Noticias de la Armada Argentina (ARA)

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Merchant Marine one

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Adiestramiento en técnicas básicas anfibias​

Participó personal y unidades de la Infantería de Marina, el Comando de Transportes Navales, la Base Naval Puerto Belgrano y la Aviación Naval.

JUEVES 11, ABRIL 2024

Puerto Belgrano – Con el objetivo de incrementar y afianzar las técnicas anfibias, se realizó un adiestramiento con el transporte ARA “Canal Beagle”, el multipropósito ARA “Punta Alta” y un helicóptero Fennec perteneciente a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.
Asimismo, la Infantería de Marina participó con elementos de Comando y Control de la Brigada Anfibia de Infantería de Marina (BRIM), el Batallón de Comunicaciones Nº 1, el Batallón de Infantería de Marina Nº 2, el Batallón de Vehículos Nº1, el Batallón Comando y Apoyo Logístico y la Agrupación Comandos Anfibios.
La BRIM fue la encargada de coordinar la ejecución del adiestramiento a nivel individual y grupal, “que va incrementando su dificultad a lo largo del tiempo, en la medida que la tropa se afianza en adquirir y repasar las técnicas anfibias”, manifestó el Capitán de Navío IM Enrique Luis Salvador Olmedo, Comandante de la Brigada.
La ejercitación inició con el embarco de personal y material en las unidades de superficie. En el tiempo de navegación hacia el fondeadero cercano a la Base de Infantería de Marina Baterías, el grupo embarcado en el ARA “Canal Beagle” tomó conocimiento de la vida a bordo y organización del buque, de los medios y actividades propias de la dotación como zafarranchos, estaciones de trasbordo y abandono, entre otros. Mientras tanto, el grupo de Infantes de Marina embarcados en el multipropósito ARA “Punta Alta”, fue el encargado de reconocer y realizar el marcado de playa.
Para llevar a cabo el Movimiento Buque a Costa que se desarrolló a continuación, el personal desembarcó desde el transporte ARA “Canal Beagle” hacia los botes neumáticos y Vehículos Anfibios a Rueda.
En este contexto se simuló la caída de un hombre al agua y se llevó a cabo un ejercicio denominado MEDEVAC (Medical Evacuation), poniéndose en función un plan de evacuación helitransportada.
Finalizado el adiestramiento se realizó una videoconferencia con el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Coré, y el Comandante de la Infantería de Marina, Comodoro de Marina IM Leonardo Natán Gómez.

CRÉDITOS: Gaceta Marinera Digital



 

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Las cartas sin leer​

Suboficial Mayor VGM (RE) Mercedes Nicolás Toledo a bordo del Cabo San Antonio.


VIERNES 12, ABRIL 2024


El mensaje fue tan corto, como contundente. Los ojos vidriosos eran de orgullo y la euforia se tornó incontenible. Lo recibió Mercedes Nicolás Toledo, entonces Suboficial Segundo encargado de las comunicaciones del buque de desembarco ARA “Cabo San Antonio”.
Decía: “A partir del día 2 de abril, a las 11:20hs, en las Islas Malvinas flamea el Pabellón Nacional. Misión cumplida.”
En ese momento Toledo ya no pudo pensar en nada más. Su emoción era total. También el desahogo por tantos días de tensión. “Nos costaba creer que estuviéramos allí y que hayamos izado nuevamente la bandera nacional. Por un momento hasta pensé en que mi próximo destino podría ser, por qué no, la Base Naval Malvinas”, confiesa con una mueca en la comisura de su boca.
En la bahía Groussac, mirando Puerto Argentino, repasó en su cabeza los días que vivió hasta llegar a esta operación. Hoy, 42 años después, vuelve a recuperar esos recuerdos para nosotros… “Veníamos de unos adiestramientos muy intensos. Llegábamos de uno y salíamos a otro. Trabajábamos en todos los roles, pero nada hacía suponer que eran previo a un conflicto”, revela.
Tras la última Etapa de Mar, el 25 de marzo amarraron en Puerto Belgrano. “En esos días nadie sabía absolutamente nada. Una de mis tareas era el manejo de la correspondencia clasificada. Me mandaron a buscar unos sobres de esa condición al Comando de Operaciones Navales; el 27 pusieron en funcionamiento un plan de llamadas para que toda la dotación se presente en la Unidad”, cuenta el hoy Suboficial Mayor VGM (RE) Mercedes Nicolás Toledo.
La última noche subió al Puente de Comando para tomar un poco de aire y vio ingresar a la dársena una columna de vehículos. “Eran un montón de luces sobre el camino estratégico entre Baterías y Puerto Belgrano. Me llamó un poco la atención que, tras su paso, personal del Batallón de Seguridad cerró todos los ingresos. De inmediato empezamos a cargar los vehículos en el buque, y también a una división pequeña del Ejército”.
El alistamiento continuó hasta que zarparon, a las 12:30hs. Víveres, agua, combustible como nunca habían cargado, munición y mucho personal y material. “Se ordenó el rumbo Sur y minutos después al Comandante le llegó la directiva de abrir el sobre Nº1, que eran los de la operación. Ahí le ordenaban una derrota y horas después nos alcanzaron los otros buques conformando lo que se llama una cortina antisuperficie, antiaérea y antisubmarina”, explica el Suboficial.
Esa tarde el destino cambió para siempre la vida de Toledo. El Comandante llamó por difusor a los Suboficiales y Cabos Principales a una reunión. Les dijo: “Señores, la Armada me ha encomendado una misión y la tengo que cumplir. Vamos a desembarcar en Malvinas. Si tengo que dejar el buque en la playa lo voy a dejar, pero la tropa va a desembarcar. Voy a cumplir la misión, así que a partir de este momento cada uno de ustedes tome consciencia y piense en todo lo que tiene que hacer en su puesto de combate”. El supuesto ejercicio era ahora una misión real para recuperar las islas.
Cuenta que tras la novedad el “humor” del buque cambió por completo. Las chanzas que solían jugarse entre camaradas en algún cruce de pasillos desaparecieron. “El buque se tornó muy silencioso. Con la mirada nos decíamos todo. Estábamos concentrados en verificar cada detalle”.
Durante la navegación, por su rol en el buque Toledo asistió a cada reunión de planeamiento de las autoridades, lo que lo convirtió en testigo privilegiado de hechos importantes como cuando se decidió el nombre definitivo de la operación. “En un principio se llamaba Fénix, pero en un momento el Teniente Coronel Seineldín, a cargo del grupo del Ejército, le solicitó al Contraalmirante Busser cambiarle el nombre dado que la harían bajo la advocación de la Virgen del Rosario. La solicitud fue aceptada y así fue que pasó a llamarse Operación Rosario” detalla sonriendo emocionado Toledo.
También atestiguó el cambio del día D, cuando a causa de un temporal que describe como “nunca visto” la tropa se vio afectada por el mal de mar. En la mesa de planeamiento se trasladó la fecha del desembarco prevista para el primero, al 2 de abril a las 6:30hs. “Yo había navegado muchísimas veces en esa zona con distintos buques, y nunca viví algo así. Fue increíble, no se podía estar ni parado, con rolidos que en el ‘San Antonio’, por no tener quilla, llegaron a superar los 40 grados. El buque trepaba las olas y golpeaba muy fuerte, al punto que daba un poco de miedo”, revela Toledo, agregando que luego hubo que recomponer a la gente de la descompostura y verificar la carga que se había soltado de sus cadenas por la violencia del movimiento.
En cercanías de Malvinas el ARA “Cabo San Antonio” se separó junto a la corbeta ARA “Drummond” para ingresar navegando a la bahía Groussac. Los buzos tácticos, desembarcados la noche anterior desde el submarino ARA “Santa Fe”, liberarían la playa de cualquier defensa inglesa. “Fue un momento de mucha tensión en el Puente de Comando. Los buzos nos tenían que avisar que la playa estaba despejada y ya íbamos entrando a la bahía con la ‘Drummond’ adelante y no había ninguna señal, pero pronto llegó”, describe Toledo.
El buque de desembarco de tanques avanzó con el portalón abierto. “Lanzamos el primer vehículo con quien tendríamos la única comunicación para verificar si el fondo era apto o no para salir. Ni bien lo confirmó salieron el resto de los vehículos con la tropa. Cada uno tenía una tarea asignada”, detalla el Suboficial.
En ese momento, un disparo de mortero efectuado desde la costa picó a unos 50 mts. a popa del buque de desembarco. De inmediato la corbeta, que observaba la situación, giró su cañón y efectuó un disparo intimidatorio sobre las rocas. Casi de inmediato llegó la señal de que esos ingleses habían sido tomado prisioneros. “Hubiera sido un gran peligro si la munición pegaba en la cubierta del buque porque llevábamos mucho combustible y municiones. Gracias a Dios no pasó nada”, sonríe Toledo.
Durante horas, quizás las más largas de sus vidas, todos quedaron expectantes. No habría una sola comunicación hasta las 10hs, cuando se rompió el silencio de radio para informar que Giachino, García Quiroga y Urbina habían sido heridos. “Allí comenzamos también a comunicarnos con todas las Unidades para verificar que cada una logró cumplir su tarea”.
Luego del mensaje del Comandante de Operaciones Navales de que ya ondeaba el Pabellón Nacional en el mástil principal de Malvinas, el “Cabo San Antonio” fue el único que amarró en Puerto Argentino. Fue para recuperar pertrechos y vehículos. “Pude bajar en el muelle y mirar un poco cómo era. Allí me encontré con un suboficial que había desembarcado y había recuperado la oficina de correo, que era entonces algo estratégico. Le pregunté si no me podía despachar una carta para mi esposa, que no sabía nada, así que se la di”. La carta fue una de las primeras en salir de las islas y llegó a la casa de Toledo con el matasellos de Malvinas.
En el mismo atardecer del 2 de abril el ARA “Cabo San Antonio” zarpó de Malvinas hacia el continente. Llegaría a Puerto Deseado, donde cumpliría otras misiones como la búsqueda y el apoyo al aviso ARA “Alférez Sobral” luego de que fuera atacado, y se mantuvo en la zona hasta la finalización de la guerra.
Mercedes Nicolás Toledo regresó de Malvinas un 19 de junio de 1982, siendo uno de los protagonistas silenciosos de la Operación Rosario. También del grito irrenunciable sobre nuestras islas. Nunca pudo ir destinado a su imaginaria Base Naval Malvinas, pero cree que alguien algún día lo hará. Tampoco pudo volver a leer las cartas que le envió a su esposa durante la guerra…

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 
Esta es la segunda compuerta del dique 2, la externa, que permite ganar varios metros al usar esta en lugar de la interna, que si mal no recuerdo tambien fue construida hace unos años por ARS.

Lo que no recuerdo es si la compuerta del otro dique tambien se reemplazo, o sigue con su compuerta original
 

Adiestramiento en técnicas básicas anfibias​

Participó personal y unidades de la Infantería de Marina, el Comando de Transportes Navales, la Base Naval Puerto Belgrano y la Aviación Naval.

JUEVES 11, ABRIL 2024

Puerto Belgrano – Con el objetivo de incrementar y afianzar las técnicas anfibias, se realizó un adiestramiento con el transporte ARA “Canal Beagle”, el multipropósito ARA “Punta Alta” y un helicóptero Fennec perteneciente a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros.
Asimismo, la Infantería de Marina participó con elementos de Comando y Control de la Brigada Anfibia de Infantería de Marina (BRIM), el Batallón de Comunicaciones Nº 1, el Batallón de Infantería de Marina Nº 2, el Batallón de Vehículos Nº1, el Batallón Comando y Apoyo Logístico y la Agrupación Comandos Anfibios.
La BRIM fue la encargada de coordinar la ejecución del adiestramiento a nivel individual y grupal, “que va incrementando su dificultad a lo largo del tiempo, en la medida que la tropa se afianza en adquirir y repasar las técnicas anfibias”, manifestó el Capitán de Navío IM Enrique Luis Salvador Olmedo, Comandante de la Brigada.
La ejercitación inició con el embarco de personal y material en las unidades de superficie. En el tiempo de navegación hacia el fondeadero cercano a la Base de Infantería de Marina Baterías, el grupo embarcado en el ARA “Canal Beagle” tomó conocimiento de la vida a bordo y organización del buque, de los medios y actividades propias de la dotación como zafarranchos, estaciones de trasbordo y abandono, entre otros. Mientras tanto, el grupo de Infantes de Marina embarcados en el multipropósito ARA “Punta Alta”, fue el encargado de reconocer y realizar el marcado de playa.
Para llevar a cabo el Movimiento Buque a Costa que se desarrolló a continuación, el personal desembarcó desde el transporte ARA “Canal Beagle” hacia los botes neumáticos y Vehículos Anfibios a Rueda.
En este contexto se simuló la caída de un hombre al agua y se llevó a cabo un ejercicio denominado MEDEVAC (Medical Evacuation), poniéndose en función un plan de evacuación helitransportada.
Finalizado el adiestramiento se realizó una videoconferencia con el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Coré, y el Comandante de la Infantería de Marina, Comodoro de Marina IM Leonardo Natán Gómez.

CRÉDITOS: Gaceta Marinera Digital



Creo que no es metodo ideal, pero por lo menos se pueden "bajar" esos vehiculos hasta el agua con esas gruas. Hasta cuantos soldados pueden desembarcar por cada buque,(creo que son dos los buques?). :rolleyes:
 
Última edición:
Decís pasar equipos de guerra de las meko a otros cascos?.......aveces pienso en eso, militarizar cascos de buques quizás civiles.....después de todo es lanzar misiles torpedos y escupir con cañones mié tras se tenga en stock.......valga la redundancia y salvedades
Es mas complejo de lo que a primera vista aparenta. No es mas la decada del 40 con mercantes artillados... Hay muchas cuestiones inherentes a la seguridad operacional que deben cumplirse a rajatabla segun el reglamento pertinente, cuestiones que, en un buque civil, son imposibles de lograr sin un trabajo por demas extenso y costoso. Ademas los propios sistemas necesitan una infraestructura adecuada que los contenga, amen de lo previamente expuesto. Solo imaginese el caso de no tener el espacio suficiente para colocar un iluminador para trackear un blanco, estaria ubicando una fuente de microondas de mas de 150-200kw en un lugar de potencial peligro para el personal que lo opera.; si bien la radiacion no es ionizante, es igual de peligroso que meter la cabeza en un microondas pero con 100 veces mas potencia.
 

Merchant Marine one

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Homenaje a la tripulación del Neptune 2-P-103 en la Base Aeronaval Comandante Espora​

De la ceremonia participaron familiares de la tripulación de la aeronave que se siniestró en la Antártida durante un vuelo glaciológico en 1976.


LUNES 15, ABRIL 2024


Comandante Espora – Esta mañana se realizó en la Base Aeronaval Comandante Espora (BACE) una ceremonia en homenaje a la tripulación de la aeronave Neptune 2-P-103 de la Aviación Naval, siniestrada durante un vuelo glaciológico en el continente blanco en 1976.
El acto –presidido por el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Coré– se desarrolló en la BACE y contó con la presencia del Comandante de la Aviación Naval (COAN), Comodoro de Marina Carlos Manuel Falcone, familiares de la tripulación y personal de la Aviación Naval.
Luego de la recepción de los familiares en el Museo Aeronaval, se realizó una exposición en el microcine del Centro de Adiestramiento de la Fuerza Aeronaval N°2, relacionada con el vuelo del 15 de septiembre de 1976 de la aeronave Neptune, a cargo del Jefe del Estado Mayor del COAN, Capitán de Navío Fabián Edgardo Cersofios.
Los presentes se trasladaron al cenotafio que recuerda a los tripulantes, se descubrió una placa conmemorativa y se colocaron ofendas florales por parte de la Armada Argentina y de representantes de las familias.
El Capellán Castrense, presbítero Diego Kessler, pronunció un responso, mientras que el Comandante de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, Capitán de Corbeta Juan Manuel Janiot, expresó palabras de agradecimiento y reconocimiento no solo a los tripulantes del 2-P-103 sino a sus familiares: “Ellos en cumplimiento del deber y efectuando la custodia de la soberanía y de los intereses nacionales, cumplieron su misión y su tarea hasta el máximo sacrificio que a una persona de armas se le puede pedir, que es el de perder su vida”.
Después, llegó el momento de Liliana Villagra, hija del Suboficial Segundo Nelson Darío Villagra, quien era miembro de la tripulación del avión: “Queremos contarles sobre los 11 tripulantes, estos hombres que hoy honramos como fieles servidores de la Patria y como seres humanos que dejaron un legado en todos nosotros: sus hijos”.
Recordó así a cada uno de ellos, su vocación, sus hobbies, club de fútbol, el amor por su familia y su lugar de origen. “Nuestros padres están siempre presentes. Todavía los extrañamos, necesitamos sus consejo y abrigo; hoy, siendo adultos, en más de una ocasión, nos preguntamos cómo hubieran obrado ellos, en el esfuerzo por recordar sus voces, en la palabra que imaginamos nos podrían decir e incluso inventando un rostro envejecido por los años que no pudieron vivir”, sostuvo.
Finalmente, Eduardo Mutto – hijo del Capitán de Corbeta Arnaldo Mario Mutto, comandante de la aeronave Neptune– expresó gratitud y reconocimiento: “Antes que nada quiero referirme a un aspecto que es la gratitud y el reconocimiento que en este momento está haciendo la Armada Argentina en nombre de la Patria y que estamos haciendo nosotros”.
Destacó un especial agradecimiento a sus progenitores, a la tripulación del Ejército que falleció en cumplimiento del deber, a la gran familia naval y a la República Búlgara. Además, agradeció a las máximas autoridades del Ministerio de Defensa, la Armada y la Aviación Naval.
“Sencillamente gracias, y tenemos el deseo, que cuando se cumplan 50 años del accidente se pueda tener una ceremonia digna de esos héroes de la Patria y que, en la medida de lo posible, cuando haya campañas antárticas no dejen de destacar un helicóptero a revisar esas playas porque seguramente seguirán apareciendo restos”, agregó.

Tras la realización de un minuto de silencio, se inauguró la vitrina conmemorativa al Neptune 2-P-103 en el Museo de la Aviación Naval, que contiene las tres partes de la aeronave halladas recientemente en la Antártida Argentina, que fueron identificadas como pertenecientes a la unidad aeronaval.
La tripulación del avión estaba integrada por su Comandante, Capitán de Corbeta Arnaldo Mario Mutto; el Teniente de Navío Miguel Angel Berraz; el Teniente de Navío Romualdo Carlos Migliardo; el Teniente de Corbeta Claudio María Cabut; el Suboficial Segundo Nelson Darío Villagra; el Suboficial Segundo Juan A. Noto; el Suboficial Segundo Remberto Eberto Brizuela; el Cabo Principal Carlos Omar Campastri; el Cabo Principal Jesús Oscar Arroyo; el Cabo Primero Benjamín Pablo Scesa; y el Director del Canal 13 TV de Río Grande, Rodolfo Rivarola.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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El aviso “Olivieri” arribó a la ciudad de Ushuaia​

Cumplirá misiones como buque de estación.


LUNES 15, ABRIL 2024


Ushuaia – El aviso ARA “Teniente Olivieri”, bajo el mando del Capitán de Corbeta David Alejandro González, amarró este fin de semana en el muelle comercial de la ciudad de Ushuaia para cumplir su tarea como buque de estación en el Área Naval Austral (ANAU).
La Unidad, que había zarpado el pasado miércoles desde la dársena de la Base Naval Puerto Belgrano, fue recibida por el Jefe del Estado Mayor del ANAU, Capitán de Navío Carlos Alberto Soto.
Semanas previas a zarpar rumbo a la capital fueguina, el buque dependiente del Comando Naval, Anfibio y Logístico realizó una etapa de alistamiento en el mar, donde llevó a cabo ejercicios de ajuste de roles y funciones del personal, y maniobras marineras. Además, participó del adiestramiento de los Aspirantes Infantes de Marina de las promociones 125 y 126 de la Escuela de Suboficiales de la Armada, quienes realizaron jornadas de campaña como parte de su Plan de Instrucción.
En su derrota, realizó un reconocimiento del litoral marítimo de las provincias patagónicas, efectuando escalas en Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, donde fue recibido por autoridades provinciales y municipales.
Durante los próximos meses, el aviso ARA “Teniente Olivieri” permanecerá en Ushuaia para concretar trabajos que permitan mantener la guardia SAR (Búsqueda y Rescate) dentro del área de responsabilidad del ANAU, realizar los relevos de los puestos de vigilancia y control de tráfico marítimo, y participar de adiestramientos navales integrados con las Unidades que tienen asiento en la zona.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Homenaje a la tripulación del Neptune 2-P-103 en la Base Aeronaval Comandante Espora​

De la ceremonia participaron familiares de la tripulación de la aeronave que se siniestró en la Antártida durante un vuelo glaciológico en 1976.


LUNES 15, ABRIL 2024


Comandante Espora – Esta mañana se realizó en la Base Aeronaval Comandante Espora (BACE) una ceremonia en homenaje a la tripulación de la aeronave Neptune 2-P-103 de la Aviación Naval, siniestrada durante un vuelo glaciológico en el continente blanco en 1976.
El acto –presidido por el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Coré– se desarrolló en la BACE y contó con la presencia del Comandante de la Aviación Naval (COAN), Comodoro de Marina Carlos Manuel Falcone, familiares de la tripulación y personal de la Aviación Naval.
Luego de la recepción de los familiares en el Museo Aeronaval, se realizó una exposición en el microcine del Centro de Adiestramiento de la Fuerza Aeronaval N°2, relacionada con el vuelo del 15 de septiembre de 1976 de la aeronave Neptune, a cargo del Jefe del Estado Mayor del COAN, Capitán de Navío Fabián Edgardo Cersofios.
Los presentes se trasladaron al cenotafio que recuerda a los tripulantes, se descubrió una placa conmemorativa y se colocaron ofendas florales por parte de la Armada Argentina y de representantes de las familias.
El Capellán Castrense, presbítero Diego Kessler, pronunció un responso, mientras que el Comandante de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, Capitán de Corbeta Juan Manuel Janiot, expresó palabras de agradecimiento y reconocimiento no solo a los tripulantes del 2-P-103 sino a sus familiares: “Ellos en cumplimiento del deber y efectuando la custodia de la soberanía y de los intereses nacionales, cumplieron su misión y su tarea hasta el máximo sacrificio que a una persona de armas se le puede pedir, que es el de perder su vida”.
Después, llegó el momento de Liliana Villagra, hija del Suboficial Segundo Nelson Darío Villagra, quien era miembro de la tripulación del avión: “Queremos contarles sobre los 11 tripulantes, estos hombres que hoy honramos como fieles servidores de la Patria y como seres humanos que dejaron un legado en todos nosotros: sus hijos”.
Recordó así a cada uno de ellos, su vocación, sus hobbies, club de fútbol, el amor por su familia y su lugar de origen. “Nuestros padres están siempre presentes. Todavía los extrañamos, necesitamos sus consejo y abrigo; hoy, siendo adultos, en más de una ocasión, nos preguntamos cómo hubieran obrado ellos, en el esfuerzo por recordar sus voces, en la palabra que imaginamos nos podrían decir e incluso inventando un rostro envejecido por los años que no pudieron vivir”, sostuvo.
Finalmente, Eduardo Mutto – hijo del Capitán de Corbeta Arnaldo Mario Mutto, comandante de la aeronave Neptune– expresó gratitud y reconocimiento: “Antes que nada quiero referirme a un aspecto que es la gratitud y el reconocimiento que en este momento está haciendo la Armada Argentina en nombre de la Patria y que estamos haciendo nosotros”.
Destacó un especial agradecimiento a sus progenitores, a la tripulación del Ejército que falleció en cumplimiento del deber, a la gran familia naval y a la República Búlgara. Además, agradeció a las máximas autoridades del Ministerio de Defensa, la Armada y la Aviación Naval.
“Sencillamente gracias, y tenemos el deseo, que cuando se cumplan 50 años del accidente se pueda tener una ceremonia digna de esos héroes de la Patria y que, en la medida de lo posible, cuando haya campañas antárticas no dejen de destacar un helicóptero a revisar esas playas porque seguramente seguirán apareciendo restos”, agregó.

Tras la realización de un minuto de silencio, se inauguró la vitrina conmemorativa al Neptune 2-P-103 en el Museo de la Aviación Naval, que contiene las tres partes de la aeronave halladas recientemente en la Antártida Argentina, que fueron identificadas como pertenecientes a la unidad aeronaval.
La tripulación del avión estaba integrada por su Comandante, Capitán de Corbeta Arnaldo Mario Mutto; el Teniente de Navío Miguel Angel Berraz; el Teniente de Navío Romualdo Carlos Migliardo; el Teniente de Corbeta Claudio María Cabut; el Suboficial Segundo Nelson Darío Villagra; el Suboficial Segundo Juan A. Noto; el Suboficial Segundo Remberto Eberto Brizuela; el Cabo Principal Carlos Omar Campastri; el Cabo Principal Jesús Oscar Arroyo; el Cabo Primero Benjamín Pablo Scesa; y el Director del Canal 13 TV de Río Grande, Rodolfo Rivarola.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
Las últimas imágenes de los familiares, tocando los restos del Neptune, sabiendo que es lo más cerca que han podido estar de los restos de sus seres queridos, es muy fuerte.
Ojalá en los años que vienen se hagan campañas de exploración al pie del glaciar, parece que llegó el momento en que nos puede devolver los restos, es una deuda que tenemos con esos hombres
 
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