Noticias de Egipto

Shandor

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La Policía Militar detuvo al Guía supremo de los Hermanos Musulmanes

Mohamed Badie fue arrestado, junto con su lugarteniente, en Marsa Matruh (noroeste del país) a pedido de la Fiscalía por "incitación a matar a manifestantes" que protestaban el domingo frente a la sede de los Hermanos Musulmanes en Moqattam, al sur de El Cairo.

Los Hermanos Musulmanes, que esperaron más de 80 años para dirigir Egipto, sólo lograron gobernar durante un año, como consecuencia de sus propios errores, pero también por la influencia que conservaron los militares que terminaron derrocándolos. Los manifestantes que expresaron su oposición a Mohamed Mursi, expulsado del poder poco más de un año después de su elección a la presidencia, lo acusaban de querer instaurar un régimen islamista autoritario y de haber traicionado a la "revolución" de 2011, que obligó a Hosni Mubarak a renunciar tras tres décadas de permanencia en el poder.
La llegada de Mursi al poder había marcado un hito en la historia de los Hermanos Musulmanes, cofradía creada en 1928 que fue oficialmente prohibida en 1954 y luego relativamente tolerada durante parte del régimen de Mubarak. En noviembre de 2010, un informe del departamento de Estado estadounidense había destacado que eran "sometidos a detenciones arbitrarias y a presiones de parte del poder".
A lo largo de su historia, la cofradía alternó periodos de oposición frontal y de colaboración con el poder, con un discurso que oscilaba entre la preconización de la creación de un Estado islámico y la promesa de respetar el pluralismo político. El presidente Gamal Abdel Naser (1954-1970) arrestó a miles de miembros de los Hermanos Musulmanes, a los que atribuyó un intento de asesinarlo.
En 1956, empezaron a recibir ayuda financiera y militar de la CIA (Agencia Central de Inteligencia estadounidense), que procuraba debilitar a todos los gobiernos que contasen con apoyo de la Unión Soviética.
En 1971, el entonces presidente Anuar El Sadat proclamó una amnistía general que permitió a los Hermanos salir de la cárcel. Tras los acuerdos de paz de 1979 entre Israel y Egipto, ex Hermanos Musulmanes radicalizados mataron a Sadat.
Tras la caída de Mubarak, el movimiento dio la impresión de oscilar entre el enfrentamiento y la connivencia con el poder militar. También osciló en su acercamiento a los partidos laicos, defendiendo ante todo sus propios intereses.
urgente 24
 
Egipto: islamistas convocan a protestas el viernes en rechazo al golpe militar

Una coalición de grupos islamistas en Egipto -que incluye a los Hermanos Musulmanes- convocó a sus partidarios a realizar "protestas pacíficas" en contra de la expulsión de Mohammed Morsi en todo el país el viernes.

La Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad pidió "protestas pacíficas el viernes en todas las provincias de Egipto para denunciar el golpe de Estado militar contra la legitimidad y de apoyo a la legitimidad del presidente Morsi".
Las fuerzas de seguridad de Egipto arrestaron el jueves al líder de los Hermanos Musulmanes, partido de Morsi, en medio de severas medidas contra el movimiento islamista luego de que las Fuerzas Armadas derrocaran al primer presidente elegido democráticamente en el país.
Los Hermanos Musulmanes anunciaron que no van a participar en ningún trato con la nuevas autoridades en Egipto y recalcaron su rechazo al "golpe de Estado contra la voluntad del pueblo".



Miles de egipcios celebraron el derrocamiento de Morsi, pero muchos otros lo rechazan.

http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/07/130704_ultnot_egipto_protestas_rg.shtml
 

Sebastian

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El Ejército egipcio golpea el núcleo de la resistencia de los islamistas

Los militares egipcios comienzan a descabezar a los Hermanos Musulmanes

El nuevo presidente interino, el jurista Adli Mansur, toma posesión del cargo
Un día después de deponer a Mohamed Morsi, el primer presidente elegido democráticamente en la historia de Egipto, las fuerzas armadas del país procedieron a descabezar a la sociedad islámica de los Hermanos Musulmanes, acallada y reprimida durante las tres décadas de régimen de Hosni Mubarak y que pudo detentar el poder del país durante sólo un año. Con Morsi bajo custodia del Ejército y en paradero desconocido, la fiscalía pública dictó la orden de arresto, entreotros, de Mohamed Badie, líder supremo de la hermandad. Las fuerzas del orden le detuvieron por la tarde, en la ciudad costera de Marsa Matruh.

La llamada Alianza Nacional para Defender la Legitimidad, una agrupación de 11 partidos islamistas creada para apoyar a Morsi, ha convocado para el viernes una jornada de protestas pacíficas “para denunciar el golpe militar contra la legitimidad y en apoyo de la legitimidad del presidente Morsi”, según dijo en un comunicado. Los partidarios del Presidente depuesto se han reforzado en las inmediaciones de la mezquita de Raba al Adawiya, en el distrito de Ciudad Nasser, al este de El Cairo.

Mientras esas detenciones tenían lugar, y el nuevo Gobierno interino impuesto por los militares acorralaba a la principal sociedad islámica del país, cazas de la Fuerza Aérea sobrevolaban el centro de El Cairo, dejando tras de sí estelas negras, blancas y rojas, los colores de la bandera nacional, provocando la hilaridad en la plaza de Tahrir. En los días pasados ese lugar se ha vuelto a convertir en el epicentro de una revueltas que en 2011 dieron a luz a un sistema democrático y que ahora se han encargado de fulminarlo. La tarde de este jueves convirtió El Cairo en el lugar de un gran desfile aéreo en que las fuerzas armadas celebraron su nueva creación política.

Por la noche, los generales enviaron un comunicado en el que descartaron tomar medidas contra ningún grupo opositor, dando indicaciones de que no cargarán contra los partidarios de Morsi que siguen concentrados en las calles de El Cairo y han anunciado actos de protestas para los días venideros. La excepción, dijeron, sería un abuso del derecho a manifestarse, “incluido el bloqueo de calles; el impedimento de servicios públicos; la amenaza a la paz social o al interés nacional, o el daño de la seguridad y la economía”.

Pasadas las diez de la mañana era investido solemnemente en El Cairo el nuevo Presidente interino de Egipto, aupado por los militares. Antes Adli Mansur tuvo que ocuparse de otro asunto: jurar como presidente de la Corte Constitucional Suprema. Debería haberlo hecho el 30 de junio, el día de las protestas masivas que llevaron al Ejército a darle un ultimátum a Morsi. La paralización del país se lo impidió. Finalmente, este hombre, elegido en mayo por Morsi, pasó a liderar no sólo ese tribunal sino también la nación. “Juro proteger el sistema de la República, respetar la constitución y la ley y guardar los intereses de la ciudadanía”, dijo. De nuevo, en ese momento, la Fuerza Aérea sacó los cazas a sobrevolar Tahrir.

La jura era poco más que un formalismo. El general Abdel Fatah al Sisi, comandante en jefe del Ejército, dijo en su discurso a la nación del miércoles, el mismo en el que anunció el golpe de Estado, que en el proceso transicional que se abría entonces el presidente del Constitucional lideraría un Gobierno de tecnócratas, que culminará en un proceso constituyente y nuevas elecciones, presidenciales y legislativas. Las primeras palabras del nuevo Presidente tras su investidura supusieron un gesto conciliador con los Hermanos Musulmanes. “Son parte de esta ciudadanía y están invitados a participar en la construcción de la nación. Nadie será excluido. Y si responden a la invitación, será bienvenidos”, dijo en un breve intercambio con los periodistas reunidos en la sede del Constitucional.

Quedó enseguida como una promesa rota. No sólo el Ejército mantuvo a Morsi y a su círculo más íntimo de asistentes bajo arresto en instalaciones gubernamentales no reveladas. Pronto la fiscalía comenzó a dictar órdenes de arresto contra líderes de la Hermandad. Junto a la del líder supremo Badie se emitió la de su lugarteniente, el influyente empresario Kariat el Shater, quien aspiraba a llegar la presidencia de la nación con el Partido Libertad y Justicia en las primeras elecciones democráticas, antes de que se candidatura quedara anulada por el Ejército. Tras aquella prohibición, Morsi tomó el relevo, y ganó en segunda vuelta, con el 51% de los votos, 13,2 millones de papeletas.

La fiscalía acusa ahora a Badie y Shater de haber incitado a los defensores del Presidente depuesto a abrir fuego contra una multitud de manifestantes que asaltó la sede de los Hermanos Musulmanes en El Cairo el domingo. Aquel edificio quedó saqueado e incendiado, sin que las fuerzas armadas o la policía levantaran un dedo para evitarlo. Finalmente, murieron ocho personas. Desde que comenzara esta ronda de protestas que propició el golpe de Estado han fallecido casi 40 personas en todo el país.

Los Hermanos Musulmanes dijeron este jueves que al menos 20 afiliados a su grupo han sido detenidos o puestos en arresto domiciliario. Horas después del anuncio de golpe de estado, el miércoles, esa agrupación dijo que las fuerzas armadas habían dictado órdenes de detención contra 300 de sus líderes, a los que se les había prohibido abandonar el país. Los primeros en ser arrestados fueron Saad al Katatni, actual presidente del Partido Libertad y Justicia, y Rashad Bayoumi, vicepresidente de la misma formación política.

Un portavoz del Gobierno dijo este jueves que el lunes la fiscalía comenzará a interrogar a los miembros de la hermandad por diversos supuestos delitos. Al presidente se le puede acusar de “haber insultado al sistema judicial”, según dijeron esas mismas fuentes. Durante su presidencia, que duró un año y tres días, Morsi protagonizó varios encontronazos, algunos muy duros, con el poder judicial. El año pasado hubo huelgas en varios juzgados y dimisiones de fiscales por el intento del Presidente de aprobar un decreto que le hubiera concedido poderes casi absolutos, algo a lo que finalmente renunció.

El nuevo Gobierno transicional de Egipto nace liderado por un presidente del Tribunal Constitucional que no tiene Constitución a la que atenerse, pues los militares la suspendieron el miércoles. A día de este jueves, Mansur seguía siendo un desconocido en las calles de El Cairo. “No sé nada de él”, admitía en Tahrir Abdel Shafi, un opositor de 42 años. De noche, la plaza volvía a estar repleta por quinto día consecutivo, a pesar de que la principal petición de los opositores había sido concedida: a Morsi se lo habían quitado de en medio. “Vendremos a Tahrir hasta que haya elecciones. Será entonces cuando nuestras aspiraciones se verán totalmente cumplidas”, añadió Shafi.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/04/actualidad/1372921381_042662.html
 

Barbanegra

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El ejército egipcio, 'en estado de alerta' en Suez y el sur de Sinaí

Desconcierto sobre la seguridad en las convulsas provincias egipcias de Suez y el Sur del Sinaí. Si bien las primeras informaciones aseguraban que el ejército egipciohabía anunciado el estado de emergencia en las provincias del Sur del Sinaí y Suez, después de que un grupo armado islamista atacara un aeropuerto en la localidad de El Arish (Sinaí), los militares matizaron poco más tarde que sus tropas están "en alerta", pero que no se trata de una declaración de estado de emergencia.

Además del ataque contra el aeropuerto, tuvieron lugar varios más contra puestos de control de las fuerzas de seguridad en la misma zona. En uno de ellos, un soldado falleció y otros dos resultaron heridos.

Los ataques, los más recientes tras una larga serie de incidentes en la región 'sin ley', tienen lugar dos días después del golpe de estado que puso fin al Gobierno del islamista Mohamed Mursi. Por el momento no está claro si las acciones violentas están relacionados con la actualidad en el resto del país.

REUTERS
 

Sebastian

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¿Se cierra la vía democrática para los islamistas tras el golpe en Egipto?

Frank Gardner
BBC
Viernes, 5 de julio de 2013

El derrocamiento del presidente egipcio Mohamed Morsi y la Hermandad​

Musulmana después de sólo un año en el poder ha sido recibido con euforia por parte de sus rivales, pero es probable que las celebraciones no duren mucho. Este es un momento peligroso, no sólo para Egipto sino para toda la región.

Deponer a un líder islámico democráticamente elegido y suspender la Constitución será interpretado por muchos políticos islamistas como el envío de un mensaje contundente: no necesariamente se justifica preferir las papeletas de votación sobre las balas.

Hay un precedente terrible, en Argelia. En 1991 el partido islamista FIS ganó la primera vuelta de las elecciones. Días más tarde, el presidente -bajo la presión de los militares seculares- disolvió el Parlamento y anuló las elecciones.

El movimiento islamista de Argelia pasó a la clandestinidad y le siguió una década de insurgencia en la que más de 250.000 personas perdieron la vida.

Los restos de esa insurgencia viven ahora en el Sahara dedicados al contrabando, extorsión, secuestro y asesinato de rehenes.

"Situación muy peligrosa"
Morsi fue el primer presidente egipcio elegido libremente.​

Egipto es la cuna del Islam político, un movimiento que tenía sus raíces en el nacionalismo anticolonial de principios del siglo XX y que vio al padrino intelectual del movimiento, Sayyid Qutb, ser torturado en la cárcel por el gobierno militar del coronel Nasser y finalmente ultimado en 1966.

Desde entonces, se mantiene un debate en algunos círculos del Islam político sobre si vale la pena molestarse en apostar legítimamente por el poder en las urnas o si la única opción práctica es oponerse a los gobernantes seculares mediante la violencia y la toma del poder, promovida por los grupos yihadistas.

Cuando el movimiento de protesta conocido como la Primavera Árabe derrocó al gobierno corrupto y desacreditado del presidente egipcio Hosni Mubarak en 2011 y las elecciones lo reemplazaron con la Hermandad Musulmana, al Qaeda y los yihadistas recibieron un duro golpe. Se mostró al mundo que había un futuro para el Islam político a través de medios pacíficos y democráticos.

Los eventos de esta semana en El Cairo corren el riesgo de socavar esa lógica.
"Hay temor por el futuro", dice Muna Al-Qazzaz, portavoz de la Hermandad Musulmana en Reino Unido.

"Uno de nuestros mayores temores (de los Hermanos Musulmanes) es que la gente se tome la justicia por sus propias manos. Millones votaron por Morsi. Pensamos que era la democracia. Pero ahora estamos en una situación muy peligrosa".

Los analistas del grupo Stratfor Global Intelligence, con sede en Estados Unidos, están de acuerdo.

Aunque dudan de que la propia Hermandad Musulmana de Egipto abandone el camino de la política democrática, predicen que "el derrocamiento de Morsi llevará a integrantes de los grupos salafistas más ultraconservadores a abandonar la política en favor de un conflicto armado".

Stratfor también apunta a un impacto más amplio, transnacional: "El derrocamiento de un gobierno islamista moderado egipcio socava los esfuerzos internacionales para llevar a los islamistas radicales al centro de la política en el resto del mundo árabe y musulmán. Básicamente, en el contexto de Egipto, el derrocamiento de Morsi marca un precedente en el que los futuros presidentes pueden esperar ser destituidos de su cargo por los militares en el caso de presión de las masas... Eso no es un buen augurio para la futura estabilidad de Egipto".
Disparador potencial
La hoja de ruta del Ejército
  • Se suspende temporalmente la Constitución y se juramenta un presidente interino.
  • Se instala un gobierno civil tecnocrático "fuerte y competente".
  • La Corte Suprema debe aprobar un proyecto de ley sobre elecciones parlamentarias y preparar comicios parlamentarios y presidenciales.
  • Se redactará un "código de honor" que debe ser seguida por los medios de comunicación.
  • Se toman medidas para dar poder a los jóvenes y se debe formar un comité de reconciliación nacional.
Vale la pena recordar que las autoridades egipcias emprendieron una larga batalla para derrotar una violenta campaña yihadista que pretendía derrocar al gobierno.
En 1981, los yihadistas asesinaron al presidente Anwar el-Sadat y el vicepresidente Mubarak sólo sobrevivió porque una granada de mano que cayó cerca de él no llegó a explotar.

A lo largo de la segunda mitad de la década de 1990 hubo constantes enfrentamientos entre la policía y los yihadistas y en 1997, los yihadistas egipcios mataron a 58 turistas en el templo de Luxor.

El actual líder de al Qaeda, Ayman Al-Zawahiri, es egipcio y fue él quien "radicalizó" a Osama Bin Laden en la década de 1990, logrando expandir sus horizontes más allá de su resentimiento personal hacia la presencia de tropas estadounidenses en Arabia Saudita y para adoptar una agenda yihadista más global.

Ahora cientos de yihadistas egipcios han ido a Siria para unirse a los rebeldes islamistas que luchan contra las fuerzas del presidente Bashar al Asad, mientras que en la península egipcia de Sinaí grupos yihadistas han aprovechado el caos de la Primavera Árabe para incrementar sus arsenales, su número y su poder.

Así que si ahora los defensores más radicales de un gobierno islámico en Egipto deciden que la violencia es su única opción, entonces los eventos de esta semana podrían ser vistos más adelante como una especie de disparador.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130702_egipto_medio_oriente_jrg.shtml
 

Sebastian

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Por qué EE.UU. no dice que hubo golpe en Egipto


Redacción
BBC Mundo
Jueves, 4 de julio de 2013

Egipcios celebran la juramentación de Adly Mansour como presidente interino.
Se dice que tuvo todas las peculiaridades de un golpe. Pero que no fue un golpe de Estado.
Otros lo llaman "una intervención popular" o "la segunda parte de la revolución".

Lo que muchos se preguntan es: ¿cuándo un golpe no es un golpe?
Lo cierto es que los últimos hechos que han sacudido a Egipto dejaron a las grandes potencias -Estados Unidos y la Unión Europea- tratando de encontrar cómo responder ante la decisión de un aliado (las fuerzas armadas egipcias) de destituir a un presidente democráticamente elegido (el ahora derrocado expresidente Mohammed Morsi).

Tras guardar lo que muchos describieron como "un sospechoso silencio" el miércoles, el presidente Barack Obama hizo una declaración en la que expresó su "profunda preocupación" por las acciones del Ejército. Pero nunca usó la palabra golpe.

Y el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, se mostró igualmente cauteloso cuando dijo que los hechos en Egipto habían sido "una intervención militar en un sistema democrático" pero agregó que ésta "fue una intervención popular".

Ayuda militar
Adly Mansour fue juramentado como presidente interino.​

Los hechos han dejado al presidente Barack Obama, y a sus aliados europeos, en una encrucijada: por un lado están los esfuerzos en los que están involucrados para promover la democracia en el Medio Oriente.

Del otro lado están los U$1.500 millones de dólares de ayuda que Washington envía cada año a Egipto -más US$1.300 de éstos para las fuerzas armadas- según indica el Tablero de Datos de la Ayuda al Exterior del Departamento de Estado de EE.UU.

Según un informe publicado en junio de 2013 por el Servicio de Investigación del Congreso, Estados Unidos ha otorgado a Egipto, desde 1948, US$72.000 millones de ayuda. Y, según el documento, US$42.000 millones han ido a las Fuerzas Armadas.

Desde 1979, Egipto ha sido el segundo mayor receptor de ayuda bilateral de Estados Unidos, después de Israel.

Tal como señala el autor del informe, Jeremy Sharp, "los hacedores de política estadounidenses rutinariamente han justificado la ayuda a Egipto como una inversión en la estabilidad regional, pero particularmente en asegurar la cooperación militar y en mantener el tratado de paz firmado en Camp David entre Egipto e Israel en 1979".

Lo que está en juego
Según el documento "la administración y el Congreso tienen varios intereses en juego en Egipto, además de ciertas palancas de influencia".

Estos intereses incluyen mantener el acceso de la armada estadounidense al Canal de Suez y mantener el tratado de paz Israel-Egipto de 1979. En otras palabras, mantener la estabilidad en la región.

"Lo importante ahora, no es debatir si es un golpe o no, sino observar si los militares siguen al pie de la letra el proceso democrático que han prometido. Estados Unidos también estará vigilando muy de cerca "
Edgard Jallad

El informe del Congreso estadounidense menciona asimismo temores de que el (ahora depuesto) presidente Morsi, y su Hermandad Musulmana, "decidan no cooperar con Estados Unidos en ciertos asuntos de seguridad y económicos" o que "su gobierno actúe de forma no democrática, o que sea más beligerante con Israel, o limite su cooperación con Estados Unidos en asuntos vinculados a inteligencia y terrorismo".

Ante estos temores, agrega el documento "algunos legisladores y ciudadanos estadounidenses están preocupados porque la continua ayuda militar de Estados Unidos y sus ventas de armas (a Egipto) algún día puedan ser utilizadas por un gobierno y un ejército que estén controlados por fuerzas islámicas hostiles a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y a la paz con Israel".

Para este efecto, el Congreso exigió, en 2012, cuando Morsi asumió el poder, la aprobación de una provisión que especificaba que "no deben otorgarse fondos a Egipto hasta que el secretario de Estado certifique que Egipto está apoyando la transición a un gobierno civil, incluida la participación en elecciones libres y justas y la implementación de políticas para proteger la libertad de expresión, asociación y religión y las garantías del derecho a un juicio justo".

En efecto esto significa que si Estados Unidos declara que la destitución de Morsi fue "un golpe", la legislación exige suspender los US$1.500 millones que le envía a El Cairo cada año.

¿Golpe o no?
Una etiqueta de "golpe de Estado", además, no sería una buena tarjeta de presentación para los esfuerzos del presidente para promover la democracia en Medio Oriente.

El ejército egipcio ha sido entrenado en Estados Unidos.​

Pero ¿fue un golpe de Estado? Aún cuando la oposición al ahora destituido presidente Morsi, era ya insostenible, es un hecho que fue un líder democráticamente elegido.

Tal como señala Edgard Jallad, editor del servicio árabe de la BBC, "estos hechos tuvieron todos los tecnicismos de un golpe. Pero no se le quiere presentar como un golpe porque ocurre en un contexto muy peculiar del cual no se tienen precedentes".

"Egipto está tratando de practicar la democracia. Y no se puede practicar la democracia en unos cuantos meses".

Según Jallad, es cierto que las elecciones de 2012 fueron vistas como justas y libres, pero "la gente reclama ahora que cuando éstas se llevaron a cabo las alternativas eran muy limitadas, después de casi 40 años del régimen de Mubarak".

"Creo que lo que ha ocurrido hasta hoy puede ser algo positivo para Egipto. Porque se está dando otra oportunidad al país de reintegrarse al proceso de la transición democrática".

"Sin embargo, es cierto que muchos en la región ven con sospecha la estrecha relación de Estados Unidos con las Fuerzas Armadas. Y también es cierto el papel clave que juega el ejército en la política del país".

"Lo importante ahora, no es debatir si es un golpe o no, sino observar si los militares siguen al pie de la letra el proceso democrático que han prometido. Estados Unidos también estará vigilando muy de cerca", señala Edgard Jallad.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130704_egipto_revolucion_o_golpe_men.shtml
 

Shandor

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Algo mas del tema desarrollado por Sebastian

Una estrategia de la Casa Blanca para continuar con la ayuda militar a El Cairo

Es de US$ 1550 millones. Por ley debe cortarla si hubiera un golpe. Por eso, se abstuvo de calificar el cambio de régimen.

Nadie tiene dudas. Lo ocurrido en Egipto fue un golpe de estado. El ejército egipcio derrocó a un presidente democráticamente elegido, suspendió la Constitución y dio luz verde a un nuevo gobierno que ayer disolvió el Parlamento. Tanto Washington como El Cairo se niegan, sin embargo, a definir el hecho como un golpe. ¿Por qué?
Lo que está en juego son, nada más ni nada menos, US$ 1.550 millones.
Es el monto que EE.UU. le otorga anualmente a Egipto en materia de asistencia militar y económica. Desde 1979, Egipto es –después de Israel– el país que más fondos recibe de Washington.
De acuerdo al Foreing Assistan Act , la ley que regula la ayuda financiera estadounidense al exterior, la Casa Blanca debe cortarle la asistencia todo país “cuyo gobierno, elegido debidamente, haya sido derrocado por un golpe militar”. La ley dice que la Casa Blanca no puede hacer excepciones y que la ayuda no puede ser restaurada hasta que “no asuma un gobierno elegido democráticamente” Esto significa que Obama debería cortarle la ayuda a Egipto inmediatamente. Pero todavía no lo ha hecho y evitó en todo momento pronunciar la palabra golpe.
Washington siempre tuvo miedo de que si, la ayuda a Egipto es suspendida aun por corto tiempo, El Cairo pondría fin a los tratados de paz que firmó con Israel. Lógicamente, el nuevo gobierno egipcio no quiere que le corten la ayuda y, por lo tanto, también se niega a hablar de golpe. Afirma que lo que hubo fue una rebelión popular.

No fue un golpe de Estado porque los militares no tomaron el poder”, dijo Mohamed Tawfik, el embajador de Egipto en Washington. El caso egipcio, sin embargo, sentará precedente.
En el pasado, Washington le cortó la ayuda económica a Costa de Marfil, África Central, Fiji y Pakistán. Pero cuando Hosni Mubarak fue derrocado, la ayuda a Egipto continuó. Mubarak no había sido elegido democráticamente. En ese sentido, el caso de Mohamed Mursi es muy diferente. Su presidencia fue el producto de unas elecciones que el mundo entero considero libres y transparentes.
Sin embargo, ahora que la situación es más clara, nadie en la Casa Blanca ni en el Congreso está dispuesto a tomar una decisión. Sin duda, la ayuda será uno de los instrumentos que tiene EE.UU. para influenciar en el proceso político. Por eso, muchos estiman en Washington que es mejor mantener la asistencia y amenazar con cortarla si no convocan pronto a elecciones; o bien primero suspender la ayuda y luego afirmar a El Cairo que soló será restaurada si convocan a comicios.
clarin
 

Sebastian

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La guerra siria arrastra a Morsi

El Ejército egipcio interpretó la nueva actitud del presidente sobre el conflicto en Siria como una amenaza a sus propios intereses

El conflicto civil sirio ha sido determinante en el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi desde que respaldó abiertamente la guerra santa contra el régimen alauí de Bachar el Asad. La declaración disparó las alarmas dentro del Ejército egipcio, que interpretó ese apoyo como un mensaje de aliento a los egipcios que decidieran participar de ese conflicto en las filas rebeldes, con el consiguiente riesgo de que esos combatientes pudiesen volver algún día convertidos en un ejército de renovados yihadistas.

Egipto ya tiene a muchos de sus nacionales militando en las filas de Al Qaeda, el mismísimo jefe Aymán al Zawahiri es cairota. Y aunque no se sabe con exactitud cuántos ciudadanos egipcios están combatiendo en las filas rebeldes sirias, diversas fuentes citadas por los medios árabes han calculado que unos 2.500. Se cree, además, que tras la entrada de lleno de Hezbolá en el conflicto, la participación de egipcios aumentó exponencialmente.

La marcha islamista del sábado 15 de junio fue determinante en el deterioro de las relaciones entre Morsi y el Ejército. Ese día, el todavía presidente egipcio rompió relaciones con Siria, anunciando el cierre de la Embajada de Damasco en El Cairo y retirando al representante diplomático egipcio en la capital siria. Ante cerca de 20.000 personas, Morsi se enfrentó abiertamente al régimen de El Asad, a Hezbolá y a toda la comunidad chií. Pidió a la milicia libanesa que se retirara de Siria pero, al mismo tiempo, alentó la participación extranjera de los suníes en el conflicto en favor de los rebeldes sirios.

En ese mismo acto, los clérigos radicales suníes que acompañaron al presidente tildaron de infieles tanto a los chiíes que combatían en defensa del régimen sirio como en general a todos los que negaban su apoyo a Morsi. Un clérigo egipcio con residencia en Catar y muy reconocido entre los Hermanos Musulmanes, Yusuf al Qaradaui, llegó a declarar: “Cómo pueden 100 millones de chiíes desafiar a 1.700 millones de suníes…”. Los mensajes sectarios no agradaron al general Abdel Fatah al Sisi ni a ningún miembro del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.

El día después de la marcha islamista, los militares emitieron un comunicado tan escueto como contundente, en el que especificaban que “el único papel del Ejército es el de proteger a Egipto y garantizar su seguridad nacional... El Ejército egipcio no va a interferir en los asuntos internos de otros países y no se dejará manipular ni utilizar en los conflictos regionales”.

Aunque las relaciones ya no eran las mejores antes de mediados de junio, la posición adoptada por Morsi con respecto al conflicto sirio fue determinante en el divorcio entre los militares y el presidente derrocado. El Ejército interpretó el mensaje de Morsi no solo como una amenaza a la convivencia egipcia, sino también a sus propios intereses. Los militares, siempre dueños de su destino desde el nacimiento de la República, recelaron de un Gobierno islamista que impulsó una Constitución que concede al presidente el control de las Fuerzas Armadas egipcias.

La caída de Morsi ha insuflado moral al régimen sirio. Después de todo, la sangrienta guerra, contra pronóstico, se ha llevado por delante al presidente egipcio antes que al sirio. En una entrevista en el diario estatal sirio Ath-Thawra, Bachar el Asad declaró que “lo que está sucediendo en Egipto es la caída de lo que se conoce como el islam político”. “En cualquier parte del mundo, el que utiliza la religión con fines políticos o para beneficiar a unos y no a otros, caerá”, sentenció El Asad.

Irán, sospechosamente, no ha celebrado con salvas la caída del primer presidente electo de Egipto. Morsi no tuvo mejor idea en la histórica visita que realizó a Teherán en agosto de 2012 que denunciar al “régimen opresor sirio” y certificar “que había perdido toda su legitimidad”. Lo hizo en su discurso de apertura de la cumbre de Países No Alineados en la capital iraní. “La revolución en Egipto fue uno de los pilares de la primavera árabe. Comenzó unos días después que en Túnez, fue seguida por Libia y Yemen y más tarde por la revolución en Siria”, señaló Morsi, para insistir en que “nuestra solidaridad en la lucha que llevan adelante los sirios (...) es un deber moral y una necesidad política y estratégica”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/05/actualidad/1373041482_744356.html
 

Sebastian

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“El golpe de Estado deja abierta la puerta a la violencia”

Mohamed Beltagy, secretario general del brazo político de los Hermanos Musulmanes, asegura que van a mantener las movilizaciones
La semana pasada ha sido dura e intensa para Mohamed Beltagy (Kafr el Dawar, 1963) secretario general del Partido Libertad y Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes. Con el presidente Mohamed Morsi arrestado desde el miércoles, y algunos líderes de la Hermandad siendo detenidos, Beltagy ha tomado el papel de voz principal de denuncia del golpe militar. Se acaba de dirigir a los partidarios del presidente depuesto desde el escenario habilitado frente a la mezquita de Raba el Adawiya, epicentro de las protestas contra el nuevo Gobierno. "Aunque nos maten, de aquí no nos vamos hasta que liberen a Morsi", ha dicho. Mantiene, después, que este es solo el inicio de una larga campaña de desobediencia civil.

Pregunta. ¿Ha hablado usted con Mohamed Morsi recientemente?
Respuesta. Creemos que el presidente se encuentra en los cuarteles de la Guardia Republicana, pero se ha cortado toda comunicación suya con el exterior. No he podido hablar con él desde antes del golpe.

P. ¿Qué estrategia va a seguir la hermandad a partir de hoy?
R. Vamos a ir a todas las plazas de Egipto. Este es un golpe militar que no vamos a aceptar. Queremos que regrese el presidente electo.

P. ¿Y toda esa gente que se manifestó antes del golpe, pidiendo la marcha del señor Morsi?
R. El hecho de que 12 millones de personas votaran por Ahmad Shafik [primer ministro en el régimen de Hosni Mubarak, derrotado por Morsi en las elecciones presidenciales de hace un año] y que este no ganara no les da derecho a salir a las calles para forzar su voluntad a los demás, ignorando las urnas. Eso no es democracia.

Beltagy, médico de profesión, ha sido un líder atípico en los filas de los Hermanos Musulmanes. Fue una de las voces que, desde ese grupo, más alto apoyó la revuelta contra Mubarak, y un asiduo en Tahrir en 2011. Previamente, entre 2005 y 2010 fue legislador en la bancada de la oposición al régimen de Mubarak, cuando la hermandad era acallada y perseguida. Tras la revuelta de 2011 fue elegido secretario general del Partido Libertad y Justicia.

P. La gente en la plaza de Tahrir dice que esto no es golpe. Debe haber oído sus cánticos.
R. ¿No es un golpe? ¿Se han parado a considerar esa gente quién controla el país ahora? El general Al Sisi es el líder, a pesar de ese bufón que ha puesto por presidente [el jefe del Tribunal Constitucional Adli Mansur].

P. ¿Cree que hay ahora una persecución de los Hermanos Musulmanes y otros movimientos islámicos?
R. Tras el golpe que le robó la legitimidad al presidente y a las urnas, están intentando reinstaurar el régimen opresor de Mubarak, con su estado policial. Están arrestando a líderes de la hermandad y tratando de romperla.

P. ¿Cree que obedece a un prejuicio contra los islamistas?
R. Es simplemente un golpe contra la democracia, que fue la que llevó al poder a los islamistas.

P. Si hay elecciones de nuevo, ¿se presentarán a ellas?
R. Bajo el régimen del golpe de Estado, no. No reconocemos este sistema y no trataremos con él.

P. Usted ha dicho que este golpe puede provocar violencia por parte de grupos islamistas que quieren responder.
R. Este es un gran revés a Egipto, después de un tiempo tan largo en el que se ha buscado la democracia. Parece ser que las urnas y las elecciones no tienen valor ninguno. Si la estructura de la democracia deja de funcionar, y esta ya no tiene valor alguno, algunas personas pueden pensar que la única opción es la violencia. Esos no son los medios de los Hermanos Musulmanes, pero hay otros grupos que siguen su propio camino.

P. ¿Qué le parece la respuesta de la comunidad internacional ante lo ocurrido esta semana?
R. La mayoría de la comunidad internacional se ha puesto claramente de parte del golpe. Ha decidido ignorar que esto es un golpe de Estado contra la democracia, contra las instituciones elegidas por las urnas. No se ha dado cuenta de la gravedad de la situación, del peligro que esto entraña. Han dejado que se expulse a los representantes legítimos. Este golpe de Estado deja la puerta abierta a la violencia.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/06/actualidad/1373134727_011873.html
 

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NO SE CONCRETÓ UNA DECISIÓN AUDAZ DE MANSUR
Marcha atrás: Vetado por salafistas El Baradei no será 1er. ministro de Egipto

Un portavoz del presidente ha realizado un comunicado en televisión negando el nombramiento de Mohamed El Baradei como 1er. ministro interino de Egipto. Ha explicado que hay varios candidatos y que aún están deliberando. El problema del nombramiento del premio Nobel de la Paz podría estar en Al Nur, el partido salafista que apoyó el golpe y que poco después de su designación ha salido a decir que no estaba de acuerdo y ha amenazado con dejar de apoyar la hoja de ruta. Antes, se había llegado a difundir la información de que el político liberal, líder del partido Al Dustur (la Constitución), juraría este sábado 06/07 como nuevo 1er. ministro, tras haber recibido el encargo del presidente interino de Egipto, Adli Mansur, informó el portavoz del Frente de Salvación Nacional, principal alianza no islamista, Jaled Daud. El movimiento Tamarrod -origen del movimiento que ha llevado a la caída del presidente islamista Mohamed Morsi- había anunciado que el nombramiento era efectivo. ElBaradei, exdirector general de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), es el dirigente más destacado del Frente de Salvación Nacional, principal coalición de fuerzas políticas contrarias a los Hermanos Musulmanes.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El nuevo presidente interino, el juez Adli Mansour, tanteó al líder opositor y premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei como posible primer ministro de un Ejecutivo de transición. La oposición inmediata del partido salafista Nour, que apoyó el golpe de Estado contra los Hermanos Musulmanes, le hizo reconsiderar esa opción. Un portavoz de la presidencia dijo por la noche que no hay una fecha concreta para elegir Primer Ministro y que en ese proceso se debe considerar la oposición islamista a El Baradei.

La principal alianza salafista egipcia, Al Nur, rechazó el nombramiento como 1er. ministro del político liberal y premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei, informó su portavoz, Tarek Hasan.

El salafismo es un movimiento sunnita que reivindica el retorno a los orígenes del islam, fundado en el Corán y la Sunna. Por salaf, los teólogos musulmanes designan a Mahoma y a sus discípulos (en particular los 4 primeros califas), así como a las 2 generaciones que les siguen. La expansión del islam se atribuye generalmente a la pureza de su fe. "Desde entonces, cada vez que las sociedades musulmanas se encuentren frente a una crisis económica, política o social, ciertos teólogos preconizarán un retorno al islam de los Salaf".

"Quien adoptó la decisión no ha tenido en consideración la difícil situación que atraviesa el país", precisó Hasan tras lamentar que su formación "no fuese informada" de la misma, pese a la existencia de un pacto por el que "el nombramiento del primer ministro debía ser por acuerdo".

Líderes del movimiento Tamarod dieron la elección de El Baradei, su representante, por segura. Se toparon, sin embargo, con la oposición del Partido Nour, la 2da. fuerza islámica del país tras los Hermanos Musulmanes, que amenazó con retirar su apoyo al nuevo Gobierno interino si se elegía a El Baradei para liderar el Ejecutivo. Perder el apoyo de Nour debilitaría notablemente el nuevo proceso político abierto por las fuerzas armadas, que han creado un frente de alianzas seculares y religiosas contra el poder de la hermandad, a cuya facción política pertenece Morsi.

Al Nur presentó dos candidatos "por la gran experiencia que poseen en asuntos de Gobierno":

> Kamal al Ganzuri, 1er. ministro en 2 ocasiones (entre 1996 y 1999 y tras la revolución, 2011-2012), y

> Abdelaziz Hegazi, que dirigió el Gobierno de 1974 a 1975.

"Si las resoluciones se adoptan de forma unilateral, sin consultas o acuerdos, al contrario de lo que habíamos convenido con el ministro de Defensa, Al Sisi, entonces todo acto tendrá sus consecuencias", agregó Hasan, que es además secretario general de Al Nur en la ciudad costera de Alejandría.

El portavoz insistió en que su movimiento, que antes del golpe militar había pedido al aún presidente, Mohamed Morsi, que convocase elecciones presidenciales para frenar la división del país, no da "a nadie un cheque en blanco", sino que se guía únicamente por el deseo de "colocar a Egipto en la senda correcta".

El premio Nobel apoyó la maniobra de los militares y acompañó al general Abdel Fatah al Sisi cuando anunció en televisión la consumación del golpe. Director de la Agencia Internacional para la Energía Atómica entre 1997 y 2009, El Baradei había sido elegido por el opositor Frente de Salvación Nacional y el movimiento juvenil Tamarrod (Rebélate, en árabe) para dialogar con los militares y liderar su proceso de transición tras el derrocamiento de Morsi. Cuando los medios egipcios informaron de su posible nombramiento, la plaza de Tahrir, donde se reunían cientos de personas, estalló en celebraciones con fuegos artificiales y vítores. En las manifestaciones islamistas contra el golpe, sin embargo, se gritó: "¡No lo logró en las urnas y ahora lo quieren imponer los militares!".

En la conferencia de prensa de por la noche, el portavoz del Presidente, Ahmed al Muslimani dijo: “El Presidente interino Adli Mansur se reunió hoy con el doctor El Baradei, pero hasta ahora no ha habido un nombramiento oficial”. Posteriormente añadió que la suya es “la opción lógica”. Al Muslimani dijo que los Hermanos Musulmanes, levantados en protestas contra el golpe y el nuevo Gobierno interino, tiene las puertas abiertas para participar en el proceso político y presentarse a las elecciones legislativas y presidenciales que se convocarán próximamente.

Los partidarios de Mohamed Morsi volvieron el sábado a miles a las calles de El Cairo a pedir que se reinstale en el poder al presidente depuesto, dando señales de que no cesarán sus protestas y demandas. Mientras, las nuevas autoridades interinas siguieron avanzando en la hoja de ruta trazada por los militares.
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Los Hermanos Musulmanes nada quieren saber de ese nuevo proceso político, porque lo consideran ilegítimo. "Hemos rechazado este golpe de Estado y rechazaremos todo lo que venga de él", había dicho previamente Gehad el Haddad, portavoz de la hermandad. "¡No nos representa!", gritaban, en referencia a El Baradei, los concentrados en una marcha hacia el cuartel de la Guardia Republicana, donde las Fuerzas Armadas mantienen detenido a Morsi.

En esa manifestación homenajearon como mártires a cuatro de los 37 fallecidos en el viernes 05/07 de protestas contra el nuevo régimen, en las que las fuerzas del orden cargaron con perdigones y gas lacrimógeno.


El siguiente despacho fue el que publicó Urgente24 al comenzar la tarde, ahora desmentido por la actualización:

Tres días después de que el Ejército egipcio desalojara al presidente Mursi del poder, el líder de la oposición secular Mohamed El Baradei va a ser nombrado primer ministro interino de Egipto este sábado, según han asegurado fuentes de la presidencia.

El Baradei se ha reunido este sábado 06/07 con el presidente interino, Adli Mansur, quien fue investido el jueves, según aseguró la agencia oficial Mena.

El movimiento Tamarrod -origen del movimiento que ha llevado a la caída del presidente islamista- anunciaba esta tarde que el nombramiento ya era efectivo. Una fuente militar ha asegurado a AFP que El Baradei va a prestar juramento esta tarde.

Tras conocerse el nombramiento, un alto cargo de los Hermanos Musulmanes aseguró que su partido rechaza este nombramiento. El nombramiento de El Baradei -premio Nobel de la Paz y antiguo jefe del OIEA- se produce mientras el país vive días sangrientos tras el golpe. La "transición" está dando lugar a cruentos choques entre los islamistas que reclaman la vuelta del presidente derrocado y sus detractores.

Tras décadas en el extranjero, El Baradei regresó a Egipto en enero de 2011, en medio de las protestas que derrocaron a Hosni Mubarak. En aquellos primeros días de la 'primavera egipcia', se postuló para dirigir la transición.

En enero de 2012, disgustó a muchos de sus seguidores cuando se retiró de la carrera presidencial. Ahora, dos años después de la revolución que acabó con el rais Mubarak, es el negociador que quieren las fuerzas de la oposición que han dado un golpe de estado contra Mursi y el gobierno de los Hermanos Musulmanes.

El representante del opositor Frente 30 del Junio calificó la hoja de ruta trazada por el Ejército -que suspende la Constitución y aparta a Mohamed Mursi de la Presidencia- como un "paso hacia la reconciliación nacional".

Islamistas

Envalentonados por la demostración de fuerza del viernes, en la que reunieron a decenas de miles de personas en las calles de El Cairo, paralizando la ciudad y enfrentándose a las fuerzas armadas, los partidarios islamistas del presidente depuesto Mohamed Morsi lanzaron este sábado 06/07 una nueva jornada de concentraciones de protesta contra el golpe de Estado consumado el miércoles. Pidieron, como ayer, que las fuerzas armadas liberen a Morsi, a quien mantienen bajo arresto, junto a su núcleo más cercano de colaboradores, en el cuartel de la Guardia Republicana en la capital de Egipto.

Las protestas comenzaron a primera hora de la tarde, la misma hora a la que trascendió la designación del premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei como primer ministro interino. El Baradei, que fue responsable de la Agencia Internacional para la Energía Atómica, se reunió poco antes con el presidente del país, Adli Mansur.

“Las masas volverán a salir a las calles con sus protestas cívicas y sentadas pacíficas en El Cairo hasta que el golpe militar sea anulado y el presidente legítimo reinstaurado”, dijo en un comunicado la Alianza Nacional de Defensa de la Legitimidad, una amalgama de 11 grupos islamistas creada para defender a Morsi.

Tras una noche de violencia, El Cairo había amanecido este sábado en tensa calma. Los vehículos acorazados habían dejado libres de nuevo los accesos a la plaza de Tahrir, foco de las revueltas que en 2011 derrocaron el régimen de Hosni Mubarak, pero aún guardaban varios accesos a las zonas en las que han acampado los partidarios del anterior régimen.

Una bio

Mohamed Mustafa el-Baradei nació el 17/06/1942 en El Cairo, es conocido porque entre 1997 y 2009 fue el Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), una organización intergubernamental bajo el auspicio de las Naciones Unidas. Junto a la AIEA, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz de 2005.

El-Baradei se licenció en Derecho en la Universidad de El Cairo en 1962 y está doctorado en derecho internacional por la Universidad de Nueva York. Como diplomático comenzó a trabajar nada más licenciarse en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto, destinado en dos ocasiones en las sedes de Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra.

En 1984 fue nombrado asesor jurídico de la AIEA hasta 1993 y director auxiliar de la oficina de relaciones exteriores de la Agencia hasta 1997. Ese año fue nombrado Director General, cargo que desempeñó hasta noviembre de 2009.

En 2002, junto con Hans Blix, fue encargado por la Agencia y por las Naciones Unidas para certificar el desarme de Irak, y condujo el equipo de inspectores de la ONU buscando evidencias de armas de destrucción masiva en aquel país.

El 27 de enero de 2003, ante el Consejo de Seguridad de la ONU expuso que la AIEA había desmantelado, eliminado o evacuado la mayor parte de las instalaciones iraquíes con capacidad de fabricar armas nucleares. El 7 de marzo, ante el mismo órgano, reafirmó su postura y comunicó que no existía uranio en Irak procedente de Níger, tal y como George W. Bush había denunciado con anterioridad.

Por ello se opuso frontalmente a que Estados Unidos, Gran Bretaña, España y Portugal hicieran la declaración de las Azores que dio lugar a la invasión de Irak de 2003 al considerar que no había pruebas para dicha intervención, y solicitando un plazo de tiempo mayor para que los inspectores realizasen su trabajo.

El 7 de octubre de 2005 ganó el Premio Nobel de la Paz junto a la AIEA en "reconocimiento a sus esfuerzos por impedir la proliferación de armas nucleares".

En su tercer mandato, la AIEA y el-Baradei se centraron en dos procesos internacionales de envergadura: el control de la producción de uranio por parte de Irán que era renuente a dar explicaciones a la Agencia, y la salida del Tratado de No Proliferación Nuclear de Corea del Norte en donde se sospechaba la posibilidad de que se hubiera obtenido material para un número indeterminado de armas atómicas. En ambos casos Estados Unidos era contrario a la política de ElBaradei y pretendió su no reelección.

En 2008 Mohamed el-Baradei anunció su intención de no continuar al frente de la AIEA durante un cuarto mandato. El 1 de diciembre de 2009 tomó posesión su sucesor en el cargo, el japonés Yukiya Amano.

En febrero de 2010 creó la Asociación Nacional para el Cambio como alternativa política en Egipto. Durante las protestas de Egipto de 2011, el-Baradei regresó a su país para sumarse a los opositores al régimen de Hosni Mubarak señalando que volvía a El Cairo porque no había otra elección y que debía estar acompañando a la multitud. Al llegar a El Cairo el 27 de enero de 2011, señaló que era un momento clave para Egipto, sintiéndose preparado para conducir la transición política en el país. Antes de su llegada y desde el aeropuerto de Viena indicó: "Si la gente lo quiere, y sobre todo los jóvenes, puedo dirigir la transición. No les voy a dejar en la estacada"

Candidato en las elecciones presidenciales de su país en 2011 luego de la caída de Mubarak, renuncia denunciando irregularidades en los comicios y manipulación por parte del consejo militar provisional que gobernaba el país. Resulta electo Mohamed Morsi de los Hermanos Musulmanes, proclamado en junio de 2012 como nuevo presidente. Actualmente El-Baradei considera inconstitucional la elección de Morsi y apoya las protestas contra el gobierno de Morsi con motivo de su concentración de poderes del Estado.
urgente 24
 

Sebastian

Colaborador
El proceso político abre una brecha entre los partidarios del golpe

Egipto vive nuevas marchas enfrentadas de partidarios y detractores de Morsi.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dice que Egipto está al borde de la "guerra civil"

Partidarios y oponentes del golpe de Estado que el miércoles acabó con la corta presidencia de los Hermanos Musulmanes y Mohamed Morsi en Egipto volvieron hoy a las calles en una jornada de manifestaciones opuestas y en la que las fuerzas armadas esperan enfrentamientos y tensión. El viernes murieron en Egipto 37 personas en el día de la ira convocado por los partidarios islamistas de Morsi. Mientras, el proceso político puesto en marcha por los militares tras el golpe de Estado del miércoles ha dado un traspiés con la primera piedra con la que se ha topado. Unidas contra el mandato de los Hermanos Musulmanes, las fuerzas opositoras que ahora controlan el Gobierno del país han dado muestra de una gran división a nivel interno.

Cuando el sábado el nuevo Presidente interino, el juez Adli Mansur, eligió al reputado premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei como Primer Ministro, el partido salafista Nour amenazó con retirar su apoyo al proceso de transición tutelado por los militares. Para ellos el apoyo de una fuerza islamista como Nour es crucial a la hora de proyectar unidad contra Morsi. Los medios convocados anoche para asistir al anuncio de la elección de El Baradei, confirmado previamente por portavoces oficiales, se encontraron con una rueda de prensa en la que un asesor del presidente Mansur, Ahmed al Muslimani, decía que todo seguía en al aire y tendía la mano a los Hermanos Musulmanes a participar en el proceso político. Añadió luego que El Baradei es “la opción lógica” para el puesto.

Los líderes del movimiento juvenil Tamarod (Rebélate, en árabe) han convocado un día de defensa del nuevo Gobierno transicional para este domingo, después de días en los que los Hermanos Musulmanes han tomado la iniciativa en las calles. Fue Tamarod quien convocó las protestas masivas del 30 de junio en las que hasta 17 millones de personas salieron a las calles a pedir la marcha de Morsi. Ahora quiere defender en las calles la legitimidad del golpe. A primera hora de la tarde, ya estaba congregada una multitud en la emblemática plaza de Tahir.

Los Hermanos Musulmanes, que mantienen una acampada en el distrito de Ciudad Nasser, han convocado sus propias protestas. Una multitud marchaba el domingo por la tarde hacia el cuartel de la Guardia Republicana, donde los militares retienen a Morsi y a su círculo más íntimo de colaboradores.
El Gobierno provisional que está creando el presidente Mansur debe iniciar el proceso de redacción de la nueva constitución -la antigua, aprobada en las urnas el año pasado, fue suspendida por los militares- y de convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas. Los Hermanos Musulmanes han dicho que, a pesar de la oferta del Gobierno, no participarán en ese proceso, dado que consideran que el presidente legítimo, elegido por las urnas, sigue siendo Morsi.

La tensión en las calles ha provocado preocupación en la escena internacional. “Siria está al borde de la guerra civil”, dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, a la agencia gubernamental RIA Novosti, durante una visita a Kazajistán. La Casa Blanca emitió anoche un comunicado en el que dijo que “el presidente [Barack Obama] ha condenado la violencia que afecta a Egipto y ha expresado su preocupación por la continuada polarización política. Ha recalcado que Estados Unidos no se ha alineado ni apoya a ningún partido ni grupo político específico en Egipto”.

El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, habló viernes y sábado con el comandante de las fuerzas armadas egipcias, Abdel Fatah al Sisi, artífice del golpe, a quien le dijo que espera que haya ahora una transición completamente pacífica y se restaure el orden democrático.

Eso no depende, sin embargo, completamente del general Al Sisi, ya que los grupos islamistas mantienen que tienen la legitimidad de su lado y dicen que se mantendrán en las calles hasta que Morsi vuelva al palacio presidencial. Mohamed Beltagy, secretario general del partido de Morsi, Libertad y Justicia, dijo a este diario recientemente que “si la estructura de la democracia deja de funcionar, y esta ya no tiene valor alguno, algunas personas pueden pensar que la única opción es la violencia”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/07/actualidad/1373199342_663074.html
 

Sebastian

Colaborador
Una onda de choque regional

El golpe de Estado puede marcar durante los próximos años la evolución del islamismo político

Un golpe de Estado militar siempre deja profundas cicatrices psicológicas en una sociedad, sobre todo si va acompañado de un estallido violento. Por su dimensión demográfica e importancia geoestratégicas, los terremotos políticos en Egipto no afectan solo a sus habitantes, sino que hacen temblar el entero orden político regional. Y más aún ahora con la región en plena convulsión tras la llamada primavera árabe.

Con más de 85 millones de almas, Egipto es el país árabe más poblado, y también el que posee un Ejército más poderoso. Si no fuera por la debilidad de su economía —tiene un PIB per cápita de 6.600 dólares (5.140 euros)—, su liderazgo en el mundo árabe sería indiscutible. Con Irak perdido en su propio laberinto sectario, y Siria en una guerra civil infernal, Arabia Saudí hace sentir su influencia gracias a sus petrodólares.

El Cairo, la mayor megalópolis de África y de Oriente Medio, siempre ha ejercido una gran influencia cultural e ideológica. El panarabismo árabe se convirtió en la ideología hegemónica de la región el día que la abrazó el coronel Gamal Abdel Nasser. Y fue también en el valle del Nilo donde nació el islamismo político moderno de la mano de Hasan el Bana, quien fundó los Hermanos Musulmanes en 1928. De ahí el valor simbólico y práctico que tuvo el ascenso al poder de Mohamed Morsi. Y el que, probablemente, tendrá también su caída.

El golpe de Estado ejecutado por el Ejército egipcio puede marcar durante los próximos años la evolución del islamismo político, y enfrascarlo en una batalla ideológica entre moderados y radicales, a la vez que algunos de sus movimientos cargan con la responsabilidad de gestionar sus países.


Después de décadas de represión y exilio, y de asumir una ética de resistencia, la caída o liberalización de varias dictaduras árabes ofrecieron al islamismo político una oportunidad de oro para pasar de la oposición al Gobierno de sus países. Una vez consumada esa evolución en Egipto, Túnez y Marruecos, la primavera árabe tenía el potencial de anclar en el sistema democrático al islamismo mayoritario, algo el el putsch puede poner en duda, al dar alas a la franja más radical del islamismo que aboga por la lucha armada.

A nivel geoestratégico, el cambio de régimen en Egipto aborta la creación de un frente regional potente de regímenes islamistas con una política exterior independiente de Occidente. Esta alianza, integrada también por Turquía, Catar y Túnez, se perfiló claramente durante la guerra de Gaza de noviembre de 2012.
Sin embargo, los dos escenarios en los que se hará sentir de forma más inmediata la caída de Morsi son Siria y Palestina. “Lo que ha pasado es una pesadilla para Hamás... El nuevo Gobierno no tendrá buenas relaciones con ellos”, explica el catedrático palestino Mujaimer Abu Saasa en el diario Al Ahram, haciendo referencia a las buenas relaciones políticas y vínculo orgánico entre los Hermanos Musulmanes y la milicia palestina.

La alegría que expresaron la noche del miércoles los activistas de Tahrir es parecida a la que debió sentir Bachar el Asad. Apenas unas horas después del golpe, el presidente sirio ya se había felicitado en una entrevista televisiva por la “caída del islamismo”. “Quien usa la religión por intereses políticos o partidistas caerá en cualquier parte del mundo”, pronosticó. El rais ha basado su estrategia para sobrevivir a la primavera árabe en presentar el conflicto sirio como una lucha contra el yihadismo, en lugar de una revolución popular contra su dictadura. Por eso, considera que todo debilitamiento del islamismo gobernante en favor del yihadismo supone una bendición para él. El Egipto de Morsi nunca aportó a los rebeldes otro apoyo que el moral.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/06/actualidad/1373133091_423501.html
 

Sebastian

Colaborador
Los abusos sexuales detrás de las protestas en Egipto

Redacción
BBC Mundo
Lunes, 8 de julio de 2013

Grupos de voluntarios protegen a las manifestantes creando un espacio circular que las separa de los hombres.​

Mirada desde arriba, la aglomeración de miles de manifestantes en la Plaza Tahrir en El Cairo tiene una forma peculiar: en medio de la multitud hay un círculo, rodeado por un corredor sin gente. Ahí es donde se distinguen algunos puntos amarillo fluorescente. Más allá, la masa.

El círculo está compuesto por mujeres. Y en el pasillo, los hombres de amarillo son guardias voluntarios dispuestos a protegerlas, al igual que el primer cordón de hombres de la masa posterior.
"Se aprovecharon de que yo estaba en el suelo, me tomaron, me dieron vuelta, pusieron mis piernas hacia arriba y me violaron como quisieron"​
Yasmine El-Baramawy​

Para las mujeres en Egipto, protestar puede ser un gran riesgo: entre el viernes 28 de junio, cuando comenzó esta última ola de protestas, y el miércoles 3 de julio, el día en que las fuerzas armadas intervinieron, se reportaron 180 casos de asaltos sexuales, según cifras proporcionadas por Amnistía Internacional.

Estos cientos de abusos constituyen el lado sombrío de las manifestaciones que condujeron a la deposición del presidente Mohamed Morsi.

"Calculamos que son más de 200 ahora, sin incluir los muchos que no son reportados", le dice a BBC Mundo Diana Eltahawy, investigadora de Amnistía Internacional en El Cairo.

Pero el problema del abuso sexual en Egipto no es nuevo. "Lo que ha cambiado es el nivel de violencia mostrado", apunta Eltahawy.

"Me violaron como quisieron"

"Oí a gente riéndose"​
Shorouk Al Attar​

Para Hanan Razek, periodista de la BBC y autora del documental "Mujeres en la plaza de Tahrir", los asaltos sexuales y las violaciones en las protestas son algo relativamente nuevo, que no se vio en la primera revolución iniciada en 2010.
Razek recuerda que la primera vez que vio el círculo para proteger a las mujeres fue en noviembre de 2011, "luego de los primeros casos de acoso sexual masivo en las protestas".

"Si estás aquí y ves a una chica vestida indecentemente, ¿qué vas a hacer? No se puede evitar"​
Joven egipcio​

Según informa el corresponsal de la BBC en Egipto, Aleem Maqbool, en internet hay videos donde se ve cómo decenas de hombres de repente rodean a las mujeres durante las manifestaciones y se las llevan en medio de la multitud, mientras son manoseadas y asaltadas.

"Nunca me imaginé lo que me harían en sólo unos minutos. Hicieron un círculo estrecho alrededor mío. Comenzaron a tocar cada parte de mi cuerpo, a violar cada parte de mi cuerpo. Yo estaba tan traumatizaba que lo único que hacía era gritar. No podía hablar, ni pedir ayuda, sólo gritar", cuenta Hania Moheeb, víctima de un asalto sexual en un video testimonial realizado por Human Rights Watch.

"Se aprovecharon de que yo estaba en el suelo, me tomaron, me dieron vuelta, pusieron mis piernas hacia arriba y me violaron como quisieron", relata Yasmine El-Baramawy, otra de las víctimas, en el mismo video.


En apenas cinco días se reportaron 180 casos de abusos sexuales contra mujeres en las protestas.

La analista de Amnistía Internacional le dice a BBC Mundo que en medio del caos es difícil distinguir a quienes ayudan a las víctimas de quienes las atacan, .
"Todo el mundo me estaba agarrando, fingiendo querer sacarme de la multitud pero en efecto asaltándome", le contó hace una semanas Shorouk Al Attar a la BBC.

Junto a su hermana, Shorouk fue víctima de un grave asalto cerca de la plaza Tahrir durante una protesta el año pasado.
"Oí a gente riéndose", recuerda.

¿Quiénes son los atacantes?
Según el corresponsal de la BBC en El Cairo, en años recientes las mujeres egipcias se han acostumbrado a ser objeto de acoso sexual, particularmente cuando hay aglomeraciones de gente. Las vacaciones de Eid (una fiesta religiosa musulmana) se han convertido en un periodo particularmente peligroso, afirma.

"Creo que es algo organizado. No es fortuito, como la mayoría de la gente piensa"​
Shorouk Al Attar​

"Ahora, parece que las protestas masivas en la Plaza Tahrir, el corazón de la revolución egipcia, se han convertido en una gran fuente de atracción para algunos jóvenes y niños egipcios que quieren ir a mirar con lascivia, acosar o incluso asaltar sexualmente a las mujeres", informa Maqbool.

"Si estás aquí y ves a una chica vestida indecentemente, ¿qué vas a hacer? No se puede evitar", le confesó al corresponsal un joven que merodeaba la plaza Tahrir junto a otros chicos, después de que Maqbool le preguntara su opinión sobre el incremento en el número de ataques a las mujeres.

"Estamos deprimidos, no podemos encontrar trabajo ni tenemos dinero, ¿qué esperas?", dijo otro, que no quiso dar su nombre.

Varios de los jóvenes con los que la BBC habló reconocieron que iban a la plaza a mirar a las mujeres.

Periodistas ultrajadas
No sólo las manifestantes sufrieron abusos en las protestas.
El viernes 28 de junio, una periodista holandesa de 22 años fue atacada y violada por un grupo de hombres mientras trataba de cubrir en terreno los inicios de las manifestaciones.

El grupo estaba compuesto por cinco hombres, quienes se autodenominaban "revolucionarios", según informó la prensa local.

La mujer fue hospitalizada y debió someterse a cirugía, antes de ser repatriada a Holanda.

La mujer se suma al tristemente célebre caso de la reportera de la cadena estadounidense CBS, Lara Logan, quien fue asaltada sexualmente por una turba justo la noche que el gobierno de Hosni Mubarak cayó en El Cairo, el 11 de febrero de 2011.

Logan preparaba un informe para el noticiero cuando repentinamente una turba de hombres la tomó, la apartó de su productor y su guardaespaldas.
El grupo de entre 200 y 300 hombres le rasgó la ropa y la golpeó. "Durante un largo período de tiempo me violaron con sus manos", contó Logan en una entrevista con The New York Times.
Según explicó la periodista de la BBC Hanan Razek, reportear dentro del círculo de protección en Tahrir es posible para una mujer reportera. Lo complicado son algunos accesos y las calles aledañas a la plaza.

"Yo soy egipcia, por lo que conozco cómo funciona. Pero lo que yo recomendaría es no andar nunca sola, siempre con alguien, algún compañero o productor".
Y aunque no admitieron haber estado involucrados en ningún asalto grave, su actitud dejaba entrever que no consideran el acoso a las mujeres como un problema y que las violaciones son incluso motivo de bromas.

Pero algunos sectores de la sociedad egipcia sospechan que, más allá del problema social que existe desde hace tiempo en Egipto con respecto al abuso sexual de las mujeres, algunos de los asaltos en la plaza Tahrir están orquestrados para sembrar terror.
"Hay una teoría que dice que si quieres romper una sociedad tienes que empezar por las mujeres, porque si lo haces así los hombres tendrán miedo", le dice a la BBC Shorouk, quien fue atacada durante una manifestación contra el entonces presidente Mohammed Morsi y su partido de los Hermanos Musulmanes.

"Creo que es algo organizado. No es fortuito, como la mayoría de la gente piensa", afirma.

Según Macbool, la idea de que los Hermanos Musulmanes han promovido los asaltos para disuadir a las mujeres de que acudan a las protestas es popular entre algunos activistas y grupos de apoyo a la mujer.

Pero no hay evidencia de ello y la acusación ha sido rotundamente negada por el partido islamista.

Essam El Erian, el vicepresidente del partido, reaccionó molesto ante esa hipótesis y le dijo hace unas semanas a la BBC que eran los grupos opositores los que tenían la culpa del caos.

"La Plaza Tahrir ha sido capturada por los revolucionarios", aseguró. "Ellos son los responsables de cualquier caso de asalto sexual allí".

Vacío e impunidad
Ante ese vacío de seguridad surgieron los grupos de guardias voluntarios, como los hombres de amarillo fluorescente que vigilan el corredor que rodea a las manifestantes.


Protestar o celebrar frente al Palacio Presidencial se ha vuelto más seguro para las mujeres que en la plaza Tahrir.

Uno de ellos es la organización llamada Operación Contra Asaltos Sexuales, que adquirió un papel crucial tanto en la denuncia de los casos de agresión como en la protección de las manifestantes y el apoyo a las víctimas.
Además del despliegue en el terreno, la organización utiliza su página de Facebook para advertir sobre zonas peligrosas y posibles ataques.

"Las manifestantes y las periodistas deben evitar el área de las calles Hardee y Mohamed Mahmoud. Ha habido asaltos sexuales allí. Es un área insegura", publicaban el miércoles, el mismo día del golpe de Estado.

Pero lo que los voluntarios pueden hacer es limitado.
"Incluso si la policía estuviera presente, el respeto y desde luego el miedo a las fuerzas de seguridad ha disminuido desde la revolución, y es difícil imaginar cómo las mujeres podrían estar libres de acoso en medio de una gran multitud"​
"Incluso si la policía estuviera presente, el respeto y desde luego el miedo a las fuerzas de seguridad ha disminuido desde la revolución, y es difícil imaginar cómo las mujeres podrían estar libres de acoso en medio de una gran multitud", apunta Macbool.

Para Eltahawy, la investigadora de Amnistía Internacional en El Cairo, los agresores "lo hacen una y otra vez sin recibir castigo alguno".

Y al citar los factores de fondo que arrastra el país para lidiar con este problema menciona la segregación "promovida por el Estado", su sistema policial inoperante a la hora de denunciar, la falta de seguridad en las protestas y un sistema judicial que deja impunes a los victimarios.

A medida que continúan las protestas en Egipto, muchas mujeres buscan zonas donde poder manifestarse o celebrar con más seguridad. Las afueras del palacio presidencial, donde existe una mayor vigilancia de las fuerzas de seguridad es una alternativa a la Plaza Tahrir.

Pero independientemente de quienes son los agresores y de los factores sociales o políticos que pueden motivarlos, según Macbool "está claro el tema de los abusos sexuales no se está teniendo en cuenta con la gravedad que le corresponde, ni por los políticos, ni por los funcionarios de seguridad ni por la sociedad egipcia en general".
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130705_egipto_abuso_sexual_mujeres_protestas_ch.shtml
 
Al menos 42 muertos y 300 heridos en El Cairo, según el Ministerio de Sanidad


El Cairo, 8 jul (EFE).- Al menos 42 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en los enfrentamientos de hoy entre las fuerzas de seguridad y manifestantes frente a la sede de la Guardia Republicana en El Cairo, anunció a Efe el jefe del departamento de ambulancias, Mohamed Sultán.
Sultán aseguró que continúa el traslado de heridos a diferentes hospitales y que se desconoce el número de soldados o policías entre las víctimas

http://www.efe.com/efe/noticias/ame...on-para-investigar-masacre-cairo/2/12/2079207

At least 51 killed in Egypt, Islamists call for uprising


http://www.reuters.com/article/2013/07/08/us-egypt-protests-idUSBRE95Q0NO20130708
 

Sebastian

Colaborador
Egipto: ¿qué pasa si los islamistas vuelven a ganar las elecciones?

Kevin Connolly
BBC, El Cairo
Martes, 9 de julio de 2013

Algunos policías se sumaron a las protestas en El Cairo.​

El líder interino de Egipto dio a conocer un cronograma para la celebración de nuevas elecciones, en medio de la incesante agitación y la violencia en el país.
Un decreto de Adly Mansour prevé cambios en la Constitución de corte islámico y un referendo, lo que podría abrir la puerta a nuevos comicios el año próximo.

La noticia se conoció cuando se reportaron al menos 51 muertos en la capital, El Cairo, principalmente en enfrentamientos entre seguidores islamistas del depuesto presidente de Mohamed Morsi y las fuerzas de seguridad.

Desde Egipto, el periodista de la BBC Kevin Connolly analiza qué puede ocurrir si se llevan a cabo nuevas elecciones y el candidato de los Hermanos Musulmanes gana otra vez.

Hace poco más de dos años, el largo reinado del autócrata Hosni Mubarak terminó cuando la oleada de protestas en El Cairo le quitó el poder. De repente la plaza Tahrir era tan famosa como Times Square, Trafalgar o Tiananmen.

Fue evidente que el juego se le había terminado a Mubarak cuando las fuerzas de seguridad uniformadas del estado se esfumaron y dejaron las calles de la ciudad a merced de vigilantes armados. Con lo que fuera, desde palos de hockey a pistolas.
Era claro que un estado policial sin policías no iba a durar mucho.

Unas horas después de que esta semana el sucesor de Mubarak elegido democráticamente, Mohamed Morsi, fuera desplazado de su cargo y arrestado por los generales, no pude dejar de notar que esta vez había uniformados por todas partes.

Cuando pasamos en coche por una embajada extranjera en un barrio residencial vimos a un par de policías bailando en la calle. Una escena que uno preferiría no ver en hombres que portan Kalashnikovs.

Egipto una vez más se halla en un estado bastante paradójico. Esta vez, una democracia presidencial sin presidente.

Los policías estaban encantados. Mohamed Morsi provenía de las filas de los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista que nació en Egipto hace 85 años y que a los miembros de las fuerzas de seguridad los adiestran para ver como una organización subversiva.

Humillación
Esos policías que bailaban estaban celebrando lo que para ellos es una especie de vuelta a la normalidad. En lugar de recibir órdenes de los Hermanos Musulmanes, ahora se los llevan presos.

Había rumores - finalmente confirmados - de que Morsi y algunos de sus principales asesores habían sido detenidos. Se dijo que su teléfono móvil había sido confiscado y que su esposa no podía ponerse en contacto con él, una humillación repentina y sorprendente para un gobernante de Egipto y su esposa.

Morsi era impopular. Para empezar, es lo contrario de carismático y nunca llegó a abordar los cruciales problemas de pobreza y desempleo que enfrenta Egipto.
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La llegada de la democracia generó expectativas que ningún presidente podría haber satisfecho y la experiencia de Morsi como activista de bajo perfil dentro de los Hermanos Musulmanes no lo había preparado para semejante tarea.
Sin embargo hay muchos egipcios que, aunque no lloran la caída de Morsi, no comulgan con la forma en la que ésta se dio.

Los partidarios de los militares los ven como guardianes del espíritu nacional, como si tuvieran un derecho amplio, extraconstitucional para intervenir en momentos de crisis nacional.

Ellos dicen que están cumpliendo la voluntad del pueblo, puesta en evidencia en las enormes manifestaciones públicas contra Morsi en los últimos días.

Fueron ellos quienes tomaron la decisión de que las protestas de algún modo prevalecen sobre la voluntad que el pueblo expresó en las urnas el año pasado.
La pregunta más interesante, y la más peligrosa, en la política egipcia actual es qué pasa si se celebran nuevas elecciones y el candidato de los Hermanos Musulmanes gana otra vez.

Es una situación para nada imposible. La popularidad de los Hermanos cayó por culpa del mediocre mandato de Morsi, pero siguen siendo la fuerza mejor organizada del país. El trato que están recibiendo le agregará virulencia a su campaña.

Una escultura de arena del derrocado presidente egipcio Mohamed Morsi​

Golpe
Un segundo presidente islamista ¿seguirá el camino del primero? Y los generales ¿dirán que no está capacitado para gobernar?
Los partidarios de Morsi están furiosos por la forma en la que ha sido tratado.

En la calle se manifiestan a favor y en contra del golpe.​

Ellos ven esto como un golpe militar directo, aunque se hable de él de manera relativamente suavizada.

Y creen que Occidente, incluso aunque tenga cierta aprensión con los métodos, está bastante feliz de ver la destitución de un hombre con el que nunca se sintió instintivamente incómodo.

En Washington, Londres y París podrían albergar la esperanza de que un futuro líder sea más fácil de tratar en temas candentes como Siria.

El mensaje de los seguidores de Morsi es simple. Un golpe militar es una cosa mala, aunque esté dirigido contra alguien que no guste especialmente.

Mucho dependerá ahora de la rapidez con la que Egipto avance hacia nuevas elecciones y cuán libres y justas sean. Y de si el Ejército respeta los resultados.
El Ejército de Egipto tiene enormes intereses económicos propios que proteger y se ve que el ejercicio del poder es un hábito difícil de romper.
Y el estado de ánimo en las calles aquí puede ser volátil.

Es cierto que grandes multitudes celebraron la decisión del Ejército de sacar a Morsi de su cargo. Pero la última vez que los generales estuvieron en control de El Cairo, la ciudad se llenó de manifestantes que exigían que el poder pasara a manos de civiles.

Nadie pensó jamás que este vasto país podía moverse del autoritarismo a la democracia de un tirón, pero esta transición es peor de lo que debía ser.

Mientras tanto, los problemas derivados de la pobreza se ponen cada vez peores.
Estos son tiempos turbulentos aquí, cuando la política se decide en parte en reuniones privadas entre los generales y en parte en reuniones públicas.

De lo que uno puede estar seguro es que uno u otro bando bailarán en las calles de nuevo en poco tiempo. Me pregunto si el año que viene seguirán siendo esos jóvenes policías.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/07/130708_egipto_democracia_fooc_rg.shtml
 

Shandor

Colaborador
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Israel pide a Estados Unidos que no recorte la ayuda militar anual a Egipto

  • EEUU prohíbe ayudar a gobiernos surgidos de golpes de Estado
  • Sancionar a Egipto pondría en riesgo la seguridad israelí
  • Egipto se beneficia de esta ayuda desde 1979
Israel ha pedido a Estados Unidos que no recorte la ayuda militar que concede a Egipto anualmente, y que asciende a 1.300 millones de dólares, en respuesta al derrocamiento del régimen de Mohamed Mursi, según ha informado este martes el diario 'Haaretz'.
La petición fue presentada la semana pasada a través de varias vías, ha declarado una fuente de elevado rango de la Administración estadounidense citada por el rotativo.
Desde que el ejército egipcio suspendió a Mursi en sus funciones y lo sustituyó por Adli Mansur, presidente del Tribunal Constitucional, el gobierno israelí ha estado en permanente contacto con Washington para evaluar la situación en el país vecino y el impacto de la rebelión para la seguridad de Israel.
Según el 'Haaretz', que no identifica a su fuente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló por teléfono con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, mientras que el titular de Defensa israelí, Moshé Yaalón, hizo lo propio con su colega estadounidense, Chuck Hagel.
También dialogaron sobre la crisis egipcia el asesor de Seguridad Nacional israelí Yaakov Amidror y la asesora estadounidense Susan Rice.
Egipto recibe ayuda desde 1979

El diario destaca que ambas partes coordinaron posturas sobre la crisis y que los israelíes elevaron ante sus interlocutores que cualquier sanción a la ayuda militar egipcia afectaría negativamente a la seguridad de Israel, en particular en laPenínsula del Sinaí, donde en los últimos días grupos armados han detonado un gasoducto.
El ejército egipcio ha desplegado tanques en la frontera para impedir que islamistas de Gaza entren en el Sinaí y se unan a los Hermanos Musulmanes, movimiento del que proviene Hamás.
Egipto se beneficia de la ayuda estadounidense desde que firmó elTratado de Paz bilateral con Israel en 1979, un acuerdo, que según este último podría verse en peligro si se suspende la ayuda militar porque El Cairo no tendría ya nada que perder.
La ley estadounidense prohíbe extender ayuda financiera a cualquier gobierno surgido de un golpe de Estado, lo que ha generado la alarma en Israel, a pesar de que tanto la Casa Blanca como la Secretaría de Defensa quieren seguir con esa asistencia porque responde a los intereses estadounidenses.
El domingo el senador republicano John McCain describió lo ocurrido en Egipto como un golpe de Estado y exhortó a la Administración Barack Obama a suspender la asistencia militar inmediatamente.
De acuerdo con 'Haaretz', diplomáticos israelíes en la capital estadounidense realizan en los últimos días gestiones en las dos cámaras del Congreso para convencer a senadores y congresistas de que no tipifiquen el cambio de gobierno en Egipto como un golpe de Estado.
elmundo.es
 

rojo

Desde el Nacional
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filmó su propia muerte en las revueltas egipcias

Un fotógrafo grababa los disparos de un francotirador militar sobre los manifestantes cuando el soldado giró repentinamente el fusil, apuntó a la cámara y terminó con su vida


Ahmed Samir Assem tenía 26 años y trabajaba para el periódico partidario Al-Horia Wa Al-Adala cuando fue ultimado por una bala disparada por el Ejército egipcio. El hecho ocurrió el 30 de junio pasado, cuando frente al edificio de la Guardia Republicana, en El Cairo, murieron al menos 53 personas.

http://america.infobae.com/notas/74466-Video-filmo-su-propia-muerte-en-las-revueltas-egipcias
--- merged: 10 Jul 2013 a las 09:34 ---
¿Desde cuando?


Desde el momento en el que no fue provocado por ellos.
 
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