede entender cómo los serbobosnios pudieron cometer una masacre así y cómo algunos llegaban a andar “cinco kilómetros cada día” para matar con sus fusiles a civiles bosniacos desde las montañas.


El ataúd de una de las últimas víctimas identificadas. / B. D. M

Hanifa tampoco lo entiende y muestra su malestar por el hecho de que los empleados que trabajan día a día en el Memorial de Potoçari sean serbobosnios porque piensa que no guardan el respeto que merecen las víctimas allí sepultadas y no protegen el recinto con suficiente empeño.

La cooperación de los serbobosnios para superar el drama de Srebrenica es necesaria tanto en la búsqueda de las víctimas como en el plano moral, para que los bosniacos puedan pasar página cuando hayan logrado enterrar a todos sus fallecidos. Parece que esa fecha aún queda lejana.

El pasado mes de abril, el presidente serbio, Tomislav Nikolic, pidió perdón “de rodillas” por la masacre de Srebrenica pero, al igual que otras muchas autoridades serbias y serbobosnias continúan haciendo, ha evitado explicítamente definir lo sucedido como un genocidio.

El anterior mandatario serbio, Boris Tadic, llegó bastante más lejos en el reconocimiento a las víctimas de Srebrenica cuando asistió a los funerales de 2010 y prometió ante las viudas que perseguirían y detendrían a los culpables de la masacre, especialmente al general Mladic.

En un día en el que las declaraciones políticas permanecen en segundo plano, las familias de Srebrenica han escuchado en Potocari a su presidente, el representante bosniaco de la Presidencia de Bosnia, Bakir Izetbegovic, que ha lamentado la maldad de los “escuadrones de la muerte” de Radovan Karadzic, el líder serbobosnio en 1995, y del general Ladic y ha prometido perseguir a quienes cometieron la matanza. “Las víctimas inocentes de Srebrenica merecen la paz y la verdad. Les acompañamos en su descanso final, que debería ser un importante símbolo de recuerdo para el mundo entero”, ha dicho.

Sus palabras han dado paso al rezo musulmán, con hombres y mujeres, ancianos y niños de cada familia unidos junto a los féretros de las 409 víctimas enterradas este año. Hasta entonces, el sol les había respetado pero la lluvia ha decidido descargar en un momento especialmente emotivo, lleno de dolor y orgullo: el cántico de Srebrenica Inferno, el himno por los fallecidos en la masacre, una melodía interpretada por jóvenes vestidas de negro que han aguantado el chaparrón ante las más de 25.000 personas reunidas en Potocari.

Tras la ceremonia religiosa colectiva, los hombres y jóvenes de cada familia han llevado con sus propias manos en volandas los féretros hasta las tumbas, donde, en cuestión de pocos minutos, han sepultado los féretros para dar paso al último adiós: el rezo de toda la familia unidad en recuerdo de quien ya no volverá. Cierran así un capítulo de su vida, la recuperación de un ser querido masacrado hace ahora 18 años. Aún queda mucho por recorrer para cerrar una herida demasiado profunda.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/12/actualidad/1373644685_397319.html
 

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Israel extradita a Bosnia a un acusado de participar en la matanza de Srebrenica

Se cree que Aleksandar Cvetkovic formó parte de las tropas serbobosnias que en 1995 asesinaron a unos 8.000 musulmanes

Las autoridades de Israel han extraditado este jueves a Bosnia a Aleksandar Cvetkovic, acusado de haber tomado parte en 1995 en la matanza de Srebrenica, en la que las tropas serbobosnias asesinaron a unos 8.000 musulmanes.
Las autoridades israelíes habían informado a finales de junio de que Cvetkovic, que tiene la nacionalidad de ese país, sería extraditado a petición de Bosnia, según informa el portal Balkan Insight.
La Fiscalía bosnia sospecha que Cvetkovic, un antiguo miembro del Ejército serbobosnio, participó en los asesinatos masivos que se produjeron cuando Srebrenica fue tomada, en julio de 1995.
El acusado, casado con una israelí y residente en Israel desde 2006, fue detenido en ese país en enero de 2011 a petición de las autoridades de Sarajevo.
Según medios israelíes, el sospechoso ha negado haber participado en la masacre y asegura que durante la guerra se limitó a ejercer de conductor en el Ejército
abc.es
 

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Holanda, declarada responsable de la muerte de tres musulmanes en Srebrenica

El Supremo señala que las víctimas no debieron ser entregadas a las tropas del general Mladic

Unos 8.000 varones musulmanes perecieron a manos de soldados serbonosnios

Isabel Ferrer La Haya 6 SEP 2013 - 10:50 CET

Holanda es responsable de la muerte de tres musulmanes en Srebrenica, en 1995, cuando las tropas del general serbobosnio Ratko Mladic invadieron la ciudad y mataron a 8.000 varones, también musulmanes. El Tribunal Supremo ha considerado que los cascos azules holandeses, al mando del comandante Thom Karremans, no debieron expulsar de su base a los fallecidos: el electricista Rizo Mustafic, y el hermano y padre del traductor de los holandeses, Mohamed Nuhanovic. Aunque el Tribunal de Apelación de La Haya ya falló en 2011 a favor de ambos, el hecho de que el Supremo lo confirme ahora cierra el caso de forma histórica.

Holanda siempre ha negado su responsabilidad señalando que sus soldados obedecían a Naciones Unidas durante la guerra de los Balcanes. El Supremo, por el contrario, señala que tras la caída de Srebrenica, el mando pasó a manos holandesas. Si bien solo los demandantes tienen derecho a una indemnización, es la primera de su clase y puede sentar un precedente para otros países que participen en misiones de paz. Los demandantes, que han litigado durante una década, se fundieron en un abrazo al conocer el fallo.

Rizo Mustafic era un electricista que reparaba los desperfectos y mantenía las instalaciones de la base militar holandesa en Srebrenica. Mohamed Nuhanovic, era el traductor de los soldados. Ambos tenían familia en la ciudad y contaban con un pase especial que les permitía entrar y salir de las instalaciones. Pero sobre todo les protegía de posibles agresiones de las tropas serbobosnias. El trabajo de ambos era vital para los cascos azules, y de ahí que salieran los últimos del lugar. Cuando la situación de hizo insostenible y las tropas del general Mladic entraron en la ciudad el 11 de julio de 1995, Mustafic y Nuhanovic pidieron un pase similar para sus familias. También pidieron protección y que no les entregaran.

A pesar de que ya había habido asesinatos de musulmanes a manos de uniformados serbios, y de que en el momento álgido de la ocupación hombres y mujeres fueron separados, Mustafic y Nuhanovic fueron abandonados a su suerte. El electricista murió tiroteado. Nuhanovic se salvó, pero perdió a su padre, Mohamed, y a su hermano, Ibro. Su madre, Nasiha, tampoco sobrevivió a la tragedia. La cuantía de la compensación está por decidir.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/06/actualidad/1378457444_870771.html
 
Es curioso, aquí solo se habla de masacre cuando los serbios rodearon Srebrenica, sin embargo cuando liquidaron a los serbios de Srebrenica y de todas las aldeas proximas, con sujetos como Naser Oric, aquí no pasa nada, mas de mil muertos que como eran serbios, que se pudran.
 

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Exhuman en Bosnia los restos de 430 personas enterradas en una fosa común
En 1992, las fuerzas serbias realizaron una matanza de civiles en la ciudad de Prijedor, donde todavía se busca a 1.200 víctimas.
Los restos de 430 víctimas civiles de la guerra de Bosnia Herzegovina han sido exhumados de una fosa común en la localidad de Tomasica, en Bosnia nordoccidental, informó hoy el diario "Dnevni Avaz" de Sarajevo.
Lejla Cengic, portavoz del Instituto para personas desaparecidas de Bosnia-Herzegovina, indicó que se han hallado completos 275 cuerpos de civiles croatas y bosnio-musulmanes asesinados por fuerzas serbias tras ser torturados en la ciudad de Prijedor, cerca de Tomasica.
"En verano de 1992 tuvo lugar una matanza de civiles, entre ellos niños, mujeres y ancianos. Muchos fueron llevados a campos de concentración de los que nunca pudieron volver", explicó Cengic.
Ese año fueron asesinados en la zona de Prijedor 117 niños y todavía se buscan los restos mortales de otros 70 menores.
En total, "en Prijedor se buscan todavía 1.200 víctimas, civiles musulmanes y croatas bosnios asesinados en el verano de 1992", explicó Cengic.
Muchos familiares recorren el lugar, desesperados, para reconocer entre los restos exhumados algún detalle u objeto que llevaban sus más queridos, desaparecidos hace más de 20 años.
La exhumación de la fosa común de Tomasica comenzó hace tres meses y prosigue, ya que se van hallando cada vez nuevos restos mortales.
Se trata de la fosa común con el mayor número de civiles asesinados en Bosnia después de Srebrenica, ya que de la misma provienen hasta ahora en total los restos mortales de 800 víctimas exhumadas, según Cengic.
Los familiares de las víctimas piden que en las localidades donde fueron halladas fosas comunes en torno a Prijedor, que forma parte de la "República Serbia" de Bosnia-Herzegovina, se permita la construcción de centros en su memoria.

Fuente: Efe
 

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Mladic comparece en La Haya en el juicio contra su exjefe Karadzic
El antiguo responsable del Ejército serbio ha rechazado responder a preguntas sobre el genocidio de Srebrenica para no inculparse a sí mismo


Radovan Karadzic (izq) y Ratko Mladic, ambos acusados por el genocidio de Srebrenica. / AFP
Ratko Mladic, exjefe de las Fuerzas Armadas serbobosnias, ha rechazado testificar este martes en el juicio seguido contra su antiguo líder político, Radovan Karadzic. Acusados ambos del genocidio de Srebrenica, el militar caído ha invocado su derecho a callar para no auto inculparse, en una tensa sesión derivada del deseo de Karadzic de demostrar su propia inocencia a costa de “la única persona en el mundo que sabe lo ocurrido en Srebrenica en 1995”. La espantada de Mladic, que no ha sido autorizado a leer unas notas manuscritas contando “su verdad”, ha dejado la situación como estaba. Sus respectivos juicios continúan, y las cuentas por el asesinato de unos 8.000 varones musulmanes siguen pendientes ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Antaño estrechos aliados, el reencuentro de la pareja político-militar más buscada por la justicia de la historia reciente ha sido movido. El choque era previsible. En cierto modo, también la falta de respuestas. Mladic se ha presentado como un hombre mayor, enfermo, convaleciente de dos infartos, con problemas de estabilidad y poca memoria. Incluso ha recurrido a una excusa íntima para que le dejaran marchar. “Lo que pasa es que no llevo mi dentadura postiza. La he dejado abajo”, dijo a la sala, que le miraba atónito. Cuando los guardas de seguridad volvieron de vacío de la salita donde los testigos aguardan su turno, él recordó dónde la tenía. “Está en mi celda, en la cárcel”. La sesión fue suspendida veinte minutos y un motorista se desplazó a Scheveningen (distrito costero de La Haya) donde la ONU dispone de un penal para los acusados por las guerras de los Balcanes. Con los dientes en orden y sin más cartas en la manga, Mladic ha calificado a la corte de “satánica”. “No la reconozco. Yo no me defiendo a mí mismo. Nadie lo hace. Defiendo a mi pueblo”, ha gritado casi, para ser luego obligado a sentarse por el juez presidente O-Gon Kwon, con una advertencia: “Le recuerdo que el desacato comporta hasta siete años de cárcel, señor Mladic”.
Con el camino despejado, Karadzic ha desgranado sus preguntas, todas directas y pensadas para obtener un sí o un no que no dejara dudas. Que sirvieran para exculparle del único caso de genocidio juzgado en Europa desde la II Guerra Mundial. “Me dijo usted, en algún momento, que los prisioneros de Srebrenica serían, iban a ser, o habían sido ejecutados? inquirió. “No pienso responder por motivos de salud, porque así lo aconseja mi abogado y para no perjudicarme”, ha contestado Mladic, en una frase que repetiría luego como una cantinela. “Teníamos algún acuerdo, usted y yo, en virtud del cual los habitantes de Sarajevo debían ser sometidos al terror de las bombas y los francotiradores?, siguió Karadzic, con el mismo resultado. Terminado el careo, el juez O-Gon Kwon ha señalado que no tenía inconveniente en que Karadzic recibiera las notas de Mladic. “Hablo en nombre propio, pero nosotros no lo vemos necesario”, ha añadido.
Al abandonar la sala, Mladic ha seguido dando voces que no han sido ya traducidas. Prófugo de la justicia durante 16 años, comparte con Karadzic, que huyó 13 años, un pliego acusatorio similar. Srebrenica y Sarajevo, donde perecieron unos 12.000 civiles acribillados por las tropas serbias, componen el núcleo duro del genocidio. El militar habría dado las órdenes a los soldados. El político, que se autoproclamó presidente de la República Independiente de Bosnia y Herzegovina en 1992, cuando Bosnia se convirtió en Estado, sería el ideólogo que indujo los ataques.
Para Holanda, Srebrenica sigue siendo un capítulo negro. Sus “cascos azules” debían proteger a la población civil en Srebrenica y se encontraron con el avance de las tropas serbias. Con varios de sus efectivos rehenes de Mladic, miles de personas hacinadas en torno al complejo de Naciones Unidas, y sin apoyo de la OTAN, los soldados holandeses presenciaron la separación de hombres y mujeres musulmanes ordenada por el hoy exgeneral. No opusieron resistencia a pesar de que haber visto, en días anteriores, pruebas con concluyentes de los primeros asesinatos de civiles. Solo en 2002, y después de que el informe oficial del Instituto para la Investigación de la Guerra, señalara el fracaso de políticos y militares en la misión, cayó el Gobierno. No eran responsables de lo ocurrido, pero tenían una responsabilidad moral que aún les abruma.
ELPAIS.ES
 

Sebastian

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Las Madres de Srebrenica demandan a Holanda por la matanza de musulmanes

El colectivo retoma la batalla legal por la muerte de miles de varones en 1995 en Bosnia
Las familias de otras dos víctimas quieren que se juzgue al comandante Thom Karremans

Isabel Ferrer La Haya 7 ABR 2014 - 14:22 CET30


Familiares de las víctimas de la matanza de Srebrenica de 1995. / Anadolu Agency (Getty Images)

Las Madres de Srebrenica han acudido este lunes a Holanda para participar en la apertura de la vista dedicada a analizar su demanda civil, interpuesta contra el Estado, por la muerte de miles de varones musulmanes perpetrada en 1995 en la ciudad bosnia. El colectivo ya perdió en 2013 una demanda similar, contra Naciones Unidas, presentada ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

La corte europea decidió que la ONU, responsable de la misión llevada a cabo por los “cascos azules” holandeses en Srebrenica, gozaba de inmunidad. Esta vez, las madres han modificado su estrategia y han pedido a los jueces igualdad de trato. Se acogen para ello al hecho de que el Supremo holandés sí haya considerado responsable a La Haya del fallecimiento de la familia del intérprete y el electricista -musulmanes bosnios- de sus tropas, destacadas en la ciudad mártir.

El fallo del Supremo es del pasado septiembre y clarificó uno de los episodios más dolorosos de la historia reciente de Holanda. Según los jueces, si bien los “cascos azules” operaron en la guerra de los Balcanes bajo bandera de Naciones Unidas, el Estado holandés controlaba a sus soldados. (Se supone que lo mismo ocurría con tropas similares de otros países, pero este es el único caso llevado a juicio).

Tenía, por tanto, una responsabilidad sobre la seguridad del intérprete y el electricista. Ambos trabajaban en el complejo destinado a la protección de Srebrenica y disponían de un pase para moverse sin problemas. A efectos contables, formaban parte del equipo holandés aunque fueran civiles.

Hasan Nuhanovic, el intérprete, se salvó. Su padre y hermano, para los que pidió un salvoconducto que le fue negado, perecieron a manos de las tropas serbobosnias. La madre fue también asesinada. Rizo Mustafic, el electricista, se quedó sin los mismos papeles y corrió igual suerte.

Sus familias ganaron un proceso histórico en septiembre de 2013, y esperan recibir en breve una indemnización por parte del Gobierno holandés. A pesar de que el fallo del Supremo restringía la responsabilidad estatal a estas dos víctimas, las Madres de Srebrenica reclaman ahora el mismo tipo de trato para sus muertos. Ellas representan a unas 6.000 personas. Los fallecidos, unos 8.000 hombres en edad militar, además de ancianos y niños, fueron tiroteados por los soldados del general serbobosnio Ratko Mladic.

El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU calificó en 2007 la matanza de genocidio, y Nuhanovic y los parientes de Mustafic han dado también este lunes un paso más. Piden que sea juzgado Thom Karremans, el comandante holandés de los “cascos azules”. Le acusan de genocidio y crímenes de guerra, y su abogada, Liesbeth Zegveld, quiere que los tribunales holandeses obliguen a la Fiscalía General del Estado a actuar. No será fácil, porque el pasado marzo los propios fiscales decidieron que Karremans, y dos de sus oficiales, no estuvieron involucrados en las muertes. La letrada considera que la decisión del ministerio público fue política y quiere ampliar la investigación hecha en su día.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/07/actualidad/1396870012_980533.html
 

Sebastian

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Holanda ofrece 80.000 euros a los familiares de tres víctimas de Srebrenica

La abogada del traductor y de los parientes del electricista de los “cascos azules” holandeses, califica de “insulto” la cantidad
Las Madres de Srebrenica han demandado a La Haya pidiendo una compensación por la muerte de 8.000 varones musulmanes en 1995


Isabel Ferrer La Haya 10 ABR 2014 - 18:16 CET4


Mujeres de Srebrenica antes de entrar en el Tribunal de La Haya (Holanda) para asistir a una vista sobre su caso / EFE

El ministerio holandés de Defensa pagará 80.000 euros a las familias del traductor y el electricista, musulmanes bosnios, que trabajaron para sus cascos azules en Srebrenica en 1995. El primero sobrevivió, pero su padre y hermano fueron asesinados por las tropas del entonces general serbobosnio, Ratko Mladic.

El operario corrió igual suerte, dejando esposa y dos hijos. La indemnización se repartirá a razón de 20.000 euros para cada uno de los parientes, y el Gobierno ha subrayado que se trata de una excepción. No sentará, por tanto, un precedente que pueda ser esgrimido por las Madres de Srebrenica. Ellas, 6.000 mujeres que representan a los 8.000 hombres en edad militar, además de ancianos y niños, tiroteados también por los soldados de Mladic, acaban de pedir una indemnización a La Haya.

Liesbeth Zegveld, abogada de Hasan Nuhanovic, el traductor, y de los familiares de Rizo Mustafic, el electricista, considera “insultante” la suma ofrecida. “No han tenido en cuenta a la gente. Ni siquiera cubre los gastos legales.

Es la demostración palpable de cómo ha abordado el Estado holandés este asunto en los últimos doce años: primero niegan los hechos y luego los rechazan. Es un nuevo bofetón para ellos”, ha dicho. Nuhanovic ha asegurado que no piensa aceptar “un trato de este calibre; no nos han consultado para nada”.

Defensa, por su parte, recuerda que ha cumplido la sentencia dictada en 2011 por el Tribunal Supremo, que consideraba responsable de la muerte de los tres musulmanes bosnios al Estado. “Deploramos lo ocurrido y esperamos que esto les ayude a recomponer su vida”, señalan sus portavoces. El monto es similar a lo que habría calculado un tribunal bosnio, porque en Holanda no tendrían derecho a este tipo de compensación.

Aunque la sentencia del Supremo subrayaba “lo excepcional del caso, separado del conjunto del genocidio”, obligaba a Holanda a aplicar las leyes bosnias a la hora de pagar. De ahí que la abogada hable de falta de respeto. “Las dos familias están intentando recuperarse de este nuevo golpe. No se trata del dinero. Han batallado una década y les dan algo tan irrespetuoso como esto”, ha añadido.

Nuhanovic y Mustafic disponían de un pase para poder moverse sin problemas en el recinto ocupado por los “cascos azules” holandeses, que debían proteger Srebrenica. Las tropas de Mladic entraron el 11 de julio de 1995, y según el Supremo, “cuando empezaron las ejecuciones de musulmanes bosnios, los “cascos azules” debieron haber comprendido que ellos morirían”. A pesar de ello, e incluso viendo cómo eran separados los varones de las mujeres, les negaron el salvoconducto familiar.

Los Nuhanovic perecieron a tiros, igual que Mustafic. Hasan, el traductor, pudo salvarse, pero luego acabó perdiendo también a su madre. En el perímetro ocupado por las tropas holandesas había unos 5.000 refugiados. Fuera, más de 20.000 civiles indefensos. En el cementerio de Potocari, en las inmediaciones de Srebrenica, había enterrados en 2013 los restos de 6.066 personas. La exhumación de fosas comunes repartidas por Bosnia continúa, y todos los años hay nuevos sepelios. Si Nuhanovic y los Mustafic no están de acuerdo con la suma concedida en Holanda, tienen vía libre para apelar.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/10/actualidad/1397146584_345949.html
 

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Comienza la defensa del «Carnicero de Srebrenica» en el tribunal de La Haya
Los abogados del exgeneral serbio, Ratko Mladic, quien enfrenta cargos por crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia, tendrán 207 horas para presentar sus testigos.

La defensa del exjefe militar serbo-bosnio, Ratko Mladic , tendrá la palabra el lunes ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, que lo acusa de llevar a cabo una limpieza étnica durante los años de guerra (1992-1995).
Ratko Mladic , de 72 años , se enfrenta a 11 cargos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra presuntamente cometidos durante el conflicto de Bosnia, que para el registro ha dejado 100.000 muertes y 2 2.000.000 desplazados.
La defensa comenzará la presentación de pruebas a favor del exgeneral con la audiencia de un testigo cuya identidad fue protegida. Los abogados tienen 207 horas en total para presentar su caso y pueden llamar a la cantidad de testigos que deseen, siempre y cuando sus audiencias se lleven a cabo en las horas asignadas.
La fiscalía acusa a Mladic de haber emprendido una «limpieza étnica» en territorio bosnio para crear un estado serbio étnicamente puro. Específicamente es acusado de la masacre de cerca de 8.000 hombres y niños musulmanes en julio de 1995, en Srebrenica, la peor matanza en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y que le valió el sobrenombre de «Carnicero».
Ratko Mladic también debe rendir cuentas por el asedio de Sarajevo: 44 largos meses durante los cuales 10.000 civiles perdieron la vida y el secuestro de 200 soldados de la ONU en 1995.
Mladic, quien fue arrestado en Serbia el 26 de mayo de 2011 se ha declarado inocente de los cargos en su contra y de ser encontrado culpable, podría enfrentarse a la pena de cadena perpetua.
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Holanda, declarada responsable de la deportación de 3oo víctimas de Srebrenica

Un tribunal holandés abre la vía a indemnizaciones por la matanza de 1995

Isabel Ferrer La Haya 16 JUL 2014 - 10:46 CEST42


Mujeres de Srebrenica antes de entrar en el Tribunal de La Haya (Holanda) para asistir a una vista sobre su caso / EFE

La justicia holandesa ha considerado responsable, por primera vez, al Estado de la deportación, que terminó con el asesinato, de 300 varones musulmanes bosnios el 13 de julio de 1995 durante la caída de Srebrenica. Los cascos azules holandeses destacados en esa ciudad de mayoría bosnia colaboraron en la expulsión del grupo de musulmanes por parte de las tropas serbobosnias del general Ratko Mladic, que los ejecutaron.

La sentencia afirma que los destacados en las fuerzas de paz de la ONU “debieron haber previsto el peligro que corrían los civiles de perecer en un genocidio y no haber colaborado en su deportación”. “Puede decirse con suficiente seguridad que, de haberse quedado con los soldados holandeses, estarían vivos”, dice. Los cascos azules holandeses no les protegieron adecuadamente.

El fallo, sin embargo, añade que Holanda “no es responsable del asesinato de todos los musulmanes bosnios" en Srebrenica (este de Bosnia). Unos 8.000, la mayoría hombres y niños (entre 13 y 80 años), fueron fusilados por los serbobosnios, en un genocidio que se está juzgando ahora en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia La Haya. La decisión judicial del tribunal holandés no ha contentado a la organización Madres de Srebrenica, que interpusieron la demanda el pasado abril, y que piensan apelar en nombre del resto de los caídos.

Los jueces hilan muy fino en su decisión, porque los asesinatos fueron perpetrados –y hay filmaciones de ello– por los soldados de Mladic a lo largo de varios días del mes de julio de 1995. Lo que hace el tribunal es reconocer que “con lo que ya se sabía sobre la muerte de algunos varones, y dada la especial posición de las instalaciones del destacamento holandés, participar en la deportación fue un acto ilegal”. L

os cascos azules holandeses podían haber sospechado del peligro que corrían los bosniomusulmanes, ya que en los días anteriores a la expulsión del grupo de los 300, hallaron cadáveres de otros hombres, así como documentos de identidad sin dueño. Sin embargo, dejaron que se les deportara. De ahí, dicen los jueces, que el Estado sea responsable, en parte, de su muerte. Sus familias pueden ahora reclamar una indemnización.

Las Madres de Srebrenica demandaron al Estado Holandés porque consideró más importante defender a sus soldados que a la población civil refugiada. Aunque los Abogados del Estado que han representado a su país frente a las Madres siempre han señalado que los cascos azules “no tuvieron más remedio que colaborar en la evacuación impuesta por el general [Mladic]”. El hoy exgeneral retuvo a varios destacados holandeses y amenazó a sus mandos con matarlos.

“Debían protegernos porque somos civiles y lo perdimos todo. Seguiremos hasta el Tribunal de Estrasburgo. Y si allí tampoco nos dan la razón, nuestros hijos sabrán que se trató de una guerra contra los musulmanes bosnios”, declaró Munira Subasic, una de las madres de Srebrenica que siguió en persona la lectura del fallo. Ella y sus compañeras sostienen que Holanda no debe seguir eludiendo su responsabilidad en “la muerte de los hombres que estaban fuera de la base”. Marco Gerritsen, su abogado, calificó el fallo de “enorme avance en la dirección correcta”; aunque hubiera preferido que los jueces añadieran más nombres a la lista. En concreto, los de otros 2.000 varones concentrados alrededor de la instalación militar holandesa.

Con esta demanda, las Madres querían recibir la misma indemnización sancionada el pasado septiembre por el Tribunal Supremo holandés para la familia del electricista y el traductor de los cascos azules holandeses destacados en Srebrenica. En su caso, los jueces sí consideraron responsable al Estado del fallecimiento del operario, y también del padre y el hermano del intérprete. A pesar de que trabajaban para las tropas y sus mandos, ninguno recibió un salvoconducto para no ser arrestados por los soldados serbobosnios. El traductor se salvó. El resto pereció cuando fueron separados los hombres musulmanes bosnios de las mujeres y los niños.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/07/16/actualidad/1405500397_760013.html
 

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Arrestan a sospechosos de la peor masacre en la Europa de posguerra
A veinte años de la carnicería de Srebrenica.En 1995, mil musulmanes fueron asesinados en un galpón en Bosnia, en la más brutal matanza civil desde la II Guerra. Hay ocho detenidos.

Una mujer bosnia llora sobre el ataúd de un familiar durante un funeral en el memorial de Potocari, cerca de Srebrenica./AP


Fiscales en Serbia realizaron este miércoles los primeros arrestos de sospechosos de llevar a cabo la masacre de Srebrenica contra musulmanes bosnios en 1995, en la peor matanza civil en Europa desde la II Guerra Mundial.

La policía Serbia arrestó a ocho hombres acusados de participar en la matanza de más de 1.000 musulmanes en un almacén en las afueras de Srebrenica, en Bosnia, dijo un equipo de fiscales serbios y bosnios a la agencia AP.
En total, más de 8.000 musulmanes bosnios murieron a manos de serbios en la localidad en 1995 _ la única atrocidad cometida en Europa calificada de genocidio por Naciones Unidas desde la Segunda Guerra Mundial.

Fiscales serbios explicaron que en un principio arrestaron a siete personas en registros antes del amanecer del miércoles en distintas zonas del país. Tras una operación de búsqueda y captura, más tarde el miércoles localizaron al octavo sospechoso.
El fiscal jefe de Serbia para Crímenes de Guerra, Vladimir Vukcevic, explicó que todos los detenidos "son antiguos miembros de una brigada especial de la policía serbobosnia''.

Serbia ya juzgó en el pasado a hombres que tomaron un grupo de prisioneros en Srebrenica para asesinarlos. En 2011 arrestó a Ratko Mladic -el señor de la guerra considerado autor intelectual de la matanza-, a quien envió a la Corte Penal Internacional en La Haya, Holanda. Pero las detenciones del miércoles son el primer intento de Serbia por llevar ante la justicia a los hombres que se mancharon las manos de sangre en la máquina de matar conocida como la masacre de Srebrenica, de la que se cumplen 20 años este julio.
"Es importante destacar que esta es la primera vez que nuestra fiscalía enfrenta los asesinatos masivos de civiles y prisioneros de guerra en Srebrenica'', dijo Bruno Vekaric, principal fiscal serbio del caso.

Serbia se está acercando a un momento clave en la revisión de su pasado, agregó.
"Nunca hemos tratado con un crimen de estas proporciones'', dijo Vekaric, número dos de la fiscalía Serbia de Crímenes de Guerra. "Es muy importante para Serbia tomar una posición clara con respecto a Srebrenica a través de un proceso judicial''.
Munira Subasic, presidenta del grupo Madres de Srebrenica, calificó las detenciones de "buenas noticias''.
"Esto es un mensaje para todos los criminales que huyeron y que piensan que están a salvo de la justicia, nunca podrán descansar'', opinó.

Rayos cruzan el cielo sobre las tumbas de las víctimas de Srebrenica, en Bosnia. /Reuters
Más de 100.000 personas fallecieron y millones se quedaron sin hogar en la guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995, cuando serbobosnios, respaldados por la vecina Serbia, se rebelaron contra la decisión de Bosnia de declarar su independencia de Yugoslavia, liderada por Serbia.
La colaboración entre fiscales de ambos países antes enfrentados por la guerra _ respaldados por el tribunal de crímenes de guerra de Naciones Unidas _ es el caso judicial más importante del equipo que busca curar las heridas abiertas por el conflicto.

Los arrestos siguen a una redada el pasado diciembre, dirigida por el mismo equipo, contra 15 sospechosos de otra atrocidad durante la guerra: una masacre tras secuestrar un tren bosnio.
En julio de 1995, fuerzas serbobosnias abrieron la ofensiva por Srebrenica con un intenso bombardeo, ignorando la presencia de cascos azules holandeses en la localidad. Los serbios _ liderados por Mladic _ marcharon sobre la ciudad sin encontrar resistencia. Las mujeres buscaron refugio en la base holandesa, mientras que hombres y niños huyeron a los bosques cercanos _ donde fueron perseguidos por las fuerzas de Mladic.

Quienes cayeron en manos de los hombres de Milidragovic fueron reunidos y hacinados en el almacén sin comida ni agua. En el edificio no había espacio suficiente para que todos pudiesen sentarse mientras esperaban asustados. Los asesinatos comenzaron por la tarde. Los atacantes lanzaron bombas a través de las ventanas y dispararon una ronda tras otra con armas automáticas.
Por la mañana, según testigos, Milidragovic ordenó a los sobrevivientes _ unos 100 _ que saliesen del almacén prometiéndoles que serían perdonados. Pero no fue así.

Muriz Sinanovic fue uno de los fallecidos en ese almacén. Su esposa, Suhra, nunca olvidará sus últimas palabras antes de marcharse al monte junto a miles de hombres que huían de Srebrenica.
"Cuida bien de mis hijos'', le dijo Muriz mientras abrazaba y besaba a Munir, de 7 años, y Emina, de 4.

En los pantalones de Muriz, descubiertos con sus restos, investigadores hallaron su permiso de conducir y una caja para tabaco que un familiar le había hecho con latas de ayuda de la ONU.
Los restos de Muriz _ aproximadamente la mitad de su cuerpo _ fueron encontrados años más tarde en una fosa común.
(Fuente: agencias)
 

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Cadena perpetua para el ex general Tolimir por la masacre de Srebrenica
  • La Haya ratificó la culpabilidad del serbobosnio en el genocidio de 1995
  • El juez considera que también provocó el desplazamiento de miles de personas de Zepa

El exgeneral Zdravko Tolimir en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia en La Haya, Holanda. EFE
Casi 20 años después de la masacre de Srebrenica, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) en La Haya condenó a cadena perpetua al ex general serbobosnio Zdravko Tolimir.
La Cámara de Apelaciones ratificó la culpabilidad de Tolimir por la masacre de 1995 en Srebrenica, en la zona de protección de la ONU, y confirmó de esta forma la condena en primera instancia de diciembre de 2012. Con esta sentencia, finalizó el décimo juicio por la masacre de Srebrenica del TPIY.
Tolimir tuvo un papel clave en el genocidio y, según el juez, también fue responsable del desplazamiento de miles de personas de la zona de protección de Zepa de la ONU, en el este de Bosnia. El condenado, de 66 años, se persignó este miércoles varias veces durante la lectura de la sentencia. De su cuello colgaba una gran cruz de madera. Cuando el juez Theodor Meron leyó la sentencia de pena perpetua, sonrió levemente.
Al parecer, Tolimir tuvo un papel activo en el planeamiento del asesinato de unos 8.000 hombres y jóvenes, en su mayoría musulmanes, en Srebrenica, en el este de Bosnia. Como director del servicio secreto y de seguridad del Ejército serbobosnio, es "responsable penalmente del genocidio", ha dicho el juez Meron.
Tolimir era uno de los representantes del general Ratko Mladic, que aún debe responder ante el tribunal. Bajo su liderazgo, unidades serbobosnias tomaron el enclave en julio de 1995. Los cascos azules holandeses se entregaron sin oponer resistencia. Mujeres y niños fueron forzados a irse del lugar en autobuses. Los jóvenes y los hombres fueron asesinados en una semana.
La masacre de Srebrenica es considerada la peor registrada en Europa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El TPIY acusó en total a 20 personas en relación con las masacres de Zepa y Srebrenica. En 16 casos, los procesos fueron cerrados. Aún deben fijarse las sentencias de los dos principales acusados. Sobre la del ex líder serbio Radovan Karadzic se decidirá en octubre, mientras que la del ex general Mladic se espera para marzo de 2017.
elmundo.es
 

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Rusia veta resolución de ONU de llamar masacre en Srebrenica

De Por EDITH M. LEDERER | Associated Press – Hace 4 horas

NACIONES UNIDAS (AP) — Rusia vetó la resolución de la ONU que habría condenado la masacre de hombres musulmanes de 1995 en Srebrenica durante la guerra bosnia como un "crimen de genocidio", bajo el argumento de que señalar a los serbobosnios por un crimen de guerra crearía mayor división en los países balcánicos.

Dos cortes internacionales han catalogado de genocidio la muerte de aproximadamente 8.000 hombres musulmanes que buscaron refugio en lo que se suponía que era un sitio protegido por la ONU. Pero el embajador de Rusia en la ONU, Vitaly Churkin, objetó que la resolución se enfocara sólo en Srebrenica, al señalar que los serbobosnios y croatas también sufrieron durante la guerra.

La resolución, elaborada por Gran Bretaña, declaraba que aceptar los "eventos trágicos en Srebrenica de genocidio es un prerrequisito para la reconciliación".

Churkin y el embajador de China de la ONU, Liu Jieyi, solicitaron al consejo no someter la resolución a votación, al citar divisiones entre sus 15 miembros. Pero el vicembajador británico Peter Wilson insistió en seguir adelante con la votación. El voto fue 10 a favor, el veto de Rusia y cuatro abstenciones, incluida China.

Líderes serbobosnios y serbios, que tiene fuertes lazos religiosos y culturales con Rusia, presionaron al presidente Vladimir Putin de votar "no".

El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, dijo en una reunión de emergencia del gobierno la noche del martes que la resolución británica provocó nuevas divisiones.

Tras la votación, Wilson dijo que Gran Bretaña está "disgustada" por el veto de Rusia.

"Las acciones de Rusia manchan el recuerdo de todos aquellos que murieron en el genocidio de Srebrenica", dijo. "Rusia tendrá que justificar su comportamiento a las familias de las más de 8.000 personas asesinadas en la mayor atrocidad de Europa desde la Segunda Guerra Mundial".
https://es.finance.yahoo.com/noticias/rusia-veta-resoluci-n-onu-llamar-masacre-en-132634585.html
 

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La matanza de Srebrenica persigue a los holandeses veinte años después


Una grabación muestra a Thom Karremans, el comandante de los cascos azules, brindando con Ratko Mladic, jefe militar de los serbobosnios que ejecutaron la masacre

ap
Ratko Mladic, responsable de la matanza de Srebrenica
El fantasma de Srebrenica todavía acosa a los holandeses. Los cascos azules de esa nacionalidad, encargados de proteger el enclave durante la guerra de Bosnia, no pudieron evitar la masacre de 8.000 musulmanes en julio de 1995.
Srebrenica fue la peor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y está calificada de genocidio por la justicia internacional. Los cascos azules, pobremente armados y poco numerosos, no pudieron evitar la caída del lugar, declarado «zona protegida» por las Naciones Unidas.
Holanda tiene una larga tradición de participación en misiones de mantenimiento de la paz y de apoyo a la justicia internacional. Para algunos investigadores, el origen de esta solidaridad se encuentra en el sentimiento de culpabilidad, heredado de episodios de colaboración con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Joris Voohoeve, ministro de Defensa de Holanda cuando se produjo la matanza de Srebrenica, considera que las polémicas en su país se deben «a la tendencia calvinista de los holandeses a autoflagelarse». Pero también «al poder del vídeo». El político se refiere a la grabación que muestra a Thom Karremans, el comandante de los cascos azules, brindando con Ratko Mladic, jefe militar de los serbobosnios que ejecutaron la limpieza étnica. «Esas imágenes impactaron, pero no muestran las horas de negociaciones, los desacuerdos», valora el político.
Los supervivientes y las familias de las víctimas consideran que Holanda no hizo todo lo posible para evitar la masacre, y todavía exigen disculpas a La Haya. «Hay que pedir perdón a los niños que crecieron sin su padre, sin sus tíos o sin sus hermanos», indicó a AFP Mohammed Dukovic, que tenía 17 años en julio de 1995 y evitó morir en Srebenica gracias a que huyó por las montañas.
«Hicimos lo que pudimos pero fuimos abandonados, y a muchos les cuesta comprenderlo», asegura a AFP un antiguo miembro de los cascos azules, Ludy de Vos, según el cual muchos de sus antiguos amigos sufren síndrome post-traumático.
En septiembre de 2013, después de una batalla jurídica de más de 10 años, Holanda se convirtió en el primer país responsable de los actos de sus soldados bajo el mandato de las Naciones Unidas.
http://www.abc.es/internacional/20150710/abci-holanda-cascos-azules-bosnia-201507100921.html
 

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El primer ministro serbio es agredido por manifestantes en Srebrenica

El ataque se produjo durante los actos de conmemoración del 20 aniversario de la matanza

EFE Belgrado 11 JUL 2015 - 18:55 CEST


El primer ministro serbio, protegido por sus guardaespaldas. / AFP / REUTERS-LIVE!

El ministro del Interior de Serbia, Ivica Dacic, ha calificado de "intento de asesinato" la agresión sufrida por el primer ministro del país, Aleksandar Vucic, durante la conmemoración del 20º aniversario de la matanza de Srebrenica, donde ha sido objeto del lanzamiento de piedras y otros objetos por parte de manifestantes enfurecidos, que le han obligado a escapar del lugar protegido por sus guardaespaldas.

"Se trata de un ataque escandaloso y me parece que se podría ver como un intento de asesinato", ha declarado el ministro en comentarios a la cadena de TV Serbian Pink. "Bosnia ha fracasado", señaló, "a la hora de crear incluso las mínimas condiciones para garantizar la seguridad del primer ministro".

El incidente comenzó cuando la comitiva de Vucic, que viajaba acompañado por un equipo de guardaespaldas, se encontró con un grupo de varias decenas de personas que interrumpían la ruta.

Los manifestantes en un primer momento increparon al primer ministro serbio, pero la situación escaló hasta que empezó el lanzamiento de objetos, entre ellos piedras y botellas de agua. Vucic se vio obligado a entrar de nuevo en su vehículo oficial protegido por paraguas abiertos.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/07/11/actualidad/1436621564_341433.html
 

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La muchedumbre persigue y lanza piedras al primer ministro serbio en Srebrenica


El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, se vio obligado a abandonar la ceremonia del 20.º aniversario de la matanza de Srebrenica, en Bosnia-Herzegovina, cuando los participantes en la conmemoración empezaron a lanzar piedras contra el lugar donde se encontraba.
El primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, acababa de depositar una flor ante el monumento memorial con los nombres de las más de 6.200 víctimas identificadas en Srebrenica, Bosnia-Herzegovina, cuando fue alcanzado en la cabeza por una piedra que le rompió las gafas, informa Gazeta.ru.
"Ha sido un ataque escandaloso que puede ser considerado como un intento de asesinato. Bosnia todavía no es capaz de garantizar las condiciones mínimas de seguridad para la visita del primer ministro serbio", ha comentado el suceso el ministro del Interior de Serbia, Nebojsa Stefanovic.
El ministro de Exteriores serbio, Ivica Dacic, también ha calificado el incidente de "ataque" a su país.
"El primer ministro se ha comportado como hombre de Estado decidiendo ir a inclinarse ante las víctimas [...]. Es un ataque no solo a Vucic sino a toda Serbia y a su política de paz y de cooperación regional", declaró.
Decenas de miles de personas se reunieron este sábado 11 de julio en un cementerio cercano a Srebrenica, en Bosnia, para conmemorar el 20.º aniversario de la peor masacre de Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En julio de 1995 en el enclave de Srebrenica murieron más de 8.000 varones musulmanes a manos de las tropas serbobosnias
 

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Estos ex Yugoeslavos o son mogólicos o pretenden burlarse de los Bosnios, el odio es eterno en esa region del mundo o no lo saben, ahí las cosas se arreglan con la muerte del enemigo, que no se la venga de estadista, por que es mentira.
 

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Muere en prisión Zdravko Tolimir, condenado por el genocidio de Srebrenica

El ex general Zdravko Tolimir, en el Tribunal Penal Internacional de la Haya, en 2012. REUTERS
El ex general serbobosnio Zdravko Tolimir, uno de los responsables de la matanza de unos 8.000 bosnios musulmanes en Srebrenica en 1995, murió anoche en la prisión del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de La Haya, confirmó hoy esta institución al canal balcánico N1.
Tolimir, de 67 años, fue la mano derecha del jefe militar de los serbios de Bosnia, Ratko Mladic, durante la guerra de Bosnia (1992-1995), como asistente para la seguridad y asuntos de inteligencia en el Estado Mayor del Ejército de la República serbobosnia.
El TPIY confirmó en abril del año pasado la cadena perpetua impuesta a Tolimir en 2012 por los cargos de genocidio, exterminio, asesinato, persecución y actos inhumanos.
"Se trató de una empresa criminal con el objetivo de asesinar a los hombres totalmente capaces de Srebrenica, así como la consecución de una empresa criminal para eliminar a la fuerza a la población musulmana" de Srebrenica y de Zepa, ratificó entonces la Cámara de Apelaciones del Tribunal.
Tras su llegada a La Haya en mayo de 2007, Tolimir se declaró no culpable y su juicio no pudo comenzar hasta febrero de 2010 debido a su estado de salud, ya que se negaba a tomar las medicinas que le suministraban los médicos del Tribunal.

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Estos ex Yugoeslavos o son mogólicos o pretenden burlarse de los Bosnios, el odio es eterno en esa region del mundo o no lo saben, ahí las cosas se arreglan con la muerte del enemigo, que no se la venga de estadista, por que es mentira.

Estimado, encuentro altamente cuestionable que utilice el nombre popular de esta patología como forma de descalificación o cuasi insulto.
Espero que reconsidere su uso.
No tome a mal mi comentario, es con buena intención.



Cordialmente
 
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