India y Rusia deben gestionar responsablemente sus diferencias sobre la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU
4 de mayo de 2025 39
Consejo de Seguridad de la ONU
Por Andrew Korybko
India quiere que los miembros restantes del G4 (Brasil, Alemania y Japón) tengan representación permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), mientras que Rusia se opone a conceder ese estatus a los dos últimos porque daría más influencia a Occidente.
El Representante Permanente de la India ante la ONU, Parvathaneni Harish, abogó firmemente por la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU a mediados de abril. Como él mismo lo expresó: “La reforma es esencial para que la ONU sea apta para su propósito, para permitirle responder significativamente a los desafíos globales actuales… Y quienes no apoyan reformas reales que reflejen las realidades contemporáneas están en el lado equivocado de la historia, lo cual nos perjudica a todos”. Habló en nombre del G4 durante una reunión en el marco del Marco de Negociación Intergubernamental (IGN).
El G4 se refiere al grupo de países que apoyan mutuamente sus candidaturas para puestos permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU. Los otros tres miembros son Brasil, Alemania y Japón. El IGN está integrado por el G4, el grupo rival Unidos por el Consenso, que aboga únicamente por aumentar el número de puestos no permanentes, la Unión Africana (UA), el grupo L69 de países en desarrollo, la Liga Árabe y CARICOM. Por lo tanto, el Embajador Harish presentó la opinión de su país y de los grupos asociados sobre la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ante la mayor parte de la comunidad internacional.
Por muy convincentes que sean sus argumentos, y por muy sensato que sea desde el punto de vista de los intereses nacionales de la India aliarse con Brasil, Alemania y Japón para perseguir este objetivo común, se espera que esta nueva ofensiva encuentre una sutil oposición por parte de Rusia. Esto se debe a que Rusia se ha pronunciado en contra de conceder asientos permanentes a Alemania y Japón en el Consejo de Seguridad de la ONU, argumentando que esto exacerbaría el desequilibrio prooccidental existente en ese organismo. Otro obstáculo es que Rusia y Japón aún no han firmado un tratado de paz, debido a la disputa por las Islas Kuriles.
Objetivamente hablando, el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido disfuncional durante mucho tiempo debido a su división Este-Oeste, por lo que agregar más miembros permanentes —especialmente dos fuertemente prooccidentales— solo exacerbaría esa situación. Sin embargo, la membresía permanente es ampliamente percibida como prestigiosa y ahora se considera equivalente al reconocimiento global del estatus de gran potencia de un país, o de su ambición creíble de convertirse en una. Es comprensible, por tanto, que la India quiera tener una representación permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Esto es aún más relevante considerando cuán profundamente ha cambiado el mundo en los últimos tres años, desde que la operación especial de Rusia aceleró de manera sin precedentes la transición sistémica global hacia la multipolaridad. La India ha aprovechado estos procesos para convertirse en la Voz del Sur Global, un actor verdaderamente neutral en la Nueva Guerra Fría y una fuerza crucial en la economía mundial: factores que, en conjunto, le otorgan las características de una gran potencia digna de un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Por lo tanto, seguir negándolo se considera una falta de respeto.
Rusia apoya que India y Brasil se conviertan en miembros permanentes, pero los dos países no quieren romper con sus socios del G4, Alemania y Japón, para obtener ese estatus sin ellos, aunque China podría bloquear la candidatura de India de todos modos debido a disputas territoriales no resueltas entre ambos. Aun así, hay claras diferencias entre los enfoques de Rusia y la India respecto de la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, pero se espera que estas diferencias se gestionen de manera responsable, sin críticas públicas entre sí y mediante un diálogo continuo sobre el tema.
Una manera de suavizar esas diferencias podría ser que Rusia convenza a la India de que un asiento permanente en el ya disfuncional Consejo de Seguridad de la ONU es menos importante que ampliar el número de “minilaterales” como el I2U2 en los que participa y fortalecer la eficacia de bloques regionales como el BIMSTEC. Estas tienen un impacto mucho más tangible en la remodelación del orden mundial actual y, por lo tanto, pueden compensar con creces la posible ausencia prolongada de la India como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
A Índia deseja que os demais membros do G4 — Brasil, Alemanha e Japão — obtenham representação permanente no Conselho de Segurança da ONU (CSNU), enquanto a Rússia se opõe à concessão desse status aos dois últimos, já que isso daria mais influência ao Ocidente.
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