Nunca se lo pensó usar como repuesto!!! Cano en su segundo libro cuenta muy bien la historia de su compra, para reemplazar al TC-63. El fue el piloto que lo fue a probar a la fábrica.
Uno queda para el.Museo de Av Ej, otro ya fue a la escuela de suboficiales y otro al CAECOPAZ. Los dos restantes irian a Oliva y al Cenotafio de Pilar.