Segunda parte de las Guerrillas en el Alto Peru

Según el historiador británico Jhon Lynch en su Libro “Las revoluciones hispanoamericanas (1.808 – 1.826)” se refiere al ALTO PERU como: “Esta esquina montañosa del mundo hispánico estaba hecha por la naturaleza para la guerra irregular”, podemos deducir que en el área de operaciones de la Republiqueta de AYOPAYA, se acentuó mucho mas esta apreciación, ya que se desarrolló en la región montañosa situada entre 1.000 y 5.000 msn/m, entre los departamentos de LA PAZ y COCHABAMBA, donde se encuentran los pueblos de MOHOZA, MACHACA, INQUISIVI, CAJUATA, CHARAPAYA, TAPACARI y principalmente PALCA, hoy llamada VILLA DE LA INDEPENDENCIA, la zona estaba dividida en dos espacios separados por el Rio Grande de AYOPAYA, en la orilla izquierda se encontraban los pueblos de la Provincia de SICASICA, dominados por la aldea MOHOSA, desde esta localidad existía un camino que llegaba hasta LOS YUNGAS, por QUIME, INQUISIVI e IRUPANA. Desde ahí también se podía llegar hasta LA PAZ. En la orilla derecha se encontraba el territorio ocupado por los realistas que se extendía hasta QUILLACOLLO y TAPACARI.
El área de operaciones presentaba elevaciones en la parte de los Valles, alturas que eran aprovechadas para abrir fuego y proporcionaban observación y campos de tiro sobre las diferentes poblaciones y direcciones de aproximación.
La vegetación, característica de la zona, proporcionaba un adecuado enmascaramiento a la guerrilla, la cual era aprovechada para realizar emboscadas y escaramuzas.
Los obstáculos existentes en la zona (elevaciones y poblaciones) representaban una desventaja para los realistas impidiendo su progresión sostenida en la ejecución de sus operaciones.
Las avenidas de aproximación que contaban con corredores de movilidad que encajonaban la progresión de los realistas hasta nivel de una compañía representaban una ventaja más para la guerrilla.
En forma general el terreno era ventajoso para el desarrollo de las operaciones de la Republiqueta de AYOPAYA y para la realización de combates con fuerzas reducidas.
A los factores favorables del terreno para la guerrilla, se sumaba las condiciones climáticas reinantes en la zona, caracterizadas en las partes altas por un clima frígido y seco, con nieves perpetuas, vientos fuertes, abundante neblina y constantes cambios meteorológicos y temperaturas que descienden hasta los - 20° C, durante todo el año, otras características presentaban las regiones sub andinas o valles, con una altura promedio de 2.500 m/s/n/m., que tienen un clima que varía de templado a cálido, con temperaturas medias anuales entre 10°C a 25°C entre invierno y verano, precipitaciones que van de 400 a los 600 mm. en la época de lluvias (Diciembre a Marzo). Los YUNGAS límite Norte de la Republiqueta, se caracteriza por su clima cálido y húmedo, registrando temperaturas medias de 20°C y precipitaciones de 1.350 mm. anuales y sus elevaciones aledañas, cubiertas de nubes todo el año y por una atmosfera calurosa y húmeda en las zonas bajas.
La combinación de los aspectos del clima afectaba la visibilidad, especialmente a las fuerzas realistas, principalmente en el sector montañoso, así como durante la época de lluvias, limitando el empleo de sus fuerzas para el desarrollo de sus operaciones. Asimismo la guerrilla tenia mayores ventajas en el sector de los valles, permitiéndole desarrollar sus operaciones con éxito.
La movilidad para las fuerzas realistas se veía totalmente restringida, principalmente durante la época de lluvias, convirtiendo los pocos caminos existentes en la zona (en su mayoría roderas), intransitables y por consecuencia el área de operaciones era inaccesible. La guerrilla por el contrario tenía mayores ventajas de movilidad por el dominio que tenían de la zona, empleando sendas y roderas como rutas alternas, las mismas que se comunicaban entre sí a no más de un día de distancia.
La supervivencia se veía afectada, en especial a las fuerzas realistas, por el clima adverso reinante en la zona montañosa así como durante el invierno y las épocas lluviosas, lo que insidia principalmente en la moral de los mismos a consecuencia de las enfermedades adquiridas en estos periodos, reduciendo su eficiencia combativa.
Entre 1.814 – 1.825, la Republiqueta de AYOPAYA, realiza innumerables acciones de armas de pequeña escala contra las tropas realistas, aplicando los diferentes campos de la conducción militar, cuando el comandante Eusebio Lira una vez recibida la orden de Juan José Castelli organiza la resistencia en la zona de los valles, este la articula de la siguiente manera:
Comando de la guerrilla de AYOPAYA que estaba al mando de Eusebio Lira y como segundo hombre su capitán Pascual García.
Entre los órganos de combate o ejecución de la guerrilla se encuentran dos grupos:
Primer Grupo con una dependencia directa del comando de Lira, conformada por los siguientes elementos:
· La caballería indígena de Miguel Mamani, esta caballería se dividía en dos cuerpos, caballería propiamente dicha formada por profesionales de guerra, guerrilleros permanentes y la caballería Cívica, formada por milicias de vecinos agrupada por lanceros.
· La fracción de indios de MOHOSA al mando del capitán Mateo Quispe.
· La fracción de indios de SICASICA al mando del Capitán Andrés Simón
· La fracción de indios de YACO e ICHOCA al mando del Capitán Fermín Mamani.
El Segundo Grupo con una dependencia a través del Comandante Pascual García, donde se destacan los siguientes elementos:
· Los guerrilleros de Pedro Montalvo
· La fracción de indios de José Domingo Gandarillas
· La fracción de indios de José Manuel Chinchilla y José Benito Bustamante.
· Los guerrilleros de Francisco Carpio.
· Los guerrilleros de José Manuel Arana.
· Los guerrilleros de Pedro Álvarez
Esta organización inicial de la guerrilla de AYOPAYA estaba en base a un efectivo de 250 guerrilleros a pie, 60 jinetes de caballería denominados dragones y unos 1.200 indios que constituían la masa de apoyo indígena[2].
Si bien la Republiqueta de AYOPAYA en sus inicios estaba formada por pequeños grupos de rebeldes a caballo, con uno que otro fusil, a medida que se van desarrollando las acciones y con los éxitos iníciales, la guerrilla fue ganando apoyo de las masas indígenas que se van sumando al movimiento guerrillero de forma escalonada, es en este marco que los comandantes ven la imperiosa necesitad de planificar, preparar e impartir la instrucción a los nuevos efectivos.
La estación de lluvias que imponía un periodo de inactividad era aprovechada por los comandantes para impartir la instrucción militar a sus tropas, esta instrucción estaba dirigida a enseñar el manejo y mantenimiento de las armas de fuego.
Los guerrilleros estaban sometidos a aprender a cargar su arma y repetirlo varias veces hasta lograr la destreza en el combate mismo. Esto se llego a automatizar a través del tambor y también a diferenciar las diferentes formas de avanzar en el terreno abierto y cerrado, recibir una carga de caballería y romper filas[3].
Por otra parte se daba mucha importancia a la formación política de los soldados, buscando el adoctrinamiento de los mismos, ya que era la base moral de los guerrilleros.
Otro punto principal en que insidia la instrucción de los guerrilleros era en la táctica de la guerrilla, que se caracterizaba por ataques sorpresas con un número reducido de efectivos, aprovechando las características del terreno, la misma estaba orientada por las técnicas y tácticas de los soldados provenientes de las Provincias Unidades del RIO DE LA PLATA que engrosaron el efectivo de la Republiqueta de AYOPAYA.
Las operaciones llevadas a cabo por la guerrilla de AYOPAYA, se caracterizaban por una dirección centralizada y una ejecución descentralizada, basándose en los principios de la voluntad de vencer, acción en conjunto, sorpresa, libertad de acción y economía de fuerzas, asimismo sostenían los siguientes fundamentos: Flexibilidad, Iniciativa, Movilidad, Audacia, Seguridad, Secreto y Rapidez, principios y fundamentos que son los mismos establecidos en nuestra Doctrina de Patriotas.
La táctica de combate de la guerrilla se servía de la formación de “guerrilla”[4] es decir de pequeños grupos de hombres a caballo que se adelantaban como exploradores y trataban de desorganizar las filas del enemigo antes de la batalla, asimismo un factor importante fue ocupar las alturas y ubicar a los indios para que apoyen el combate con hondas. El comandante empleaba sus pocos fusiles divididos en tres grupos los mismos que eran apoyados por la masa india que podía combatir a distancia (hondas), y los que combatían cuerpo a cuerpo (lanceros). Por otro lado la rapidez de la caballería impedía al adversario utilizar sus armas de fuego. Siempre se mantenía una fuerza de reserva igual en efectivos a las fuerzas comprometidas en la batalla, lo que les permitían enfrentar la posibilidad de un encuentro prolongado[5].
En lo que se refiere a Inteligencia, la Republiqueta de AYOPAYA, disponía de un eficaz sistema de informantes en las distintas comunidades de su zona de operaciones, activaron una red de simpatizantes que abarcaba desde el empleo de comerciantes y artesanos hasta sacerdotes y soldados realistas reclutados, los mismos que informaban sobre las actividades y movimientos de las fuerzas realistas con un alto grado de veracidad y oportunidad. La guerrilla antes de los combates enviaba a sus exploradores para conocer las actividades del enemigo, asimismo se valía de las actividades de bandidaje que realizaban algunos capitanes como Bustamante, Gandarillas y Chinchilla para capturar importantes documentos de los realistas.
Contaba con agentes permanentes en las ciudades cercanas y en las aldeas situadas en los nudos de comunicaciones por los cuales pasaban las tropas, sobre todo en el altiplano y los valles, estos agentes pagados a menudo eran mujeres, quizá porque suscitaban menos desconfianza y porque sus contactos con los comerciantes y los domésticos de origen indio las ponían al corriente de las noticias locales.
Con la finalidad de neutralizar las actividades de inteligencia de las fuerzas realistas, la guerrilla trataba de identificar a los dobles agentes a quienes eliminaba.
En cuanto al campo de la conducción de personal, los efectivos de las guerrillas variaron mucho, en un inicio sus efectivos eran de 17 hombres y a fines de 1.814 llegaron a más de 494.
La guerrilla realizaba el reclutamiento de los habitantes de las aldeas de los valles, nutriéndose de dos fuentes, una de origen local, que demostraba el grado de compromiso con la Independencia y la otra de los hombres oriundos de los valles que combatieron en SALTA y TUCUMÁN.
El origen especialmente de los Oficiales de la guerrilla es muy variado.[6]
Entre 1.822 y 1.825 Lanza realizo la conversión de su Republiqueta a la División “AGUERRIDOS” con 459 hombres.[7]
El éxito que alcanzo la guerrilla con sus tácticas poco ortodoxas, tuvo un costo muy alto, las pérdidas de la guerrilla eran más altas que de los Ejércitos Realistas, en una proporción de uno a dos, esto significaba que los hombres que se alistaban en la guerrilla no tenían otra opción de ofrendar sus vidas por la Patria.[8]
La clasificación de la Guerrilla estaba conformada por dos grupos bien definidos: los Guerrilleros y los Auxiliares Indios, que no eran tratados de la misma manera.
A la llegada de Lanza a la Republiqueta de AYOPAYA en 1.821, la conformó de la siguiente manera:
Plana Mayor: Sgto. Mayor, Ayudante Mayor, Abanderado.
Oficiales: Capitanes, Tenientes 1ro., Tenientes 2do y Sbttes.
Tropa: Sgtos. 1ro, Sgtos. 2do, Cabos 1ro. Cabos 2do. Cadetes y Soldados.
Los soldados que se destacaban o ganaban la confianza de los caudillos como recompensa recibían el ascenso, lo que era ratificado por una orden de Buenos Aires.
También los líderes o caudillos recibían el ascenso de los Jefes del Ejército de Buenos Aires, lo que revela su dependencia.
La disciplina fue mantenida a través de sus mandos, en muchos casos el fusilamiento, como el de Chinchilla, era tomado como ejemplo para hacia aquellos que trataban de sublevarse y desertar.
Las deserciones en los guerrilleros e indios se consideraban actos de traición, cuyo castigo se pagaba con la muerte, previo sumario.
El incremento de la moral se efectuaba de varias formas, los ascensos por actos heroicos demostrados en las diferentes acciones eran premiadas con ascensos. Los permisos otorgados al personal constituían otro mecanismo y eran efectuados principalmente en época de cosecha e invierno.
En cuanto a la administración de su Puesto Comando, la guerrilla no tenía uno fijo, se asentaron cerca al lecho del rio grande de AYOPAYA y cerca del pueblo de SICASICA, muchas veces MOROCHATA se convertía en su Cuartel General. En época de invierno y/o lluvias, los Puestos Comandos se trasladaban a los Valles, especialmente a la región de PALCA (Hoy conocida como INDEPENDENCIA).
En el campo de la Logística, la mayor parte de los abastecimientos eran producto de contribuciones voluntarias en algunos casos y en otras no. Los guerrilleros ejercían una presión constante sobre los más acaudalados, los curas, las contribuciones de las comunidades indias y de las haciendas, así también tenían ingresos por concepto de la venta de coca. Las comunidades indias proporcionaban asilo y alimentación y pagaban con productos por turno sólo de su excedente, proporcionando víveres, leña, cabalgaduras y forraje. Otra fuente de ingresos de la guerrilla era el pillaje que estaba permitido, mediante el cual se apoderaban de los abastecimientos de diferentes clases que lograban interceptar a las tropas realistas.
En cuanto a Clase V, este consistía en fusiles y tercerolas, trabucos o carabinas, el origen de estas armas tenían cuatro fuentes, la primera provenían de los actos de bandidaje que hacían a las tropas realistas, la segunda de las derrotas de los Ejércitos de BUENOS AIRES, que dejaron tras suyo centenares de armas que fueron recuperadas por los indios, es por ello que entre estas se encontraban armas de procedencia de EE.UU. que habían sido compradas por BUENOS AIRES en 1.811, la tercera fuente fue el mercado negro, mediante la obtención de armas a través de terceros, corrompiendo a los soldados realistas y finalmente el remanente de las armas que provenían de los indios que las poseían desde la rebelión de Túpac Amaru en 1.781.
La munición era fundida en algunas estancias especialmente en la época de invierno y la pólvora era fabricada por los mismos guerrilleros, gracias a una fórmula obtenida que procedía de BUENOS AIRES, del sabio Tadeus Haenke, los insumos para la fabricación de la pólvora eran obtenidos de forma subrepticia por los indios de confianza, el salitre lo obtenían de MOJSU UMA, en las pampas de ORURO, el azufre de CARANGAS y TARAPACA y el hierro de ORURO.
Poseían también cañones fabricados por ellos, que lograban tener un alcance de hasta 45 metros, generando más que todo un efecto psicológico.
Las evacuaciones muchas veces no se realizaban y dependían de la situación, en raras ocasiones eran llevados hasta los lugares predeterminados después de sus escaramuzas, donde eran atendidos precariamente mediante la medicina tradicional practicada por los indios, la bibliografía revisada confirma en todos los casos la ausencia de cirujanos o de prácticas quirúrgicas realizadas por médicos.
El transporte de los abastecimientos de víveres y armamento era efectuado a lomo de bestia y de sirviente, la zona de operaciones que se caracterizaba por ser accidentada obligaba a los guerrilleros a requerir de llamas, mulas, burros y caballos que eran proporcionados por las comunidades indígenas.
El mantenimiento se efectuaba principalmente en la época de invierno que contemplaba un tiempo de tres a cuatro meses, la guerrilla establecía su “CUARTEL DE INVIERNO”, dejaban de lado las operaciones, por las condiciones climáticas y transformaban algunas haciendas en verdaderas maestranzas donde se reparaban las armas, haciendo el mantenimiento en todos los escalones, fabricaban pólvora y proyectiles, reparaban sus carretas y hacían herrajes para sus caballos, con el fin de encontrarse en condiciones de operar al cambio de estación.
El fin de las operaciones de la Republiqueta de AYOPAYA, se encuentra antecedida por algunos sucesos, a la llegada de José Miguel Lanza de BUENOS AIRES en 1.821, la Republiqueta de AYOPAYA es reorganizada en diferentes facetas, se logra uniformar a la guerrilla, se incrementa la instrucción y los ejercicios militares, se establecen normas de conducta y clemencia, se imparte una formación teórica, y sobre todo se ejerce un recia disciplina, estos aspectos nos permiten inferir que empieza a existir una conversión de la guerrilla a ejército, de esta manera se pone a prueba en la toma de IRUPANA en Abril de 1.822, el por entonces Coronel José Miguel Lanza gana el grado de General de Brigada otorgado por el Gral. Andrés de Santa Cruz, un mes más tarde, en las acciones de FALSURI, la montonera del General José Miguel Lanza se denomina División “AGUERRIDOS”.
Al enterarse de la victoria del Gral. Sucre en la Batalla de “AYACUCHO”, Lanza se pone en contacto mediante dos misivas, en una se coloca a sus órdenes y en otra se destaca como el principal líder y coordinador de las acciones en contra de los realistas del ALTO PERÚ, esta actitud que puede ser interpretada como desleal, es más bien de carácter político, pues así gana tiempo para ocupar la ciudad de LA PAZ y autoproclamarse como Presidente y Comandante General del Departamento antes de la llegada del Ejército de la Gran COLOMBIA el 25 de Enero de 1.825.
Es necesario destacar que después de la Batalla de “AYACUCHO”, el Mariscal Sucre tenía una doble misión en el ALTO PERU, liberar las Provincias Interiores del control del General realista Olañeta y oponerse a una operación político – militar de fuerza dirigida por el General Arenales desde el Sur[9]. Este hecho nos da a entender que posiblemente hubiera existido resistencia y hasta un choque armado, entre el Ejército Gran Colombiano de Sucre y las tropas rioplatenses comandadas por el General Juan Antonio Álvarez de Arenales, que fue el líder de la primera Republiqueta del ALTO PERU, la Republiqueta de MIZQUE. Esto de alguna manera no ocurrió, más deducimos que las acciones y decisiones de subordinación tomadas por el Gral. José Miguel Lanza al Mariscal Sucre, aplacaron las voluntades de ambos lados.
Es digno recordar antes de culminar con el desarrollo de este ensayo, que los “AGUERRIDOS” del Gral. Lanza fueron declarados como Cuerpo de Línea, con la denominación de “”Batallón de Infantería 1ro. de Bolivia” (Actualmente conocido como RI-1 “Colorados de Bolivia”), un 13 de Enero de 1826, por el Mariscal Antonio José de Sucre, siendo la unidad base para la creación de la Fuerza Armada de la nueva República.



[1] Mendizabal FX. AGI, archivo del Virrey Abascal, 1814, papeles encontrados.

[2] Demelas Marie Danielle. Nacimiento de la Guerrilla. La Paz, Bolivia: Editorial Plural; 2007. p. 156

[3]Demelas Marie Danielle. Nacimiento de la Guerrilla. La Paz, Bolivia: Editorial Plural; 2007. p. 248.

[4]Demelas Marie Danielle. Nacimiento de la Guerrilla. La Paz, Bolivia: Editorial Plural; 2007. p. 187.

[5] Demelas Marie Danielle. Nacimiento de la Guerrilla. La Paz, Bolivia: Editorial Plural; 2007. p. 188.

[6] Demelas M. Nacimiento de la Guerra de Guerrillas. La Paz, Bolivia: Editorial Prural;2007.p.255

[7] Demelas M. Nacimiento de la Guerra de Guerrillas. La Paz, Bolivia: Editorial Prural;2007.p.257

[8] Demelas M. Nacimiento de la Guerra de Guerrillas. La Paz, Bolivia: Editorial Prural;2007.p.200

[9] Arze Quiroga E. Bolivia el proceso de la lucha inicial por la independencia 1.808-1.805. La Paz, Bolivia: Editorial Don Bosco; 1998. p.37.
 
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