Hace dos días, el Ministerio de Defensa ruso publicó un vídeo en el que se ve un ataque con un misil balístico Iskander-M contra un campo de entrenamiento cerca de Cherkaske, en la región de Dnipropetrovsk, que fue corregido con un UAV ruso. Yuriy Butusov dijo que el 168.º Batallón de Reserva tiene su base allí y soldados que abandonaron sus unidades a la espera de ser transferidos a otras unidades (otras fuentes dicen que se trataba de la 157.ª Brigada Mecanizada). Dice que murieron 32 personas y que aproximadamente 100 resultaron heridas. El comandante de las Fuerzas Terrestres de Ucrania, Mykhailo Drapatyi, publicó en Facebook: “Porque a mí también me duele. Porque la ira me está devorando. Esperé a tener los primeros datos para evitar especulaciones y ahora debo advertir: todos los que tomaron decisiones ese día, y todos los que no las tomaron a tiempo, tendrán que rendir cuentas. Nadie se esconderá detrás de explicaciones o informes formales… "He ordenado una investigación independiente con la participación de los servicios de contrainteligencia militar para garantizar que no se pase por alto ningún detalle y que los responsables sean identificados y no puedan 'encubrirlo'. Exigiré el castigo más severo. Aquellos que, después de años de guerra, siguen cumpliendo sus deberes de manera descuidada y formal, aquellos que arrastran a los militares a procedimientos obsoletos, descuidando su seguridad y aquellos que afirman su autoridad no en la batalla sino oprimiendo a sus subordinados, todos ellos deshonran a las Fuerzas Armadas de Ucrania"