Argentina sufriría un duro golpe con este acuerdo. Argentina exporta principalmente sus productos industriales a Brasil, ya que la industria agrícola generalmente está interrelacionada, excepto por productos como trigo, café, azúcar y maíz, por ejemplo. Las exportaciones argentinas a Brasil consisten principalmente en productos industriales terminados y semiterminados, vehículos de transporte pesado, etc. El Ejército brasileño adquirió más de mil vehículos medianos para diversos fines. Estos vehículos provenían todos de Argentina gracias al acuerdo del Mercosur. Uno de los requisitos de la Unión Europea es que sus empresas participen en licitaciones públicas. Es fácil imaginar de dónde provendrían estos vehículos si este acuerdo estuviera vigente. El motor del Guaraní, por ejemplo, probablemente provendría de Europa. Francia y Alemania producen más trigo que Argentina y a un precio más bajo gracias a los subsidios. España y Portugal ya exportan frutas a Brasil sin este acuerdo, por no hablar de la industria vitivinícola, donde los europeos tienen una fuerte presencia, además de marcas de calidad y consolidadas, y de los productos lácteos. Por lo tanto, considero que este acuerdo será muy problemático para la economía argentina.
En cuanto a estas visitas, suelen ser para exigir la postura del gobierno y su alineamiento con sus intereses. Daré dos ejemplos: el entonces primer ministro británico y actual canciller, al llegar a Brasil, presentó una serie de exigencias y presionó a Dilma sobre ciertas conductas brasileñas. Angela Merkel, mientras veía la final del Mundial en el Estadio Maracaná con Dilma, entre cervezas y champán, le dijo que Brasil estaba violando las normas de la OMC en relación con la industria automotriz. Dos días después de llegar a Alemania, Merkel presentó una demanda ante la OMC contra Brasil, contra la industria automotriz brasileña. Tras dejar el cargo, Dilma declaró en una ocasión que lamentaba las medidas que había tomado con respecto a la industria automotriz, pero no mencionó la demanda de Alemania ante la OMC contra Brasil. Estas informaciones no son públicas, se filtra estratégicamente a la prensa según el interés de la fuente, generalmente un agente público estatal.
Estas visitas suelen ser para exigir posturas y alineaciones. Quizás algo relacionado con Rusia, pero podría haber algo más.