Bajo el radomo del F-15
Esta gigantesca tapa, llamada "radomo", albergaba la antena parabólica de radar más grande y potente jamás instalada en un avión. Consumía una cantidad descomunal de energía gracias a los dos monstruosos motores que la proporcionaban. Podía ver a más de 320 kilómetros de distancia y fijar múltiples objetivos dentro de ese rango utilizando la última tecnología de radar, finalmente adaptada al uso aéreo, llamada "Rastreo Mientras Escaneo", también inaudita. Fue uno de los primeros cazas en incorporar con éxito estos nuevos sistemas TWS y no solo podía fijar un objetivo a 320 kilómetros de distancia, sino también fijar ocho objetivos individuales y disparar contra todos ellos casi simultáneamente. Una vez más, algo inaudito. Observen las palabras "peligro de radiación" en el frente. Estos aviones tenían un sistema que impedía que estas antenas se encendieran con el tren de aterrizaje en tierra, para evitar que empezaran a quemar físicamente a cualquiera que estuviera frente a ellos. Observen la profundidad de la antena. Podía orientarse en cualquier dirección hasta ese punto. Tener una antena tan grande, capaz de apuntar casi 180 grados en todas direcciones, significaba que podía verlo todo.
Incluso hoy, con las variantes modernizadas, la antena AN/APG-82 (intente decirlo rápido) instalada en el F-15E es capaz de detectar aviones furtivos de pleno derecho más allá del alcance visual. Su eficacia se ha mejorado desde que el último F-15EX fue diseñado para transportar la impresionante cantidad de 12 misiles AMRAAM y ser capaz de fijar la misma cantidad de objetivos. El tamaño de la antena que manejaba este avión es innegable. Era y es asombrosamente potente.
Aquí hay una comparación de tamaño aproximada que encontré por casualidad; es un sistema totalmente diferente, pero me estoy desviando del tema. El F-16, con un alcance de aproximadamente 240 kilómetros en la actualidad, quedó superado en la década de 1970 debido a lo gigantesco que era el plato en el morro.
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