SUE 3-A-202 es entendible, los dirigen a retaguardia, no quieren enviarlos y pasen x el frente activo, seria trasladar el problema y nuevamente solicitarian un nuevo corredor, con el consabido retraso en el avance del frente.
bueno...es correcto lo que decis....pero, hay salvedades muy importantes.
no hay problema en atacar un objetivo movil con un misil....el problema es la suciedad de fondo que tiene el blanco....una cosa es derribar un avion en el cielo, donde no existe contraste de cluster....y otra cosa es golpear un blanco en tierra donde el mismo solo se separa 2 metros sobre el suelo....
el tema es que si se convierte en una victoria pirrica.
www.kommersant.ru
nationalinterest.org
Por una lado lees es eso. Y en el diario El País dice que en Bruselas se planea recortar el 80% del gas ruso.Gazprom mantiene al máximo el tránsito por Ucrania durante más de una semana
122K131 minuto....
El tránsito de gas ruso por parte de Gazprom a través del territorio de Ucrania ha estado al máximo de las obligaciones contractuales durante más de una semana, informa RIA Novosti , citando datos del Operador GTS de Ucrania. Las solicitudes para el bombeo de gas en la frontera de Rusia y Ucrania a partir de hoy, 8 de marzo, ascendieron a 109,5 millones de metros cúbicos. metro.
Gazprom ha estado reservando regularmente la capacidad del gasoducto Yamal-Europa desde la semana pasada. El representante de la empresa rusa dijo que continúa suministrando gas para el tránsito a Europa a través del territorio de Ucrania en el modo regular. El 7 de marzo, el precio del gas en Europa alcanzó un nuevo máximo, subiendo a 3.900 dólares por 1.000 metros cúbicos. metro.
Para obtener más información sobre los suministros, consulte el artículo de Kommersant "El pánico en Europa compra gas" .
«Газпром» больше недели сохраняет транзит через Украину на максимуме
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Hay varios intereses en juego,hasta ahora ni rusos o ucranianos destruyeron algo del ramal que pasa por Ucrania.
www.ukrinform.net
¡Al fin un análisis político de calidad desde el punto de vista de EEUU!Cómo Estados Unidos puede realmente ayudar a Ucrania
Estados Unidos necesita comenzar a pensar en soluciones que reduzcan el número de personas muertas. Eso es diferente de dedicar todos nuestros esfuerzos a lastimar a los rusos.
por David C. Hendrickson
Una característica vital del enfrentamiento emergente entre Rusia y Occidente es el desajuste entre los medios y los fines. Los medios son las sanciones económicas y la ayuda militar ; el final es la derrota de Rusia en la guerra que ha lanzado contra Ucrania. Aunque se han puesto en juego varios otros posibles fines, incluido el cambio de régimen en Rusia, el objetivo inmediato es negarle a Rusia una victoria militar en su invasión de Ucrania. Y, sin embargo, los medios disponibles, aunque algunos puedan resultar catastróficos, es casi seguro que no lograrán el objetivo previsto.
En medio de la conmovedora retórica del presidente Joe Biden —que Estados Unidos apoya al pueblo ucraniano, que Occidente está unido como nunca antes, que la diplomacia funciona— se encuentra la desagradable realidad de que los estadounidenses no pueden hacer mucho para aliviar la difícil situación de los ucranianos.
Consideremos primero las sanciones económicas. Los lazos económicos de Rusia con Occidente se están reduciendo rápidamente al trueque, en la medida en que existen. Biden dijo en su Discurso sobre el Estado de la Unión que Rusia había sido privada del “fondo de guerra de [Vladimir] Putin de $ 630 mil millones”, es decir, las reservas de divisas de Rusia depositadas en bancos occidentales. La cifra real no es tan grande, las estimaciones varían del 40 al 60 por ciento, pero la decisión aún tiene un efecto sísmico. Básicamente anula todos los contratos existentes entre Rusia y Occidente. Es difícil ver cómo tales acciones no conducirán a una drástica reducción de las exportaciones de gas ruso a Europa, un intenso drama que seguramente se avecina . En general, causarán estragos totalescon el comercio de cereales, petróleo y otros productos básicos.
La eliminación de Rusia de SWIFT, el sistema de pagos interbancarios, se había visto previamente como la sanción máxima, para la cual Rusia y China hicieron extensos preparativos en los últimos años. La "congelación" de los depósitos de Rusia en el extranjero es totalmente diferente. En el arsenal del Armagedón financiero, es como una bomba H de cincuenta megatones descubierta repentinamente, cuando la expectativa anterior era que la explosión probable se mediría en kilotones. Es el equivalente financiero de la reacción visceral del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, al 11 de septiembre: “volverse masivo, barrer todo, cosas relacionadas y no”.
La posición de Rusia en esta turbulenta ronda de escaladas no está del todo clara, pero tiene la capacidad de imponer costos asombrosos a cambio. Tiene gas natural y otros productos básicos vitales que Europa necesita desesperadamente. Aunque aplastado brutalmente por las sanciones, cuenta con el respaldo de China . Que los precios de la energía estén escalando vertiginosamente y que el 30 por ciento del mercado transable de granos se haya detenido muestra una situación terrible, posiblemente peor que las crisis del petróleo de la década de 1970.
Por muy grande que sea el dolor, parece básicamente imposible que las sanciones económicas logren los objetivos políticos que se establecen junto con ellas. No han trabajado contra estados pobres como Corea del Norte, Venezuela y Cuba; nunca han trabajado para obligar a una gran potencia a someterse a un dictado externo.
Desafortunadamente, no existe un camino diplomático para salir de la ruina económica inminente. Para que eso suceda, uno u otro lado tendría que cambiar totalmente de opinión. Eso es muy poco probable. No hay evidencia de eso hasta ahora en ninguno de los lados.
A pesar de toda la palabrería sobre “cambiar los cálculos de Putin”, el verdadero propósito de las sanciones no es cambiar al enemigo, sino dañar al enemigo. Pero herir al enemigo requiere herir a quienes imponen las sanciones, con consecuencias diferenciales, sin duda, pero con un dolor tremendo para todos, incluidos los consumidores, trabajadores e inversores estadounidenses. De hecho, las consecuencias en este caso muy probablemente dañarán a muchas personas que ni siquiera están en nuestro radar. Cuando la economía mundial sufre un resfriado, los pobres del mundo contraen neumonía; si tienen fiebre, mueren de hambre. Como resultado de estas sanciones draconianas, parece inevitable que cientos de millones de personas se queden fuera del mercado de granos.
Callejones sin salida militares
La segunda gran vertiente de la política estadounidense, la ayuda militar a Ucrania, también parece muy poco probable que logre su objetivo previsto. Esa ayuda, en el caso (logísticamente problemático) de que llegue a los ucranianos, ensangrentará aún más a los rusos, pero parece imposible que pueda alterar efectivamente el resultado de la campaña rusa en los próximos meses. Las tácticas rusas han sido objeto de fuertes críticas , al igual que las expectativas rusas (no se sabe cuán extendidas) de ser recibidos como libertadores. Las fuerzas rusas se han encontrado con reveses inesperados, aunque parece poco probable que esperaran que los ucranianos no pelearan. Es imposible saber lo que pretenden para las ciudades si las ciudades son valientes y se niegan a capitular.
A pesar de estas consideraciones, es difícil ver cómo las diversas ventajas de Rusia no resultarán militarmente decisivas en el este. Ucrania, como otros estados en guerra, debe luchar con el ejército que tiene. El reabastecimiento de la OTAN podría marcar una diferencia a una escala suficientemente grande, pero tal nivel de implicación constituiría de hecho, si no de nombre, una intervención real, que Estados Unidos y la OTAN, por las mejores razones, siguen descartando . Las demandas del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy de una zona de exclusión aérea de la OTAN también deben verse como un reflejo de esta evaluación pesimista.
Todo el dolor que Rusia es capaz de infligir en Ucrania despierta la enemistad más profunda hacia Putin y los rusos, por lo que la “victoria militar” en el este de Ucrania que Rusia seguramente “ganará” probablemente tendrá un carácter pírrico, imponiendo un rango de costos mucho mayores que cualquier beneficio que traiga. Pero esto no altera lo esencial del equilibrio militar. La narrativa en las cadenas de cable —démosles ayuda para que puedan ganar— es casi seguro una fantasía. A menos que esté preparado para ir a la guerra, Estados Unidos no está en condiciones de cambiar el resultado de los primeros meses de la guerra.
Ante esta probable eventualidad, la inclinación inmediata será lamentar que Estados Unidos no haya hecho antes ciertas cosas, como enviar fardos de Stinger , más Javelins , más de todo. De hecho, sin embargo, nunca hubo un momento en el que la ayuda militar estadounidense pudiera construir una fuerza de infantería ucraniana capaz de resistir al ejército ruso. ¿Estados Unidos iba a equiparlos con cazas de quinta generación , divisiones blindadas y cosas por el estilo? Todo esto era imposible. Además, es importante tener en cuenta que la razón decisiva de Putin para ir a la guerra fue que Ucrania se había convertido en un “anti-Rusia”. Una duplicación o cuadruplicación de la ayuda militar estadounidense en los años anteriores a la guerra probablemente habría significado una guerra más temprano que tarde.
El hecho sobresaliente es que casi todo lo que Estados Unidos y sus aliados están haciendo ahora en protesta contra la invasión rusa no hacen casi nada por los ucranianos. Las sanciones económicas dañarán gravemente a Rusia y a los rusos, y también a muchos otros, pero es muy poco probable que las sanciones saquen a Putin de Ucrania o lo derroquen. La ayuda militar en este punto de la campaña parece totalmente incapaz de impedir que el ejército ruso logre sus objetivos militares. Es irrelevante para las perspectivas de las fuerzas del ejército ucraniano ahora amenazadas por el cerco de las fuerzas rusas. Es casi seguro que su prominencia futura estará más en el oeste que en el este de Ucrania, donde la guerra está ocurriendo principalmente.
Suministrar armas para alentar la resistencia civil es algo que muchos ucranianos parecen querer, pero el final de algo como esto es Chechenia o Mosul o cualquier otro lugar olvidado de Dios que luchó hasta el último hombre o abuela. Si hay otro camino a seguir, los políticos occidentales deberían buscarlo en lugar de tener ese resultado como objetivo. Hay instancias de oposición popular a la ocupación que con el tiempo tienen éxito y no requieren un baño de sangre para lograr sus objetivos.
Pensando a través de la ira
Todo el mundo dice ahora que lo más importante en lo que hay que pensar es cómo hacer daño a los rusos. Estoy en desacuerdo. Además de pensar en cómo evitar una calamidad financiera para Estados Unidos y el mundo, debemos pensar en cómo evitar un desastre humanitario para los ucranianos. Nuestro ferviente deseo debería ser mantener las bajas en un número bajo en lugar de un número obscenamente alto. No tenemos idea de lo mal que puede llegar a ser, pero ha empeorado en muchos lugares en el pasado. Si lo hace aquí dependerá en parte de la voluntad del mundo exterior de luchar hasta el último ucraniano. La reacción humana más comprensible del mundo es hacer de la venganza lo único que importa, pero también debemos considerar los daños colaterales. Piense en todas las cosas que hizo Estados Unidos después del 11 de septiembre que no tenían otra justificación que mostrar que los estadounidenses estaban súper enojados. Lo siento, eso no es una política.
Putin ha hecho una estupidez. Me sorprendió cuando lo hizo. Pensé que había atrapado al comentarista en una contradicción lógica ., porque decían que Putin iba a conquistar Ucrania, un colosal error que significaría el fin de su régimen. Si esto fuera así, escribí, tiene la intención de cometer hari-kari, y eso no puede ser. Putin, aprendí, pensaba diferente y no se molestó en decírmelo a mí o al pueblo ruso. Si terminará en una catástrofe para él es una pregunta abierta; mi convicción anterior, antes de la guerra, era que había cinco cosas malas y doce cosas estúpidas en intentar conquistar y digerir un país del tamaño de Ucrania, y la experiencia hasta ahora no ha hecho nada para cambiar esa opinión. Los rusos pueden lograr sus objetivos militares, pero les parece imposible lograr sus objetivos políticos (que es lo que más importa al evaluar los resultados de la guerra). La revolución en la opinión alemanacomienza a perfilarse como una profunda consecuencia geopolítica. Putin estaba disgustado porque Ucrania se había convertido en un "anti-Rusia". ¿Qué pasa si Alemania se convierte en un anti-Rusia?
Solo hemos comenzado a contar con las fichas de dominó que caen en nuestro camino. Todos están muy enojados, y es comprensible que así sea. Pero por favor, Estados Unidos , considere cuidadosamente la situación en la que se encuentran los ucranianos. El abrumador deseo de los estadounidenses de ayudar a los ucranianos se compara con su incapacidad real para ayudarlos. Esa es una realidad muy desagradable, pero es la realidad. Las sanciones económicas contra Rusia no liberan a los ucranianos de su difícil situación, y resultarán increíblemente costosas para Estados Unidos. La ayuda militar a Ucrania no afectará el resultado de la primera gran fase de la guerra. Una zona de exclusión aérea significa la Tercera Guerra Mundial.
Estados Unidos ha dedicado todo su pensamiento hasta ahora a lastimar a los rusos. Tiene que empezar a pensar en soluciones que reduzcan el número de muertos en Ucrania. También necesita comenzar a pensar en las terribles consecuencias económicas de sus sanciones.
How America Can Really Help Ukraine
The United States needs to start thinking about solutions that will lessen the number of people killed. That’s different from devoting all our efforts to hurting the Russians.
La verdad si,me extraño lo realista del analisis,en la situacion actual obvio.
Muy buen analisis.Cómo Estados Unidos puede realmente ayudar a Ucrania
Estados Unidos necesita comenzar a pensar en soluciones que reduzcan el número de personas muertas. Eso es diferente de dedicar todos nuestros esfuerzos a lastimar a los rusos.
por David C. Hendrickson
Una característica vital del enfrentamiento emergente entre Rusia y Occidente es el desajuste entre los medios y los fines. Los medios son las sanciones económicas y la ayuda militar ; el final es la derrota de Rusia en la guerra que ha lanzado contra Ucrania. Aunque se han puesto en juego varios otros posibles fines, incluido el cambio de régimen en Rusia, el objetivo inmediato es negarle a Rusia una victoria militar en su invasión de Ucrania. Y, sin embargo, los medios disponibles, aunque algunos puedan resultar catastróficos, es casi seguro que no lograrán el objetivo previsto.
En medio de la conmovedora retórica del presidente Joe Biden —que Estados Unidos apoya al pueblo ucraniano, que Occidente está unido como nunca antes, que la diplomacia funciona— se encuentra la desagradable realidad de que los estadounidenses no pueden hacer mucho para aliviar la difícil situación de los ucranianos.
Consideremos primero las sanciones económicas. Los lazos económicos de Rusia con Occidente se están reduciendo rápidamente al trueque, en la medida en que existen. Biden dijo en su Discurso sobre el Estado de la Unión que Rusia había sido privada del “fondo de guerra de [Vladimir] Putin de $ 630 mil millones”, es decir, las reservas de divisas de Rusia depositadas en bancos occidentales. La cifra real no es tan grande, las estimaciones varían del 40 al 60 por ciento, pero la decisión aún tiene un efecto sísmico. Básicamente anula todos los contratos existentes entre Rusia y Occidente. Es difícil ver cómo tales acciones no conducirán a una drástica reducción de las exportaciones de gas ruso a Europa, un intenso drama que seguramente se avecina . En general, causarán estragos totalescon el comercio de cereales, petróleo y otros productos básicos.
La eliminación de Rusia de SWIFT, el sistema de pagos interbancarios, se había visto previamente como la sanción máxima, para la cual Rusia y China hicieron extensos preparativos en los últimos años. La "congelación" de los depósitos de Rusia en el extranjero es totalmente diferente. En el arsenal del Armagedón financiero, es como una bomba H de cincuenta megatones descubierta repentinamente, cuando la expectativa anterior era que la explosión probable se mediría en kilotones. Es el equivalente financiero de la reacción visceral del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, al 11 de septiembre: “volverse masivo, barrer todo, cosas relacionadas y no”.
La posición de Rusia en esta turbulenta ronda de escaladas no está del todo clara, pero tiene la capacidad de imponer costos asombrosos a cambio. Tiene gas natural y otros productos básicos vitales que Europa necesita desesperadamente. Aunque aplastado brutalmente por las sanciones, cuenta con el respaldo de China . Que los precios de la energía estén escalando vertiginosamente y que el 30 por ciento del mercado transable de granos se haya detenido muestra una situación terrible, posiblemente peor que las crisis del petróleo de la década de 1970.
Por muy grande que sea el dolor, parece básicamente imposible que las sanciones económicas logren los objetivos políticos que se establecen junto con ellas. No han trabajado contra estados pobres como Corea del Norte, Venezuela y Cuba; nunca han trabajado para obligar a una gran potencia a someterse a un dictado externo.
Desafortunadamente, no existe un camino diplomático para salir de la ruina económica inminente. Para que eso suceda, uno u otro lado tendría que cambiar totalmente de opinión. Eso es muy poco probable. No hay evidencia de eso hasta ahora en ninguno de los lados.
A pesar de toda la palabrería sobre “cambiar los cálculos de Putin”, el verdadero propósito de las sanciones no es cambiar al enemigo, sino dañar al enemigo. Pero herir al enemigo requiere herir a quienes imponen las sanciones, con consecuencias diferenciales, sin duda, pero con un dolor tremendo para todos, incluidos los consumidores, trabajadores e inversores estadounidenses. De hecho, las consecuencias en este caso muy probablemente dañarán a muchas personas que ni siquiera están en nuestro radar. Cuando la economía mundial sufre un resfriado, los pobres del mundo contraen neumonía; si tienen fiebre, mueren de hambre. Como resultado de estas sanciones draconianas, parece inevitable que cientos de millones de personas se queden fuera del mercado de granos.
Callejones sin salida militares
La segunda gran vertiente de la política estadounidense, la ayuda militar a Ucrania, también parece muy poco probable que logre su objetivo previsto. Esa ayuda, en el caso (logísticamente problemático) de que llegue a los ucranianos, ensangrentará aún más a los rusos, pero parece imposible que pueda alterar efectivamente el resultado de la campaña rusa en los próximos meses. Las tácticas rusas han sido objeto de fuertes críticas , al igual que las expectativas rusas (no se sabe cuán extendidas) de ser recibidos como libertadores. Las fuerzas rusas se han encontrado con reveses inesperados, aunque parece poco probable que esperaran que los ucranianos no pelearan. Es imposible saber lo que pretenden para las ciudades si las ciudades son valientes y se niegan a capitular.
A pesar de estas consideraciones, es difícil ver cómo las diversas ventajas de Rusia no resultarán militarmente decisivas en el este. Ucrania, como otros estados en guerra, debe luchar con el ejército que tiene. El reabastecimiento de la OTAN podría marcar una diferencia a una escala suficientemente grande, pero tal nivel de implicación constituiría de hecho, si no de nombre, una intervención real, que Estados Unidos y la OTAN, por las mejores razones, siguen descartando . Las demandas del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy de una zona de exclusión aérea de la OTAN también deben verse como un reflejo de esta evaluación pesimista.
Todo el dolor que Rusia es capaz de infligir en Ucrania despierta la enemistad más profunda hacia Putin y los rusos, por lo que la “victoria militar” en el este de Ucrania que Rusia seguramente “ganará” probablemente tendrá un carácter pírrico, imponiendo un rango de costos mucho mayores que cualquier beneficio que traiga. Pero esto no altera lo esencial del equilibrio militar. La narrativa en las cadenas de cable —démosles ayuda para que puedan ganar— es casi seguro una fantasía. A menos que esté preparado para ir a la guerra, Estados Unidos no está en condiciones de cambiar el resultado de los primeros meses de la guerra.
Ante esta probable eventualidad, la inclinación inmediata será lamentar que Estados Unidos no haya hecho antes ciertas cosas, como enviar fardos de Stinger , más Javelins , más de todo. De hecho, sin embargo, nunca hubo un momento en el que la ayuda militar estadounidense pudiera construir una fuerza de infantería ucraniana capaz de resistir al ejército ruso. ¿Estados Unidos iba a equiparlos con cazas de quinta generación , divisiones blindadas y cosas por el estilo? Todo esto era imposible. Además, es importante tener en cuenta que la razón decisiva de Putin para ir a la guerra fue que Ucrania se había convertido en un “anti-Rusia”. Una duplicación o cuadruplicación de la ayuda militar estadounidense en los años anteriores a la guerra probablemente habría significado una guerra más temprano que tarde.
El hecho sobresaliente es que casi todo lo que Estados Unidos y sus aliados están haciendo ahora en protesta contra la invasión rusa no hacen casi nada por los ucranianos. Las sanciones económicas dañarán gravemente a Rusia y a los rusos, y también a muchos otros, pero es muy poco probable que las sanciones saquen a Putin de Ucrania o lo derroquen. La ayuda militar en este punto de la campaña parece totalmente incapaz de impedir que el ejército ruso logre sus objetivos militares. Es irrelevante para las perspectivas de las fuerzas del ejército ucraniano ahora amenazadas por el cerco de las fuerzas rusas. Es casi seguro que su prominencia futura estará más en el oeste que en el este de Ucrania, donde la guerra está ocurriendo principalmente.
Suministrar armas para alentar la resistencia civil es algo que muchos ucranianos parecen querer, pero el final de algo como esto es Chechenia o Mosul o cualquier otro lugar olvidado de Dios que luchó hasta el último hombre o abuela. Si hay otro camino a seguir, los políticos occidentales deberían buscarlo en lugar de tener ese resultado como objetivo. Hay instancias de oposición popular a la ocupación que con el tiempo tienen éxito y no requieren un baño de sangre para lograr sus objetivos.
Pensando a través de la ira
Todo el mundo dice ahora que lo más importante en lo que hay que pensar es cómo hacer daño a los rusos. Estoy en desacuerdo. Además de pensar en cómo evitar una calamidad financiera para Estados Unidos y el mundo, debemos pensar en cómo evitar un desastre humanitario para los ucranianos. Nuestro ferviente deseo debería ser mantener las bajas en un número bajo en lugar de un número obscenamente alto. No tenemos idea de lo mal que puede llegar a ser, pero ha empeorado en muchos lugares en el pasado. Si lo hace aquí dependerá en parte de la voluntad del mundo exterior de luchar hasta el último ucraniano. La reacción humana más comprensible del mundo es hacer de la venganza lo único que importa, pero también debemos considerar los daños colaterales. Piense en todas las cosas que hizo Estados Unidos después del 11 de septiembre que no tenían otra justificación que mostrar que los estadounidenses estaban súper enojados. Lo siento, eso no es una política.
Putin ha hecho una estupidez. Me sorprendió cuando lo hizo. Pensé que había atrapado al comentarista en una contradicción lógica ., porque decían que Putin iba a conquistar Ucrania, un colosal error que significaría el fin de su régimen. Si esto fuera así, escribí, tiene la intención de cometer hari-kari, y eso no puede ser. Putin, aprendí, pensaba diferente y no se molestó en decírmelo a mí o al pueblo ruso. Si terminará en una catástrofe para él es una pregunta abierta; mi convicción anterior, antes de la guerra, era que había cinco cosas malas y doce cosas estúpidas en intentar conquistar y digerir un país del tamaño de Ucrania, y la experiencia hasta ahora no ha hecho nada para cambiar esa opinión. Los rusos pueden lograr sus objetivos militares, pero les parece imposible lograr sus objetivos políticos (que es lo que más importa al evaluar los resultados de la guerra). La revolución en la opinión alemanacomienza a perfilarse como una profunda consecuencia geopolítica. Putin estaba disgustado porque Ucrania se había convertido en un "anti-Rusia". ¿Qué pasa si Alemania se convierte en un anti-Rusia?
Solo hemos comenzado a contar con las fichas de dominó que caen en nuestro camino. Todos están muy enojados, y es comprensible que así sea. Pero por favor, Estados Unidos , considere cuidadosamente la situación en la que se encuentran los ucranianos. El abrumador deseo de los estadounidenses de ayudar a los ucranianos se compara con su incapacidad real para ayudarlos. Esa es una realidad muy desagradable, pero es la realidad. Las sanciones económicas contra Rusia no liberan a los ucranianos de su difícil situación, y resultarán increíblemente costosas para Estados Unidos. La ayuda militar a Ucrania no afectará el resultado de la primera gran fase de la guerra. Una zona de exclusión aérea significa la Tercera Guerra Mundial.
Estados Unidos ha dedicado todo su pensamiento hasta ahora a lastimar a los rusos. Tiene que empezar a pensar en soluciones que reduzcan el número de muertos en Ucrania. También necesita comenzar a pensar en las terribles consecuencias económicas de sus sanciones.
How America Can Really Help Ukraine
The United States needs to start thinking about solutions that will lessen the number of people killed. That’s different from devoting all our efforts to hurting the Russians.
Eso me llamo mucho la atención. No deja de ser raro.
Este análisis, y la nota subida el otro día perteneciente a H. Kissinger son lo mejor subido hasta ahora al tópico.
Para mi esta era una de las guerras mas evitables,con un poco de cada lado todos quedaban contentos.
¿La nota del 2014 en el Washington Post?
