En el marco de la visita a la
Fuerza Aérea Uruguaya durante el mes de agosto,
x entrevistó al comandante del
Comando Aéreo de Operaciones de la FAU, brigadier general (Av.)
Alejandro J. Trujillo.
El brigadier general Trujillo cuenta con una extensa carrera dentro de la Fuerza, ocupando altos cargos como el de comandante del
Escuadrón de Base Aérea I y del
Escuadrón Aéreo N°5 (
Helicópteros); director del
Centro de Operaciones Aéreas; director general de
Aviación Civil en la
Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia).
Asimismo, integró la comisión encargada de elaborar el protocolo de actuación sobre la protección de la soberanía en el espacio aéreo, en el marco de la
Ley de Urgente Consideración (
L.U.C. N°19.889). Trujillo ha representado a Uruguay en una multitud de misiones oficiales en todo el mundo, incluyendo misiones de paz y su rol como Representante Alterno del Uruguay ante el
Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (
OACI) en Canadá.
El brigadier general es además piloto principal en aeronaves
AT-92 y
AS-365, piloto instructor de aeronaves
HCMk2,
UH-1H y Bell
212. Está calificado como piloto de aeronaves
T-41D y
T-34 A/B, y acumula un total de 2915,4 horas de vuelo.
Al asumir su cargo en febrero de 2025, Trujillo toma a la Fuerza en un proceso de reequipamiento y con necesidades múltiples en diversos ámbitos. Según el propio comandante, estas contingencias están siendo atendidas en la medida de que las capacidades financieras lo permiten.
¿En qué situación se encuentra la Fuerza?
Con respecto al recambio de aeronaves, se trata de un proceso lógico por el paso de los años y la discontinuidad en las cadenas logísticas. Lo más importante en estos casos es lograr las transiciones adecuadas a las nuevas tecnologías, obteniendo el máximo de prestaciones del nuevo material. En el caso del ingreso de vehículos
VANT de mejores prestaciones, con enfoque multirol, generará un cambio profundo en la doctrina de empleo. Tendremos que trabajar en el sistema educativo de la
Escuela de Comando y más adelante en la escuela de formación de oficiales.
En los últimos 10 años hemos incursionado bastante en este tipo de tecnología, logrando obtener conocimientos tanto en la operación como en el análisis y procesamiento de imágenes. Nuestro
Servicio de Sensores Remotos Aeroespaciales, con el pasar de los años y las misiones para diferentes reparticiones del Estado, ha obtenido un
know-how muy importante. Queremos aprovechar ese conocimiento en plataformas de mejores prestaciones, con mayor autonomía, que nos permitan obtener y procesar imágenes y datos en tiempo real. Entendemos que es una tecnología costosa pero las prestaciones al servicio del Estado van a marcar un antes y un después. Tenemos que reconocer que en este proceso nos hemos demorado y es momento de recuperar el tiempo perdido.
¿Que cambios provocará dentro de la FAU la adquisición de VANT de altas prestaciones?
Creo que el cambio más profundo será a nivel educativo, en la adopción de la nueva doctrina; luego la importancia fundamental en el salto cualitativo hacia un sistema a medida con capacidades multiroll, que permitan llevar adelante tareas tan diversas como patrullaje fronterizo, asistencia en caso de desastres naturales, apoyos en tareas de seguridad, control y vigilancia de nuestro espacio aéreo entre otras. Todo esto sin limitaciones en las comunicaciones, ya que se trata de sistemas que se controlan vía satélite, recibiendo y procesando información en tiempo real.
Respecto a los sistemas que se están dando de baja, ¿qué expectativas de recambio existen?
En base a la modernización de nuestros sistemas de radar, junto a la adquisición de la nueva plataforma
Embraer A-29 Super Tucano, en poco más de un año pasaremos a tener un sistema completo y moderno que nos permitirá cumplir nuestra función principal en forma adecuada. Las diferentes unidades de la Fuerza están trabajando en estos procesos con dedicación y profesionalismo, ya que los saltos tecnológicos que estamos dando son muy importantes y es necesario obtener el máximo provecho posible.
En lo que refiere a la operatividad, gracias a un gran trabajo de nuestro
Comando Logístico, en los últimos meses hemos comenzado a recuperar operatividad y capacidades. Hoy tenemos tres
Bell 212 Twin Huey en orden de vuelo, así como también un
Aerospatiale AS-365 N2 Dauphin. En transporte tenemos tres
CASA C-212 Aviocar y en gestiones para terminar de completar la puesta a punto de un cuarto, los
Embraer C-120 Brasilia están volando los dos, así como también los dos
Lockheed Martin KC-130H Hércules.
Tenemos dos
Cessna A-37B Dragonfly al final de su vida útil pero volando y dos a tres
Pilatus AT-92 Turbo Trainer, con proyección de recuperar un cuarto. Además, estamos en medio del proceso de modernización de las cabinas de
Cessna 206U Super Skywagon y en diciembre esperamos comenzar la modernización de las cabinas de los
AT-92. Esta nueva tecnología permitirá a las tripulaciones una mejor y más eficiente adaptación a la plataforma
A-29.
Dentro de las capacidades que estamos retomando, se encuentra la de vuelo con dispositivos de visón nocturna en las plataformas de helicópteros. Este proceso requiere un entrenamiento constante y le da a estas plataformas mucho más versatilidad en sus misiones.
Desde hace muchos años venimos con una tendencia descendiente en lo que refiere a operatividad y capacidades, creo que ahora estamos en un proceso de nivelarnos para luego comenzar a crecer.
¿Qué sucederá con la capacidad de vuelo del segundo Dauphin, del quinto Aviocar y del quinto AT-92?
El segundo
Dauphin está con un vencimiento en uno de sus módulos de los dos motores. Se trata de componentes caros y es un tema netamente presupuestal; fuera de eso la aeronave no presenta problemas. El tema del quinto
Aviocar es más complejo y requiere una inversión muy elevada; por lo menos por ahora su recuperación no está en el horizonte cercano. En lo que si nos estamos concentrando es en la recuperación del
Aviocar FAU 537, que tiene los sistemas electrónicos más avanzados. El
Servicio de Sensores Remotos y el
Escuadrón Aéreo N°3 (Transporte) están trabajando para recuperar tanto la aeronave como sus sistemas, que son muy importantes para nosotros.
Con referencia al quinto
AT-92, está pensado recuperarlo y eventualmente modernizar su cabina. Hay varios trabajos que son necesarios, no son extremadamente onerosos, pero estamos trabajando con un orden de prioridades y una disponibilidad financiera limitada.
¿Cómo está la operatividad de los Aermacchi SF-260? A nivel de aviones de entrenamiento, ¿se hará alguna mejora?
Nosotros tuvimos un periodo de tiempo donde mantener la operatividad de los
Aermacchi era muy difícil debido al flujo de abastecimiento de partes. Cuando la empresa fue absorbida por
Leonardo, esos problemas se fueron solucionando y hoy por hoy no tenemos mayores inconvenientes. La
Escuela Militar de Aeronáutica tiene 3 o 4 aeronaves operativas para entrenar a nuestros futuros pilotos. Con respecto a su reemplazo, esto está en el horizonte, pero no a corto plazo. Por ahora se van a mantener como están, salvo que surja alguna oportunidad.
¿Cuáles son las prioridades respecto a reemplazos y adquisiciones?
Las prioridades de la Fuerza Aérea están enfocadas en la adquisición de
VANT de altas prestaciones y el recambio de la flota de helicópteros. Pero no hay que perder de vista que pronto recibiremos nuevos radares
gap-fillers y que se está trabajando muy bien en la modernización y actualización de los dos
Indra Lanza 3D. Esto ya está sucediendo y será un salto cualitativo muy grande para nosotros.
Con respecto a los helicópteros, las operaciones de paz nos han dado mucha experiencia, pero también significa que nuestras aeronaves vuelven con un desgaste mucho mayor de las misiones, por diversos motivos, como por ejemplo el ambiente operativo, la geografía y el clima.
Eso nos lleva a buscar un helicóptero polivalente, con un delicado equilibrio entre los costes de la aeronave y su mantenimiento, y sus capacidades operativas en base a nuestras misiones. En ese proceso estamos. Históricamente hemos tenido una flota de helicópteros muy heterogénea y ahora queremos ir a un único modelo, polivalente, que sustituya a los que tenemos ahora.
¿Son los nuevos radares móviles gap-fillers y la modernización de los Lanza 3D suficientes para cubrir las necesidades?
Fui director de
Operaciones Aéreas durante cuatro años y esa pregunta siempre estuvo. Si consideramos que nuestra tarea es el control del espacio desde tierra y necesitamos un control efectivo, el número de radares necesario sería imposible de adquirir y sostener.
La estrategia es otra, tener nuestros radares fijos junto a los móviles, trabajar mancomunadamente con información de inteligencia, tanto propia como de otras agencias, para cubrir los espacios que necesitamos, y en forma totalmente impredecible para quienes realizan actividades ilegales en nuestros cielos.
La adquisición de estos nuevos radares, que podemos desplegar en forma muy rápida y discreta, nos permitirá —junto a información de inteligencia— aumentar exponencialmente nuestras capacidades de vigilancia y control de nuestro espacio aéreo.
A esto, se podría sumar la posibilidad de que los futuros
VANT tengan la capacidad de ser equipados con un radar aéreo, lo que potenciaría aún más el sistema.
¿Cuentan con apoyo político para realizar estas inversiones?
Nosotros somo gerenciadores estratégicos de la Fuerza, tenemos que ver todos los escenarios que se presentan. Para las necesidades de seguridad que tiene el país, un medio de estas características no es una inversión exorbitante. Sobre todo, cuando vemos las capacidades múltiples que tienen estos sistemas.
Recientemente visité la sede del
Servicio de Sensores Remotos Aeroespaciales y estuve viendo de primera mano las capacidades de un sistema donado por la
República Popular China.
Ese sistema tiene capacidades de bajada de imágenes de múltiples satélites. Actualmente se procesa esa información en conjunto técnicos de la
UTEC (
Universidad Tecnológica). Las capacidades que nos brinda ese sistema son increíbles, desde permitirnos monitorear el clima, hasta obtener la temperatura de la tierra de cultivos, contaminación y un sinfín de datos que creo serían muy provechosos para otras reparticiones del Estado.
Los sistemas que estamos adquiriendo proveen beneficios para la función militar de la Fuerza Aérea, y para otras entidades estatales. Eso es algo que el poder político reconoce y apoya.
¿Qué opina sobre la posibilidad de trabajar en una escuela conjunta de helicópteros, como lo hace Argentina o Colombia?
La formación conjunta tiene varias ventajas, entre ellas el mejor aprovechamiento de los recursos y los medios, pero creo que lo más importante está a nivel de doctrina de empleo. En tareas tales como enfrentar a desastres naturales u operaciones de búsqueda y rescate, es donde es necesario operar en conjunto y es ahí donde la doctrina conjunta queda de manifiesto, haciendo más eficiente el trabajo. La estandarización en la formación conllevaría a operaciones más eficientes y seguras. Es importante aclarar algo, no es nuestro interés cumplir las misiones de otras fuerzas, como
Comandante de Operaciones lo que más quiero es cumplir con las misiones que tiene asignadas la Fuerza Aérea.
En lo que refiere a la llamada ley de derribos, ¿cómo ha impactado en su operatividad las limitaciones impuestas por Estados Unidos y qué piensa de su posible modificación?
Si bien nosotros no tenemos mayores novedades con respecto al tema de la
Ley de Protección del Espacio Aéreo o sus modificaciones, la ley es un instrumento que nos ofrece garantías. Ha habido algunas demoras con respecto a la entrega de algún material norteamericano, pero en general no ha pasado a mayores. Tuvimos algunas demoras con repuestos para los
A-37B, pero más allá de eso, nada.
Como Fuerza estuvimos mucho tiempo detrás de este instrumento.
En la etapa anterior a la ley los procedimientos de interceptación se realizaban de acuerdo a lo que establece la
OACI, en este caso la ley vino a darle un marco jurídico que ofrece garantías a todos los que intervienen en la misma.
Creo que la ley es clara en sus pasos y procedimientos, pero tal vez sea necesario implementar cambios en su decreto reglamentario a fin de aclarar algún concepto que puede dar a dobles interpretaciones. La ley es necesaria para nuestra función ya que se trata de un tema de defensa nacional, no obstante estamos abiertos a modificaciones si se considera necesario.
Saludos cordiales.