El referéndum es muy conveniente para Argentina

Ahora que lo pienso, creo que esta creencia de que el referendum nos favorece es discutible.
Por el contrario, dudo que pueda utilizarse como antecedentes para justificar nada.
En primer lugar, el referendum no fue reconocido por ninguna organización internacional y, de hecho, careció de observadores internacionales. Algo que se compensa por el hecho de que el sistema electoral británico no tiene este requisito.
En segundo lugar, el referendum fue denunciado por Argentina. Tendría que leer la argumentación argentina pero parece que condena la validez de dicho referendum. Si consideramos que algo no es valido, entonces no podemos luego usarlo como prueba para demostrar nada.

Vale aclarar que estoy de acuerdo con la postura argentina de condena pues el referendum fue un nuevo intento británico de actuar de facto. Y Argentina rechaza todo intento unilateral de facto porque, obviamente, si se acepta uno entonces se habré la puerta para aceptar todos, debilitando la posición argentina frente a este conflicto.
Ahora bien, la consecuencia de mantener la coherencia es, como dije, que no se puede utilizar el resultado del referendum (que los británicos en las islas "desean seguir siendo británicos") para apoyar la posición argentina. No de la forma que muchos creen. Aunque sí sirve para sumar al extenso conjunto de antecedentes británicos denunciados. Antecedentes que se caracterizan por un intento británico unilateral y de facto que tratan de modificar la situación sobre la soberanía de las islas, algo que prohiben las resoluciones de la ONU en la materia.
Recordemos que las resoluciones de la ONU invitan a las partes a discutir el tema de la sobernaía de las islas ya que se trata de un territorio en proceso de descolonización y, además, advierte que ninguna de las partes deben tomar acciones unilaterales que modifiquen el statu quo ante de las islas, dando a entender que cualquier acción unilateral de este tipo será desechada en cualquier eventual negociación.

Ahora bien ¿Es grave carecer de esta prueba que demuestra el deseo de esos británico de continuar siendo británicos? no creo. Lo realmente relevante es que en la década de 1980, si la memoria no me falla, los isleños recibieron la ciudadanía británica. Lo cual tiene valides en el derecho internacional y es funcional a la tesis argentina. Son ciudadanos británicos.
 
Malvinas: pura semejanza


Marcelo Kohen *

Hubo una información en junio que pasó prácticamente desapercibida.

Camerún y Nigeria firmaron un acuerdo por el cual establecen las modalidades del retiro nigeriano de la península de Bakassi.

Se trata de un territorio situado en el fondo del Golfo de Guinea, muy rico en petróleo, poblado por alrededor de doscientos mil habitantes de nacionalidad nigeriana.

Camerún había presentado una demanda ante la Corte Internacional de Justicia para obtener la restitución de ese territorio que jurídicamente le pertenecía.

La Corte de La Haya, luego de un largo proceso, trufado de incidentes producidos por Nigeria, declaró finalmente que la península es camerunense.

Aunque no cabía otra opción, la implementación del fallo de la Corte ha sido laboriosa.

Los importantes intereses económicos en juego, la presencia de tal número de habitantes nigerianos en el territorio, así como de una fuerza militar considerable que Nigeria había desplegado en la península hacían complejas las modalidades del retiro y de la transferencia de la administración.

Los habitantes nigerianos hasta habían invocado infructuosamente en las Naciones Unidas su "derecho de libre determinación", habían llamado al gobierno de Lagos a desconocer el fallo y se consideraron traicionados cuando Nigeria anunció oficialmente que iba a acatar la decisión de la Corte.

La intervención del secretario general de las Naciones Unidas permitió encontrar la manera de implementar el fallo de la Corte. El acuerdo del 12 de junio establece un período máximo de 90 días para el retiro de las fuerzas armadas de Nigeria. Camerún acepta que la administración civil y una fuerza de policía nigerianas se mantengan en el territorio por un período no renovable de dos años.

Durante dicho período, Nigeria deberá impedir todo flujo de sus nacionales hacia la península, no podrá continuar la explotación de los recursos naturales de la zona y deberá permitir que los camerunenses originarios de Bakassi puedan volver a sus antiguos poblados.

Luego de un período de cinco años, Camerún podrá ejercer plenamente su soberanía.

Toda semejanza con un conflicto territorial entre la Argentina y el Reino Unido es pura coincidencia.

* PROFESOR DE DERECHO INTERNACIONAL, INSTITUTO UNIVERSITARIO DE ALTOS ESTUDIOS INTERNACIONALES, GINEBRA



http://edant.clarin.com/diario/2006/07/15/opinion/o-03302.htm
--- merged: 14 Mar 2013 a las 11:35 ---
No habrá negociaciones con el Reino Unido. Y si en algún momento puede haberlas, éstas tendrían como punto de partida la renuncia argentina a su soberanía. El gobierno de Menem nada obtuvo con su fórmula de "soberanía compartida" y es sabido cómo le fue al gobierno español cuando se libró a un ejercicio semejante con Gibraltar el año pasado.

La Corte Internacional de Justicia de La Haya aparece como la única alternativa capaz de introducir una nueva dinámica en el conflicto. Su jurisprudencia reciente en materia de conflictos territoriales muestra esencialmente dos aspectos de singular relevancia para Malvinas.

El primer aspecto, que en caso de existencia de títulos jurídicos a favor de un Estado, la sola posesión efectiva del territorio por el otro no basta para considerar a este último como soberano. El segundo aspecto, que los puntos de vista de los habitantes de los territorios objeto de litigio no son determinantes para dirimir éste.

Uno de los últimos casos territoriales resueltos por la Corte de La Haya ha sido el de la totalidad de la frontera entre Camerún y Nigeria. La Corte no hizo lugar a la presencia de nigerianos en los territorios disputados, ni al control de éstos por parte de Nigeria, como argumentos para zanjar la disputa. Se trataba de alrededor de doscientos mil habitantes, no de dos mil como en Malvinas. Los habitantes de la península de Bakassi inclusive se dirigieron sin éxito a las Naciones Unidas, para que un referéndum de libre determinación decida la suerte de la península. La Corte se limitó a tomar nota de la declaración de Camerún en el sentido de que protegerá los intereses de los nigerianos que habitan la región del lago Chad y la de la península de Bakassi.

Así pues, a la posición favorable a la Argentina en materia de libre determinación en la Asamblea General y en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, se suma ahora la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia.

Sin capacidad de presión alguna sobre el principal aliado de la única superpotencia, lo único que le queda a la Argentina es la justeza de su posición jurídica. Intentar hacerla valer es lo que cabe. La propuesta jurisdiccional no excluye las otras vías; al contrario, las complementa y las agiliza. Es la única que puede inclusive abrir el camino a negociaciones directas y serias sobre soberanía, en busca de alternativas aceptables para ambas partes.
La eventualidad de una solución jurisdiccional obligará además a los isleños a abandonar su actitud consistente en ignorar los reclamos argentinos.

En Malvinas ya no quedan más opciones. Se han intentado sin éxito todos los medios no judiciales de solución pacífica de controversias, y hasta lamentablemente la vía de la fuerza. El tiempo no juega a favor de la Argentina, pues son los británicos quienes están en posesión del territorio. Dejar la cuestión a las generaciones futuras, además de irresponsable, equivale a admitir el fracaso y la falta de ideas nuevas o de coraje. Plantear el recurso jurisdiccional es por el contrario la única alternativa concreta, positiva y diferente de lo ya realizado, si se desea realmente solucionar el conflicto y abandonar la retórica.




http://old.clarin.com/diario/2004/06/23/opinion/o-782149.htm
 
Queda la opción de la política real. Claro que para ejecutarla, se necesita un país real respaldando a un presidente real y realista. No es el caso actual, lamentablemente.


Coincido plenamente, además la CIJ no es muy confiable, veamos el caso de las papeleras, nos dio la razón (en parte) pero mantuvo el “status quo”.

En el caso de Malvinas me da miedo el “tiene razón pero marche preso”…..

Cordialmente
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Recien me llegó via email.....

Enviado desde UK


http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2013/mar/12/Malvinas-vote-ruritanian-colonial-relic
Abajo les mando la traducción.
Saludos

Esto no es libre determinación. Es un vestigio colonial al estilo de Ruritania *
El voto por la soberanía británica en el referéndum de las Malvinas esquiva el tema. Es hora de negociar una solución con Argentina

Seumas Milne
The Guardian, martes 12 de marzo de 2013 22.20 GMT

La población de Hong Kong y de Chagos no tuvieron referendum. Hay reglas distintas, así parece, para la gente blanca. Ilustración: Belle Mellor

Cuando hay un 99,8% de votos positivos en un referendum, seguramente algo raro está pasando. Y, a pesar de la insistencia de David Cameron de que el voto al estilo norcoreano en las Islas Malvinas – o Malvinas, como son conocidas en Argentina – debería ser tratado con “reverencia”, esa regla básica claramente se aplica a este caso.
Lo que no significa que haya habido fraude. Sin duda los 1.514 residentes de las islas realmente votaron a favor de continuar bajo administración británica. La única sorpresa fue que tres isleños se animaron a arruinar los entusiastas coros de “Tierra de Esperanza y Gloria” votando en contra.
La votación tenía un resultado más que predecible y estuvo diseñada para eludir la disputa de Gran Bretaña con Argentina sobre las islas, que comenzó hace 180 años cuando una de las cañoneras de Lord Palmerston se apoderó de ellas, expulsando a la administración argentina.
¿Qué otro resultado podría concebirse si el futuro de las islas se deja en manos de la minúscula población de colonos, la mayoría de los cuales no nació allí pero están subsidiados a razón de 44.856 libras esterlinas per cápita para mantenerlos al estilo retro Rhodesiano al que están acostumbrados?
Al otorgarles a los colonos el veto sobre cualquier cambio en el status de las islas, el gobierno británico está tratando de evitar el tema central del conflicto. Pero no será reconocido por la Argentina o América Latina, o África, o la ONU – que considera esta reliquia del imperio como un problema de descolonización – o los Estados Unidos, que se mantiene neutral sobre la disputa. Todos exigen negociaciones sobre soberanía, las cuales Gran Bretaña rechaza.
Se argumenta que los isleños tienen el derecho a la libre determinación, aún encontrándose a 300 millas de Argentina y al otro lado del mundo con relación a Gran Bretaña. Ciertamente tienen derecho a que se protejan sus intereses y su modo de vida, y a su propio gobierno. Pero el derecho a la libre determinación depende de quién está decidiendo el futuro del territorio, y dado que la disputa es sobre si las islas son o no parte de Argentina, también se trata de quién debería ejercer ese derecho.
La libre determinación requiere un pueblo reconocido como tal y potencialmente independiente, motivo por el cual la ONU rechazó su aplicación a las islas. Claramente los residentes de, por ejemplo, Wallops en Hampshire, con una población de similar tamaño a la de las Malvinas-Malvinas, no pueden ejercer ese derecho. La colonización forzada de las tierras de otros pueblos tampoco legitima la libre determinación; de lo contrario, los colonos israelíes en Cisjordania tendrían el derecho a decidir el futuro del territorio palestino.
De hecho, los gobiernos británicos solo desarrollaron un gusto por la libre determinación después de ser forzados a abandonar la mayor parte de su imperio y encontraron una manera de retener enclaves coloniales de poblaciones dependientes en lugares como Gibraltar e Irlanda del Norte.
Pero siempre ha sido un tema con variadas alternativas: no hubo una votación sobre libre determinación para el pueblo de Hong Kong o de las Islas Chagos, expulsados por Gran Bretaña hace cuatro décadas para instalar una base aérea estadounidense en Diego García. Hay reglas distintas, así parece, para la gente blanca.
Aun así, las sucesivas administraciones británicas estuvieron dispuestas a negociar con Argentina por las Malvinas-Malvinas, incluyendo la soberanía de las islas, desde mediados de la década del 60 y hasta 1982. Pero desde la guerra de las Malvinas, su legado ha afianzado un absurdo digno de Ruritania en el Atlántico Sur con un costo de £75 millones al año.
La derrota de la junta militar contribuyó a liberar a la Argentina de los despiadados dictadores que contaban con el respaldo occidental. Pero el éxito militar fue un desastre para Gran Bretaña: rescató a Margaret Thatcher de las profundidades de la impopularidad para desatar una devastadora terapia de choque neoliberal y reanudar las aventuras militares de ultramar (que se completaron con crímenes de guerra de escasa difusión, tales como los asesinatos de prisioneros argentinos).
El escritor argentino Jorge Luis Borges desestimó la guerra como “dos pelados peleando por un peine”. Una generación más tarde, el descubrimiento de yacimientos de petróleo y gas potencialmente importantes alrededor de las islas, el desarrollo de la pesca y la creciente importancia de las rutas marítimas en la Antártida han cambiado el panorama.
Esta ha sido la sabiduría política después de la guerra de 1982, en la que murieron más de 900 personas, ningún político británico podía asumir el costo político de siquiera insinuar un acuerdo sobre las Malvinas. Pero las cartas de Argentina son más fuerte de lo que parecen. La explotación de los yacimientos de hidrocarburos de las islas a una escala significativa depende del acceso al territorio continental argentino, al igual que un auténtico desarrollo de la economía de las islas.
La negativa británica a negociar con una Argentina democrática, cuando no tenía problema alguno para entablar conversaciones con los dictadores del país, no tiene apoyo significativo en la comunidad internacional: mucho menos en América Latina, que vive un boom desde hace una década, mientras que las economías de Gran Bretaña y Europa están estancadas.
Durante años, se exploraron alternativas para llegar a un acuerdo, incluyendo la soberanía compartida, administración conjunta y retroarriendo. Una solución negociada redundará en el interés de Gran Bretaña, Argentina y los isleños. Cuanto antes se termine con el cuento del traje nuevo del emperador que se fabula sobre las Malvinas, mejor para todos.
* NdelT: Ruritania: Reino imaginario de Europa Central, utilizado en varias novelas, en particular “El Prisionero de Zenda”, del autor inglés Anthony Hope.
 
Nada nuevo !
En ultimos ańos se observó el proceso revertido: http://rsanzcarrera.wordpress.com/2...-la-iglesia-catolica-ordinariatos-personales/

La iglesia catolica es universal y esto significa que no puede decir de la politica de los paises individuales si esta politica no es relacionada con la fe o moralidad. Por supuesto, el Papa, como la persona puede tener sus opiniones de las cosas politicas, pero estas opiniones no tienen un caracter de la enseñanza oficial de la Iglesia. Mas simple: una persona puede ser un catolico bueno y en el mismo tiempo no estar de acuerdo con el Papa en las cosas politicas. ;)
 
¿Qué tiene que ver el papa con el referendum en las islas Malvinas? Creo que hay un toppic específico sobre la designación del nuevo papa y es recomendable seguir el debate allí y dejar este liberado.
 

nestorboca

MALVINAS... VOLVEREMOS..!
Colaborador
Cameron es argentino

Fernando Morales ~ Marzo 17, 2013



Seguramente no aporto nada al lector informándolo de que finalmente “Habemus Papam” y que éste es Argentino.


Sí podría sumar un poco de polémica sosteniendo que, dado el tradicional reconocimiento del “Ius soli” (derecho del suelo) como criterio de nuestro país para otorgar nacionalidad a sus habitantes, los actuales ocupantes de las Islas (con excepción de las tropas coloniales) deberían ser considerados como argentinos.


Si finalmente me atreviera a sostener que el Premier británico también lo es, la opinión general de los distinguidos lectores, sería unánime: “El marino se volvió loco”


Pero mi atrevido razonamiento no obedece a cuestiones de derechos de suelo o de problemas de salud mental, simplemente me baso en las actitudes con los que los súbditos de su Majestad han sorprendido al mundo en los últimos días.


En primer lugar la realización del plebiscito, consulta popular o como se la quiera llamar realizada entre los habitantes de las islas, para comunicar Urbi et Orbi lo que ya todos sabíamos que pensaban y cuáles son sus deseos- tan respetables como ilegítimos – para el futuro de las Malvinas y ellos mismos.


Cuando creíamos que habíamos llegado a la cima en la escala de fabulaciones e inventiva popular para sostener lo insostenible, el Premier nos sorprende expresando su repudio por las declaraciones del flamante Papa Francisco sobre la soberanía Argentina en Malvinas, formuladas cuando todavía no era Papa y en su condición de Cardenal Primado de nuestro país.


Tanta cantidad de chicanas, alteración de hechos, verdades a medias y otras yerbas, se comparan con lo peor de la política y costumbres criollas. Las mañas puestas de manifiesto por nuestros vecinos y sus líderes políticos se asemejan a nuestras listas de candidatos testimoniales, a nuestros diputruchos (los de antes, pero también los del memorándum con Irán). Flota en el ambiente isleño un aroma parecido al de nuestras políticas clientelares, a nuestras mayorías automáticas no pensantes. Cameron habla de Argentina pero lo hace para consumo del mercado interno inglés…. Es decir nos copiaron, se contagiaron o, lo que es peor, a tono con la moda, alguien los inoculó con idiosincrasia criolla (con lo peor de ella, claro está).


No le concedió a nuestro ex cardenal ahora Papa, la posibilidad de intentar asumir en su nuevo rol –ahora supranacional- un papel ecuménico que nos acerque a una solución. Menos mal que el Cardenal inglés tuvo que abstenerse de participar del cónclave, porque de seguir el criterio de Cameron -y siendo que seguramente le habrá dado alguna vez la bendición a algún combatiente ingles- eso lo volvería persona non grata para nuestro pueblo (si hubiese sido elegido Papa).


La celeridad para denostar al Pontífice fue casi tan veloz como la surgida aquí mismo para sacar a relucir de una manera fabulesca responsabilidades nunca demostradas ni tan sólo denunciadas sobre la supuesta participación de Francisco (el Santo Padre) en hechos aberrantes de nuestro pasado reciente.


Tal vez por alguna injustificada razón, uno tendía a pensar que estas cosas en Inglaterra no pasaban, pero sí pasan y son tan repudiables como las mañas políticas vernáculas.


Es natural que mi criterio de objetividad respecto a la cuestión Malvinas esté turbado por algunas circunstancias. Primero, soy argentino, segundo, soy veterano de guerra, tercero, nací un dos de abril; pero a pesar de ser muchas veces crítico de la gestión de nuestro actual canciller, no puedo menos que alzar la voz para alertar a los posibles desprevenidos sobre el bajo nivel que ha tomado la postura inglesa y kelper en torno a esta disputa. Y fundamentalmente a la creciente falta de respeto del mandatario inglés para con nuestro pueblo.


La fortificación excesiva de las islas, frente a un país que está prácticamente desarmado, es una muestra más que acabada de que el gobierno inglés trata de sofocar o tapar sus cuestiones internas involucrando a la sociedad inglesa en una disputa que realmente a pocos interesa.


Las imágenes que a diario nos llegan mostrando a “ingleses de Malvinas” (que no son iguales a los otros) envueltos en la bandera “inglesa de Inglaterra” es tan esperable como ver reinar la “azul y oro” en la Bombonera. Es más que claro que ellos no quieren ser argentinos, hasta es razonable y entendible que así piensen, pero no hay que torcer la mira del objetivo. La Argentina no pretende que se enamoren de nosotros, nos alcanza con que entiendan que no les corresponde a ellos la decisión sobre la soberanía del suelo que habitan.


Y me atrevo a decir que no son imputables por el error que cometen; han nacido, crecido y se han desarrollado en un contexto determinado y a ninguno de nosotros nos gustaría que nos cambiaran de pronto las reglas de juego y menos luego de una guerra. Para entender y negociar estas cosas los países tienen gobernantes y si esos gobernantes son estadistas, tanto mejor; pero quien en su ceguera de no ver hacia dónde va el mundo, arremete contra un Papa a horas de su nombramiento, está condenado irremediablementeal juicio adverso de la historia.


Un párrafo final para los hombres de Malvinas (nunca fueron chicos): dieron todo, ofrecieron en todos los casos su vida, la guerra sólo tomó algunas, ninguno volvió siendo el mismo. Muchos aún son jóvenes, tienen la memoria intacta, los recuerdos frescos y las convicciones firmes. No les falte el respeto, señor Cameron. Siga pensando y sosteniendo lo que políticamente más le convenga, pero le repito y le imploro; no les falte el respeto, ellos tuvieron las agallas que tal vez Ud. no tenga ahora para sentarse a dialogar.


http://opinion.infobae.com/fernando-morales/2013/03/17/cameron-es-argentino/
 
Es verdad, pero hubo las noticias en medios de comunicación de este tema. Los politicos muy amenudo queren usar las cosas religiosas para sus objetivos. No esta bien, pero es un hecho.
 
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