Palizas, incendios y robos: la violencia de los colonos israelíes alcanza cotas inéditas en Cisjordania
El 15% de los 9.600 ataques registrados por la ONU en dos décadas se ha producido en lo que va de año
Un colono israelí pasaba con su ganado junto a la verja de alambre de espino colocada por el palestino Gazem Hamamdi en torno a su vivienda en la aldea cisjordana de Jirbet Al Mufaqara, este jueves.
Hace 40 días, Gazem Hamamdi rodeó con alambre de espino su chabola, cabras y ocas, harto de que un colono israelí pasase cada día junto a su casa. Es el mismo que, nada más establecerse en el cercano asentamiento de Havat Maon, se acercó para exhortarle a marcharse porque, le dijo, Dios había reservado sus tierras para el pueblo judío.
Lo cuenta en la inhóspita Massafer Yatta, una de las zonas de Cisjordania más castigadas desde hace décadas (aunque nunca tanto como este año) por las agresiones, incendios y robos de los colonos israelíes más radicales.
De los 9.600 que la agencia de asuntos humanitarios de la ONU ha documentado en dos décadas, el 15% (unos 1.500) se han producido en lo que va de 2025, alimentados por la aún mayor impunidad (militares y policías suelen hacer la vista gorda o ponerse de su lado) y la creciente sensación de que hoy gobiernan los suyos (la radical coalición de Benjamín Netanyahu), pero el próximo año hay elecciones y puede acabarse tanta barra libre.
En ese momento, como si fuese una ensayada coreografía y mientras el sol se esconde tras los cerros al sur de Hebrón, el colono pasa junto a la verja, arreando a pocos metros su ganado. Se hace el silencio. Hamamdi mira fijamente al colono, que avanza lentamente con media sonrisa, mientras dos activistas internacionales graban la interacción.
La tensión queda solo en eso, pero el miedo del pastor palestino no es infundado. Insiste en que se ha “autoconfinado” para proteger a sus hijos, aunque suponga renunciar a parte del pasto que alimenta a las setenta cabras de las que viven. “Los colonos vienen a caballo, aplastando el pasto y los perros. Y quien aplasta a un animal, aplastará a un niño”, justifica. “Este, además, vive muy cerca. El primer día que se instaló vino de madrugada a mi casa y me dijo:
‘No quiero problemas, tienes que irte de aquí’. Le respondí: ‘¿Vienes diciéndome que no quieres problemas y a la vez me dices que me vaya? ¿Quién eres para obligarme a dejar mi tierra?’. Me respondió: ‘Aquí no tienes tierra. Es lo que Dios quiere”.
El pasado octubre fue el mes con más ataques de colonos (264) contra personas o propiedades desde que Naciones Unidas comenzó a registrarlos en 2006. El propio ejército israelí, con un sistema de contabilidad más estricto, admite 86 “crímenes nacionalistas” en octubre, por 25 un año antes, y que 2025 supera ya, con más de 700, los 675 de todo 2024.
El 15% de los 9.600 ataques registrados por la ONU en dos décadas se ha producido en lo que va de año
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