Buenos Aires (Especial de NA) -– El próximo martes, cuando la expectativa mundial esté centrada en la llegada del primer afroamericano a la Casa Blanca, en Buenos Aires especialistas argentinos y rusos avanzarán en un acuerdo de cooperación militar, cien empresarios arribarán desde Moscú y por primera vez estarán en curso los "Días de Rusia en la Argentina".
Quizá la sincronización de los hechos sea pura coincidencia, pero muestra la afinidad entre la Casa Rosada y el Kremlin, en medio de invocaciones comunes para que el próximo período gubernamental en Estados Unidos alumbre un mundo con varias cabezas de león en lugar de una, o sea multipolar.
Esta divisoria de la política exterior argentina ocurre un mes antes del primer viaje de Cristina Kirchner a Rusia el 8 y 9 de diciembre. El último presidente que pisó suelo ruso fue Carlos Menem, quien viajó en dos oportunidades durante su doble mandato.
Encuadrada en una visita de Estado, Cristina pisará la Plaza Roja en medio del intento de los anfitriones por capitalizar el retroceso estadounidense como potencia excluyente, luego de la desintegración soviética en 1991 y el default ruso en 1998.
Y en sentido contrario, para la Casa Rosada será la punta de lanza de una ofensiva destinada capturar mercados alternativos de comercio -frente al colapso y desinterés de los centros financieros-, entre los que aparecen China, África e India.
El presidente Dmitri Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin buscan aumentar su influencia en América latina antes de que el próximo Gobierno estadounidense busque reconquistar a partir del 20 de enero a sus vecinos del hemisferio occidental.
Tanto el demócrata Barack Obama, probable próximo inquilino de la Casa Blanca, como el republicano John McCain ya adelantaron que buscarán aumentar su influencia sobre Latinoamérica.
Pero Rusia tomó la delantera: siete años después del cierre de su base de espionaje de Lourdes, envió una importante delegación militar a Cuba para reactivar la cooperación en defensa; moviliza una flota a Venezuela y está por cerrar convenios de venta de armanento a Colombia y otros países de la región.
EL VIAJE
Esta visita que concreta Cristina Kirchner, en realidad fue planeada hace dos años por Néstor Kirchner y Vladimir Putin pero no se pudo realizar por cuestiones de agenda, reveló a Noticias Argentinas Sergey Melik-Bagdasarov, primer secretario de la embajada rusa en la Argentina.
Además de hablar de mamushcas, cosacos y vodka, lo central de la visita pasará por firmar tratados en materia de derecho penal y militar y una declaración conjunta de compromisos en la que seguramente se deslizarán críticas hacia Estados Unidos.
"En la base está el acuerdo en torno al concepto de multilateralidad o multipolaridad", explicó Melik-Bagdasarov en relación a la cuestionada unilateralidad puesta de manifiesto en los ocho años de la administración Bush.
El funcionario agregó que la Argentina y Rusia están emparentadas por la historia reciente. "Lo que pasó en Argentina en 2001 había pasado en Rusia en 1998", equiparó y consideró "normal" que Rusia figure como un polo de atracción mundial.
"En estos momentos tenemos la tercer mayor reservas de divisas del mundo -aproximadamente 650 millones de dólares- y somos los primeros productores mundiales de gas", fundamentó.
Mandatarios o funcionarios importantes de Alemania, Israel, Islandia, Francia, Colombia, Siria, Libia, Venezuela, Ucrania y Corea del Sur, desfilaron en las últimas semanas por Moscú, por distintos motivos y algunos analistas se animaron a hablar de un nuevo orden "rusocéntrico".
En cuanto a la Argentina, para avanzar en la agenda en materia de Defensa llegó al país hace algunas semanas el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolay Patruscev. En la cita con los ministros Nilda Garré y Sergio Massa, se analizó la compra de helicópteros militares, entre otros entendimientos.
Muchos países de América latina usan helicópteros rusos. Sin ir más lejos el que llevó a Néstor Kirchner a la selva en Colombia -en aquella frustrada operación humanitaria de principios de año- fue una de esas naves, recordó Melik.
Además acordaron reunir a especialistas de defensa de los dos países el próximo martes en Buenos Aires, como preparación de una reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Técnico- Militar que se realizará el 17 y 18 de noviembre.
La delegación visitante también pidió ser incorporada como observadora en el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), y la Asociación Latinoamericana de Centros de entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ).
COMERCIO
En los últimos cinco años la balanza comercial se quintuplicó y llegó a 1.200 millones de dólares con un saldo favorable a la Argentina de 300 millones. Aun así, la Federación Rusa importa por 163 mil millones de dólares al año, por lo que el Gobierno considera que hay mucho potencial por explotar de este vínculo. Precisamente a Cristina la acompañará un contingente de entre 40 y 50 empresarios de pequeñas y medianas empresas, que será un complemento de la misión multisectorial que encabezó el canciller Jorge Taiana a principios de octubre.
Además, entre el miércoles y jueves próximo se desarrollará el primer seminario "Rusia y América latina, asociación estratégica y oportunidades de inversión", que tendrá lugar en el hotel Intercontinental con un centenar de potenciales inversores llegados desde ese país.
También, este sábado desembarcará una delegación de al menos 200 personas para presentar en la Capital Federal y en Mar del Plata un programa cultural y religioso titulado "Días de Rusia", que ya pasó por otros países de la región.
La comitiva se compone de jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores; miembros del Gobierno y hombres de cultura de la Federación.
Hasta el 8 de noviembre, habrá manifestaciones artísticas, a través de conciertos, muestras fotográficas y proyecciones de películas, documentales y dibujos animados.
[email protected]
Quizá la sincronización de los hechos sea pura coincidencia, pero muestra la afinidad entre la Casa Rosada y el Kremlin, en medio de invocaciones comunes para que el próximo período gubernamental en Estados Unidos alumbre un mundo con varias cabezas de león en lugar de una, o sea multipolar.
Esta divisoria de la política exterior argentina ocurre un mes antes del primer viaje de Cristina Kirchner a Rusia el 8 y 9 de diciembre. El último presidente que pisó suelo ruso fue Carlos Menem, quien viajó en dos oportunidades durante su doble mandato.
Encuadrada en una visita de Estado, Cristina pisará la Plaza Roja en medio del intento de los anfitriones por capitalizar el retroceso estadounidense como potencia excluyente, luego de la desintegración soviética en 1991 y el default ruso en 1998.
Y en sentido contrario, para la Casa Rosada será la punta de lanza de una ofensiva destinada capturar mercados alternativos de comercio -frente al colapso y desinterés de los centros financieros-, entre los que aparecen China, África e India.
El presidente Dmitri Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin buscan aumentar su influencia en América latina antes de que el próximo Gobierno estadounidense busque reconquistar a partir del 20 de enero a sus vecinos del hemisferio occidental.
Tanto el demócrata Barack Obama, probable próximo inquilino de la Casa Blanca, como el republicano John McCain ya adelantaron que buscarán aumentar su influencia sobre Latinoamérica.
Pero Rusia tomó la delantera: siete años después del cierre de su base de espionaje de Lourdes, envió una importante delegación militar a Cuba para reactivar la cooperación en defensa; moviliza una flota a Venezuela y está por cerrar convenios de venta de armanento a Colombia y otros países de la región.
EL VIAJE
Esta visita que concreta Cristina Kirchner, en realidad fue planeada hace dos años por Néstor Kirchner y Vladimir Putin pero no se pudo realizar por cuestiones de agenda, reveló a Noticias Argentinas Sergey Melik-Bagdasarov, primer secretario de la embajada rusa en la Argentina.
Además de hablar de mamushcas, cosacos y vodka, lo central de la visita pasará por firmar tratados en materia de derecho penal y militar y una declaración conjunta de compromisos en la que seguramente se deslizarán críticas hacia Estados Unidos.
"En la base está el acuerdo en torno al concepto de multilateralidad o multipolaridad", explicó Melik-Bagdasarov en relación a la cuestionada unilateralidad puesta de manifiesto en los ocho años de la administración Bush.
El funcionario agregó que la Argentina y Rusia están emparentadas por la historia reciente. "Lo que pasó en Argentina en 2001 había pasado en Rusia en 1998", equiparó y consideró "normal" que Rusia figure como un polo de atracción mundial.
"En estos momentos tenemos la tercer mayor reservas de divisas del mundo -aproximadamente 650 millones de dólares- y somos los primeros productores mundiales de gas", fundamentó.
Mandatarios o funcionarios importantes de Alemania, Israel, Islandia, Francia, Colombia, Siria, Libia, Venezuela, Ucrania y Corea del Sur, desfilaron en las últimas semanas por Moscú, por distintos motivos y algunos analistas se animaron a hablar de un nuevo orden "rusocéntrico".
En cuanto a la Argentina, para avanzar en la agenda en materia de Defensa llegó al país hace algunas semanas el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolay Patruscev. En la cita con los ministros Nilda Garré y Sergio Massa, se analizó la compra de helicópteros militares, entre otros entendimientos.
Muchos países de América latina usan helicópteros rusos. Sin ir más lejos el que llevó a Néstor Kirchner a la selva en Colombia -en aquella frustrada operación humanitaria de principios de año- fue una de esas naves, recordó Melik.
Además acordaron reunir a especialistas de defensa de los dos países el próximo martes en Buenos Aires, como preparación de una reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Técnico- Militar que se realizará el 17 y 18 de noviembre.
La delegación visitante también pidió ser incorporada como observadora en el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), y la Asociación Latinoamericana de Centros de entrenamiento para Operaciones de Paz (ALCOPAZ).
COMERCIO
En los últimos cinco años la balanza comercial se quintuplicó y llegó a 1.200 millones de dólares con un saldo favorable a la Argentina de 300 millones. Aun así, la Federación Rusa importa por 163 mil millones de dólares al año, por lo que el Gobierno considera que hay mucho potencial por explotar de este vínculo. Precisamente a Cristina la acompañará un contingente de entre 40 y 50 empresarios de pequeñas y medianas empresas, que será un complemento de la misión multisectorial que encabezó el canciller Jorge Taiana a principios de octubre.
Además, entre el miércoles y jueves próximo se desarrollará el primer seminario "Rusia y América latina, asociación estratégica y oportunidades de inversión", que tendrá lugar en el hotel Intercontinental con un centenar de potenciales inversores llegados desde ese país.
También, este sábado desembarcará una delegación de al menos 200 personas para presentar en la Capital Federal y en Mar del Plata un programa cultural y religioso titulado "Días de Rusia", que ya pasó por otros países de la región.
La comitiva se compone de jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores; miembros del Gobierno y hombres de cultura de la Federación.
Hasta el 8 de noviembre, habrá manifestaciones artísticas, a través de conciertos, muestras fotográficas y proyecciones de películas, documentales y dibujos animados.
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