Conferencias, entrevistas y programas de Nicolás Kasanzew.-

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Un grande del periodismo, Víctor Sueiro, entrevista a un grande de la aviación de combate.
Por razones de censura militar, Charly Perona no pudo decir entonces que había sido derribado por un misil Sidewinder L. En ese momento se quiso ocultar que los británicos habían recibido del Pentágono esa letal arma.
Mi inolvidable amigo Víctor Sueiro siempre me manifestó su orgullo de haber podido entrevistar a un Halcón en plena Gesta de Malvinas.
¡Feliz cumpleaños, querido y admirado Charly Perona!

 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Entrevistando a soldados del Regimiento 5, cuando llegaron a Malvinas, me impresionó cuan alta tenían la moral. Solo por eso pudieron sobrellevar el durísimo asedio enemigo y el suplicio del hambre, consecuencia del aislamiento extremo. Una anécdota que me relató su jefe, el entonces coronel Juan Mabragaña, ilustra esto último. Al ir a un lugar al aire libre donde la tropa hacía sus necesidades, observó un pedazo de pan allí tirado. Lo atenazaba el ansia de comer algo, pero la vecindad de las heces lo frenó. Se fue, y sin embargo al rato no pudo resistir más, a esta altura no le importaba donde yacía el mendrugo. Volvió... y ya no estaba. El estomago de alguien había vencido el asco antes que el suyo lo hiciera.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Nunca le regalé nada a Fantino. Le di la bandera temporalmente EN CUSTODIA para motivarlo a seguir haciendo programas malvinizadores. (¡Escuchen el audio, por favor!, - les digo a los que siguen repitiendo que se la regalé). Tiempo después se la quité y la entregué al Museo de Malvinas de Oliva, provincia de Córdoba. Fue así:
Llegue al canal sin avisar, y una vez en el estudio, pedí hablar dos minutos aire con Fantino. En ese breve lapso, no sólo lo comprometí a seguir malvinizando, sino que aproveché para reivindicar a dos héroes de Malvinas calumniados por el enemigo, Giachino y Losito, y también para explicar mi aplauso a Oscar Ledesma en el programa anterior. Es que el kirchnerista Pablo Duggan me atacaba en los medios, diciendo que yo aplaudí la muerte, cuando fue exactamente al revés. Aplaudí la vida. La vida que Ledesma le regaló a los soldados del Regimiento 12, que estaban por ser muertos a manos del jefe de los paracaidistas británicos.

 
¿Cómo puede ser que otra vez te veas forzado a dar explicaciones? Semejante desprendimiento que hiciste para lograr un impacto por la causa Malvinas. Contá por favor o linkeá con qué calumniaron los ingleses. Saludos.
 

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador
Entrevistando a soldados del Regimiento 5, cuando llegaron a Malvinas, me impresionó cuan alta tenían la moral. Solo por eso pudieron sobrellevar el durísimo asedio enemigo y el suplicio del hambre, consecuencia del aislamiento extremo. Una anécdota que me relató su jefe, el entonces coronel Juan Mabragaña, ilustra esto último. Al ir a un lugar al aire libre donde la tropa hacía sus necesidades, observó un pedazo de pan allí tirado. Lo atenazaba el ansia de comer algo, pero la vecindad de las heces lo frenó. Se fue, y sin embargo al rato no pudo resistir más, a esta altura no le importaba donde yacía el mendrugo. Volvió... y ya no estaba. El estomago de alguien había vencido el asco antes que el suyo lo hiciera.
yo lo tuve de supervisor a santiago cadelago del 5, las cosas que me contaba respecto al tema comida, eran increibles.
 
Estimado, lo que ha aparecido en internet en los últimos años es lo que se había emitido durante la guerra por ATC. Lo inédito ha sido destruido nomás. Y que ha sido destruido es lo que testimoniaron mis compañeros de ATC.

Estimado Nicolàs me niego a querer creer que el material que usted y su camarografo registraron con tanto esfuerzo haya sido destruìdo. Me niego porque quisiera y deseo que algùn dìa aparezca alguien con todo el contenido que usted envìo a BSAS y se de a conocer. Es còmo que aparezca testimonio fìlmico del cruce de Los Andes, asì de importante còmo usted siempre compara es la gran gesta de Malvinas con los aciertos y los errores.
Saludos y por favor siga dando a conocer testimonios de los valiente veteranos y por supuesto tambien de sus vivencias.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Estimado El Vigía, yo también querría que ocurriera ese milagro! Y que asimismo aparecieran los 7 rollos con fotos del 1 de mayo, Darwin, etcétera, que mandé por derecha al continente y fueron secuestrados por Inteligencia de Ejército! Cuando mi mujer los fue a reclamar, la amenzaron. Saludos cordiales!
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Amigos de combate...
Un soldado le dijo a su teniente:
- Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor, solicito permiso para ir a buscarlo.
- Permiso denegado, - replicó el oficial. - No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente ha muerto.
El soldado, sin hacer caso. salió.
Una hora más tarde regresó, mortalmente herido, arrastrando el cadaver de su amigo. El oficial estaba furioso:
¡Le dije que había muerto! Digame, ¿merecía la pena ir allá para traer un cadaver?
Y el soldado, moribundo, respondió:
¡Claro que si, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo, y pudo decirme: "¡Estaba seguro que vendrías!"
Un amigo es aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido.
Dedico este posteo al teniente de corbeta David Angel Ruiz, quien cuando los altos mandos dieron por muerto al jefe de la Cuarta Sección Carlos Daniel Vázquez, salió hacia monte Tumbledown a buscarlo.
(En la foto Ruiz, a la izquierda, y Vázquez el 25 de noviembre del 2015, cuando este último fue condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate.

 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
LA CRIMINAL FALACIA DEL WHISKY DE GALTIERI
(Versión ampliada del capítulo de mi libro Malvinas a Sangre y Fuego).

Como decía el filósofo Benedetto Croce: "En materia de Historia cada uno prefiere lo que lleva adentro".

Reducir la Guerra de Malvinas –como lo han hecho casi todos, del alfonsinismo al kirchnerismo– a la banalidad del whisky, seguir pintando a nuestra Gesta Nacional Patriótica como la loca aventura de un general borracho, no sólo es faltar a la verdad histórica, sino también ayudar a perpetuar la desnacionalización del país y continuar ofendiendo – y dañando - a los combatientes, caídos y vivos.

Gerardo Mancisidor, un soldado conscripto, apuntador de tanque Panhard del Destacamento de Exploraciones de Caballería Blindada 181, herido en combate, hace unos años escribió en el Foro Zona Militar algo clave: “si yo hubiera pensado en el 82 que la guerra se hacía por el whisky y la soberbia, hoy estaría suicidado”.

Esa es una de las cuestiones que no advierten quienes irresponsablemente siguen enarbolando el añejo ariete desmalvinizador de "el general borracho que nos llevó a la guerra". Seguir diciendo eso, es seguir empujando a los combatientes al suicidio. Porque es quitarle absolutamente todo sentido al esfuerzo, el sacrificio y el sufrimiento que pusieron en la guerra. Es decirles que son un hato de imbéciles, porque se jugaron por los vahos de alcohol de un beodo, y no por la Patria, como en realidad lo hicieron.

Si hasta en el libro de un supuesto historiador, Ricardo de Titto (Los hechos que cambiaron la historia argentina del siglo XX, Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2004), donde se le dedica apenas un par de hojas a la guerra de Malvinas, el autor encuentra espacio para incluir el mentiroso chisme.

Con toda la pesada carga que ya tienen los soldados veteranos, producto del ninguneo y la victimización de los desmalvinizadores, lo menos que se puede pretender de aquellos que dicen supuestamente respetarlos, es que borren de una vez de su arsenal de argumentos la infamante muletilla del whisky. Una muletilla criminal. Que además es sólo una falacia, implantada por los desmalvinizadores, con el propósito de que la Causa Malvinas –y por ende la Nación– jamás levante cabeza. Falacia por muchos motivos.

Nunca me crucé con el general Galtieri, pero varios de los que sí, lo conocían, me aseguraron que no era alcohólico, aunque su manera torpe de hablar, su voz aguardentosa y los remedios que tomaba para su hipertensión se prestaran a que alguna gente se confunda.

Este es el testimonio de Juan Palomeque, un militar que fue asistente de Galtieri: "Lo afirmó y lo reafirmo, no era ningún borracho, el tipo era hipertenso, doy fe que sufría muchísimo su hipertensión. Normalmente el tipo tenía 190/120. Diariamente vivía empastillado por ese motivo. Doy fe de eso, porque todos los días le tomaban la presión arterial y muchas veces me tuve que aguantar horas esperando para que le bajará un poco y pudiéramos volar."

Tuve una breve conversación con Jorge Isaac Anaya poco antes de su muerte y le pregunté, entre otras cosas, sobre la cuestión etílica con relación a Galtieri. El almirante negó que este fuera beodo y me contó, como ejemplo, que en las reuniones de quienes encabezaban el gobierno del Proceso, en el tiempo en que el presidente de facto Viola se tomaba cuatro whiskies, Galtieri se tomaba solamente uno. Pero nadie habla del alcoholismo del general Viola, ese sí, comprobado y no apócrifo...

Es más, a principios del 2015 fui entrevistado por Daniel Furlán, de la radio El Litoral, de Paraná, quien siendo conscripto ofició de chofer personal de Galtieri. Y este periodista, de motu proprio, me confirmó que el presidente de facto no era ningún alcohólico. Esa característica jamás se le hubiera podido escapar a una persona como él, que por su función, conocía íntimamente la personalidad del general.

Además, Juan Girón, tripulante del avión presidencial Tango 01 en los años 1981 y 1982, me contó que nunca vio a Galtieri alcoholizado. En tanto que el piloto de combate Carlos Neme, quien fuera edecán del jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Omar Graffigna, testimonia que en ninguna de las muchas oportunidades que le llevó despachos a Galtieri, lo vio en estado de ebriedad. Y Neme solía hacerlo a las 10 u 11 de la noche, horas en que un verdadero alcohólico ya siempre está borracho perdido. Asimismo, el soldado Alejandro Gabriel Micozzi, quien atendía a Galtieri cuando este se encontraba preso en campo de Mayo, cuenta que el ex integrante de la Junta Militar, pudiendo ordenar lo que le viniera en gana, solamente tomaba un vaso de vino con el almuerzo. Y su custodia allí, el entonces teniente primero Juan Pablo Aguirre Faget, me confió: “Cada vez que venía el oficial de Educación Física, para acompañarlo en su caminata diaria, yo aprovechaba para ingresar a la habitación y ver dónde escondía la botella. Debo confesar que grande fue mi sorpresa al no haber podido encontrar botella de alcohol alguna”. El helicopterista Guillermo Anaya me contó quetuvo que volar desde Campo de Mayo al helipuerto del Comando en Jefe del Ejército y jamás vio pasado de copas a Galtieri. “Todos los días lo llevábamos a las 07:00 de la mañana a Estado Mayor y lo traíamos a las 22 o 00 hs según el día”.

Y finalmente, el mozo histórico de la Casa Rosada, Carlos Gómez, relató en Infobae del 1 de noviembre del 2019, que el presidente de facto cenaba muy tarde y casi siempre pedía pizza con gaseosa o cerveza. Durante la guerra, Gómez llegó a dormir en la sede de gobierno.

Por otra parte, es del todo irrelevante si Galtieri bebía o no. Se trata de una absoluta trivialidad. En referencia a Malvinas, lo único importante es si fue un buen conductor militar o no. Y como no lo fue, las facturas que se le pueden y deben pasar son inmensamente mayores. Pero nadie le presenta esos reclamos, nadie le cuestiona por qué dejó al general Mario Benjamín Menéndez al mando en Malvinas, a pesar de que era consciente de su pasividad, nadie le cuestiona porque no se puso él mismo al frente de la Guarnición Malvinas, si no había ningún general que sirviera para ello. Agitando la paparruchada del whisky, se disimulan y postergan estas, las verdaderas facturas. (A propósito, el hijo del general Galtieri me aseveró, que en más de una oportunidad su padre se manifestó dispuesto a ir a las islas para asumir personalmente la conducción militar, pero varios de sus allegados lo convencieron de que debía quedarse a cargo de las negociaciones en Buenos Aires).

Sin embargo acá, en nuestro país, se sigue machacando todos los días con el tema del whisky, porque es una extraordinariamente eficaz manera de bastardear toda la Gesta, asociándola a algo que la ridiculiza y le anula todo contenido épico y patriótico. Y de paso, termina de romperle el espinazo del amor propio a los combatientes, quienes con una autoestima recuperada podrían convertirse en un formidable factor de restauración de nuestro país, sirviendo de ejemplo y tónico moral para los jóvenes. Por cuanto no se quiere permitir que eso ocurra, se sigue pintando a los combatientes como los pobrecitos que fueron al muere por culpa de un general borracho.

Quousque tandem? ¿Hasta cuándo?

Si Galtieri bebía o no, es una banalidad total. Los medios ingleses informaron que la Thatcher se emborrachaba todas las noches, porque estaba aterrada de que un paisito ****** pudiera hacerle morder el polvo al formidable León Británico. Y nadie ha vuelto a mencionar el tema en Gran Bretaña después de la contienda. Hollywood sí, lo ha hecho. El film La dama de hierro, estrenado a principios del 2012 e interpretado por Meryl Streep, pinta a la Thatcher como alcohólica, confirmando lo que ya habían consignado los medios de prensa británicos después de la guerra. La del whisky era precisamente la Thatcher y no Galtieri, como se nos quiso vender a los argentinos. Por otra parte, quien tomaba whisky durante la guerra era el almirante Sandy Woodward. El viejo lobo de mar lo menciona en las páginas 160 y 196 de su libro LOS CIEN DIAS; pero se nota que eso era lo habitual.

El "general majestuoso", según la aduladora expresión del Pentágono, tenía otros, –y peores– pecados.

"El vaso de Galtieri" es uno de los puntales de la campaña de desmalvinización. Su intención última es instalar y mantener un derrotismo crónico en la masa del pueblo. Porque el derrotismo es padre del sometimiento. El pueblo no debe tener gestas heroicas recientes y tangibles, con rostros y apellidos y protagonistas de carne y hueso, sino sólo derrotas, para así poder manipularlo y expoliarlo mejor. De ahí el martilleo derrotista constante, aún bajo supuestas formas "artísticas".
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Lo del whisky sin duda es una mentira de lo más burda. Al sumo ridículo.
Lo extraño es que mientras más grandes son las mentiras, más tontas e increíbles, más gente la cree. Y vuelan como con un poder absorbente por la sociedad.
Y lo digo yo yo que vengo de una sociedad donde alcoholizarse es de lo mejor.
Lo malo viene cuando están todos luego atontados y falleciendo por "la Rosita"*

Cada vez confío menos en el hombre y sus sociedades..

Saludos

* Término coloquial que en mi país se le da a la Cirrosis provocada por alcoholismo.
 
Estimado @Nicolas Kasanzew quería felicitarlo por el programa titulado Malvinas La Guerra que no vimos.
La calidad de entrevistas a excombatientes y a analistas políticos es propio de un archivo histórico.
Haber conseguido testimonios tan importantes de parte de los propios protagonistas sumado a la calidad y cantidad de material fílmico ubican al programa en un nivel altísimo de lo muy poco que se pueden ver en la TV Abierta Nacional. Recuerdo algún documental de ARTEAR, pero el suyo fue muy cercano al conflicto.
Recomiendo mucho a los que no lo vieron qeu no se pierdan esta joya documental.
Con el correr del tiempo me doy cuenta de que lo poco o mucho que se sabe de la guerra de Malvinas es gracias a su trabajo y el de su camarógrafo. Le agradezco su aporte a la causa Re Malvinizadora que tiene un gran efecto especialmente entre los jóvenes que nacimos post conflicto pero que tenemos mucho interés en conocer mas sobre está parte tan importante de la historia Argentina.
Saludos Cordiales.

El documental consta de 6 episodios repartidos en 3 videos que se encuentran en el canal de YouTube de @Nicolas Kasanzew
 
Última edición:
Buen día @Nicolas Kasanzew , otro libro que nos cuenta quién y cómo era, es MALVINAS El Secreto de Galtieri Jorge Sáenz .
Allí también se ven muchas cosas que no conocimos sobre la cúpula de aquel entonces y se desmitifican ciertos dichos, eventos, etc.
Un gran saludo y espero que esta "Pandemia", la vayan llevando de la mejor manera, con y sin mitos.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Los 10 valientes que se jugaron por los 770.
El viejo avión Neptune 2P-111 que buscaba a los náufragos del “Belgrano”, había llegado al punto de “Lotería”. En la jerga aeronáutica eso significaba que debía volver ya al continente, o no le alcanzaría el combustible para hacerlo.
Pero su comandante, Julio Pérez Roca, no era de los que se rinden. Le propuso al resto de la dotación seguir buscando y todos aceptaron. Sabían que a mayor tardanza en encontrarlos, mayor iba a ser el número de muertos por hipotermia: hacía ya 20 horas que los tripulantes del "Belgrano" estaban en el mar helado.
Y su porfía fue recompensada. Media hora más tarde, ante los ojos de Pérez Roca se abrió la más maravillosa de las vistas: el archipiélago de balsas.
Sin embargo, el buque argentino más próximo estaba a una hora de navegación, y Pérez Roca temía que no pudiera detectar las balsas, ya que estas no se verían en el radar y el estado brumoso del mar impediría el rastreo ocular. Por eso Pérez Roca se quedó en la zona, orbitando sobre las balsas y arrojando bengalas para que los náufragos se sintieran acompañados. Cuidándolos. Temerariamente, por cuanto el combustible se estaba agotando.
“No se si llegamos”, le dijo el mecánico de vuelo Rodríguez, “tenemos que volver”. Pero el comandante, sereno, impertérrito, seguía sobrevolando a los marinos del “Belgrano”. Hasta que finalmente fueron ubicados por el destructor “Piedrabuena”. Entonces Pérez Roca agitó las alas del Neptune despidiéndose de los náufragos y puso rumbo al continente, dispuesto a acuatizar, si es que no llegaba a tierra firme. Pero Dios protegió a los rescatistas. Llegaron a Río Grande con la última gota de JP1. Al decir de ellos, “con el olor de la aeronafta”.
Arriesgaron su propia vida… y salvaron 770 vidas ajenas.
De izquierda a derecha: Suboficial Mayor José Ledesma (Radarista)
Capitán de Fragata Guillermo Arbini (Copiloto)
Suboficial Juan Carlos Soria (Armas y Vigía de Popa)
Capitán de Navío Julio Hugo Perez Roca (Piloto, Comandante del vuelo y Comandante de la Escuadrilla)
Suboficial Mayor Juan Carlos Olivera (Radarista y Operador Antisubmarino)
Suboficial Mayor Selso Fossarelli (Radiooperador)
Suboficial Mayor Oscar Rodriguez (Mecánico de Vuelo)
Suboficial Mayor Ramón Leiva (falleció 6/3/2020 - Armas y Vigía de Proa, es quien hizo el avistaje).
Suboficial Mayor Miguel Angel Noell (Ayudante del Mecánico de Vuelo)
Capitán de Fragata José Alberto Andersen (Oficial Control Operativo y acumulaba la posición de Navegante).
La foto está tomada en Ushuaia en el 2010. Recién en el 2014 fueron condecorados; el capitán Pérez Roca con la Cruz de Oro al Mérito Naval y los demás tripulantes con la Cruz de Plata al Mérito Naval.

 
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