Las militares de EE.UU. quieren su lugar en el frente de guerra

Shandor

Colaborador
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Un grupo de mujeres lidera una cruzada para que el Pentágono les permita entrar en combate, acción hoy prohibida.

WASHINGTON.- Su vida podría parecer una montaña rusa. Hoy está casada y tiene una hija de dos años con la que posa, sonriente, junto a su marido. Pero eso podría haber quedado en la nada si el bombazo con el que, hace unos años, fue atacada en Irak hubiese sido más certero.
Entre un extremo y otro, la sargento Jennifer Hunt entabló un sonoro juicio al Pentágono, al que acusa de no reconocer a las mujeres su lugar en el frente de guerra. Una demanda que, al hacerse pública, puso en aprietos al secretario de Defensa, Leon Panetta, y potenció la disputa por el papel del llamado "sexo débil" en los escenarios de combate.
"Los jefes siguen creyendo que las mujeres no servimos para el frente de combate y eso, así como negar que, de hecho, estamos en él, es, además de inconstitucional, una estupidez", dijo esta oficial de largo pelo rubio que, si no fuera por el uniforme, bien podría pasar por asesora de moda. Pero no es la única que está molesta.
"El motín de las Juana de Arco", es el nombre que, en la jerga, se le dio al creciente movimiento de mujeres soldados que, en los Estados Unidos, denuncian discriminación en el reconocimiento de su papel en los escenarios de guerra. La rebelión parece ganar adeptos. La senda de los tribunales fue seguida por otras oficiales en la misma condición, así como por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles.
Todos, con la idea de que, pese a una creciente flexibilización en los últimos años, a las mujeres se les sigue negando reconocimiento formal para acciones de guerra.
"Se les impide participar en más de 200.000 puestos en posiciones de primera línea, incluida la infantería, la artillería y la caballería blindada -dijo Margaret Bloss, vocera de la entidad-. Hoy, la legislación permite que una mujer se acerque a un tanque de guerra para repararlo como mecánica, pero no puede ir en él ni, mucho menos, conducirlo", añadió.
Lo mismo se repite en el terreno político, con crecientes voces para reconocer "el significativo aporte que las mujeres hacen en el frente de combate", según señaló a LA NACION la representante demócrata Loretta Sánchez, promotora de un proyecto de ley para corregir el sistema.
Desde que Barack Obama llegó al poder la situación se ha flexibilizado bastante. De hecho, fue una mujer, la brigadier Margaret Woodward, la que, el año pasado, dirigió la operación Odisea al Amanecer, que diezmó a las fuerzas de Muammar Khadafy, en Libia. Pero lo hizo desde un escritorio y lo que estas amotinadas quieren es meterse en el barro.
"Hemos dado muchos pasos para abrir más la posibilidad de carrera. Por ejemplo, habilitamos 14.000 nuevos puestos militares a las mujeres; posiciones que antes estaban reservadas a hombres", argumentó, en esa línea, una de las voceras del Pentágono, Eileen Lainez.
Pero lo que molesta a las militares es que siguen cerradas opciones vitales para avanzar en el escalafón. "No está permitido que las mujeres sirvan en infantería, en operaciones especiales ni en caballería blindada", recordó la diputada Sánchez.
Además de tratarse de una "prohibición inconstitucional", muchos creen que se trata, en rigor, de una prohibición hipócrita. "La esquila que me hirió no se detuvo en la carrocería del jeep porque yo fuera mujer", ironizó la rubia sargento Hunt.
Fue un baño de sangre. Pero, para la burocracia militar, nada de eso podía pasarle. "En los papeles, lo que se decía era que yo estaba en el teatro de operaciones, pero para trabajar en la promoción de pequeñas empresas entre la población iraquí", dijo.
Al igual que sus compañeras en la demanda judicial, Hunt sostiene que lo que ocurre en la realidad tiene poco que ver con lo que dice el reglamento. "Una vez que estás allí, el peligro es igual para todos, no hay límites, salvo en lo que dice la letra de los expedientes", sostuvo.
Otros se oponen y dan sus razones. "Por mucho que se argumente, la verdad es que darle a una mujer las mismas responsabilidades de guerra que a un hombre no sólo es irreal, sino que representa un peligro para todos", subrayó Elaine Donnelly, una ex asesora del Pentágono. "Podría citar miles de razones. Pero uno de los argumentos es la injusticia que representa para un soldado tener a una mujer por compañera. Si él cae herido, por muy valiente que ella sea, no podrá cargarlo y sacarlo de allí. Y eso no es justo", dijo.
Las mujeres representan una minoría entre los soldados estadounidenses, y ocupan casi el 15% de los puestos: unos 200.000 en una fuerza de 1,4 millones de efectivos. De acuerdo con la estadística oficial, en conjunto, cerca de 290.000 mujeres fueron desplegadas en Irán y Afganistán. De ese total, 152 resultaron muertas y 951 heridas
la nacion
 
Son unas pel0tudas...

Son las mismas gilas que, habiendo ganado la posibilidad de combatir cuerpo a cuerpo con talibanes o cualquier otro grupo de anti-norteamericanos genéticos, van a hacerle juicio al pentágono o a la casa blanca por las violaciones y vejámenes que las que cayeran a manos de esos enemigos eventuales pudieran haber sufrido...
 

sea-dart

Veterano Guerra de Malvinas
Es un buen tema y me gustaría opinar ,lo primero que debo decir es que no lo veo como una cuestión de genero….”Mujeres si….Mujeres no” creo que debemos analizarlo como una cuestión de eficiencia, el mejor para tal o cual tarea independientemente de su sexo.
En este punto debemos ver lo que podríamos llamar “costo- beneficio” ejemplo si para realizar una determinada misión es igual o mas eficiente una mujer que un hombre y no hay que cambiar nada para que la mujer la realice estaría bien, pero cuando hay que modificar y/o cambiar….ya hay que plantearse que no es lo mismo uno que otro.
Hay leyes y logros que las mujeres consiguieron a fuerza de mucha lucha y ahora están buscando la igualdad con el hombre es como una incongruencia.
Yo he visto buques de guerra donde parte de su tripulación son mujeres y en algunos casos a la hora de quedar embarazas han usado los derechos laborales que la asisten…….desembarcaron, pero su puesto debió ser cubierto por un hombre que no era de esa tripulación, por que, porque la mujer cubre ese puesto mientras puede y no mientras debe.
Otro tema del frente de combate son las pruebas que deben rendir los hombres son de una exigencia y las de las mujeres de otra, basta con mirar las pruebas físicas que rinden mujeres y hombres en nuestras FFAA son distinta en cuanto a tiempo seguro y en muchos casos en cuanto a su grado de complejidad.
Cuando son madres deberían estar criando a sus hijos y no de campaña por varios días.
Dicho todo esto alguien podría decir que solo se mande al frente de batalla a las solteras……..o a las que no son madres….o a las que puedan rendir igual que los hombres. Esto en poco tiempo volvería a ser visto como discriminación.
Por lo expuesto y bastante mas creo que las mujeres pueden y deben formar parte de las FFAA pero con las restricciones propias de quien no podría sacar del lugar siniestrado a su compañero que con equipo y todo debe rondar los 100kg. Un abrazo.
 
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