Escocia, abocada a un referéndum de independencia

Sebastian

Colaborador
La campaña por el no en Escocia da un giro para apelar a los sentimientos

“Me rompería el corazón que se dividiera nuestra familia de naciones”, asegura Cameron

Walter Oppenheimer Londres 10 SEP 2014 - 21:00 CEST600


Declaraciones de Cameron y el primer ministro escocés / Reuters Live!

La llegada a Escocia de los líderes de los tres grandes partidos británicos el miércoles ha marcado un giro radical en la campaña unionista para evitar un triunfo independentista en el referéndum del día 18. Tras varios meses amenazando a los escoceses con todo tipo de desgracias si votaban por la secesión, David Cameron, Ed Miliband y en menor medida Nick Clegg dieron un giro de 180 grados a la campaña unionista y apelaron al corazón de los votantes para que no permitan que Reino Unido se fragmente. “Me rompería el corazón que se dividiera nuestra familia de naciones”, dijo Cameron.

El “team Westminster”, el equipo Westminster, como les definió irónicamente el líder independentista, Alex Salmond, se repartió el trabajo. El primer ministro Cameron se presentó el miércoles en la sede de una entidad financiera en Edimburgo, donde las clases medias que han hecho fortuna con las entidades financieras con sede en Escocia pero mercado en Inglaterra son más sensibles al mensaje unionista.

Sin dejar por completo las amenazas sobre las consecuencias de la secesión, Cameron se dirigió a la audiencia en términos sentimentales. Explicó que le preguntan a menudo si para su partido sería más fácil ganar las elecciones si Escocia fuera independiente. “Mi respuesta es que me importa más mi país que mi partido. Me preocupa inmensamente este gran país, este Reino Unido que hemos construido juntos. Y me rompería el corazón si esta familia de naciones que hemos reunido —y hemos hecho juntos cosas extraordinarias— si esta familia de naciones se dividiera”.

En respuesta directa al mensaje independentista de que el referéndum es la oportunidad perfecta para sacarse de encima a los gobiernos conservadores que suelen emanar de Westminster, el líder tory advirtió: “La gente puede creer que esto es un poco como unas elecciones, que tomas una decisión y cinco años más tarde puedes decidir otra cosa. Que si estás harto de los jodidos tories les puedes dar una patada y luego te lo puedes volver a pensar. Esto es muy diferente. No es una decisión para los próximos cinco años, sino para el próximo siglo”.

El líder laborista, Ed Miliband, se fue a Glasgow, un feudo histórico del laborismo que se ha convertido en la clave del referéndum, porque la remontada independentista en las encuestas se explica sobre todo por el creciente apoyo que está recibiendo de votantes laboristas desencantados. Un sondeo difundido el miércoles sitúa en el 42,4% los votantes del sí a la independencia y en el 47,6% los del no, en la misma línea que uno anterior realizado también por Survation.

Miliband les habló “con la cabeza, con el corazón y con el alma para que Escocia siga en Reino Unido”. “Con la cabeza porque creo que si estamos juntos podemos crear, más fácilmente que si estamos separados, una sociedad más igual y socialmente más justa. Con el corazón, por los vínculos que nos mantienen unidos y que se romperán de forma irremediable con la separación. Con el alma, porque es la solidaridad lo que permite crear grandes instituciones como el Servicio Nacional de Salud para combatir las injusticias de nuestro tiempo”.

Nick Clegg se fue a los Scottish Borders, la zona fronteriza con Inglaterra al sudeste de Escocia, en la que los liberal-demócratas aún tienen cierto crédito. No apeló tanto a las emociones, pero en lugar de refugiarse en la seguridad de un salón se echó a la calle para debatir con los votantes. Allí hizo hincapié en las ofertas de aumentar las cuotas de autonomía de Escocia y aseguró que todo va a cambiar después del referéndum, porque no es necesario que gane la opción de la independencia para que cambien las cosas.

Alex Salmond, el líder independentista, lanzó de buena mañana su mensaje de que estaban ante una confrontación del “team Westminster” y el “team Scotland”, arrogándose para los independentistas la etiqueta de escoceses e identificando con la nada popular etiqueta de Westminster a los partidarios de que Escocia siga formando parte de Reino Unido.

El mensaje duro del día llegó a través del ex primer ministro conservador John Major, que en 1997 se opuso sin éxito al actual sistema autonómico que patrocinaban los laboristas de Tony Blair. En un artículo en The Times y una entrevista en la BBC, Major advierte que la independencia sería un desastre.

“Si Escocia votara por irse sería desastroso para todo Reino Unido. Primero porque nuestro sistema de defensa Trident se vería debilitado inmediatamente”, sostiene. “Nuestro papel en la OTAN se reduciría. Eso dañaría nuestras relaciones con Estados Unidos. Reino Unido se vería debilitado en cada institución internacional a la que pertenece. Desde luego se vería debilitado en la UE en las próximas negociaciones. Perderíamos nuestro lugar en primera fila en Naciones Unidas”, advierte el ex primer ministro.

La intervención más llamativa del día fue la del magnate mediático Rupert Murdoch, de quien se dice que tiene excelentes relaciones con Alex Salmond y ya a principios de semana aseguró que las encuestas que este maneja sitúan a los independentistas en el 54%. Murdoch tuiteó el miércoles: “Los escoceses no se merecen depender de Londres. Difícil elección. Quizás demasiado”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/10/actualidad/1410337960_071785.html
 

Sebastian

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Royal Bank of Scotland se irá de Escocia si gana la independencia
De Por Jacques KLOPP | AFP – Hace 7 horas

Los partidarios de que Escocia siga en el Reino Unido recibieron este jueves un espaldarazo del Financial Times y del Royal Bank of Scotland, que dijo que se irá a Londres si gana la independencia en el referéndum del día 18.

Además, un nuevo sondeo dio a los unionistas seis puntos de ventaja sobre los independentistas, dándoles aire en una semana que empezó con la primera encuesta desfavorable.

Ese dato obligó a los grandes líderes políticos británicos a viajar a Escocia para enderezar la situación y no acabar viéndose arrastrados por el desmantelamiento del Reino Unido.

El jefe del Gobierno regional y líder de la campaña independentista, Alex Salmond, daba por su parte una conferencia de prensa para medios internacionales en la que estimó que "la campaña del no está en declive terminal". "Escocia votará sí el jueves", pronosticó Salmond, argumentando que ninguna de las naciones a las que se ofreció la independencia "rechazaron la oportunidad".

Faltan sólo siete días para el referéndum de independencia del jueves 18 y el Royal Bank of Scotland (RBS), que tiene su sede en Edimburgo desde 1727 -el Reino Unido es sólo veinte años más viejo- y 11.500 empleados en Escocia, avisó de que se iría a Londres si gana el 'sí' para no sufrir el impacto de una situación incierta.

"Hay mucha incertidumbre sobre el referéndum escocés, que podría tener consecuencias en el ámbito fiscal, monetario, legal, en el sistema de regulación y de calificación del banco", explicó RBS en un comunicado. Por ello, de ganar el 'sí', RBS "cree que sería necesario desplazar su sede social y su principal rama operacional a Inglaterra", declaró la entidad.

El anuncio fue saludado por los inversores con un aumento del precio de las acciones del RBS, que evitó la quiebra durante la crisis financiera de 2008 gracias a la ayuda del Tesoro británico.

También el banco Lloyd's anunció el miércoles que contemplaba "establecer nuevas entidades legales en Inglaterra" si Escocia se independizaba.

La empresa, que también fue en parte nacionalizada para ser salvada de la quiebra, tiene en Escocia a 16.000 de sus 87.000 empleados del Reino Unido.

- El Financial Times y The Scotsman dicen "no" -

El diario británico económico Financial Times, cuyos análisis económicos eran citados a menudo por Salmond, y The Scotsman, publicaron este jueves editoriales desaconsejando la independencia.

El Financial Times dijo que "los argumentos a favor de la Unión son abrumadores" y "el camino a la secesión no tiene sentido". "Más que cerrarse al tribalismo", los escoceses "pueden seguir siendo parte de una nación enraizada no sólo en la historia y la cultura sino en un destino común que durante tres siglos funcionó bien para todos", sentenció el diario financiero.

Para The Scotsman, que tiene una circulación de unos 30.000 ejemplares diarios, la conclusión es que "estamos mejor juntos, que lo mejor para los intereses de Escocia es no crear división sino seguir en la Unión y usando sus ventajas para mantener el éxito".

- La montaña rusa de los sondeos -

El primer ministro británico, David Cameron; el laborista y líder de la oposición, Ed Miliband, y el liberal Nick Clegg visitaron el martes Escocia alarmados por el sondeo que ponía por primera vez a los independentistas en cabeza.

Sin embargo, el mismo miércoles por la noche, un nuevo sondeo daba seis puntos de avance al 'no' a la independencia .

El sondeo, elaborado por el instituto Survation para el diario escocés Daily Record daba al 'no' el 47,6% de los votos y un 42,4% al 'sí', con un 10% de indecisos. Ambos campos se felicitaron por el sondeo, los unionistas por volver a estar por delante y los independentistas porque tienen "el éxito al alcance de la mano", en palabras de Blair Jenkins, de la campaña "Sí Escocia".
https://es.finance.yahoo.com/notici...-desplazará-su-sede-inglaterra-094644643.html
 

Sebastian

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RBS se irá de Escocia si hay independencia
De Por SYLVIA HUI | Associated Press – Hace 6 horas

LONDRES (AP) — En un golpe a la campaña de independencia de Escocia, importantes grupos financieros, incluyendo el Royal Bank of Scotland y Lloyds Banking Group, anunciaron el jueves que mudarán sus oficinas centrales a Inglaterra si los escoceses votan para separarse del Reino Unido.

RBS, que ha estado en Escocia desde 1727, dijo el jueves que ha preparado planes de contingencia a causa de incertidumbres que pudieran dañar a negocios y clientes si los escoceses votan para volverse independientes la semana próxima. Lloyds Banking Group, dueño de los bancos Halifax y Bank of Scotland, dijo también que planea establecer "nuevas entidades legales" en Inglaterra si la campaña del Sí es exitosa.

Los pasos de los bancos generan interrogantes sobre la capacidad de una Escocia independiente de retener negocios, particularmente durante los meses de incertidumbre financiera que seguirían una votación para separarse. Escocia, entre otras cosas, tendría que determinar cuál moneda usa y cuánto de la deuda pública del Reino Unido tiene que asumir.

"Existe una serie de incertidumbres materiales relacionadas con el referéndum escocés que podrían tener impacto en las clasificaciones crediticias de los bancos, y el panorama fiscal, monetario, legal, y regulatorio a que son sujetos", dijo el RBS en una declaración.

Pese a su nombre (Banco Real de Escocia), el RBS es propiedad mayoritaria de los contribuyentes del Reino Unido porque necesitó un rescate gubernamental en el 2008 para compensar malas inversiones. Tiene operaciones en todo el territorio británico y en el extranjero, pero su reubicación sería un golpe simbólico para una Escocia independiente. El gobierno británico posee además una porción significativa de Lloyds.

Los más recientes sondeos indican que una Escocia independiente — hasta hace poco desestimada como un resultado improbable — pudiera ser una posibilidad, con la campaña en favor de la separación ganando impulso antes de la consulta del 18 de septiembre.

Eso ha sacudido los mercados, haciendo que inversionistas vendan la libra. La campaña pro independencia dice que Escocia se puede sostener por sí misma económicamente, pero sus oponentes — incluyendo muchos negocios en Escocia — se han concentrado en las incertidumbres, especialmente la moneda.
 

Sebastian

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Escocia: una victoria del "Sí" crearía "incertidumbre" económica
AFP – Hace 4 horas

Una victoria del "sí" en el referéndum de independencia en Escocia sería una fuente de "incertidumbre" económica y podría provocar reacciones "negativas" en los mercados, estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI) el jueves.

"Uno de los principales efectos en lo inmediato podría ser la incertidumbre en la transición hacia una situación monetaria, financiera y presupuestaria potencialmente diferente en Escocia", declaró un portavoz del FMI, Bill Murray, en conferencia de prensa.

El líder independentista escocés Alex Salmond afirmó este jueves que ganarán el referéndum del 18 de setiembre, una perspectiva que llevaría al Royal Bank of Scotland (Londres: RBS.L - noticias) a trasladarse a Londres, dijo la institución.

"La victoria del sí implicaría varios temas importantes y complicados que deberán ser negociados", advirtió el portavoz del Fondo.

El avance del campo independentista ya inquieta a la City de Londres, haciendo caer la libra esterlina y alimenta temores de fuga de capitales de Gran Bretaña.

Las consecuencias de una victoria del "sí" a más largo plazo dependerán de las decisiones que sean adoptadas durante el "período de transición", indicó Murray sin dar otros detalles.
https://es.finance.yahoo.com/noticias/escocia-victoria-crearía-incertidumbre-económica-150208248.html
 

Jorge II

Serpiente Negra.
Todo bien, pero por más que digan lo que digan y hagan lo que hagan va a ganar el NO o por las buenas o por las malas, lo demás es puro humo.
 
Todo bien, pero por más que digan lo que digan y hagan lo que hagan va a ganar el NO o por las buenas o por las malas, lo demás es puro humo.


Yo tambien creo lo mismo. Escocia y el escoses común, no tiene mentalidad de ser un País independiente, tiene muy arraigado el Cuento de la Comunidad Britanica y a ellos la "Corona" Inglesa, se los cogieron toda su existencia, desde las guerras de william wallace. El sentimiento esta en su equipo de Rugby en sus gaytas y punto. de ahi la educación fue siempre con el Cuento que son Britanicos "Algo del estilo de : Latinoamericanos con un Gran Monarca Latinoamericano que viviría en Brasil y que todos los demas paises somos naciones definidas : Argentina, Chile, Bolivia, etc, etc, pero que si queremos ser independientes en los papeles, tenemos que hacer un referemdum, pero el monarca seguiria siendo el Brasilero. y jefe de Estado.

Si lo ves desde el punto de vista de una República. ES DE LOCOS¡¡¡

Asombrados Saludos
Amadeus
 

Sebastian

Colaborador
Los unionistas superan a los independentistas en otro sondeos sobre Escocia

Reuters – Hace 7 horas

EDIMBURGO (Reuters) - Los partidarios de mantener a Escocia dentro de Reino Unido superan por cuatro puntos porcentuales a los separatistas, según mostró un sondeo de YouGov publicado el viernes, a menos de una semana del referéndum sobre la independencia.

El sondeo de YouGov para los periódicos The Times y Sun arrojó un respaldo de los escoceses a mantenerse dentro de Reino Unido de un 52 por ciento, frente a un 48 por ciento que está a favor de la independencia, excluyendo a aquellos que dijeron que no sabían por qué opción decantarse.

"La campaña del 'no' ha tomado nuevamente la delantera del referéndum en Escocia", dijo el presidente de YouGov, Peter Kellner, en un comentario sobre el sondeo.

"Esta es la primera vez que (la opción) del 'no' gana terreno desde agosto", agregó.

Los indicios de un leve alza en el respaldo por mantener intacto a Reino Unido es sólo una pequeña alegría para los que apoyan a la unión; el panorama más general que muestran recientes sondeos es que el referéndum aún será muy reñido.

Las encuestadoras YouGov y TNS han mostrado un incremento en el respaldo por la independencia desde finales de agosto debido a que la campaña secesionista liderada por Alex Salmond ganó partidarios del Partido Laborista, tradicionalmente a favor de la unión, y entre algunas votantes en Escocia.

Hasta ahora, sólo un sondeo este año, uno de YouGov del fin de semana pasado, ha colocado a los separatistas al frente. Esa encuesta, con un margen de error de más o menos 2 a 3 puntos porcentuales, mostró una ventaja de 2 puntos porcentuales de la campaña por la independencia.

"Aunque (la opción por el) 'no' ha vuelto al frente, la campaña por el 'sí' ha mantenido la mayor parte de su avance desde comienzos de agosto", comentó Kellner respecto del último sondeo de YouGov, que entrevistó a 1.268 personas en Escocia entre el martes y el jueves.

El repentino colapso de la fuerte ventaja de los unionistas ha llevado a los inversores a vender la libra esterlina, acciones en empresas con exposición a Escocia y bonos del Gobierno británico por temores a que el Reino Unido se desintegre.

Si los escoceses votan a favor de la independencia el 18 de septiembre, Reino Unido y Escocia tendrían que comenzar a trabajar para dividir a la economía del Reino Unido de 2,5 billones de dólares, el crudo del mar del Norte y la deuda nacional.

Además, el primer ministro David Cameron se enfrentará a nuevas peticiones de dimisión.

Escocia tendría que decidir qué moneda usar, ya que Londres afirma que no podría usar la libra en una unión cambiaria, mientras que Reino Unido tendría que decidir qué hacer con su principal base de submarinos nucleares en el río Clyde, que los nacionalistas no quieren.

Los sondeos que mostraron una oscilación en el respaldo hacia los nacionalistas provocaron temor entre la élite gobernante británica.

Cameron viajó a Edinburgo el miércoles, donde rogó a los escoceses que no rompieran su corazón al destruir la "familia de naciones" de Reino Unido.
https://es.noticias.yahoo.com/los-u...dependentistas-en-otro-sondeos-050905867.html
 

Sebastian

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Los bancos reniegan de la Escocia independiente y Salmond culpa a Londres

luis ventosoabc_mundo / CORRESPONSAL EN LONDRES
Día 12/09/2014 - 21.36h

El periódico escocés de más circulación editorializa en portada a favor seguir formando parte del Reino Unido

AFP
Dos mujeres retiran dinero de un cajero del Royal Bank of Scotland en Edimburgo

Tras sufrir un «miércoles negro», con sondeos adversos y las primeras alertas de bancos y aseguradoras contra la independencia, Alex Salmond, el paladín de la ruptura, tampoco ha tenido un buen jueves. Ayer, Lloyds Banking y su filial, el Royal Bank of Scotland, participados por el gobierno británico, anunciaron formalmente que trasladarán sus sedes sociales de Edimburgo a Londres ante una victoria del «sí». También habían hecho lo propio Tesco Bank, TSB y Clydesdale Bank. Los grandes almacenes John Lewis, muy populares entre los británicos, comunicaron abiertamente que se verán forzados a subir sus precios en Escocia si triunfan los nacionalistas. Lo mismo dijo Adsa, la segunda mayor cadena de supermercados del Reino Unido. El FMI advirtió que el nuevo país traerá «incertidumbre» y «una reacción negativa de los mercados».

Salmond ha acusado el durísimo golpe de los dos grandes bancos con sede en Edimburgo en desbandada. En respuesta, arremetió contra la BBC con crudeza y exigió una investigación sobre cómo llegó a la televisión pública la noticia de que el Royal Bank of Scotland amenazaba con irse, al igual que Lloyds. El líder independentista culpó al Tesoro británico de la filtración a la BBC y de querer «hundir a los bancos escoceses».

Para rematar una jornada de reveses para los nacionalistas, Escocia amaneció con su diario de más circulación, «The Scotsman», una institución fundada en 1817, pidiendo el voto por la Unión con un editorial a portada completa. «La pregunta no es si Escocia podría ser una exitosa nación independiente, que podría serlo –explica el periódico-, sino si debe ser una nación independiente».

Y recuerdan que el nuevo país se enfrentaría con tres problemas de enorme magnitud que lo sumirían en la pobreza y lo convertirían en un paria internacional: la carencia de una moneda propia tras ser expulsados de la libra, la salida de la UE («está claro que Escocia no sería aceptada como parte de la Unión Europea») y el problema de la defensa. Su conclusión es rotunda: «Estamos mejor juntos. El interés de Escocia no es crear división, sino continuar en la Unión y usar su fuerza para que nos ayude a continuar con nuestros éxitos».

«Ladrones de Westminster»
Un baño de realismo a siete días de la cita con las urnas del próximo jueves, que sin embargo no va a arredrar a los nacionalistas más ideologizados, impermeables a todo argumento lógico. «Prefiero ser pobre, estar de pie y tomar mis decisiones libre, en mi país, que estar domado por los barones ladrones de Westminster», declaraba por ejemplo a Reuters, en una encuesta callejera, Daniel Hargreaves, un joven de Edimburgo entregado a la causa del «sí».

En enero del 2012, David Cameron, el primer ministro británico, cometió el error de cálculo de ceder a las reclamaciones del nacionalismo escocés y anunció que les daría un referéndum «limpio, legal y decisivo». Cameron se sentía un estratega avezado al sorprender al Partido Nacionalista Escocés (SNP) con una oferta que iba más allá de lo que habrían soñado. Por aquel entonces, tanto él como Alex Salmond, el primer ministro escocés y líder independentista, creían en su fuero interno que el sentimiento separatista era en realidad residual en Escocia, acaso un 25%.

Muchos analistas británicos estiman de hecho que Salmond amagaba con la independencia para quedarse al final a medio camino y conseguir más poderes, la opción más realista. Tan seguro se sentía Cameron de la victoria del «no» que decidió jugárselo todo a la carta de una consulta que iba a ganar sin bajar del autobús, que diría el clásico Helenio Herrera.

Era la ocasión de acabar de una vez por todas con el permanente incordio victimista del SNP, más educado y respetuoso de las leyes que el separatismo catalán, pero similar en persistencia desestabilizadora. El premier no quiso preguntas abiertas ni ninguna posibilidad intermedia. La pregunta elegida es corta y a bocajarro: «¿Debería Escocia ser un país independiente?». A eso responderán el jueves los 4.285.323 escoceses que se han registrado ya para votar, la mayor respuesta en la historia de unos comicios en Escocia. Quienes hayan cumplido 16 años podrán participar

Las dos partes han puesto boca arriba sus argumentos, en una pugna que se ha caldeado en las últimas semanas tras un arranque demasiado parsimonioso por parte de Mejor Unidos, la campaña del «no». Los nacionalistas venden que una Escocia independiente permitiría crear “una sociedad más justa e igualitaria”, sin depender de una «élite de Londres». Los unionistas alegan que Escocia será más próspera y sus ciudadanos estarán más seguros si siguen dentro del Reino Unido, donde han permanecido los últimos 307 años.

Pero el juego se le ha ido de las manos a Cameron. Solo tras encajar el pasado domingo el primer sondeo adverso, que hundió el lunes a la libra y a la bolsa, Londres parece haber despertado para darse cuenta de que en este cara y cruz la emoción podría derrotar a la razón. El miércoles, Cameron pidió el voto para el «sí» con una emoción que no se le conocía, con los ojos empañados. Miliband, el líder laborista permanecerá toda la semana mitineando en Escocia y Clegg, el socio liberal del gobierno, también se trasladó allí.

Alex Salmond convocó ayer una rueda de prensa con medios extranjeros, en la que mostró su rostro más amable (tuvo también una ronda con los informadores británicos y el tono era bastante más hirsuto, con su durísimo ataque al Tesoro británico). En el día de la Diada, Salmond se desmarcó de la vía unilateral de Mas y Junqueras, que pretenden llevar a cabo un referéndum ilegal violentando las leyes democráticas españolas. El nacionalista escocés marcó claras diferencias: «El proceso escocés es legal y tiene el consentimiento de Edimburgo y Londres». Por lo demás, siguió instalado en su mundo feliz. En contra de lo que establecen los tratados, asegura que Escocia seguirá en la UE, porque «Europa necesita la pesca y la energía que le aportamos». En contra de lo que aseguran el Gobierno británico y el Banco de Inglaterra, enfatiza que Escocia conservará la libra esterlina y la seguirá compartiendo con el Reino Unido «por mutuo interés y sentido común».

Salmond acusó al Gobierno de «orquestar una campaña entre los líderes de las grandes compañías contra la independencia». Y es claro que algo de eso hay, pues desde el lunes en Westminster han escuchado las alarmas y se han movilizado. Pero tal vez se podría llamar legítima defensa ante el intento de destruir su país.


El papel de la Reina

Al fondo, como telón, la Reina, que vivirá el resultado en su residencia escocesa estival del castillo de Balmoral. Con tacto, pero sin dejar dudas, la prensa conservadora inglesa y algunos políticos tories siguen reprochándole su estricta neutralidad, cuando el propio nombre del país indica que es la soberana del Reino «Unido». Lamentan que no haya hecho un gesto explícito a favor de la Unión. Pero Isabel II, que a sus 88 años y tras más de 60 se reinado se está viendo ante una de sus mayores encrucijadas, ha interpretado que su rol constitucional es no tomar partido. Un triunfo del «sí» plantearía grandes dudas sobre su papel.

Un 54% de los escoceses querrían que fuese la reina del nuevo país, posición que incluso apoyan el 46% de los votantes del SPN, según los sondeos de YouGov. Pero su rol quedaría modificado por la nueva carta magna escocesa y se podrían dar situaciones chirriantes: ¿Qué sucedería si el gobierno de Salmond en la Escocia independiente le escribiese un discurso abiertamente anti-inglés? Hipótesis impensables hace solo quince días, pero que ahora ocupan a los analista.
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Sebastian

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El temor al impacto económico frena el auge del independentismo escocés

El endurecimiento de la campaña a favor de la unidad de Reino Unido da la vuelta a las encuestas

Walter Oppenheimer Edimburgo 12 SEP 2014 - 23:02 CEST161


Declaraciones del primer ministro escocés / Reuters Live!

El breve pero intenso bombardeo que ha combinado por un lado las ofertas de más autogobierno para Escocia, las sentimentales declaraciones de apego a los escoceses y al reino construido juntos durante siglos y, quizás lo más importante de todo, las duras advertencias de los agentes económicos sobre las consecuencias de la independencia parece estar surtiendo efecto. Dos sondeos publicados este viernes volvieron, aunque por la mínima, a poner a dar ventaja al no en el referéndum sobre la independencia convocado para el próximo día 18.

Ha bastado menos de una semana de endurecimiento de la campaña para que el unionismo se haya vuelto a poner en cabeza en los sondeos de YouGov, la consultora que puso el referéndum escocés al rojo vivo el domingo pasado al poner por primera vez al sí al frente de los sondeos con el 51% frente al 49%. Su último sondeo, sitúa ahora al no con el 52% de los votos y al sí con el 48%. Eso significa un cambio de tendencia: por primera vez desde hace varias semanas, el no ha quebrado el ascenso del sí.

Un segundo sondeo, de ICM, daba este viernes el 51% de votos al no y el 49% al sí, aunque su interpretación es más volátil porque esta consultora no publicaba un sondeo sobre el referéndum desde mediados de julio. Entonces, el no obtenía un 45%, el sí un 34% y un 21% de votantes todavía no había decidido. La proyección de este viernes supone un sustancial recorte de distancias independentista, pero mantiene a los unionistas al frente por los pelos.


Tras las advertencias del gobernador del Banco de Inglaterra, la gran banca y los gigantes del comercio, a quienes se ha sumado ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI), que este viernes alertó de que “la incertidumbre [derivada de la independencia] podría producir reacciones negativas en los mercados a corto plazo”, según señaló un portavoz. “El efecto a largo plazo depende de las decisiones que serán tomadas durante la transición”, añadió.

La campaña del no centró este viernes su atención en Glasgow, uno de los campos de batalla clave del referéndum de independencia de Escocia. Allí arengó a los suyos el líder laborista Ed Miliband, arropado en el Royal Concert Hall por su antecesor al frente del partido, el ex primer ministro Gordon Brown. También se inclinó por la capital económica de Escocia el polémico Nigel Farage, uno de los políticos más ingleses de Westminster a pesar de que su movimiento político se llama Partido por la Independencia de Reino Unido.

El inesperado auge del sí en el tramo final de la campaña ha obligado al unionismo a dar un giro de 180 grados. Una pléyade de políticos afincados en Londres han acabado viajando a Escocia, aunque no está claro que su presencia acabe traduciéndose en votos en contra de la independencia.

El análisis del cambio en las encuestas que realiza el presidente de YouGov, Peter Kellner, apunta sobre todo a cuestiones económicas. “Las respuestas a dos preguntas nos explican por qué el voto del sí se ha ido hacia atrás, aunque no mucho: sigue estando a un nivel mucho más alto que en cualquier otro momento de la campaña desde agosto”, explica Kellner en su análisis de la encuesta. “Le preguntamos a la gente de forma habitual cómo creen que la independencia podría afectar a la economía de Escocia y también a su propia economía. Durante la subida del sí, el optimismo se incrementó con fuerza y el pesimismo declinó”, añade.

En los sondeos de YouGov entre el 2 y el 5 de septiembre, el 40% de los encuestados creían que una Escocia independiente sería más próspera económicamente, frente a un 42% que pensaban que no; entre el 9 y el 11 de septiembre, solo un 37% creen que sí frente a un 48% que creen que no. Sobre si creen que personalmente les irá mejor o peor si Escocia fuera independiente, la semana pasada los optimistas eran el 23% y los pesimistas el 37%, y esta semana el pesimismo aventaja al optimismo por una diferencia aún mayor, de 45 a 21.

“Una razón clave que explica los renovados temores a la independencia es qué puede pasar con las cuentas bancarias de la gente. La principal ventaja de la unión citada por los votantes del no es que Reino Unido tiene los recursos necesarios para llegar en auxilio de Escocia si ocurre una nueva crisis como la de 2008”, explica Kellner.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/12/actualidad/1410511083_380768.html
 

Sebastian

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¿Reino Unido?
Sin un tercio de su territorio, el país perderá mucho peso internacional
Francisco G. Basterra 12 SEP 2014 - 17:27 CEST

La opción es clara, propone una decisión irreversible. Una pregunta directa, de solo seis palabras: ¿Debe ser Escocia una nación independiente? No la ambigüedad de la doble cuestión de Cataluña. Cameron solo aceptó un todo o nada, rechazando la propuesta del nacionalismo escocés de ofrecer también la opción de una profundización de la actual autonomía. Está en juego el fin de una unión de 300 años que llegó a gobernar sobre un tercio de la humanidad. Fue el imperio, del que los escoceses fueron gestores destacados, lo que soldó a la Gran Bretaña y moldeó la britanidad pero se desvaneció en los años sesenta. Antes fue el welfare state, de la cuna a la tumba, creado por los laboristas. La entrada en el Mercado Común en 1973 no tuvo el mismo efecto. Para Escocia hace tiempo que desapareció un proyecto común. Fue laminado social e industrialmente por Thatcher y le dio la puntilla el laborismo light de Blair.

La bomba de relojería que esconde la eventual independencia de Escocia es la salida de un disminuido Reino Unido de la Unión Europea cuando el proyecto europeo sufre su peor crisis de identidad. Y daría alas a otras naciones sin Estado. Por lo tanto, el referéndum del próximo jueves en Escocia, todavía una de las cuatro naciones integrantes del Reino Unido, junto con Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, nos afecta a todos los europeos, y especialmente a los españoles: vista a Cataluña. Las últimas encuestas han sembrado la alarma: el triunfo del sí a la independencia es posible.

A pesar de la importancia del envite, pactado y constitucional, Gran Bretaña no se siente al borde del abismo; el respeto del otro es un principio aceptado en Escocia. No solo es un choque entre cabeza y corazón. El debate es político y económico. Los nacionalistas del SNP, Partido Nacional de Escocia, creen que pueden ser un país más prospero y más democrático, fiándolo a los campos de petróleo del mar del Norte, una mezcla de Noruega y Arabia Saudí, con whisky.

Escocia vota a la izquierda de Inglaterra, es más comunitaria, cree en lo público. Piensan en un cóctel exitoso de identidad propia, un sentido social más justo y valores más igualitarios que la Inglaterra elitista. Un grito de small is beautiful en el torbellino de la globalización. Pero no han atado los detalles y los referendos los carga el diablo. Pretenden continuar con la libra esterlina, lo que es un despropósito. El nuevo Estado carecería de política monetaria propia y tampoco se beneficiaría del euro porque se situaría fuera de la UE. Una receta para el desastre, dice Paul Krugman.

¿Reino Unido, o RUK, Remaining of UK, o lo que queda del Reino Unido? Despojado de un tercio de su territorio, con una economía detrás de la de Italia, sin las bases escocesas de sus submarinos nucleares, notable pérdida de peso internacional en la UE, FMI, G7, difícil defensa del status de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Gran Bretaña al basurero de la historia?
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/12/actualidad/1410535667_691364.html
 

Barbanegra

Colaborador

Ajustado 'sprint' final a sólo seis días del referéndum escocés
Sólo faltan seis días para el referéndum sobre la independencia de Escocia y el resultado final todavía permanece pendiente de un hilo. La campaña arrancó con la debacle para los unionistas, sin embargo, en los últimos días los gritos por la independencia están casi a la par con los que desean permanecer en el Reino Unido. Así lo refleja un sondeo publicado hoy por el diario The Guardian, que otorga un 51% al no, un 49% al sí, mientras que el 17% todavía no lo tiene claro.

El pasado lunes 8 de septiembre, la libra alcanzaba el nivel más bajo de los últimos diez meses, debido a que horas antes se había difundido una encuesta de YouGov para The Sunday Times que daba como ganador por dos puntos al sí a la independencia de Escocia (51% a 49%), tal y como informó Carlos Fresneda.

Justo al día siguiente otro nuevo sondeo hablaba de empate entre el sí y el no. En esta ocasión los datos de intención de voto habían sido recopilados por la empresa TNS sobre un muestreo de 900 escoceses, señalando que un 39 % votaría no a la independencia frente al 38 % que votará sí. Unos resultados que había cambiado mucho respecto a los del mes anterior, que eran del 45 y 32 %, respectivamente.

El miércoles continuaban las especulaciones. Esta vez, el titular lanzado por Daily Record era que la campaña del no superaba en seis puntos a la del sí. En este caso, la encuesta elbaorada por Survation apuntaba que el 47,6% tiene pensado votar no la próxima semana y el 42,4% lo haría por el sí. Cuando ese 10% se decida finalmente, los supuestos resultados definitivos serán de un 53% al no y un 47% al sí.

Dos nuevos sondeos
En el sprint final de esta controvertida carrera por la consulta escocesas, la duda continúa latente. Hoy, han sido publicados dos nuevos sondeos sobre intención de voto y ambos muestran que el bando unionista ha recuperado posiciones, según informó Efe. Parece que las visitas de los líderes de las principales formaciones británicas (conservadores, laboristas y liberaldemócratas) de viajar esta semana a Escocia para respaldar la unión parece han surtido efecto. Por su parte, muchos bancos y empresas han abandonado su neutralidad y han alertado sobre las consecuencias negativas de una eventual escisión.

Un sondeo de la firma ICM para el periódico The Guardian otorgó a los partidarios de mantener la unión de Escocia con el Reino Unido el 51 % de apoyo frente al 49 % del no, mientras que un 17 % de los votantes aún están indecisos. Es su primer sondeo sobre el referéndum y han sido entrevistados 1.000 electores entre el miércoles y el jueves.

Otra encuesta divulgada anoche por la empresa YouGov colocó al campo unionista con un apoyo del 52 % frente el 48% de los independentistas.

Esto supone una recuperación de tres puntos para los partidarios del no, los mismos que habrían perdido los independentistas, según el sondeo, encargado por los diarios The Times y The Sun, realizado por Internet entre 1.268 electores y que estimaba en un 6 % la cantidad de indecisos.

Para el presidente de YouGov, Peter Kellner, la "razón clave" del temor a la independencia reflejado en estas últimas consultas responde a la inquietud de los ciudadanos por lo que pueda pasar con sus ahorros depositados en entidades escocesas.

Los consultados que dijeron que votarán no citaron como ventaja de conservar la unión la posibilidad de que Escocia reciba ayuda de Londres en caso de una recesión económica, según Kellner, quien alertó, no obstante, que es difícil anticipar si esta recuperación de los unionistas se mantendrá hasta el final.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/12/5413222222601d0b648b45a0.html
 

argie

Fernet Lover
Colaborador
Famosos en plena campaña por Escocia
Sean Connery, a favor de la independencia, y J. K. Rowling, que defiende la dependencia al Reino Unido, lideran las dos facciones. El próximo jueves, los escoceses definirán en referéndum si serán un país independiente a partir de 2016 o si seguirán siendo británicos.


Londres. “Escocia, quédate con nosotros”, fue la misiva lanzada por David Bowie ya a principios de año tras ser proclamado el mejor artista británico en la última edición de los premios Brit. El esquivo músico, residente en Nueva York, no se apersonó para la ocasión en ese querido Reino Unido cuya integridad territorial quiere preservar, pero utilizó como eco nada menos que a la supermodelo 
Kate Moss.

Si entonces todos los sondeos auguraban una clara victoria del “No” en el referéndum sobre la independencia escocesa, las tuercas han cambiado en la recta final de la campaña, multiplicando con ello los pronunciamientos de una retahíla de personajes famosos a favor o en contra de la Unión. El denominador común es una elegancia y sentido del fair play del que están adoleciendo los políticos, enzarzados en un agrio debate ante la inminencia del sufragio del 18 de septiembre.

J.K. Rowling, la madre de Harry Potter, ha puesto su fama y también un millón de libras de su fortuna al servicio de quienes defienden que “juntos estaremos mejor” (Better together ). Desde principios del verano, los 3,65 millones de seguidores de su cuenta de Twitter vienen siguiendo las proclamas de la escritora, inglesa de nacimiento pero escocesa por adopción, en contra de la ruptura. “Una separación no sería rápida y limpia: necesitaríamos microcirugía para desmantelar tres siglos de interdependencia”, ha repetido hasta la saciedad esta autora conocida por su filiación al Partido Laborista, cuyos votantes aparecen divididos ante la cuestión independentista y pueden tener la llave del desenlace del referéndum.

La prensa inglesa ha querido poner el acento en las críticas lanzadas contra Rowling desde sectores partidarios del “Sí”, insinuando incluso que su integridad física está amenazada, pero ella no ha consentido entrar en ese lado más feo de la pugna ni perder los papeles.

Figuras de tanto renombre y prestigio como las actrices Judi Dench y Elena Bonham Carter, el científico Stephen Hawking, el presentador televisivo sir Bruce Forsyth, los músicos Mick Jagger y sir Paul McCartney o la leyenda del fútbol inglés Bobby Charlton coinciden en que “la decisión de permanecer o abandonar nuestro país corresponde, por supuesto, sólo a los escoceses, pero queremos hacerles saber cuánto valoramos los lazos de ciudadanía que mantenemos con ellos y expresarles nuestra esperanza de que van a renovarlos”.

A esa carta abierta, suscripta hasta la fecha por más de 
50 mil personas, se han sumado los nombres de escoceses tan populares como el exentrenador del Manchester United sir Alex Ferguson, la cantante Susan Boyle, que saltó a la fama tras resultar vencedora en un concurso de talentos, y el actor 
David Tennat, antiguo protagonista de la serie televisivaDoctor Who.

A favor de la separación

Los “otros” escoceses famosos, aquellos que creen llegada la hora de pasar página, tienen su rostro más destacado en la encarnación de un antiguo espía que estuvo al servicio de su majestad a lo largo de una serie de inolvidables películas. Sean Connery, el 007 más célebre en la saga cinematográfica de 
James Bond, es un independentista de primera hora que abogaba por la secesión cuando esa posibilidad parecía todavía inimaginable. “La campaña por el ‘Sí’ se ha centrado en una visión positiva de Escocia que se apoya en la igualdad, en los valores democráticos y en la idea de que los escoceses son los mejores guardianes de su futuro”, ha subrayado el actor en un mensaje apoyado por 1.300 figuras del mundo de la cultura.

Entre ellos, se han revelado especialmente activos los escritores Irvine Welsh y los actores Brian Cox, el héroe de acción Gerard Butler y su colega Alan Cummings, quien estos días se ha desplazado desde Hollywood (donde participa en la serie de televisión The Good Wife) hasta Glasgow para participar en la campaña. “El mundo está esperando nuestra decisión y yo sé que Escocia está preparada (para la independencia)”, ha declarado Cummings mientras se retrataba haciendo el signo de la victoria frente a los carteles que abogan por el “Sí”. Hasta el grupo Franz Ferdinand organizó un concierto por el “Sí”.

Más socarrón se ha revelado el humorista escocés Billy Connolly, uno de los artistas más queridos en el Reino Unido, ante la votación que en unos días echará la suerte de la Unión. A pesar de las insistencias desde uno y otro bando, Connolly no ha querido posicionarse en el debate, aunque sí develar su única certeza: el próximo 18 de septiembre, “los escoceses tendrán, ni más ni menos, que lo que se merecen...”.

Quien más y quien menos ha cantado y/o se ha mojado ante el referéndum del próximo 18 de septiembre sobre la independencia de Escocia del Reino Unido, formado por Gran Bretaña (la gran isla que engloba Escocia, Inglaterra y Gales) e Irlanda del Norte.

http://www.lavoz.com.ar/mundo/famosos-en-plena-campana-por-escocia
 

Barbanegra

Colaborador

La Orden de Orange toma las calles contra la independencia de Escocia
Más de 10.000 seguidores del grupo unionista de la Orden de Orange se han lanzado a las calles de Edimburgo parar defender ardientemente el "no" en el referéndum de independencia de Escocia.

"Si algo le ha faltado a la campaña unionista es pasión, y eso es precisamente lo que traemos nosotros", advirtió Henry Dumbar, el gran maestro de la facción escocesa de la Orden de Orange, que periódicamente saca sus huestes a la calle con pendones, uniformes, flautas y toda la parafernalia histórica.

La campana unionista Better Together (Mejor Juntos) se ha desmarcado sin embargo de la marcha 'orangista' ante el temor de brotes de violencia.

Los pubs de la calle Real de Edimburgo han echado el cerrojo como medida preventiva y la policía ha montado un amplio dispositivo en el centro de Edimburgo.

Las marchas de la Orden de Orange suelen acabar en violentos enfrentamientos entre protestantes y católicos en las calles de Belfast, desde donde han llegado refuerzos.

La Orden Orangista, fundada en 1795, conmemora todos los años la victoria histórica del protestante Guillermo de Orange sobre el rey católico Jaime II en la batalla de Boyne de 1690.

La Orden tiene sus raíces históricas en Irlanda del Norte, pero cuenta con una fuerte presencia en las Lowlands de Escocia y en el norte de Inglaterra.

"Nuestro país es la envidia del mundo", declaró el maestro Henry Dunbar en los preámbulos de la marcha. "Y vamos a hacer todo lo posible por mantener esta unión estable, fuerte y próspera".

http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/13/54141543ca47416f258b4575.html
 
Para mi, en particular, lo mas importante es que esta acción separatista, es que no afecte los intereses de JB (Johnnie Walker), despues, pueden atomizarse, hasta desaparecer de la faz de la tierra.-bbabarezndo
 

Rena

Colaborador

La Orden de Orange toma las calles contra la independencia de Escocia
Más de 10.000 seguidores del grupo unionista de la Orden de Orange se han lanzado a las calles de Edimburgo parar defender ardientemente el "no" en el referéndum de independencia de Escocia.

"Si algo le ha faltado a la campaña unionista es pasión, y eso es precisamente lo que traemos nosotros", advirtió Henry Dumbar, el gran maestro de la facción escocesa de la Orden de Orange, que periódicamente saca sus huestes a la calle con pendones, uniformes, flautas y toda la parafernalia histórica.

La campana unionista Better Together (Mejor Juntos) se ha desmarcado sin embargo de la marcha 'orangista' ante el temor de brotes de violencia.

Los pubs de la calle Real de Edimburgo han echado el cerrojo como medida preventiva y la policía ha montado un amplio dispositivo en el centro de Edimburgo.

Las marchas de la Orden de Orange suelen acabar en violentos enfrentamientos entre protestantes y católicos en las calles de Belfast, desde donde han llegado refuerzos.

La Orden Orangista, fundada en 1795, conmemora todos los años la victoria histórica del protestante Guillermo de Orange sobre el rey católico Jaime II en la batalla de Boyne de 1690.

La Orden tiene sus raíces históricas en Irlanda del Norte, pero cuenta con una fuerte presencia en las Lowlands de Escocia y en el norte de Inglaterra.

"Nuestro país es la envidia del mundo", declaró el maestro Henry Dunbar en los preámbulos de la marcha. "Y vamos a hacer todo lo posible por mantener esta unión estable, fuerte y próspera".

http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/13/54141543ca47416f258b4575.html

La orden de Orange (llengua ) apoyando al no...
No me sorprende para nada palmface
 

Negro

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El pánico por Escocia va más allá de Gran Bretaña y pone en alerta a Europa
Por Martín Rodríguez Yebra | LA NACION

MADRID.- En pánico, el premier conservador David Cameron, los líderes opositores y el poder económico británico se toparon la última semana con el peligro inminente de un cataclismo político y económico sin comparación en tiempos de paz.

Una victoria del independentismo en el referéndum que se celebrará el jueves próximo en Escocia empujaría a Gran Bretaña a una transformación impensable hasta hace unos días, antes de que se publicara una encuesta sorprendente que mostró al sí por primera vez en ventaja.

Tendrá que darse un nuevo nombre. Seguramente una nueva bandera. Pero eso sería sólo una anécdota.

Para empezar, la eventual ruptura de Gran Bretaña pondría en riesgo la continuidad del gobierno de Cameron y dejaría malherida a la oposición laborista, que tiene en Escocia un bastión electoral.

En el plano interno, se acumulan las especulaciones: si gana el sí, ¿resurgirán las tensiones autonomistas en Gales y en Irlanda del Norte?, ¿se afianzarán los ultraderechistas que pugnan por abandonar la Unión Europea (UE)?

Los analistas financieros descuentan un golpe a la estabilidad de la libra esterlina que derrumbaría los pronósticos alentadores para la sexta potencia mundial.

Como si no fuera poco, el miedo llega al continente y no sólo por las implicaciones económicas. La Unión Europea (UE) se vería obligada a discutir por primera vez qué hacer con un país que se separa de uno de sus miembros, justo cuando bullen las ansias secesionistas en otras regiones, como Cataluña.

Nadie parecía tomar demasiado en serio el escenario de ruptura hasta hace una semana. El giro ocurrió el domingo pasado cuando la consultora YouGov publicó una encuesta que colocó arriba al sí después de haber estado casi 20 puntos abajo al inicio de la campaña.

Desde entonces, otros tres sondeos mostraron al no otra vez primero, pero con un margen que obliga a contener la respiración.

La reacción de Cameron, sus aliados liberales y los opositores retrató una alarma colectiva. Se unieron para prometer más autonomía a Escocia si gana el no y viajaron al Norte con un mensaje sentimental. "Me partiría el corazón si esta familia de naciones se rompiera", dijo el primer ministro en Edimburgo.

La crisis perfecta
Perder las elecciones del jueves dejaría a Cameron en la cuerda floja. Él fue quien pactó el referéndum con los independentistas escoceses y quien diseñó la campaña del no.

"No podría aguantar mucho al frente de su partido si gana el sí. Y su caída podría facilitar el ascenso de los euroescépticos, que son mayoría entre los conservadores", señala el politólogo Michael Keating, de la Universidad de Aberdeen.

Para el líder laborista, Ed Miliband, la amenaza es igual de grave. Sin los parlamentarios de Escocia -una región socialdemócrata y refractaria a los conservadores-, será una proeza volver a constituir alguna vez una mayoría en Westminster, añade Keating.

En ese río revuelto podría pescar el ultraderechista UKIP, triunfador en los últimos comicios europeos con una receta nacionalista que promueve la salida británica de la UE.

Dificultades económicas inesperadas caerían sobre el gobierno que negocie con Escocia los términos de la fractura. Analistas de Morgan Stanley calcularon esta semana que la libra caería entre un 7 y un 10% si triunfa el independentismo, lo que desataría una fuga de inversiones.

Los políticos británicos también ponen el ojo en las otras naciones que integran la unión. En Belfast, el líder de Sinn Féin, Martin McGiunness, sugirió que el referéndum del jueves revivirá la presión por la unificación de Irlanda. Aunque menos reivindicativos, los nacionalistas galeses ya avisaron que aspiran a revisar sus pactos constitucionales para ampliar el autogobierno.

Europa sigue el desenlace en silencio, con la inquietud de que una victoria del separatismo escocés desencadene a mediano plazo la salida de Gran Bretaña de la UE. Cameron es partidario de mantenerse dentro, pero, para contener a los euroescépticos, anunció su intención de convocar un plebiscito en 2017.

"La salida de Gran Bretaña de la UE, que Cameron creía poder evitar mediante reformas, podría ser un efecto colateral [de una eventual independencia]", opina Keating.

El otro fantasma es la posibilidad de un contagio que desestabilice al bloque. Hace tres días, se vio cómo el independentismo catalán, que movilizó a cientos de miles de personas en Barcelona, abraza la causa de Escocia en busca de un impulso a su plan de romper con España. "Un sí en el referéndum quebraría el tabú de que no existen secesiones en Europa occidental. La clave del futuro de Cataluña está ahora en Escocia", indica Fernando Vallespín, catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid.

Los unionistas entran en la recta decisiva con la esperanza de que surta efecto la brusca reorientación de la campaña que incluyó la oferta de más autogobierno, la enésima advertencia de que el Banco de Inglaterra no aceptará compartir la libra y la amenaza de los bancos escoceses de mudarse al Sur si gana el sí.

En cuatro días, se sabrá si la crisis perfecta fue sólo un susto pasajero o si Gran Bretaña deberá prepararse para habitar el cajón de la historia donde descansan la Unión Soviética, Yugoslavia y tantos otros viejos Estados rotos..
 

Sebastian

Colaborador
Isabel II pide a los escoceses que piensen “con mucho cuidado sobre el futuro”

Sondeos contradictorios a cuatro días del voto en Escocia

Walter Oppenheimer Edimburgo 14 SEP 2014 - 21:57 CEST23


Alex Salmond, ayer en Glasgow. / Jeremy Sutton-Hibbert (GETTY IMAGES)

Escocia ha llegado a los últimos días de la campaña del referéndum de independencia con sondeos contradictorios y una inesperada intervención de la reina de Inglaterra. Isabel II, que la semana pasada consideró necesario aclarar a través de sus portavoces palaciegos que no piensa intervenir en el debate del referéndum porque ella es neutral, hizo ayer un muy significativo comentario. Al salir de escuchar misa cerca de Balmoral, su residencia escocesa de verano, y a preguntas de un miembro del público, replicó: “Bueno, espero que la gente pensará con mucho cuidado acerca del futuro”.

Aunque técnicamente se puede interpretar como un comentario neutral, es muy difícil no ver en esa frase una advertencia sobre las consecuencias que podría tener la ruptura de Reino Unido. Isabel II rara vez mete la pata y no suele decir nada que no quiera decir, por lo que solo se puede pensar que se trata de una frase muy meditada.

Sus comentarios llegan en la recta final de la campaña del referéndum y con el campo independentista denunciando la intervención del Gobierno para que bancos y grandes distribuidores comerciales se pronunciaran días atrás sobre los problemas que crearía la secesión.

En una entrevista en Sunday Herald, el único diario escocés que apoya la independencia, el líder independentista Alex Salmond carga contra “el sesgo de la BBC”; se declara “sorprendido por el absoluto desbarajuste que hay en el corazón de Westminster, su absoluta falta de preparación ante el revés que han tenido en las encuestas”, y deja vivo el rumor de que el MI5 está trabajando para asegurar la derrota de los independentistas: “No tengo ni idea”, responde cuando le preguntan sobre ello.

Independentistas y unionistas llegan codo a los últimos días de campaña. A cuatro días de la votación del jueves, el sondeo de sondeos coloca al no por delante con el 51% del los votos y deja a los independentistas con el 49%. A ese dato se llega tras la publicación este fin de semana de sondeos completamente contradictorios, aunque cuatro de ellos dan el triunfo al sí por márgenes muy variables.

Solo el sondeo de ICM para The Daily Telegraph pronostica la victoria de la independencia y lo hace por un margen de ocho puntos: 54 a 46. Exactamente lo contrario que Survation, que en su sondeo para la campaña unionista Better Together pronostica que el no obtendrá el 54% y el sí se quedará en el 46%. Opinium para The Observer da el 53% al no y el 47% al sí. Y Panelbase para The Sunday Times apunta a un virtual empate: 50,6% contra la independencia y 49,4% a favor. El último sondeo de YouGov le otorga al no una sustancial ventaja de cinco puntos.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/09/14/actualidad/1410692577_996579.html
 

Sebastian

Colaborador
¿Reino Unido, rip?

El País 14 SEP 2014 - 00:00 CEST
Al final, el referéndum se convertirá en una cuestión no de cálculos de impuestos e ingresos del petróleo, sino de identidad y poder. La idea de que los escoceses pueden dar forma a su propio destino, tanto en el referéndum como después, es estimulante. Sin embargo, Escocia ya controla muchos de sus propios asuntos (incluso si el Partido Nacional Escocés del señor Salmond, que está al frente del Gobierno autónomo e impulsa la campaña del sí,no ha hecho mucho hasta ahora con sus poderes).

(...) Si Escocia vota no, la Administración descentralizada ganará pronto mucho peso, de forma que se reducirá la diferencia práctica entre permanecer en la Unión y dejarla. Esto también conduciría a la redistribución del poder entre Westminster y otras partes de Gran Bretaña, lo cual debería haber sucedido hace mucho tiempo.

Así que, si se quedan, los escoceses no solo salvarán la Unión, sino que la mejorarán, como lo han hecho durante 300 años. Reino Unido, con todos sus triunfos y excentricidades, pertenece a los escoceses tanto como a los ingleses, aunque un número creciente de aquellos parecen dispuestos a renegar de esa gloriosa herencia, duramente ganada. (...) Eso va contra el espíritu de este siglo líquido, en que la mayoría de las personas tienen múltiples identidades (...) Para todas sus tensiones y rivalidades, y a veces a causa de ellas, la historia de la Unión muestra que escoceses, galeses, ingleses y norirlandeses son más fuertes, más tolerantes y más imaginativos juntos de lo que serían por separado.

Londres, 13 de septiembre
http://elpais.com/elpais/2014/09/13/opinion/1410631922_667812.html

Jaque mate a Cameron
El primer ministro de Escocia ha ganado el referéndum de independencia sin conocer el resultado
Lluís Bassets 14 SEP 2014 - 00:43 CEST

Alex Salmond ya ha ganado el referéndum de independencia del próximo jueves 18 de septiembre, sin necesidad de conocer el resultado que arrojen las urnas. Recordemos que el primer ministro de Escocia quería que los escoceses se pronunciaran también por una tercera opción, una autonomía más reforzada o devolution max, pero Cameron, más chulo que un ocho, dijo que era todo o nada. Ahora, si sale el sí, gana; y si sale el no, también gana, porque Londres le ofrece la ampliación del autogobierno que no quiso contemplar inicialmente. Jaque mate.

Cameron ya ha perdido sin esperar al jueves. Autorizó el referéndum y apostó todo a la elección entre independencia y statu quo. Algunos creen que lo hizo porque es un demócrata radical, pero otros piensan en cambio que es por frívolo y arrogante. Si sale el sí, rodará su cabeza y probablemente regresarán los laboristas a Downing Street. Si sale el no, Reino Unido entrará en su particular tercera vía, el Estado federal, porque los mayores poderes de Edimburgo también los querrá Gales y la propia Inglaterra.

Rajoy y Mas minimizarán el resultado adverso e intentarán sacar provecho en cualquier de los casos

Los resultados del referéndum se leerán en todo el mundo con las paradójicas gafas de la interdependencia: los escoceses deciden democráticamente si quieren vivir aparte, pero su decisión afecta a todos los vecinos, incluso más allá del Canal. En Bruselas, naturalmente, capital de la Unión y no de la división, por temor a la emulación.

Pero sobre todo en Madrid y en Barcelona, donde todo el mundo sabe que no tienen nada que ver Cataluña y Escocia, como dicen Salmond y Margallo, cada uno por particulares y distintas razones, pero a la vez todos están también pendientes del resultado como si participaran en el referéndum.

Lo obvio es que Rajoy se sentirá ganador si sale el no, al igual que le sucederá a Artur Mas si sale el sí. Pero el reivindica el inmovilismo de Rajoy frente a Cameron, que pasará a la historia como el primer ministro que se cargó Gran Bretaña, exactamente lo que él no está dispuesto a hacer con España. Y a su vez el no reivindica la convocatoria y el derecho a decidir de Artur Mas, porque demuestra que cabe votar sin irse.

Por este lado sabemos que Rajoy y Mas minimizarán el resultado adverso e intentarán sacar provecho en cualquier de los casos. Pero solo el escocés colocará el caso catalán en el punto de ebullición donde no está ahora todavía: primero, en el foco de los mercados financieros, como ya sucede con Escocia desde la última semana; y, luego, en la agenda abierta y reconocida de Bruselas, donde el debate sobre la pertenencia a la UE habrá quedado inaugurado por una Escocia que quiere quedarse en la Unión Europea e incluso integrar el euro; pero separada de un Reino Unido que quiere irse de la UE y no piensa integrarse en el euro.
http://elpais.com/elpais/2014/09/12/opinion/1410536684_663802.html
 
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