@pati_marins64
Lecciones para la Eficiencia y la Economía
Los responsables políticos europeos, los think tanks occidentales y los analistas se han centrado en cómo Rusia inició la guerra en Ucrania, como si esta fuera la clave.
Para los rusos, la guerra es un proceso dinámico de adaptación y aprendizaje que abarca los ámbitos económico, industrial y táctico-militar.
Lo que importa no es cómo empiezan una guerra, sino cómo la terminan: muy familiarizados con el campo de batalla, sobresaliendo en innovación y, fundamentalmente, mostrando una notable creatividad militar al reutilizar casi todo lo disponible en combate.
Los ucranianos, moldeados por la misma herencia militar, muestran una adaptabilidad similar en el campo de batalla, aunque limitada por realidades económicas y militares muy diferentes en esta etapa del conflicto.
En una guerra, la tecnología no consiste en añadir un valor exorbitante a municiones guiadas o sensores que nunca se han probado sobre el terreno. La tecnología consiste en agilizar el reemplazo y la reparación a bajo coste en el campo de batalla. Se trata de la disponibilidad de materiales de repuesto a corta distancia, fáciles de reemplazar y fabricar. Así es como se aplica la tecnología a la guerra.
El mayor desafío de Rusia en esta guerra no han sido los vehículos blindados suministrados por la OTAN a Ucrania, que resultaron eficaces solo en un tercio del conflicto, ni las tan promocionadas municiones guiadas de Occidente, que los rusos neutralizaron en gran medida en el campo de batalla.
Su verdadero adversario ha sido un ejército muy similar al suyo, resiliente y decidido: el ejército ucraniano.
Occidente debería estudiar la adaptabilidad e innovación de ambos bandos como una lección crucial.
Sin embargo, esto no parece estar sucediendo. Mientras Estados Unidos observa de cerca el conflicto, a la espera de sus resultados para orientar futuras inversiones, otros aliados de la OTAN, atemorizados por el temor a una invasión rusa, continúan invirtiendo grandes cantidades sin analizar a fondo los acontecimientos que se desarrollan en Ucrania.
Dada la avanzada experiencia y adaptabilidad de los ejércitos ruso y ucraniano, el número de tanques, ya sean 200 o 1000, no tiene mucha importancia.
Hay una razón clara por la que ambos bandos han transformado sus estrategias en el campo de batalla: la obsolescencia de la guerra blindada tradicional. Los ucranianos han agotado sus fuerzas blindadas, mientras que los rusos, a pesar de reparar y producir más vehículos, siguen sufriendo pérdidas significativas.
Ucrania es un atisbo del futuro de la guerra y exige una atención minuciosa para evitar que las naciones realicen inversiones desacertadas.
Desde una perspectiva analítica, la historia subraya un punto clave: lo importante no es cómo los rusos comienzan sus guerras, sino cómo las concluyen.