Hace 48 años, el submarino nuclear K-162 alcanzó una velocidad sumergida de 44.7 nudos o 82.78 kilómetros por hora.
El famoso Clase Papa. Después fue rebautizado como K-222. Se supone que, extraoficialmente, al año siguiente alcanzó marginalmente una velocidad mayor (algo más de 83 kms/h).
Corría como pocos, pero hacía un ruido infernal para estándares submarinos, además que la alta velocidad deformaba su casco de titanio. Y como estaba lleno de tecnologías experimentales, no era un buque barto de mantener (menos de producir).
Saludos
PD, Un gusto estar de vuelta después de taaanto tiempo.