Asuntos Aeroespaciales


Este jueves SpaceX lanzó exitosamente un cohete Falcon 9 con una cápsula Dragon de carga a la Estación Espacial Internacional. El Falcon 9 despegó de la plataforma del Centro Espacial John F. Kennedy, en Florida, a las 17:29 GMT, dando inicio a la misión 22 de reabastecimiento de la compañía para el laboratorio en órbita. Con un peso aproximado de 3.300 kilogramos la Dragon lleva suministros y 'hardware', a fin de realizar experimentos científicos, así como dos nuevos paneles solares para la red eléctrica de la estación espacial, informó el portal Space.com.

Aproximadamente 9 minutos después del despegue, la primera etapa del Falcon 9 regresó a la Tierra, aterrizando en el Atlántico en uno de los dos buques de recuperación de la flota de la empresa Space X.



Y el acoplamiento.

 

El equipo que administra el funcionamiento del módulo de aterrizaje InSight de la NASA en Marte ha probado con éxito un nuevo método para limpiar los paneles solares del dispositivo del polvo acumulado. La maniobra ayudó a aumentar su energía y retrasar el momento en que tendrá que apagar sus instrumentos científicos, al tiempo que el Planeta Rojo se está acercando al afelio, su punto más alejado del Sol.


A finales de mayo, a la hora más ventosa del día marciano el aparato vertió arena cerca de uno de los paneles solares para que los granos de arena atrapados en una ráfaga de viento arrancaran parte del polvo del panel; es decir, los granos más grandes se llevaron las partículas de polvo más pequeñas al ser arrastrados por el viento. Como resultado, se ganaron aproximadamente 30 vatios-hora de energía por día marciano.


"No estábamos seguros de fuera a funcionar, pero estamos encantados de que haya funcionado", dijo Matt Golombek, miembro del equipo científico de InSight en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

Los paneles solares de InSight han sobrevivido a la misión principal de dos años para la que fueron diseñados y ahora el equipo planea extenderla por dos años más. El aumento de potencia ayudaría a retrasar el apagado de los instrumentos científicos unas semanas, ganando tiempo para recopilar datos científicos adicionales antes de reanudar las operaciones a finales de este año. Durante este período, InSight reservará energía para sus calentadores, computadora y otros componentes clave, explicó la NASA.
 

China ha probado con éxito un sistema de paracaídas de alta tecnología de 300 metros cuadrados durante un vuelo de su cohete portador Long March-3B, que fue lanzado el jueves de la semana pasada para colocar en la órbita el satélite meteorológico Fengyun-4B, informa el rotativo chino Global Times.

Este avance tecnológico permitirá un control más preciso de los desechos del cohete después del lanzamiento y aumentará la seguridad de los lanzamientos espaciales, informa Global Times remitiéndose a la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento (CALT), la organización más grande de China para la investigación, desarrollo y producción de misiles y cohetes portadores.


El sistema de paracaídas se instaló en lo alto de uno de los cuatro propulsores del Long March-3B y se activó después de que el cohete propulsor se separó de la nave y cayó desde una altitud preestablecida.

Luego, dos paracaídas se abrieron en una secuencia programada para controlar su altitud y dirección, y con la ayuda del posicionamiento continuo mediante la navegación vía satélite, el propulsor realizó un aterrizaje preciso y controlado, anunció este lunes la Academia.


La CALT ha anunciado que el objetivo de su proyecto es reducir el rango del área de la caída de escombros en un 85 %.

La reciente prueba ya demostró que el sistema de paracaídas de 300 metros cuadrados acercaría a sus desarrolladores a la meta temporal de reducir el rango del área de aterrizaje del cohete-portador en un 70 %, según CALT.
 

Grulla

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Cuando Douglas y los US Marines querían Space Marines.

1200 soldados y equipo en 44 minutos a 14000 km de distancia.

La única razón que no se construyó un prototipo fue porque el programa civil fue cancelado y DoD tendría que pagar el desarrollo que estaba pagando la NASA.

 

Rober D

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Cuando Douglas y los US Marines querían Space Marines.

1200 soldados y equipo en 44 minutos a 14000 km de distancia.

La única razón que no se construyó un prototipo fue porque el programa civil fue cancelado y DoD tendría que pagar el desarrollo que estaba pagando la NASA.




 

La nueva estación espacial China es la primera con motores de iones. Ahora, su agencia asegura algo inaudito: quieren hacerlos de la potencia suficiente para ir a Marte en 39 días


Por
Jesús Díaz
04/06/2021 - 11:11 Actualizado: 07/06/2021 - 16:50

La estación espacial china es ya la primera en la historia que usa motores de iones para mantenerse en órbita. Pero la agencia espacial del país asiático quiere ir mucho más allá y desarrollar esta tecnología de propulsión para viajar a Marte en un tiempo récord: solo 39 días.

La Agencia Espacial Nacional China (CNSA) ha batido a la NASA,
que usará propulsores de iones en su estación espacial Lunar Gateway para mantenerla en órbita sobre nuestro satélite natural. La Lunar Gateway está diseñada para hacer de estación de tránsito que facilite la exploración a la Luna y Marte.


El módulo principal de la estación china —llamado Tianhe— tiene cuatro propulsores de iones. Tianhe —que ya ha recibido la primera visita de una nave de carga como se puede ver en el vídeo bajo estas líneas— usará estos motores para corregir y mantener la órbita de toda la estación alrededor de la Tierra.

Cómo funcionan​

Estos motores utilizan partículas cargadas —iones— para impulsar una masa, un efecto descubierto en los años 30 por el físico norteamericano Edwin Herbert Hall. Hall —cuyo apellido da nombre a estos motores— observó que era posible acelerar partículas de un elemento y moverlas, generando una fuerza.


Los propulsores de iones usan un campo magnético que limita el movimiento de los electrones de un elemento —xenón o kriptón— y los ioniza para acelerarlos y producir una fuerza para impulsar la aeronave.

Test del motor de iones NSTAR de 2.3 kW usado por la NASA en su sonda Deep Space 1. (NASA/JPL)

Test del motor de iones NSTAR de 2.3 kW usado por la NASA en su sonda Deep Space 1. (NASA/JPL)

Estos motores se llevan usando desde los años 70, cuando la Unión Soviética empezó a utilizarlos para mantener sus satélites Meteor en órbita. Actualmente, la tecnología se usa constantemente, incluyendo muchos de los satélites Starlink de Elon Musk, que utilizan motores de iones con gas krypton para mantener su posición en el espacio o hacerlos caer a la Tierra cuando alcanzan el fin de su vida útil.


Los motores de iones son también muy eficientes y requieren muy poco combustible. El cálculo de la CNSA es usar 400 kilogramos de combustible para mantener su estación en órbita durante un año. La ISS, sin embargo, requiere de 400 toneladas anuales de combustible químico.


Pero la CNSA tiene planes mucho más ambiciosos que amenazan los planes de Musk para llegar antes que nadie a Marte: los ingenieros chinos quieren desarrollar un motor de iones de 200 megavatios capaz de impulsar una nave tripulada a Marte en solo 39 días.


Es un objetivo de locos cuando observas la potencia típica de un motor de iones en estos momentos, que va de uno a siete kilovatios. El empuje resultante —de 25 a 250 milinewtons— no es suficiente para empujar una gran masa a la velocidad necesaria para enviar una nave tripulada a otro planeta. Esa es la razón de su uso habitual en satélites y ahora en estaciones espaciales.


El NSTAR de 100 kW de la NASA y la Universidad de Míchigan. (NASA/UM)

El NSTAR de 100 kW de la NASA y la Universidad de Míchigan. (NASA/UM)

La NASA y la Universidad de Míchigan han desarrollado el X3 Nested Hall Thruster, que actualmente alcanza 30 kW en el laboratorio. El plan es que llegue a 100 kW. Los motores de la Lunar Gateway alcanzarán los 50 kW, según la NASA y las compañías privadas Maxar Technologyes y Busek Co.


Destino Marte y Neptuno​

Según Hang Guanrong, uno de los ingenieros del Shanghai Space Station Institute, China está desarrollando un motor de 50 kW “diseñado principalmente para misiones tripuladas a gran escala y misiones de transporte a la Luna y Marte”. Todo esto está muy lejos de los 200 megavatios necesarios para impulsar una nave tripulada.


La NASA ha conseguido operar motores experimentales a un megavatio durante un tiempo limitado. Otros equipos de investigación han logrado más potencia con otros diseños. Otro grupo de la NASA ha llegado a 10 MW, mientras que investigadores de la Universidad de Osaka University consiguieron 6 MW y en Princeton llegaron a 15 MW. El récord lo tiene un propulsor coaxial desarrollado en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, en Estados Unidos, que llega 40 megavatios.

Todavía queda mucho por hacer para llegar a los 200 megavatios. Uno de los problemas más importantes es su durabilidad. Los expertos afirman que las partículas dañan el motor a medida que salen del propulsor y esto afecta a su vida útil. Para evitar el daño, hace falta utilizar campos magnéticos y desarrollar nuevos materiales. Según la Academia de Ciencias china, después de décadas de investigación, sus científicos han creado un nuevo material cerámico que, supuestamente, es capaz de aguantar el calor extremo y la radiación generados por sus motores de iones durante los largos periodos de tiempo necesarios para una misión interplanetaria.

Sin embargo, y siguiendo con el típico hermetismo chino, no hay detalles sobre este material. Solo sabemos que su actual motor de iones fue probado de forma continuada durante 11 meses, suficiente tiempo como para garantizar la órbita de su estación espacial por un periodo de 15 años de vida.


Habrá que esperar a los próximos cinco años para ver dónde se quedan las promesas chinas, igual que las de Musk. Por el momento, antes de ese motor de 200 MW para batir a Musk en la llegada a Marte, China planea lanzar una misión a Neptuno en 2028 usando un motor de iones de 20 kW con un motor nuclear para generar los campos eléctricos que ionicen el combustible.
 
Cuestión que la ISS es en realidad MIR-2.
Los segmentos que contienen navegación, control, comunicaciones, sistema de reciclaje de agua, aire, generación eléctrica para los sistemas principales, todo es ruso.

Los dos primeros segmentos rusos son los MIR-2 que estaban siendo construidos cuando cayó la URSS.

Los segmentos yankees agregaron generación eléctrica y comunicaciones. Pero casi todo el resto de la estación no es más que laboratorios y áreas de trabajo. Lo único que es yankee de relevancia son los dos segmentos grandes de paneles solares que generan la mayor parte de la electricidad consumida por la estación y el radiador de calor.

Respecto al radiador de calor. Fun fact, en el espacio no hay peligro de congelamiento como en las películas, al contrario, el mayor peligro es disponer del calor excedente producido por la nave. Al no haber convección solo se puede disipar el calor mediante radiación, la forma de enfriamiento menos efectiva y más lenta.
 

China planea lanzar una misión a Marte para el retorno de muestras sobre el año 2030, según lo anunció Xu Hongliang, portavoz de la Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés), informa la cadena CGTN.

Asimismo, según detalló Hongliang, el gigante asiático tiene previsto lanzar una sonda para que recoja muestras de un asteroide cercano a la Tierra y explore un cometa en el marco de una sola misión, así como el sistema orbital de Júpiter, todo ello después de 2030.

Además, en los próximos cinco años Pekín quiere enviar a la Luna dos dispositivos artificiales denominados Chang'e-6 y Chang'e-7 para estudiar el entorno y los recursos, así como para recoger muestras de la región polar de nuestro satélite.

En lo que se refiere a la construcción de su propia estación espacial, el funcionario precisó que el país espera poder finalizar las obras en 2022. Una vez ensamblada la estación, se planea que los astronautas puedan permanecer allí durante largos periodos de tiempo para llevar a cabo experimentos científicos.

Una misión que vale por tres​

Más allá de los planes de futuro, Hongliang acentuó la importancia de los últimos logros chinos en el espacio, e invocó el éxito de Tianwen-1, la primera misión del país al planeta rojo.


"En la historia del desarrollo aeroespacial, hemos dejado huella con esta misión 'tres en uno' que consiste en orbitar, aterrizar y usar rovers en una sola vez. Esto significa que China se ha convertido en un país de primer nivel en cuanto a la exploración interplanetaria", enfatizó el vocero.

Entretanto, China busca desarrollar la colaboración con otros países en materia de investigación espacial, reporta Global Times. En este sentido, Hongliang destacó que la CNSA cooperó en los últimos tiempos con la NASA estadounidense, así como con la Agencia Europea Espacial (ESA, por sus siglas en inglés), intercambiándose datos de la órbita del róver chino.
 
Brasil se une oficialmente al programa de la NASA que quiere enviar humanos de regreso a la Luna

El gobierno federal firmó este martes (15) un acuerdo de cooperación que oficializa la participación de Brasil en el programa Artemis. La iniciativa está siendo desarrollada por la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA) para realizar nuevamente vuelos tripulados a la Luna.



El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), Marcos Pontes, firmó el acuerdo en un acto con el presidente Jair Bolsonaro. Por el momento, no existe un pronóstico de inversión por parte del gobierno brasileño.

Artemis establece pautas para la exploración pacífica de la superficie lunar con socios comerciales e internacionales. El programa tiene como objetivo enviar a la primera mujer y al próximo hombre a la luna en 2024.

La iniciativa también debe traer a la primera persona negra al satélite natural terrestre. El último aterrizaje humano en la Luna fue en 1972. En abril, la NASA seleccionó a la empresa privada SpaceX para llevar a los astronautas.

Brasil es, hasta ahora, el único país de América Latina que participa en Artemis. En total, 12 países están en la lista, incluidos Australia, Canadá, Italia, Japón, Reino Unido y Corea del Sur.

Pontes, quien fue el primer brasileño en ir al espacio, explicó que el vuelo inicial debe tener astronautas estadounidenses. En vuelos posteriores, otros países de Artemis tendrán la oportunidad de enviar a sus profesionales.

"Uno de mis sueños es tener más astronautas en Brasil. No puedes [yo puedo] estar solo", dijo.

Según la embajada de Estados Unidos, los acuerdos de Artemis reúnen principios para implementar el Tratado de Espacio Exterior de 1967, además de guiar la cooperación en exploración espacial entre los países que participan en el programa.

La lista de principios de la iniciativa incluye “explotación pacífica, transparencia, interoperabilidad, prestación de asistencia de emergencia y divulgación pública de datos científicos”.

La entrada de Brasil en Artemisa es un "pequeño paso" para el ministerio y un "gran salto" para el programa espacial brasileño, una referencia al discurso del estadounidense Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna en 1969, cuando dijo que se trataba de un "pequeño paso para el hombre", pero de un "gran salto para la humanidad".

"Es un esfuerzo de la humanidad por conquistar el espacio profundo. Este es un esfuerzo que Brasil no puede quedarse fuera de ninguna manera", dijo el ministro.

Pontes explicó que científicos, universidades y empresas brasileñas podrán participar en investigaciones para crear tecnologías capaces de viabilizar la exploración de la luna y el viaje a Marte. Brasil participa dentro de sus "posibilidades financieras" y, por el momento, no debe aportar sus propios recursos.

PD: Una vez hicimos parte de la Estación Espacial..... y.....
 

Rusia y China presentaron durante la conferencia Glex-2021, que tiene lugar en la ciudad rusa de San Petersburgo, una hoja de ruta para la creación de una estación científica internacional en la Luna.

Se trata de un complejo de instalaciones experimentales que se instalarán en la superficie y la órbita de la Luna, destinadas a desarrollar trabajos de investigación multidisciplinarios, que incluirán el estudio de tecnologías para el funcionamiento no supervisado a largo plazo de las infraestructuras con la perspectiva de lograr una presencia humana a largo plazo en el satélite natural de la Tierra.


El proyecto se abordará en dos etapas y se completará antes de 2035, cuando debe iniciarse su funcionamiento, según detallaron Serguéi Savéliev, subdirector general de Roscosmos para la cooperación internacional, y Wu Yanhua, subdirector de la Administración Espacial Nacional del gigante asiático.


Entre 2026 y 2030, está previsto iniciar operaciones conjuntas de Rusia y China, entregar muestras del suelo lunar y probar las tecnologías del centro de mando.

Posteriormente deberán desplegarse los sistemas de suministro de energía, comunicaciones y equipos y poner en marcha una operación completa.

 
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