Evidentemente, estamos en una etapa muy incipiente de esto. Dando los primeros pasos. Una etapa de mucha experimentación para comenzar a desarrollar doctrina que después pueda generalizarse.
Difícil predecir cómo esto terminará evolucionando en el futuro.
No se puede a partir de este primer y modesto ejercicio concluir que eso será todo.
Por ahora, estimo tres posibles enfoques, por no decir cuatro.
El primero. Como si fuese una nueva Arma, se incorporan dentro de la orgánica elementos especializadas de esto. Por ejemplo, "compañías de drones" dentro de los batallones. Esto puede ser tan pequeño como un soldado especializado dentro de cada grupos de tiradores (como ya sucede con los marines estadounidenses), hasta tan grande como un batallón especializado en drones dentro de una brigada. Incluso, pueden darse varias de estas cosas simultáneamente.
Entiendo que esta nueva "sección de sistemas aéreos no tripulados" de la IMARA se enmarca en este enfoque.
El segundo, se mantiene la orgánica, pero se remplazan los viejos sistemas de armas por nuevos. Armas tontas dando paso a armas inteligentes. Por ejemplo, que un mortero sea remplazado por municiones merodeadoras. Como están haciendo los coreanos.
Me parece que el ejercicio que da origen a este debate se enmarca dentro de esto. Ejercitaron sobre el uso de un pequeño dron lanzando una pequeña granada. Un uso de arma inteligente que parece más propia de un grupo de tiradores que de niveles superiores.
El tercero, que se parte de una ruta de hoja blanca y se experimente en conformar una nueva Fuerza. Tienes la fuerza aérea, la naval, el ejército y... la "Dronofuerza". Hoy se está poniendo de moda crear más fuerzas: fuerza espacial, fuerza cibernética, fuerza de información, etc. ¿por qué no crear una robotizada?
O, más modesto, autenticas brigadas robotizadas: brigadas de infantería, brigadas de caballería, brigadas de aviación y... brigadas de drones. Algo de esto parece que estarían llevando a cabo tanto ucranianos como rusos.
Esto puede parecer que se superpone con el primer enfoque. La diferencia la posicionaría en que en el primer caso la fuerza (por ejemplo, el Ejército) mantiene su esencia y suma estos nuevos elementos como complemento o apoyo (a imagen y semejanza de lo que sucedió cuando incorporaron los helicópteros y que condujo a la incorporación de la tercera dimensión aeromóvil de las fuerzas terrestres). Aquí, en cambio, esta fuerza adquiere tal independencia que combate la guerra por sí misma, incluso aspirando a alcanzar objetivos estratégicos. No son personas acompañadas por drones, son robots los que hacen la guerra y las personas los que les auxilian. A imagen y semejanza del surgimiento de la aviación, al principio una rama del ejército pero a la larga se transformo en una fuerza autónoma de nivel equivalente que se centro en la defensa del espacio aéreo y la búsqueda de la victoria a través del aire.
El cuarto, obviamente, que termine siendo una mezcla de todo de una forma que cuesta imaginar. Especialmente cuando sumamos a la ecuación la enorme variedad y heterogeneidad de drones que pueden llegar a observarse.
Por ejemplo, hay drones tan pequeños que caben en la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Quizás un soldado común y corriente puede llevarlo y los usa como si fuese los "nuevos prismáticos" y/o la "nueva bazuca". Puede ser una herramienta más, de todas de las que puede disponer un grupo de tiradores. Por ejemplo, podríamos imaginar un dron de reconocimiento en mano de cada tirador jefe de grupo y una munición merodeadora en mano de cada tirador granadero.
Pero otros drones pueden ser tan grandes y complejos como helicópteros de carga y requerir personal especializado para volarlos y mantenerlos, incluyendo su propios vehículos con combustibles, municiones y repuestos. Puede caber esperarlo dentro de una nueva especialidad, una nueva Arma dentro de los ejércitos. Podríamos imaginar que cada brigada contará con su propio "batallón de drones".
En países donde siempre se careció de dinero suficiente para conformar brigadas de aviación, los drones pueden contribuir a resolver esa carencia. En Argentina, es habitual que cada Brigada cuente con su propia y modestísima "sección de aviación", pues bien, quizás podrían evolucionar hacia nuevos "batallones de aviación y drones".
El cuarto camino probablemente sea lo que más veamos y los debates sean sobre la receta para aprovechar mejor la masificación de las armas inteligentes en todos los ordenes.
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