El Ártico ¿La nueva Guerra Fría?


El aumento de la actividad en el Ártico prepara el escenario para la competencia entre Estados Unidos y Rusia
5 MIN DE LECTURA 23 de febrero de 2021 | 21:23 GMT


El ejército de los EE. UU. Está aumentando la colaboración con los estados nórdicos en respuesta a la expansión de las actividades militares y económicas rusas en el Ártico, lo que apunta a un futuro de mayor competencia con el potencial de errores de comunicación o errores de cálculo tanto estratégicos como tácticos.
El 22 de febrero, cuatro bombarderos B-1 estadounidenses llegaron para su primer despliegue en Noruega en un movimiento que se considera una señal para Rusia. Cinco días antes, Estados Unidos acordó con Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia continuar su participación en el Arctic Challenge Ejercicio bienal, uno de los ejercicios aéreos tácticos más grandes de Europa y ampliamente visto como una práctica para contrarrestar la potencial beligerancia rusa, programado para junio de 2021. El Ejército de los EE. UU. También se está preparando para revelar su estrategia ártica en las próximas semanas, ya que el clima cambiante convierte a la región antes inaccesible en una zona cada vez más ocupada de actividad militar y económica, particularmente a lo largo de la frontera rusa.

Durante los últimos dos años, la Armada, el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y la Guardia Costera de los EE. UU. Han publicado documentos que describen sus estrategias para el Ártico, todos los cuales enfatizan la importancia de trabajar con socios regionales.


En enero, un contratista noruego dijo que rehabilitará una gran base de submarinos desmantelada de la era de la Guerra Fría cerca de la estratégica ciudad norteña de Tromso, con informes que sugieren que el ejército de Estados Unidos tiene la intención de operar fuera de la instalación. El año pasado, Noruega mejoró las instalaciones portuarias existentes en Tromso para dar cabida a visitas submarinas más frecuentes de Estados Unidos y otros miembros de la OTAN.

Estados Unidos también ha estado aumentando la cooperación militar bilateral con Estados que no pertenecen a la OTAN, Finlandia y Suecia, los cuales se han alejado de décadas de cuidadoso equilibrio entre la OTAN y Rusia en medio del temor a la agresión de esta última. A principios de febrero, las fuerzas aéreas estadounidenses y finlandesas se entrenaron juntas en el reabastecimiento de combustible en el aire en el Ártico, basándose en acuerdos de defensa anteriores para mejorar la colaboración. En noviembre de 2020, las fuerzas estadounidenses y suecas también realizaron grandes ejercicios en Suecia diseñados para prepararse para un hipotético ataque ruso.



Las crecientes operaciones estadounidenses se producen cuando Rusia prioriza el Ártico para el desarrollo económico y la defensa estratégica que Moscú considera esencial para su futuro. Como país con la costa ártica más grande y territorio reclamado, Rusia está muy interesada en explotar las oportunidades económicas de los recursos cada vez más extraíbles y las rutas marítimas utilizables de la región, al tiempo que apuntala sus defensas y su capacidad para proyectar poder. En marzo de 2020, Rusia aprobó una nueva estrategia ártica de 15 años que reafirma una evaluación anterior de que la región será su principal base de recursos para el crecimiento económico futuro y describe de manera más explícita sus implicaciones de seguridad percibidas de un Ártico en calentamiento. Entre 2021 y 2023, Rusia también presidirá el Consejo Ártico, el principal foro intergubernamental del área, lo que le permitirá ayudar a dar forma a la agenda de la región.

El Kremlin está priorizando la inversión en el Ártico para extraer recursos valiosos y construir infraestructura de apoyo. El 1 de febrero, según se informa, aprobó seis grandes proyectos nuevos respaldados por el estado y acordó ayudar a sufragar los costos de construcción para ayudar a estimular más inversión privada. También en febrero, el director de la empresa de energía estatal rusa Rosneft anunció que la principal prioridad de la empresa era explotar los recientes grandes descubrimientos de petróleo y gas en el Ártico.

Rusia está promoviendo la Ruta del Mar del Norte (NSR) a través del Ártico como una forma mucho más rápida de conectar los océanos Atlántico y Pacífico, lo que daría una ventaja a los cargadores rusos y le haría ganar al país tarifas de tránsito lucrativas para los buques extranjeros. A principios de este mes, tres petroleros rusos de gas natural licuado completaron el NSR en el invierno por primera vez, lo que demuestra la viabilidad potencial de los tránsitos durante todo el año.

En términos generales, Rusia está tomando muchas medidas, incluida la modernización de las bases militares, el despliegue y la prueba de nuevo hardware, y el envío de naves y aviones militares en misiones para sondear las defensas de otros países, para reforzar su seguridad en el Ártico. El 1 de enero, mejoró formalmente el estado de su Flota del Norte para darle el mismo estado que los cuatro distritos militares geográficos del país. Esta es la primera vez que una flota ha tenido el mismo mando que los distritos militares de Rusia, lo que destaca aún más la importancia del Ártico para los líderes rusos.



El aumento de la actividad estadounidense y rusa en el Ártico aumentará el riesgo de confrontación. Las dos partes normalmente mantienen suficientes protocolos de desconflicto, pero el número cada vez mayor de militares y actores privados en el entorno desafiante, no todos los cuales pueden estar lo suficientemente aclimatados para operar en el clima complejo, aumenta el riesgo de accidentes. El deterioro más generalizado de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia también podría llevar al personal militar en el Ártico a asumir la peor de las acciones o declaraciones del otro, socavando otras medidas de fomento de la confianza. El Consejo Ártico excluye explícitamente los asuntos militares de la discusión, reduciendo el espacio para la diplomacia multilateral que podría ayudar a reducir la escalada de posibles enfrentamientos.

El aumento de la actividad naval privada, incluidas las líneas de cruceros, los barcos de investigación científica, los buques tanque de energía y el transporte marítimo comercial, está creando rutas marítimas más concurridas en un entorno operativo complejo que no está acostumbrado a dicha actividad. En agosto de 2020, la Guardia Costera de los EE. UU. No les dijo a los pescadores estadounidenses que Rusia estaría realizando simulacros militares en parte de su zona de pesca, lo que provocaría casi accidentes entre las fuerzas rusas y los pequeños barcos de pesca.

Probablemente para coincidir con la reciente llegada de los bombarderos B-1 de EE. UU., Rusia navegó en un gran crucero de misiles y emitió un aviso para las pruebas de misiles entre el 18 y el 24 de febrero en aguas al norte de Noruega que son populares para la pesca y también se encuentran dentro del límites de lo que percibe como su histórica zona defensiva. En el futuro, un malentendido sobre el momento exacto o la ubicación de dichos simulacros podría provocar accidentes. Una mala interpretación de su propósito previsto, especialmente si se producen durante un período de intensas tensiones en otros asuntos, también podría conducir a una escalada militar.

Las intercepciones aéreas en el Ártico entre aviones estadounidenses y rusos están aumentando, lo que aumenta el riesgo de falta de comunicación o errores de cálculo en medio de las condiciones operativas excepcionalmente desafiantes del Ártico. Los pilotos deben volar grandes distancias sobre el agua, lidiar con el clima y las temperaturas extremas, navegar los problemas de la curvatura de la tierra y lidiar con la pérdida de cobertura de radio, todo lo cual puede hacer que los encuentros profesionales sean peligrosos.
 


Cientos de barcos continúan acumulándose frente al Canal de Suez, que permanece bloqueado desde este martes tras el varamiento del enorme portacontenedores MV Ever Given. La situación genera temores de que el retraso inesperado fruto de este accidente podría afectar la cadena de suministro global y los precios de gas y petróleo, y provoca reflexiones sobre la necesidad de una alternativa a esta vía marítima. Una alternativa que podría ofrecer la Ruta Marítima del Norte.

La Ruta Marítima del Norte es la vía marítima más corta entre la parte europea de Rusia y el Lejano Oriente, así como la principal comunicación marítima en el Ártico ruso. Esta vía bordea la costa norte de Rusia a través de los mares del océano Ártico a lo largo de 5.600 kilómetros desde el estrecho de Kara hasta la bahía de Providéniya.

Transportar mercancías desde el Lejano Oriente hasta Europa a través del Canal de Suez obliga a recorrer más de 23.000 kilómetros. En cambio, la Ruta Marítima del Norte es de solo algo más de 14.000 kilómetros.


Ante el derretimiento masivo de las capas de hielo polar, la Ruta Marítima del Norte se está convirtiendo en una opción cada vez más atractiva para el transporte global de mercancías, ya que puede reducir en aproximadamente 10 días los viajes de Europa a Asia en comparación con las rutas a través del Canal de Suez.

Este último se considera una vía sobrecargada incluso cuando no queda inutilizable como consecuencia de un varamiento. Además, a pesar de las renovaciones, en el canal todavía hay varias áreas estrechas, lo que retrasa en gran medida la navegación y reduce la capacidad de tráfico.

El uso de la Ruta Marítima del Norte también puede ser favorable desde el punto de vista ecológico. De acuerdo con el viceministro ruso para el Desarrollo del Lejano Oriente y el Ártico, Anatoli Bobrakov, teniendo en cuenta el valor actual de los créditos de carbono, los transportistas podrán ahorrar hasta 500 millones de euros (más de 589 millones de dólares) al año utilizando la vía ártica "debido a la reducción de las emisiones de carbono, en comparación con el transporte de volúmenes similares a través del Canal de Suez".

"Se logra un menor volumen de emisiones debido a una reducción significativa en la longitud de la ruta. Por lo tanto, el desarrollo de la Ruta del Mar del Norte puede tener no solo un efecto económico, sino también ambiental directo", explicó el alto cargo.

En 2020, alrededor de 33 millones de toneladas de carga fueron transportadas por la Ruta Marítima del Norte, según los datos del Ministerio ruso para el Desarrollo del Lejano Oriente y el Ártico. Se prevé que para 2024 el tráfico de carga a lo largo de esta vía aumente a 80 millones de toneladas por año.
 

El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, participó en la reunión ministerial del Consejo Ártico este 20 de mayo durante su visita a Islandia para discutir las posibilidades de aumentar el desarrollo de la cooperación en esa región.

En medio de reclamos mutuos y del aumento de las actividades militares de la OTAN, Rusia asumió la presidencia de un organismo que también integran EE.UU., Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.

Por su parte, un equipo de RT se desplazó hasta la Tierra de Francisco José, archipiélago ruso ubicado en la provincia de Arjánguelsk a cientos de kilómetros del Polo Norte, donde Rusia posee una de sus bases militares.

Hasta esas islas del océano Glacial Ártico no se accede mediante vuelos regulares ni chárteres: una de las opciones para llegar es el avión militar de carga Iliushin Il-76, que es capaz de aterrizar directamente sobre el hielo.

¿Qué es Trébol Ártico?​

La base militar Trébol Ártico está compuesta por un bloque de viviendas cuyos inquilinos pueden permanecer todo el año sin necesidad de salir a la calle. El lugar está conectado con el resto del mundo, pero también muy bien aislado: no registró ningún caso de covid-19 y sus habitantes están vacunados para evitar contagios.

"Podemos comparar este complejo con una estación espacial; la única diferencia es que no se encuentra en órbita, sino en el desierto ártico", afirmó el general Ígor Churkin, uno de los comandantes de la Flota del Norte de Rusia, a la agencia AFP.


La instalación militar cuenta con los sistemas de misiles Bastión, que pueden defender la base de barcos ubicados a una distancia máxima de 360 kilómetros, y posee un proyecto autosuficiente recién inaugurado que casi no realiza emisiones para no afectar al medio ambiente polar.

No es la primera base rusa en el Ártico, pero sí la que se encuentra en el Extremo Norte. Su función es de defensa, pero también sirve como plataforma para científicos rusos que estudian la región y compartirán el conocimiento que adquieran en estos dos años con el resto del Consejo Ártico.

Algunos miembros de ese organismo mostraron su preocupación por la militarización de la zona, pero las autoridades de Rusia indicaron que no siguen ese camino por voluntad propia porque interceptar aviones de reconocimiento de otros países se volvió algo habitual y los ejercicios de algunos miembros de la OTAN empujan a Moscú a prepararse para cualquier escenario.
 

La geopolítica del cambio climático: el cambio de paradigma de Rusia


Rodger Baker
Vicepresidente senior de análisis estratégico, Stratfor
8 MIN DE LECTURA Jun 30, 2021 | 10:00 GMT



El Departamento de Defensa de EE. UU. Está considerando cada vez más el cambio climático en sus evaluaciones de amenazas y desafíos futuros. En numerosos informes, las implicaciones del cambio climático a menudo se caracterizan como "multiplicadores de amenazas", es decir, elementos que exacerban las tendencias o inestabilidades existentes. Pero hay aspectos del cambio climático que tienen implicaciones aún más profundas al cambiar la geografía física de espacios particulares o su importancia relativa percibida. Estos son los impactos geopolíticos, que van desde cambios en los recursos naturales críticos hasta la transformación radical del Ártico.

Los cambios en los patrones climáticos alteran la interacción de la humanidad con la geografía directa e indirectamente. Hay impactos físicos inmediatos, como cambios en el uso de la tierra, la disponibilidad de agua, las costas y la estabilidad del suelo. Y también hay impactos secundarios, como desarrollos tecnológicos para adaptarse o alterar el entorno físico, cambios en los patrones de migración o nueva competencia por rutas y recursos.

El poder nacional, ya sea medido en oportunidades económicas, capital humano o fuerza militar, ha sido moldeado e influenciado por la geografía durante mucho tiempo. Los recursos naturales, sin embargo, no se distribuyen de manera uniforme en todo el mundo, ni la tierra cultivable, las rutas de transporte naturales o las condiciones propicias. La geografía no es determinista, pero claramente ofrece oportunidades y desafíos desiguales en todo el mundo. Y hoy vemos que el cambio climático puede alterar las estructuras geopolíticas fundamentales, con el Ártico ruso a la vanguardia .

Surge un nuevo Ártico​

Quizás los impactos más inmediatos y obvios del cambio climático se puedan ver en el Ártico. Un informe de mayo del Programa de Evaluación y Monitoreo del Ártico (AMAP) reconoció que el Ártico se está calentando tres veces más rápido que el resto del mundo, incluso más rápido que los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) hace solo unos años. Con menos hielo protegiendo las costas, la erosión de las tormentas invernales está carcomiendo las aldeas costeras. Las poblaciones de peces árticos y casi árticos se están moviendo para adaptarse a los cambios de temperatura del agua. Los incendios del Ártico son cada vez más frecuentes y cubren áreas más extensas. El deshielo del permafrost está socavando la infraestructura existente alrededor de asentamientos humanos, instalaciones militares y proyectos críticos de energía y minerales. Mientras tanto, la Ruta del Mar del Norte de Rusia (NSR) se abre casi todo el año,

El ejército estadounidense ha tomado nota de estos impactos en sus pistas de aterrizaje, radares e instalaciones de defensa antimisiles en Alaska. Rusia también ha intensificado la modernización de sus instalaciones de defensa del Ártico, y Moscú, como nuevo presidente del Consejo del Ártico, hace hincapié en la explotación de recursos gestionados en el Ártico. Ambos países, junto con la OTAN, están aumentando los ejercicios militares y las patrullas navales en el Ártico, tanto por seguridad nacional como en reconocimiento del probable aumento de la búsqueda y el rescate y la respuesta a desastres en mares mucho más accesibles. Pero más allá de estos aspectos reactivos, se está produciendo un cambio geoestratégico más profundo: una reestructuración fundamental de la posición estratégica de Rusia.

El deshielo del corazón de Eurasia​

El pensamiento geoestratégico occidental moderno rinde homenaje a las observaciones del geógrafo británico Sir Halford J. Mackinder a principios del siglo pasado sobre la insularidad inherente de un "Heartland" euroasiático, así como a las consideraciones de Mackinder y del geopolítico estadounidense Nicholas Spykman sobre la competencia entre y poderes marítimos. La observación principal de Mackinder fue que el corazón de Eurasia era en gran parte impenetrable para el poder marítimo, pero podía servir como base de recursos y mano de obra que, cuando se reunieran bajo un solo poder, podrían ejercer su poder más allá del continente hasta el continente. mares circundantes. Spykman enfatizó que el choque entre las potencias marítimas y las potencias continentales tendría lugar donde se encontraran a lo largo de la periferia costera, o lo que él llamó Rimland.

La clave del concepto del corazón de Eurasia era la idea de que la región tenía acceso limitado por mar, pero podía mantener sólidas líneas de comunicación internas, particularmente con la llegada del ferrocarril. Este corazón estaba protegido por una profundidad estratégica (algo que los franceses y los alemanes descubrieron en diferentes momentos en sus viajes hacia Moscú), y estaba protegido a lo largo de toda su frontera norte por el hielo. Los ríos del corazón también desembocan en los mares interiores o en el inaccesible Ártico, lo que limita su uso como corredores de tránsito interno, pero también como rutas de acceso marítimo e invasión.

Estas ideas dieron forma al pensamiento estratégico de Estados Unidos en su intervención en la Segunda Guerra Mundial, así como en su contención de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Y siguen vivos hoy, ya que Estados Unidos ve la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China como el último intento de una potencia continental euroasiática de conectar Eurasia y África y aprovechar sus recursos y fuerza inherentes.

Un cambio en la perspectiva estratégica de Rusia​

A pesar del interés en los recursos del Ártico y el Lejano Oriente, Rusia se ha orientado tradicionalmente lejos de su helada frontera ártica, empujando hacia el oeste hacia Europa, hacia el sur hacia el Medio Oriente y la India, o hacia el este hacia la costa del Pacífico. Esto ha incluido intentos de acceder a rutas y recursos marítimos alternativos, ya que el alcance naval de Rusia está limitado geográficamente por cuellos de botella en los mares Báltico y Negro o por Japón a lo largo de la costa del Pacífico.

Un Ártico más abierto y menos helado altera fundamentalmente la geografía de Rusia. Proporciona un mayor acceso a recursos energéticos y minerales críticos y, lo que es más importante, abre una nueva y vasta frontera marítima. Moscú ha colocado al Ártico en el centro del escenario de su futuro desarrollo económico. Rusia está invirtiendo en la infraestructura necesaria para monitorear y controlar la NSR. También ha anunciado planes para nuevos enlaces ferroviarios que conecten su frontera ártica con el núcleo de Rusia al oeste de los Urales, y ha lanzado una campaña de incentivos para atraer más migración interna a las regiones árticas y del Lejano Oriente.

Una bendición mixta​

Moscú ha reconstruido rápidamente su arquitectura de defensa de la Guerra Fría, agotada durante mucho tiempo, a lo largo de la frontera norte, reconociendo que el acceso a los mares no es solo un beneficio, sino una amenaza potencial. A pesar de los nuevos esfuerzos, Rusia todavía tiene una población mínima en el Ártico, una infraestructura de transporte poco desarrollada para conectar el núcleo ruso con su frontera ártica, y ve este flanco norte recién abierto como una vulnerabilidad estratégica. Los intentos de Moscú de controlar todos los envíos a través de la NSR son solo una respuesta adicional a esta bendición mixta de un Ártico abierto .

Desde una perspectiva geopolítica, una Rusia que ahora tiene una extensa costa es una Rusia fundamentalmente diferente a la que se haya encontrado en la historia. Si Moscú es capaz de conectar su frontera ártica con su núcleo tradicional y aprovechar tanto los recursos como las rutas, puede comenzar a mitigar las estrategias tradicionales de contención occidentales, abriendo el camino a una nueva dinámica en el pensamiento estratégico ruso.

Rara vez la geografía cambia tan rápida y tan radicalmente en un espacio tan amplio. Un ejemplo hecho por el hombre sería la apertura del Canal de Panamá, un evento geopolítico transformador que permitió a Estados Unidos no solo ser una potencia transcontinental, sino una potencia de dos océanos. La apertura del Ártico ofrece nuevas oportunidades estratégicas similares para Rusia si es capaz de desarrollar la infraestructura a lo largo de su nueva frontera marítima. Moscú ya está construyendo puertos de transbordo en cada extremo de la NSR para facilitar mejor el tránsito transártico y establecer a Rusia en control de un enlace alternativo clave entre Asia y Europa. El clima cálido también abre la posibilidad de cambiar el uso de la tierra en el Lejano Oriente ruso, además de una mayor extracción de recursos.

Gran competencia de poder​

Pero también crea nuevos riesgos para Rusia al abrir el acceso marítimo a sus competidores y oponentes a través de una costa larga y desprotegida. La cooperación rusa y china en el desarrollo de la infraestructura energética del Ártico de Rusia está teñida por diferencias de opinión sobre el uso de la NSR. Rusia considera las aguas internas de NSR, sujetas al control ruso y las tarifas de tránsito, mientras que China las considera aguas internacionales, abiertas al libre paso. Y Beijing también está explorando formas de navegar más al norte, evitando por completo la NSR de Rusia.

El creciente interés de China en el Ártico, junto con las instalaciones militares ampliadas de Rusia, también ha provocado una atención y acciones receptivas en Europa y Estados Unidos. Con el despliegue del F-35 Joint Strike Fighter para complementar al F-22, Alaska se perfila como la mayor concentración de cazas de quinta generación del mundo. El Ejército de EE. UU. También está remodelando su estrategia ártica, intensificando el entrenamiento en clima frío. Y la Marina de los Estados Unidos también está reanudando lentamente las patrullas árticas. Además, Estados Unidos está intensificando la capacitación y los ejercicios bilaterales y multilaterales conjuntos en las áreas árticas con Canadá y Europa, así como con sus socios del Pacífico. Los renovados llamamientos para mantener el Ártico como una “zona de paz” se ven complicados por las realidades físicas del cambio climático en el Ártico y por las respuestas nacionales.

A medida que aumenta la atención al Ártico, Rusia se enfrenta a una nueva realidad estratégica. Debe cambiar su enfoque tradicional hacia el sur y asegurar su flanco norte recién abierto, al mismo tiempo que intenta alentar la migración de la población interna y financiar la infraestructura para facilitar la conectividad y el desarrollo de recursos. Las relaciones de Rusia con Occidente siguen siendo tensas y su asociación estratégica con China esconde la desconfianza subyacente y un creciente desequilibrio de poder a favor de Beijing. La nueva necesidad de Rusia de capacidades navales más robustas competirá con sus riesgos de larga data a lo largo de sus extensas fronteras terrestres. La forma en que Moscú gestione estas realidades geopolíticas en competencia determinará si la apertura del Ártico es una nueva oportunidad para que Rusia remodele su futuro o un nuevo riesgo que deje a Moscú vulnerable a medida que el mundo cambia a su alrededor.


 


La geopolítica del cambio climático: el cambio de paradigma de Rusia​

undefined y vicepresidente senior de análisis estratégico

Rodger Baker
Vicepresidente senior de análisis estratégico, Stratfor

El Departamento de Defensa de EE. UU. Está considerando cada vez más el cambio climático en sus evaluaciones de amenazas y desafíos futuros. En numerosos informes, las implicaciones del cambio climático a menudo se caracterizan como "multiplicadores de amenazas", es decir, elementos que exacerban las tendencias o inestabilidades existentes. Pero hay aspectos del cambio climático que tienen implicaciones aún más profundas al cambiar la geografía física de espacios particulares o su importancia relativa percibida. Estos son los impactos geopolíticos, que van desde cambios en los recursos naturales críticos hasta la transformación radical del Ártico.

Los cambios en los patrones climáticos alteran la interacción de la humanidad con la geografía directa e indirectamente. Hay impactos físicos inmediatos, como cambios en el uso de la tierra, la disponibilidad de agua, las costas y la estabilidad del suelo. Y también hay impactos secundarios, como desarrollos tecnológicos para adaptarse o alterar el entorno físico, cambios en los patrones de migración o nueva competencia por rutas y recursos.

El poder nacional, ya sea medido en oportunidades económicas, capital humano o fuerza militar, ha sido moldeado e influenciado por la geografía durante mucho tiempo. Los recursos naturales, sin embargo, no están distribuidos de manera uniforme en todo el mundo, ni la tierra cultivable, las rutas de transporte naturales o las condiciones propicias. La geografía no es determinista, pero claramente ofrece oportunidades y desafíos desiguales en todo el mundo. Y hoy vemos que el cambio climático podría alterar las estructuras geopolíticas fundamentales, con el Ártico ruso a la vanguardia .

Surge un nuevo Ártico​

Quizás los impactos más inmediatos y obvios del cambio climático se puedan ver en el Ártico. Un informe de mayo del Programa de Evaluación y Monitoreo del Ártico (AMAP) reconoció que el Ártico se está calentando tres veces más rápido que el resto del mundo, incluso más rápido que los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) hace solo unos años. Con menos hielo protegiendo las costas, la erosión de las tormentas invernales está carcomiendo las aldeas costeras. Las poblaciones de peces árticos y casi árticos se están moviendo para adaptarse a los cambios de temperatura del agua.
Los incendios del Ártico son cada vez más frecuentes y cubren áreas más extensas. El deshielo del permafrost está socavando la infraestructura existente alrededor de asentamientos humanos, instalaciones militares y proyectos críticos de energía y minerales. Mientras tanto, la Ruta del Mar del Norte de Rusia (NSR) se abre casi todo el año, con un mayor acceso incluso sin rompehielos. El ejército de EE. UU. ha tomado nota de estos impactos en sus pistas de aterrizaje, radares e instalaciones de defensa antimisiles en Alaska. Rusia también ha intensificado la modernización de sus instalaciones de defensa del Ártico, y Moscú, como nuevo presidente del Consejo Ártico, hace hincapié en la explotación gestionada de recursos en el Ártico.

Un mapa que muestra el hielo marino del Ártico y los corredores de envío


Ambos países, junto con la OTAN, están aumentando los ejercicios militares y las patrullas navales en el Ártico, tanto por seguridad nacional como en reconocimiento del probable aumento de la búsqueda y el rescate y la respuesta a desastres en mares mucho más accesibles. Pero más allá de estos aspectos reactivos, se está produciendo un cambio geoestratégico más profundo: una reestructuración fundamental de la posición estratégica de Rusia.

El deshielo del corazón de Eurasia​

El pensamiento geoestratégico occidental moderno rinde homenaje a las observaciones del geógrafo británico Sir Halford J. Mackinder a principios del siglo pasado sobre la insularidad inherente de un "Heartland" euroasiático, así como a las consideraciones de Mackinder y del geopolítico estadounidense Nicholas Spykman sobre la competencia entre y poderes marítimos. La observación principal de Mackinder fue que el corazón de Eurasia era en gran parte impenetrable para el poder marítimo, pero podía servir como base de recursos y mano de obra que, cuando se reunieran bajo un solo poder, podrían ejercer su poder más allá del continente hasta el mares circundantes. Spykman enfatizó que el choque entre las potencias marítimas y las potencias continentales tendría lugar donde se encontraran a lo largo de la periferia costera, o lo que él llamó Rimland.

Un mapa que muestra los principales ríos y la densidad de población de Rusia


La clave para el concepto del corazón de Eurasia era la idea de que la región tenía acceso limitado por mar, pero podía mantener sólidas líneas de comunicación internas, particularmente con la llegada del ferrocarril. Este corazón estaba protegido por una profundidad estratégica (algo que tanto los franceses como los alemanes descubrieron en diferentes momentos en sus viajes hacia Moscú), y estaba protegido a lo largo de toda su frontera norte por hielo. Los ríos del corazón también desembocan en mares interiores o en el inaccesible Ártico, lo que limita su uso como corredores de tránsito interno, pero también como rutas de acceso marítimo e invasión.

Estas ideas dieron forma al pensamiento estratégico de Estados Unidos en su intervención en la Segunda Guerra Mundial, así como en su contención de la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Y siguen vivos hoy, ya que Estados Unidos ve la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China como el último intento de una potencia continental euroasiática de conectar Eurasia y África y aprovechar sus recursos y fuerza inherentes.

Un cambio en la perspectiva estratégica de Rusia​

A pesar del interés en los recursos del Ártico y el Lejano Oriente, Rusia tradicionalmente se ha alejado de su helada frontera ártica, empujando hacia el oeste hacia Europa, hacia el sur hacia el Medio Oriente y la India, o hacia el este hacia la costa del Pacífico. Esto ha incluido intentos de acceder a rutas y recursos marítimos alternativos, ya que el alcance naval de Rusia está limitado geográficamente por cuellos de botella en los mares Báltico y Negro o por Japón a lo largo de la costa del Pacífico.

Un Ártico más abierto y menos helado altera fundamentalmente la geografía de Rusia. Proporciona un mayor acceso a recursos energéticos y minerales críticos y, lo que es más importante, abre una nueva y vasta frontera marítima. Moscú ha colocado al Ártico en el centro del escenario de su futuro desarrollo económico. Rusia está invirtiendo en la infraestructura necesaria para monitorear y controlar la NSR. También ha anunciado planes para nuevos enlaces ferroviarios que conecten su frontera ártica con el núcleo de Rusia al oeste de los Urales, y ha lanzado una campaña de incentivos para atraer más migración interna a las regiones árticas y del Lejano Oriente.

Una bendición mixta​

Moscú ha reconstruido rápidamente su arquitectura de defensa de la Guerra Fría, agotada durante mucho tiempo, a lo largo de la frontera norte, reconociendo que el acceso a los mares no es solo un beneficio, sino una amenaza potencial. A pesar de los nuevos esfuerzos, Rusia todavía tiene una población mínima en el Ártico, una infraestructura de transporte poco desarrollada para unir el núcleo ruso con su frontera ártica, y ve este flanco norte recién abierto como una vulnerabilidad estratégica. Los intentos de Moscú de controlar todos los envíos a través del NSR son solo una respuesta adicional a esta bendición mixta de un Ártico abierto .
Desde una perspectiva geopolítica, una Rusia que ahora tiene una extensa costa es una Rusia fundamentalmente diferente a la que se haya encontrado en la historia. Si Moscú es capaz de conectar su frontera ártica con su núcleo tradicional y aprovechar tanto los recursos como las rutas, puede comenzar a mitigar las estrategias tradicionales de contención occidentales, abriendo el camino a una nueva dinámica en el pensamiento estratégico ruso.
Rara vez la geografía cambia tan rápida y radicalmente en un espacio tan amplio. Un ejemplo hecho por el hombre sería la apertura del Canal de Panamá, un evento geopolítico transformador que permitió a Estados Unidos no solo ser una potencia transcontinental, sino una potencia de dos océanos. La apertura del Ártico ofrece nuevas oportunidades estratégicas similares para Rusia si es capaz de desarrollar la infraestructura a lo largo de su nueva frontera marítima. Moscú ya está construyendo puertos de transbordo en cada extremo de la NSR para facilitar mejor el tránsito transártico y establecer a Rusia en control de un enlace alternativo clave entre Asia y Europa. El clima cálido también abre la posibilidad de cambiar el uso de la tierra en el Lejano Oriente ruso, además de una mayor extracción de recursos.

Gran competencia de poder​

Pero también crea nuevos riesgos para Rusia al abrir el acceso marítimo a sus competidores y oponentes a través de una costa larga y desprotegida. La cooperación rusa y china en el desarrollo de la infraestructura energética del Ártico de Rusia está teñida por diferencias de opinión sobre el uso de la NSR. Rusia considera las aguas internas de NSR, sujetas al control ruso y las tarifas de tránsito, mientras que China las considera aguas internacionales, abiertas al libre paso. Y Beijing también está explorando formas de navegar más al norte, evitando por completo la NSR de Rusia.
El creciente interés de China en el Ártico, junto con las instalaciones militares ampliadas de Rusia, también ha provocado una atención y acciones receptivas en Europa y Estados Unidos. Con el despliegue del F-35 Joint Strike Fighter para complementar al F-22, Alaska se perfila como la mayor concentración de cazas de quinta generación del mundo. El Ejército de los EE. UU. También está remodelando su estrategia ártica, intensificando el entrenamiento en clima frío. Y la Marina de los Estados Unidos también está reanudando lentamente las patrullas árticas. Además, Estados Unidos está intensificando la capacitación y los ejercicios bilaterales y multilaterales conjuntos en las áreas árticas con Canadá y Europa, así como con sus socios del Pacífico. Los renovados llamamientos para mantener el Ártico como una “zona de paz” se complican por las realidades físicas del cambio climático en el Ártico y por las respuestas nacionales.
A medida que aumenta la atención al Ártico, Rusia se enfrenta a una nueva realidad estratégica. Debe cambiar su enfoque tradicional hacia el sur y asegurar su flanco norte recientemente abierto, al mismo tiempo que intenta alentar la migración de la población interna y financiar la infraestructura para facilitar la conectividad y el desarrollo de recursos. Las relaciones de Rusia con Occidente siguen siendo tensas y su asociación estratégica con China esconde una desconfianza subyacente y un creciente desequilibrio de poder a favor de Beijing. La nueva necesidad de Rusia de contar con capacidades navales más sólidas competirá con sus riesgos de larga data a lo largo de sus extensas fronteras terrestres. La forma en que Moscú gestione estas realidades geopolíticas en competencia determinará si la apertura del Ártico es una nueva oportunidad para que Rusia remodele su futuro o un nuevo riesgo que deje a Moscú vulnerable a medida que el mundo cambia a su alrededor.
 
Y así es como Rusia va a dejar de depender del Báltico y Mar Negro para acceder al mundo


Un rompehielos atómico ruso, uno de los más potentes del mundo, abre por primera vez el paso a caravanas de cargueros de este a oeste del Ártico​


Publicado:10 feb 2022 13:41 GMT

Tradicionalmente, el paso por esta zona se finalizaba en noviembre.
Un rompehielos atómico ruso, uno de los más potentes del mundo, abre por primera vez el paso a caravanas de cargueros de este a oeste del Ártico

El rompehielos de propulsión nuclear ruso Árktika abre el paso a caravanas de cargueros de este a oeste del Ártico.rosatomflot.ru

El rompehielos de propulsión nuclear ruso Árktika, uno de los más potentes del mundo y cabeza de una nueva generación de naves del proyecto 22220, zarpó este 9 de febrero junto al rompehielos Kapitan Dranitsyn desde el puerto de Pevek, en Chukotka (Lejano Oriente de Rusia) con destino a Arjánguelsk, con la misión de abrir paso a los cargueros Inzhener Trubin y Polar King.
Se trata de la primera vez que un rompehielos de este tipo participa en la operación para guiar una caravana de buques de transporte de este a oeste. Tradicionalmente, el paso por este sector del Ártico se finalizaba en noviembre, explicó la compañía Atomflot, que opera toda flota de rompehielos de propulsión nuclear rusa y forma parte de la Agencia de Energía Atómica del país (Rosatom).
"La escolta de la caravana terminará en el borde occidental del hielo del mar de Kara", comunicó Leonid Irlitsa, asesor del director ejecutivo de AtomFlot. "Desde el este, el Árktika guiará a los barcos a lo largo de las aguas de la Ruta Marítima del Norte", precisó.


"Esta experiencia única para nosotros será estudiada por los navegantes y se convertirá en la base para una futura planificación del trabajo durante la transición a la navegación regular durante todo el año en las aguas de la Ruta Marítima del Norte", agregó Irlitsa.

El rompehielos nuclear ruso Árktika encabeza la primera caravana de cargueros de 2022 por la Ruta Marítima del Norte (FOTOS)

El rompehielos nuclear ruso Árktika encabeza la primera caravana de cargueros de 2022 por la Ruta Marítima del Norte (FOTOS)

El comunicado de la compañía señala que actualmente, el espesor del hielo alcanza los dos metros en algunas zonas del área, sin embargo, no representa un obstáculo para los rompehielos como el Árktika. "De acuerdo con sus características, los rompehielos universales de propulsión nuclear son superiores a los barcos de propulsión nuclear de proyectos anteriores", aseguró Vasili Gubkin, capitán del Árktika.
"Potencia, maniobrabilidad, capacidad para romper el hielo, la capacidad de variación de calado: estas son las ventajas clave. Los capitanes de los barcos que conducimos, confirman que es mucho más cómodo seguir un rompehielos universal de propulsión nuclear. El canal detrás del rompehielos es ancho, recto y más limpio, lo que significa que la navegación detrás del barco de propulsión nuclear en condiciones de hielo es más segura", precisó.
Según las previsiones, el Árktika completará la escolta de la caravana a finales de febrero.

¿Cómo es el Árktika?​

El Árktika pertenece a las naves del proyecto 22220, los rompehielos de propulsión nuclear más grandes y potentes del mundo. El concepto de doble calado de estas naves les permite operar tanto en las congeladas aguas del Ártico como en las desembocaduras de los ríos polares.
Los barcos de ese proyecto desplazan 33.500 toneladas y miden 173,3 metros de eslora y 34 de manga. Su diseño y enorme potencia, que confiere a la hélice 60 megavatios, les permite a esas naves abrirse paso entre hielos de hasta tres metros de espesor.
  • La Ruta Marítima del Norte es una vía de navegación que une el océano Atlántico con el Pacífico a lo largo de la costa norte de Rusia. Su valor comercial es indiscutible. Siguiendo la ruta a través del océano Índico, la distancia entre Europa del Norte y los estados de la región asiática del Pacífico es de 11.000 millas náuticas, mientras que la Ruta Marítima del Norte acorta esta travesía en 3.900 millas, es decir en un 34 %, con lo que reduce considerablemente el coste del transporte
 
Y así es como Rusia va a dejar de depender del Báltico y Mar Negro para acceder al mundo

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Un rompehielos atómico ruso, uno de los más potentes del mundo, abre por primera vez el paso a caravanas de cargueros de este a oeste del Ártico​


Publicado:10 feb 2022 13:41 GMT

Tradicionalmente, el paso por esta zona se finalizaba en noviembre.
Un rompehielos atómico ruso, uno de los más potentes del mundo, abre por primera vez el paso a caravanas de cargueros de este a oeste del Ártico

El rompehielos de propulsión nuclear ruso Árktika abre el paso a caravanas de cargueros de este a oeste del Ártico.rosatomflot.ru

El rompehielos de propulsión nuclear ruso Árktika, uno de los más potentes del mundo y cabeza de una nueva generación de naves del proyecto 22220, zarpó este 9 de febrero junto al rompehielos Kapitan Dranitsyn desde el puerto de Pevek, en Chukotka (Lejano Oriente de Rusia) con destino a Arjánguelsk, con la misión de abrir paso a los cargueros Inzhener Trubin y Polar King.
Se trata de la primera vez que un rompehielos de este tipo participa en la operación para guiar una caravana de buques de transporte de este a oeste. Tradicionalmente, el paso por este sector del Ártico se finalizaba en noviembre, explicó la compañía Atomflot, que opera toda flota de rompehielos de propulsión nuclear rusa y forma parte de la Agencia de Energía Atómica del país (Rosatom).
"La escolta de la caravana terminará en el borde occidental del hielo del mar de Kara", comunicó Leonid Irlitsa, asesor del director ejecutivo de AtomFlot. "Desde el este, el Árktika guiará a los barcos a lo largo de las aguas de la Ruta Marítima del Norte", precisó.


"Esta experiencia única para nosotros será estudiada por los navegantes y se convertirá en la base para una futura planificación del trabajo durante la transición a la navegación regular durante todo el año en las aguas de la Ruta Marítima del Norte", agregó Irlitsa.

El rompehielos nuclear ruso Árktika encabeza la primera caravana de cargueros de 2022 por la Ruta Marítima del Norte (FOTOS)

El rompehielos nuclear ruso Árktika encabeza la primera caravana de cargueros de 2022 por la Ruta Marítima del Norte (FOTOS)

El comunicado de la compañía señala que actualmente, el espesor del hielo alcanza los dos metros en algunas zonas del área, sin embargo, no representa un obstáculo para los rompehielos como el Árktika. "De acuerdo con sus características, los rompehielos universales de propulsión nuclear son superiores a los barcos de propulsión nuclear de proyectos anteriores", aseguró Vasili Gubkin, capitán del Árktika.
"Potencia, maniobrabilidad, capacidad para romper el hielo, la capacidad de variación de calado: estas son las ventajas clave. Los capitanes de los barcos que conducimos, confirman que es mucho más cómodo seguir un rompehielos universal de propulsión nuclear. El canal detrás del rompehielos es ancho, recto y más limpio, lo que significa que la navegación detrás del barco de propulsión nuclear en condiciones de hielo es más segura", precisó.
Según las previsiones, el Árktika completará la escolta de la caravana a finales de febrero.

¿Cómo es el Árktika?​

El Árktika pertenece a las naves del proyecto 22220, los rompehielos de propulsión nuclear más grandes y potentes del mundo. El concepto de doble calado de estas naves les permite operar tanto en las congeladas aguas del Ártico como en las desembocaduras de los ríos polares.
Los barcos de ese proyecto desplazan 33.500 toneladas y miden 173,3 metros de eslora y 34 de manga. Su diseño y enorme potencia, que confiere a la hélice 60 megavatios, les permite a esas naves abrirse paso entre hielos de hasta tres metros de espesor.
  • La Ruta Marítima del Norte es una vía de navegación que une el océano Atlántico con el Pacífico a lo largo de la costa norte de Rusia. Su valor comercial es indiscutible. Siguiendo la ruta a través del océano Índico, la distancia entre Europa del Norte y los estados de la región asiática del Pacífico es de 11.000 millas náuticas, mientras que la Ruta Marítima del Norte acorta esta travesía en 3.900 millas, es decir en un 34 %, con lo que reduce considerablemente el coste del transporte
Los Rusos están a la cabeza con ese tipo de buques.
Antes de la ruptura, Occidente tenía la esperanza de usar esas rutas y ahorrar millones de combustible al año.
Será una oportunidad para las otras navieras crecer y favorecerse de la ruta.


Este Ranking lo demuestra....
 

Las tensiones de la OTAN refuerzan y complican las ambiciones árticas de Rusia​

undefined y VP sénior de Análisis Estratégico

rodger panadero
Vicepresidente sénior de Análisis Estratégico, Stratfor
LECTURA DE 9 MIN 17 de marzo de 2022 | 14:59 GMT

Un militar ruso hace guardia junto a un camión militar en Alexandra Land, la isla más grande del archipiélago de Franz Josef Land de Rusia en el Océano Ártico, en mayo de 2021.

Un militar ruso hace guardia junto a un camión militar en Alexandra Land, la isla más grande del archipiélago de Franz Josef Land de Rusia en el Océano Ártico, en mayo de 2021.
(MAXIME POPOV/AFP vía Getty Images)

La invasión de Ucrania ha devuelto la atención de la OTAN a Rusia como una amenaza estratégica, lo que a su vez solo ha alimentado la percepción de Moscú del bloque de seguridad occidental como una fuerza expansionista. Como resultado, toda la línea de contacto entre Rusia y la OTAN se ha vuelto a poner en juego, incluso en el Ártico, donde el deshielo está desbloqueando una gran cantidad de recursos naturales y rutas de tránsito.

Para Rusia en particular, las nuevas sanciones occidentales relacionadas con Ucrania aumentan la importancia económica y estratégica del Ártico. Pero la tensión financiera adicional también aumenta la complejidad de hacer realidad la ambiciosa visión de Moscú para la región.

Aprovechar la riqueza del Ártico​

Rusia se encuentra en medio de un ambicioso plan de 15 años para aumentar la cantidad de infraestructura, personas y actividad económica en el Ártico. Este plan incluye la extracción de recursos minerales y la expansión de la producción de petróleo y gas en la región, así como el desarrollo de un sólido corredor de tránsito a lo largo de la frontera ártica de Rusia.

La respuesta de Occidente a la invasión de Ucrania solo ha reforzado la necesidad de Moscú de fortalecer su seguridad en el Ártico, particularmente porque el Ártico contiene gran parte de la riqueza de recursos de Rusia. Mientras Rusia evalúa su respuesta a largo plazo a las sanciones occidentales, los recursos estratégicos de petróleo, gas y minerales en el Ártico serán un componente importante de su futura seguridad económica. A pesar de las prohibiciones a las importaciones de petróleo ruso por parte de Estados Unidos, Europa ha tenido problemas para cortar sus suministros de energía rusos, proporcionando a Moscú una herramienta para mitigar los esfuerzos por aislar o desacoplar la economía rusa. La producción rusa de minerales clave en el Ártico y el Lejano Oriente, incluidos el níquel y el paladio, proporciona un aislamiento igualmente limitado para Moscú contra las sanciones a largo plazo, ya que siguen siendo fundamentales para la transición energética mundial y el comercio de alta tecnología.

Las rutas del Ártico también pueden resultar un vínculo importante en las líneas de suministro de Rusia a Asia y más allá, particularmente si las relaciones con Europa se deterioran aún más y amenazan potencialmente las conexiones ferroviarias y por carretera de Rusia y Bielorrusia al continente. Antes del brote de COVID-19, la actividad económica del Ártico representaba aproximadamente el 10 % del PIB de Rusia y casi el 90 % de su producción de gas natural. En una Rusia semiaislada, esta base de recursos solo crecerá en importancia económica y estratégica.

Si continúa la tendencia de separación económica occidental de Moscú, Rusia dependerá cada vez más de los recursos energéticos, minerales y madereros del Ártico para los ingresos nacionales y como una forma de mitigar un aislamiento económico más profundo. El desafío para Rusia es encontrar el dinero y la experiencia técnica para desarrollar sus recursos árticos por completo, sin depender demasiado de China.

Desafíos económicos para las ambiciones árticas de Rusia​

Las nuevas sanciones occidentales complican los planes de Rusia para el Ártico, que ya era una perspectiva desafiante incluso antes de las consecuencias financieras adicionales de la pandemia de COVID-19 y, más recientemente, la invasión de Ucrania. Las sanciones y las respuestas de las empresas individuales a la guerra en Ucrania están restringiendo el acceso de las empresas rusas a la financiación y las tecnologías clave mucho más allá de las impuestas inicialmente tras la anexión de Crimea en 2014. La retirada de varias compañías petroleras occidentales de proyectos rusos en el Ártico y el Lejano Oriente restringe aún más las operaciones de Rusia, y es posible que la experiencia china potencial no pueda reemplazar rápidamente los roles y capacidades de su contraparte occidental.

Rusia también debe lidiar con las implicaciones a largo plazo de las sanciones y la política europea cambiante. Europa no ha cortado de inmediato sus importaciones de petróleo y gas rusos . Sin embargo, esta última crisis que involucra la invasión de Ucrania por parte de Rusia, junto con los planes de transición energética a largo plazo, impulsará a los países europeos, entre ellos Alemania, a buscar más fácilmente formas de dejar de depender demasiado de los suministros rusos. Los planes para nuevas terminales de gas natural licuado (GNL) y la suspensión del proyecto de gasoducto Nord Stream 2 entre Alemania y Rusia incentivarán nuevas fuentes de importación para Europa, aunque esto llevará tiempo.
Si continúa el aislamiento político y económico de Rusia, Moscú se encontrará aún más dependiente de China como mercado e inversor, consolidando a Rusia como el socio más débil y aumentando las tensiones a largo plazo entre Moscú y Pekín. Si bien Moscú actualmente se enfoca en asegurar su frontera europea, China, que se encuentra a lo largo de los flancos expuestos del sur y el este de Rusia, también está expandiendo su influencia económica y política en toda Asia Central, lo que se suma a los desafíos estratégicos a largo plazo de Moscú.

Respuesta de la OTAN en el Ártico​

Además de los desafíos económicos, Rusia enfrenta una OTAN más activa en el Ártico. Moscú ya ha pasado la última década reforzando sus fuerzas de seguridad en el Ártico a medida que el clima más cálido abre rutas de tránsito en la región que antes estaban congeladas. Pero si bien la lucha está lejos de la frontera norte de Rusia, la guerra en Ucrania también está reforzando la importancia estratégica del Ártico para la defensa nacional de Rusia, ya que Moscú ve cada vez más la actividad de la OTAN en cualquier lugar como una amenaza estratégica para los intereses rusos fundamentales, una percepción que se ha reforzado en últimos años por una serie de acuerdos entre miembros de la OTAN y no miembros de la OTAN en el norte de Europa, en particular Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha llevado el apoyo a la membresía de la OTAN a un nuevo nivel en Suecia y Finlandia, dos de los ocho países del mundo con territorio en el Círculo Polar Ártico (con los otros incluidos Rusia, Canadá, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca e Islandia). Actualmente, es poco probable que Finlandia y Suecia cambien rápidamente su postura semineutral y se unan al bloque de defensa del Atlántico Norte, lo que dejaría a Rusia como el único estado ártico fuera de la OTAN. Pero su tendencia hacia una mayor cooperación y planificación de la defensa aún se verá en Moscú como un cambio en las relaciones de las naciones árticas de un formato multipolar a una estructura nominalmente bipolar, con Rusia de un lado y la OTAN y sus países alineados del otro.

Independientemente de la posición futura de Finlandia y Suecia en la alianza de seguridad occidental, la invasión de Ucrania ha vuelto a despertar a la OTAN ante la amenaza rusa. El Ártico es la ruta más corta entre Rusia y América del Norte, lo que lo convierte en un punto focal clave de la competencia estratégica. Las amenazas no tan sutiles de Rusia de las armas nucleares como elemento disuasorio de la intervención de la OTAN en Ucrania han puesto de relieve el papel tradicional del Ártico como primera línea entre las fuerzas nucleares potencialmente opuestas, ya que la región sirve como la ruta más corta para los misiles nucleares y los bombarderos estratégicos con armas nucleares. , así como un escondite para submarinos de misiles nucleares. Además de estos sistemas tradicionales de la Guerra Fría, el clima cambiante del Ártico y los avances tecnológicos están atrayendo cada vez más combatientes de superficie y fuerzas terrestres a la frontera del Ártico Atlántico.

Incluso antes de la invasión rusa de Ucrania, la OTAN y los miembros individuales de la OTAN han intensificado los ejercicios y el entrenamiento en el Ártico en Noruega y sus alrededores. Las nuevas estrategias del Ártico de EE . UU . también están dirigiendo nuevos fondos, infraestructura y mayor capacitación cerca de la frontera del Ártico del Pacífico de Rusia en Alaska. Entonces, si bien el Ártico en descongelación ofrece a Rusia una nueva ruta estratégica clave para manejar amenazas remotas de ambos extremos del continente euroasiático, también sirve como una vulnerabilidad potencial al derretir la pared de hielo que ha ayudado a proteger a Rusia de la invasión y la contención.

Implicaciones para el Ártico​

La mayor atención y las tensiones en el Ártico durante los próximos años tienen varias implicaciones para Rusia, Europa y América del Norte:
  • El Consejo Ártico, el organismo principal para gestionar la cooperación y la estabilidad regionales, puede encontrarse más politizado como resultado del aislamiento económico y político de Rusia. Los ocho estados con territorio en el Ártico constituyen los miembros permanentes del Consejo Ártico. Sin Rusia, el organismo pierde su capacidad para gestionar problemas más amplios del Ártico, ya que Rusia se encuentra frente a la mitad de la costa del Ártico. Esto puede abrir oportunidades para que la China "cercana al Ártico" y otros afirmen la necesidad de un nuevo mecanismo de gestión del Ártico que sea más inclusivo para los países no árticos.
  • La investigación científica conjunta en el Ártico también puede ser víctima de la creciente tensión estratégica entre Rusia y Occidente. Esto es importante para la investigación climática, pero también para la investigación sobre las reservas de alimentos en el mar. Los cambios en las temperaturas del océano ya están impulsando cambios en la ubicación de peces comerciales clave y otros alimentos del océano. Los peces no respetan las fronteras internacionales, y la cooperación científica rusa-occidental debilitada puede afectar los derechos de pesca y contribuir a posibles enfrentamientos por caladeros en disputa. En el Mar de China Meridional, tales tensiones casi han llevado a la guerra. A lo largo de la frontera del Ártico, las pesquerías pueden verse atrapadas rápidamente en una competencia estratégica, afectando los medios de vida, la seguridad alimentaria y potencialmente desencadenando enfrentamientos cerca de Noruega o el Mar de Bering.
  • Las crecientes tensiones en el Ártico llevarán a Groenlandia de nuevo al frente, con Estados Unidos y la OTAN buscando un mayor acceso. Un naciente movimiento de independencia en la isla podría integrarse en cualquier discusión sobre una mayor presencia militar o sobre el acceso a minerales críticos en Groenlandia como una forma de aliviar la dependencia de otras fuentes internacionales. Las complejas relaciones entre Groenlandia, Dinamarca y los Estados Unidos brindan una oportunidad para la interferencia política de Rusia o China, cada uno para sus propios fines.
  • A medida que aumenta el entrenamiento militar y las patrullas en el Ártico , aumenta paralelamente el riesgo de enfrentamientos accidentales o errores de cálculo. Rusia y la OTAN han tenido durante mucho tiempo canales de comunicación y formas de reducir la tensión, pero no siempre se siguen o no son efectivos. La OTAN (y más recientemente Japón) y Rusia mezclan regularmente sus propios interceptores y cazas para vigilar los vuelos de los aviones estratégicos de los demás, pero la apertura de las aguas del Ártico está agregando más actividad marítima de superficie, creando nuevas áreas para posibles errores de cálculo, sobre todo porque estos las actividades a menudo se superponen con la pesca comercial y las operaciones de transporte marítimo.
  • Una implicación final proviene de China, una nación autoproclamada cercana al Ártico. Beijing ve el Ártico como un componente clave de sus planes estratégicos de conectividad más amplios . Pero tanto sus rutas marítimas en el Ártico como sus rutas ferroviarias a través de Eurasia hacia Europa pueden verse interrumpidas por las restricciones económicas europeas sobre Rusia . Es probable que China busque sus propias rutas en el Ártico, al norte de la Ruta del Mar del Norte de Rusia, lo que aumentará los barcos científicos y de inspección chinos en el Ártico, barcos que pueden servir para propósitos militares duales.

Traer el Ártico de nuevo en foco​

Desde el final de la Guerra Fría hasta hace aproximadamente una década, el enfoque de seguridad de los Estados Unidos en Rusia y el Ártico pasó a un segundo plano frente a amenazas más apremiantes. Pero esto ha comenzado a cambiar junto con el paisaje cada vez más accesible del Ártico y el comportamiento cada vez más agresivo de Rusia. Washington y, más recientemente, sus aliados europeos ahora ven el Ártico como un área de mayor amenaza estratégica, lo que a su vez solo alimenta el interés de Moscú en la región. La crisis de Ucrania de 2014 y la anexión de Crimea por parte de Rusia desencadenaron un enfoque renovado de la OTAN en Rusia, no solo como un vecino, sino una vez más como un oponente estratégico. Pero se necesitó la invasión rusa total de Ucrania para que esto se enfocara claramente.
 

VIDEO: Tropas de la OTAN entrenan bajo condiciones árticas en el norte de Noruega​


Publicado:31 mar 2022 15:35 GMT




Los ejercicios Cold Response 22 involucran a unos 30.000 efectivos, 200 aviones y 50 buques de 27 países.

Las fuerzas de la OTAN continúan realizando los ejercicios Cold Response 22 en el norte de Noruega, cerca de la frontera de Rusia. Los militares están realizando maniobras en las condiciones extremas del Ártico en una nueva etapa de las maniobras que arrancó el pasado 14 de marzo.

En el simulacro, que se realiza en tierra, aire y mar, participan cerca de 30.000 efectivos, 200 aviones y 50 buques de 27 países de la OTAN y sus aliados.

Las maniobras son de carácter defensivo y no tienen relación con el conflicto que se está desarrollando en Ucrania, según señala la Alianza Atlántica.

Por su parte, Moscú condenó este mes los ejercicios por la proximidad a su territorio. "Cualquier acumulación de capacidades militares de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia no ayuda a fortalecer la seguridad en la región", señaló a la agencia la Embajada de Rusia en Oslo.
 

Putin exige que no se retrasen los proyectos en el Ártico a pesar de las sanciones​


Publicado:13 abr 2022 09:54 GMT
Según el mandatario ruso, en el Ártico se concentran todos los ámbitos de la seguridad del país.

El presidente ruso, Vladímir Putin, exigió que no se retrasen los proyectos en el Ártico a pesar de las sanciones occidentales. Así lo afirmó este miércoles durante una reunión al respecto celebrada por videoconferencia.

De acuerdo con el mandatario ruso, en el Ártico "se concentran todos los ámbitos de la seguridad" del país, por lo que los proyectos correspondientes deben recibir atención especial.


"No [se puede] aplazarlos, apartalos. En cambio, debemos acelerar al máximo los ritmos tanto para las tareas actuales como futuras para responder a los intentos de frenar nuestro desarrollo", afirmó Putin.

El presidente destacó que la región se enfrenta hoy en día a retos que surgieron como resultado de las "acciones de los países inamistosos" que interrumpieron las cadenas logísticas. "Una serie de empresas extranjeras no cumple en su totalidad o por completo sus obligaciones contractuales", denunció el líder ruso.

"Oportunidades alternativas"​

Al mismo tiempo, señaló que, si bien dicho escenario crea ciertas dificultades, Rusia dispone de los recursos y "todas las oportunidades para encontrar decisiones alternativas rápidamente" y, a largo plazo, fortalecer su independencia de los factores externos.

Al respecto, el jefe de Estado detalló que el país puede aumentar el consumo del petróleo, el gas y el carbón ruso en el mercado interno y aumentar los suministros a otras regiones del mundo "donde realmente hacen falta". "Para nosotros están surgiendo oportunidades alternativas, opciones y nuevas posibilidades", afirmó Putin al señalar que el país ya está desarrollando nuevas rutas de trasporte.

No obstante, el mandatario recordó que las medidas restrictivas no pasan desapercibidas en Occidente. "La negativa de una serie de países occidentales a cooperar ya ha golpeado a millones de europeos, provocó una verdadera crisis energética en EE.UU.", subrayó Putin, al recordar que la inflación está llegando a niveles "sin precedentes" en los países occidentales.

"Habrá trabajo para todos"​

"Rusia no considera al Ártico un campo de intrigas geopolíticas sino un territorio para el diálogo, la estabilidad y la cooperación", reafirmó. "Cabe señalar que Rusia está abierta para trabajar con todos los socios interesados. Tanto en el marco de los proyectos existentes como futuros", agregó el líder ruso.

"Aquí habrá trabajo para todos. A todos a quienes, como a Rusia, les interesa el desarrollo sostenible de esta región única, propondremos trabajar juntos", aseguró.
 

Rusia muestra preocupación por riesgos de incidentes involuntarios con la OTAN en el Ártico​


Publicado:17 abr 2022 15:14 GMT

Un alto diplomático de la Cancillería rusa subrayó que los países occidentales no pueden garantizar el desarrollo sostenible del Ártico sin Moscú.

A Rusia le preocupa el aumento de la actividad militar de la OTAN en el Ártico, afirmó el embajador en Misión Especial del Ministerio de Asuntos Exteriores del país euroasiático y presidente del Comité Superior del Consejo Ártico, Nikolái Korchunov, en una entrevista con TASS publicada este domingo.

"La internacionalización de las actividades militares de la Alianza en las latitudes árticas, que implican a los Estados de la OTAN no árticos, también es motivo de preocupación", aseveró el alto diplomático, quien agregó que surgen "riesgos de incidentes involuntarios que, además de los riesgos de seguridad, pueden causar graves daños al frágil ecosistema del Ártico".

Putin exige que no se retrasen los proyectos en el Ártico a pesar de las sanciones


Putin exige que no se retrasen los proyectos en el Ártico a pesar de las sanciones

Korchunov subrayó que los países occidentales no pueden garantizar el desarrollo sostenible del Ártico sin Rusia.

Según el embajador, la posible entrada de Suecia y Finlandia a la OTAN no influirá de modo positivo a la seguridad y la confianza en esa zona. "La expansión de la OTAN a expensas de los países tradicionalmente no alineados no contribuirá a la seguridad y la confianza mutua en el Ártico, que Rusia ha defendido sistemáticamente", indicó.

Comentando la suspensión de la actividad de países occidentales en el marco del Consejo del Ártico debido a la operación especial rusa, Korchunov expresó que "los riesgos y desafíos de la seguridad blanda en el Ártico, que el Consejo ha tratado en general con eficacia hasta la fecha, aumentarán". También dijo que una pausa forzada en las tareas del foro intergubernamental "tendrá un impacto negativo en el trabajo para mejorar el bienestar de los pueblos del Ártico".

Asimismo, el alto diplomático destacó que Rusia permanece comprometida con "adherirse a enfoques constructivos para la interacción en el Ártico". "Al tiempo que reforzamos nuestra soberanía en las altas latitudes, seguimos abiertos a la cooperación con todos los Estados y organizaciones interesados", agregó.
 

Reportan que EE.UU. planea invertir miles de millones de dólares en infraestructura militar en el Ártico​


Publicado:24 may 2022 09:56 GMT

Entre los destinos de las posibles inversiones figura la base aérea estadounidense de Thule, ubicada en Groenlandia, territorio dependiente de Dinamarca.

Washington tiene la intención de invertir miles de millones de dólares en instalaciones militares del Ártico, según se desprende de un informe clasificado de un regulador estadounidense al que tuvo acceso el periódico danés Berlingske.

En particular, entre los destinos de las inversiones figura la base aérea estadounidense de Thule, ubicada en el noroeste de Groenlandia (Dinamarca), a fin de renovar su infraestructura, de acuerdo con un comunicado de la Fuerza Aérea de EE.UU. enviado al diario a través de la embajada estadounidense en Copenhague.

Putin exige que no se retrasen los proyectos en el Ártico a pesar de las sanciones


Putin exige que no se retrasen los proyectos en el Ártico a pesar de las sanciones

De acuerdo con el medio, tanto las autoridades de Groenlandia como el Parlamento nacional danés, el Folketing, actualmente desconocen los planes de la parte estadounidense al respecto.

"Nos gustaría participar cuando se trata de nosotros. [La base] está en nuestro país, por lo que queremos saber si está pasando algo", dijo Pipaluk Lynge Rasmussen, presidenta del Comité de Política Exterior y de Seguridad del Parlamento de Groenlandia.

Según el acuerdo trilateral entre Dinamarca, Groenlandia y EE.UU., el país norteamericano debe consultar e informar a las otras partes antes de introducir cambios significativos en sus operaciones militares en territorio groenlandés, detallan medios locales.

Previamente, desde Moscú destacaron que el aumento de la actividad militar de la OTAN en el Ártico es "motivo de preocupación" para Rusia. En este contexto, el embajador en Misión Especial del Ministerio de Asuntos Exteriores del país euroasiático y presidente del Comité Superior del Consejo Ártico, Nikolái Korchunov, subrayó que surgen "riesgos de incidentes involuntarios que, además de los riesgos de seguridad, pueden causar graves daños al frágil ecosistema del Ártico".
 


Politico: Occidente se queda rezagado en la carrera con Rusia por el control del Ártico​


Publicado:21 dic 2022 00:30 GMT

La carrera por el control militar y comercial del Ártico que involucra a Rusia y a los países occidentales se ha intensificado desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, escribe el periodista Kenneth R. Rosen en un artículo para Politico, en el que señala que EE.UU. y las naciones europeas tratan de recuperar terreno en la región, dominada en las últimas décadas por el país euroasiático.

Aunque el final de la Guerra Fría abrió un período exento de conflictos en la región, actualmente el Ártico se está convirtiendo en el centro de una nueva pugna, según Rosen. Dado que el hielo marino se está derritiendo debido al cambio climático, disminuyendo a una tasa del 13 % por década, pudiendo desaparecer en el verano de 2035, el deshielo abre nuevas rutas marítimas y facilita la extracción de los recursos naturales, lo que —explica— aumenta la competencia entre países por el control militar y comercial de esos 'nuevos' territorios.


En las últimas dos décadas, Rusia ha liderado la disputa, al tiempo que ha ampliado su flota de rompehielos, barcos y submarinos nucleares y ha desarrollado operaciones mineras y de pozos petroleros, así como la Ruta Marítima del Norte, que podría estar operativa para 2035.

Mientras, EE.UU. intenta recuperar posiciones frente al dominio ruso en la región, apunta el autor, que recuerda la recién aprobada estrategia para el Ártico, la designación este año de un embajador general para el Ártico y la apertura de un consulado en Nuuk, la capital de Groenlandia. En cualquier caso, los expertos aseguran que el país norteamericano sigue teniendo una visión limitada de la región, considerándola únicamente como una zona para la extracción de recursos naturales y no como un campo de batalla geopolítico y de seguridad nacional.

Los aliados europeos de Washington también han venido aumentando los presupuestos de defensa nacional y la seguridad en torno a la infraestructura energética crítica en el Ártico con el objetivo de aumentar sus capacidades de defensa, afirma.

Sin embargo, más de una docena de observadores de la región citados por el periódico, incluidos diplomáticos noruegos, analistas del Departamento de Estado y expertos en seguridad nacional centrados en el Ártico, temen que EE.UU. y Europa no puedan controlar los recursos energéticos en la región, mientras se incrementa la presencia rusa, lo que amenaza el desarrollo económico y la seguridad nacional de las otras siete naciones cuya tierra soberana se encuentra dentro del Círculo Polar Ártico (Canadá, Dinamarca, EE.UU., Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia).

Entretanto, varios funcionarios del Gobierno estadounidense han manifestado su temor a una escalada nuclear en la región, la que amenazaría con sumir a Europa y a sus aliados occidentales en un conflicto de mayor envergadura.
 

Grulla

Colaborador
Colaborador

Informe: A pesar de las pérdidas en Ucrania, Rusia sigue siendo una amenaza en el Ártico



Un maestro de salto de Guerra Especial Naval realiza tareas en vuelo antes de un salto de apertura baja a gran altitud, durante el ejercicio Arctic Edge 2022. Foto de la Marina de los EE. UU. por el especialista en comunicación de masas de segunda clase Trey Hutcheson
 
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