@MihajlovicMike 5hs
Según informes de The Telegraph, que citan a oficiales militares y expertos en defensa ucranianos, las Fuerzas Armadas rusas han comenzado a emplear un enfoque táctico coordinado conocido como "triple estrangulamiento", un método que permite avances lentos pero constantes en sectores clave de la línea del frente.
Esta estrategia consta de tres fases interrelacionadas, cada una diseñada para degradar las capacidades defensivas ucranianas y restringir su maniobrabilidad:
Paso 1:
Asalto terrestre:
Los ataques terrestres iniciales se lanzan para inmovilizar a las fuerzas ucranianas, obligándolas a permanecer en posiciones defensivas fijas en lugar de permitir operaciones flexibles y móviles.
Paso 2:
Supresión de drones:
Los ataques posteriores con drones FPV y municiones lanzadas desde el aire limitan aún más el movimiento, cortando las líneas de suministro y las rutas de escape. Esta fase tiene como objetivo aislar focos de resistencia e impedir la llegada de refuerzos o la retirada.
Paso 3:
Ataques de precisión con bombas planeadoras:
Finalmente, se emplean bombas planeadoras de alta precisión para destruir posiciones fortificadas. Estas armas, a menudo guiadas por sistemas láser o satelitales, son capaces de penetrar búnkeres y trincheras, derrumbar fortificaciones y causar un alto número de bajas entre los defensores atrincherados.
Este enfoque estratificado crea un dilema táctico crítico para las tropas ucranianas: atrincherarse ofrece protección contra los bombardeos de artillería y los ataques con drones FPV, pero hace que las unidades sean altamente vulnerables a los ataques con bombas planeadoras, que pueden derrumbar fortificaciones y enterrar a los soldados vivos.
Por el contrario, mantener la movilidad reduce la exposición a explosiones aéreas de precisión, pero aumenta la susceptibilidad a la vigilancia con drones y a los ataques dirigidos.
Como explica Nick Reynolds, investigador en guerra terrestre del Royal United Services Institute (RUSI):
"Aquí se presenta un dilema realmente difícil, para el cual realmente no hay solución.
Atrincherarse y todas estas medidas defensivas son excelentes para reducir las bajas causadas por la artillería o los FPV, pero las bombas planeadoras destruirán esas fortificaciones y enterrarán a la gente".
La adopción de esta estrategia de asalto híbrida multifase refleja un cambio hacia operaciones más deliberadas y que requieren un uso intensivo de recursos por parte de las fuerzas rusas.
Subraya la naturaleza cambiante del conflicto, donde la tecnología, el control del terreno y la presión psicológica se entrelazan cada vez más en la configuración de los resultados en el campo de batalla.