Yo no sería tan tajante. Con el argumento de "yo pondría drones MALE" entonces podríamos decir que los CV son innecesarios si total ponemos tanques de combustible externos y hacemos REVO...
Poder tener una plataforma para lanzar en altamar drones me parece muy útil.
No van a combatir un CVN, pero la capacidad abre un abanico de posibilidades grande.
Sobre el costo operativo, es un carguero viejo. Anda con dos pesos. Debe costar más la operación de los VANT que del barco.
Creo que la idea que me gustó en sí no es mala, solo que la han encarado de forma equivocada en otros casos (como el de Irán). Ellos tienen necesidades específicas, pero a mi entender, lo que realmente precisamos es una plataforma de pruebas de uso civil-militar para que Argentina no se quede en el pasado.
Supongamos lo siguiente: desde la costa argentina envías un dron marino para simular un ataque a esta plataforma marina, que funcionaría como un laboratorio. Con que el dron logre viajar desde la costa hasta el navío (lo que implicaría realizar varias pruebas), podrías testear distintos tipos de drone-embarcaciones y armas, analizar su efectividad y, en caso de que el dron se pierda en el mar, ir a buscarlo.
Argentina
- Universidad de Buenos Aires (UBA):
La UBA suele figurar entre las principales universidades de América Latina en diversas áreas, y en el área de Ingeniería & Tecnología aparece, según el QS World University Rankings por asignatura, en una franja aproximada de entre la posición 200 y 300 a nivel mundial. Esto refleja un nivel competitivo en cuanto a investigación, docencia e impacto internacional.
- Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA):
El ITBA también es altamente reconocido en el ámbito de la ingeniería y la tecnología. Aunque es una institución privada y de menor tamaño en comparación con la UBA, su enfoque especializado le permite obtener buenos resultados en rankings regionales y temáticos, especialmente en ingeniería y áreas afines.
- Otras universidades nacionales:
Universidades como la Universidad Nacional de La Plata y otras instituciones del CONEAU cuentan con programas robustos en ingeniería y áreas relacionadas, lo que sitúa a Argentina en una posición destacada a nivel regional en cuanto a calidad educativa en ingeniería.
Ucrania
- National Technical University of Ukraine “Igor Sikorsky” y Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kyiv:
Estas instituciones son de las más reconocidas en Ucrania en áreas técnicas y de ingeniería. Sin embargo, en los rankings globales (como los del QS World University Rankings por asignatura), tienden a ubicarse en posiciones generalmente más bajas, usualmente en el rango de 600 a 1000. Esto sugiere que, aunque ofrecen una formación sólida a nivel local, su impacto y reputación internacional aún no alcanzan el nivel de las universidades argentinas mencionadas.
Conclusión
En términos generales, Argentina cuenta con universidades de ingeniería (como la UBA e ITBA) que se posicionan en rangos globales relativamente competitivos, lo que denota un fuerte respaldo en áreas de ingeniería, mecatrónica y electrónica. En contraste, las instituciones técnicas más destacadas de Ucrania, si bien tienen un sólido arraigo en su contexto nacional, suelen aparecer en posiciones más bajas en rankings internacionales. Esto indica que, al nivel de impacto y reconocimiento global, Argentina presenta un panorama educativo en estas áreas más favorable, lo que podría facilitar el desarrollo de proyectos de innovación y colaboración interinstitucional.
Estos datos pueden respaldar la idea de que invertir en una plataforma de pruebas y desarrollo para tecnologías emergentes en Argentina no solo se basa en la necesidad operativa, sino también en la fortaleza académica y técnica del país.
Nuestro país cuenta con excelentes universidades en áreas como electrónica, mecatrónica y diversas ingenierías que, lamentablemente, aún están desaprovechadas. Además, tenemos una probada experiencia operativa con el rompehielos
Almirante Irízar (tranquilos, no se plantea usar el Irízar en sí), donde se han transportado y utilizado cargas modulares para distintos proyectos en condiciones extremas. Esto demuestra que el concepto de modularidad y contenerización ya tiene precedentes en nuestra infraestructura.
es.wikipedia.org
(los ingleses usaron algo así en Malvinas el que embocamos con los exocet, cuando descargaban los conteiner aterrizaban los harrier o los helicópteros)
Propongo, entonces, una plataforma similar pero más económica. Para empezar, el único requerimiento básico es que flote de forma estable en el mar argentino. Incluso, la adaptación de un buque modificado, por ejemplo, uno confiscado de pesca, podría ser suficiente. La idea es equiparlo con una defensa mínima (como un cañón o una metralleta) que le permita disuadir a embarcaciones ilegales, ya sean piratas o pesqueros que operen a escondidas. (Claro, hay que tener en cuenta que la Armada debe actuar con cautela para evitar conflictos diplomáticos, especialmente con embarcaciones de origen chino u otras, pero la disuasión es un factor clave).
Otro requisito fundamental sería que la plataforma pueda cargar contenedores modulares. Estos contenedores serían el núcleo del laboratorio flotante, donde se desarrollarían y probarían proyectos de universidades, INVAP y empresas privadas. No se trataría de un “porta drones” en el sentido estricto de la palabra, sino de un laboratorio en el mar con uso dual: para patrullar nuestra extensa plataforma marítima y, a la vez, para ser un campo de pruebas en el desarrollo de tecnologías emergentes, especialmente en el ámbito de los drones (aéreos, de superficie e incluso mini submarinos).
Esta solución permitiría no solo fortalecer nuestras capacidades de vigilancia y patrullaje, sino también impulsar la innovación y la integración de nuevos sistemas tecnológicos en defensa. En un escenario en el que los drones están transformando el campo de batalla —donde hoy exponer un tanque o una infraestructura se convierte en un riesgo frente a enjambres de drones—, resulta esencial contar con desarrollos propios. Así, fomentamos que la academia y la industria nacional se unan para no depender exclusivamente de tecnología extranjera.
En resumen, disponemos de la experiencia y los recursos para crear una plataforma modular y económica, que funcione como laboratorio flotante para el desarrollo de tecnología civil-militar. Con un diseño basado en la contenerización y la modularidad, y adaptando buques existentes, podríamos dar el primer paso para modernizar nuestras capacidades y aprovechar el potencial revolucionario que han demostrado los drones en conflictos recientes.
- Drones lanchas kamikaze
Durante el conflicto en Ucrania se han reportado y difundido videos en redes sociales de pequeñas embarcaciones no tripuladas modificadas para atacar objetivos enemigos. Estos “drones lanchas” se basan en embarcaciones comerciales o incluso inflables que, una vez adaptadas, se cargan con explosivos y se envían contra naves rusas. En algunos casos se menciona que han impactado contra embarcaciones de mayor tamaño o, incluso, han intentado atacar plataformas aéreas como helicópteros. La premisa es que, al ser de bajo costo y fáciles de fabricar, permiten a los operadores generar un efecto de saturación y desorientar al adversario.
- USVs de patrullaje y ataque
Además de los casos de lanchas kamikaze, existen informes y análisis de que Ucrania ha experimentado con USVs diseñados para realizar tareas de patrullaje y, en algunas ocasiones, para ejecutar ataques con cargas explosivas. Estos vehículos no tripulados se pueden construir a partir de embarcaciones simples (por ejemplo, barcos de pesca modificados) y equiparlos con sistemas de control remoto, sensores y, en algunos casos, lanzadores de misiles o cargas explosivas. La idea es lograr una plataforma de bajo costo que pueda operar en entornos hostiles y que se sustituya fácilmente si es capturada o destruida.
- Proyectos experimentales internacionales
No son exclusivos de Ucrania. Existen desarrollos internacionales en el ámbito de USVs para patrullaje y reconocimiento marítimo que se han enfocado en mantener bajos costos sin sacrificar funcionalidad. Por ejemplo, algunos proyectos europeos han explorado la posibilidad de adaptar pequeñas embarcaciones comerciales para convertirlas en laboratorios flotantes o plataformas de vigilancia. Estos sistemas, al ser modulares y escalables, permiten acoplar distintos sensores, sistemas de comunicación y hasta cargas ofensivas, lo cual respalda la idea de utilizar contenedores modulares en una plataforma similar.