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Barbanegra

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Turquía y Estados Unidos elevan la tensión en la frontera turcosiria
Los 911 Km de divisoria entre Turquía y Siria son el escenario del último desencuentro entre Ankara y Washington. Los dos socios de la OTAN están a la greña por la decisión de los últimos de apoyar a las Fuerzas de Protección del Pueblo (YPG/J), brazo kurdosirio del grupo armado PKK, "terrorista" según ambos, pero aliadas de los norteamericanos en su lucha contra el Estado Islámico (IS). Varios choques transfronterizos, en los últimos días, han elevado la tensión militar y verbal.

"Le hemos dejado claro al gobierno turco, a niveles muy elevados, nuestra profunda preocupación por las acciones que realizaron el otro día", dijo el viceportavoz del Departamento de Estado de la Casa Blanca, Mark Toner, hace una semana. "No sólo no fueron plenamente coordinadas -o no coordinadas con la coalición-, sino que, francamente, pusieron en peligro a soldados estadounidenses que estaban operando en el área", advirtió.

Toner se refería a los bombardeos turcos que, el 25 de abril pasado, mataron a 18 combatientes de las YPG/J en un acuartelamiento de Karachok, en el noreste sirio, y a cinco soldados kurdoiraquíes Peshmerga -paradójicamente, al servicio de un gobierno aliado de Turquía- en el monte noriraquí de Sinyar. La escalada siguió la semana pasada, según ha denunciado Turquía, con 13 ataques de las YPG/J a patrullas fronterizas en el lado turco de la frontera, respondidos con fuego por los militares turcos.

Acuciada por la presión de sus aliados más efectivos contra el IS, quienes incluso le han pedido un área de exclusión aérea contra Turquía, Estados Unidos se ha puesto del lado de los kurdos. A lo largo del fin de semana, varias fotografías mostraron convoyes militares, con banderas de YPG/J y EEUU, patrullando por la frontera. Lo confirmó el mismo mando central estadounidense en un comunicado: "Fuerzas de la coalición conducen patrullas conjuntas a lo largo de la frontera noreste turcosiria".

Erdogan sube la apuesta
Pero, ante el mensaje de la Casa Blanca, el presidente Recep Tayyip Erdogan, que hace pocas semanas ironizó sobre su lucha contra los kurdos anunciándoles que "tenemos sorpresas muy buenas para todos los grupos terroristas", subió la apuesta. "Quizás vayamos [a atacar a las YPG/J] de la noche a la mañana, de repente y sin advertencia", sugirió el jefe de Estado turco este domingo. "Nos preocupa seriamente ver banderas de EEUU en un convoy con harapos de las YPG/J. Se lo diremos al Presidente [Trump]".

Turquía ha puesto todas sus esperanzas en el encuentro entre ambos líderes del próximo 16 de mayo en EEUU. Ankara quiere persuadir a su homólogo para que deseche la estrategia emprendida por su predecesor, consistente en confiar en una coalición kurdoárabe de siglas SDF - participada por las YPG/J -, para expulsar al IS de la ciudad siria de Raqqa. "La gran América, la Coalición y Turquía pueden unir fuerzas para convertir Raqqa en un cementerio para Daesh [acrónimo en árabe del Estado Islámico]", sentenció Erdogan el sábado pasado.

La alternativa turca es apostar por las mismas brigadas opositoras sirias junto a las que lanzó, a finales del año pasado, la operación Escudo del Éufrates, destinada a frenar el avance kurdo en el norte de Siria y expulsar al IS de la frontera turcosiria. No obstante, debido a que algunas de estas fuerzas simpatizan con interpretaciones extremistas del islam y sus objetivos difieren de los de Washington, la Casa Blanca ha optado hasta ahora por los kurdos, a quienes considera más liberales e impermeables al yihadismo.

EEUU, atrapado en una contradicción
La consecuencia es que EEUU queda atrapado en una aparente contradicción: a la par que reconoce al PKK como "grupo terrorista", arma, entrena y comparte trincheras con un grupo integrado por milicianos del PKK. Eso enfurece a su aliado, cuyo país alberga la base de Incirlik, una de las más importantes en la lucha contra el Estado Islámico. Turquía parece querer influir en la decisión de su aliado amenazando con nuevos ataques a las YPG/J, lo que, a la postre, merma su capacidad de vencer al IS en Raqqa.

"El objetivo no declarado de Ankara parece ser provocar situaciones sobre el terreno que pongan a prueba las intenciones y la seriedad de EEUU cooperando con grupos armados ligados al PKK en el norte de Siria e Irak", opina el analista turco en Defensa Metin Gurcan en el medio Al Monitor. Otra analista, Amberin Zaman, cree que Erdogan "se ha envalentonado por la llamada telefónica de Trump tras el referéndum". Él fue el primer líder occidental en felicitarle por la victoria del Sí en el referéndum.

Hasta hoy, EEUU ha rechazado toda propuesta turca para Raqqa porque no cuenta con los kurdos. Las negociaciones han acabado retrasando y, ahora, ralentizando las operaciones para tomar esa localidad. Durante los últimos días, las SDF han logrado penetrar en la cercana ciudad de Tabqa y sitiar a los yihadistas. Por su parte, el ejército turco sigue cargando músculo militar en la frontera turcosiria y haciendo revolotear, sobre ella, sus cazabombarderos.

http://www.elmundo.es/internacional/2017/05/01/590707d9e2704efb0e8b459b.html
 

Dos profesores que fueron despedidos bajo el estado de emergencia dictado por Erdogan, se
encuentran en estado crítico tras dos meses en huelga de hambre.
 
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