Parece pertinente traer a colación una antigua entrevista a un infante de Marina. Creo recordar que en el marco de una actividad en San Martín de Los Andes, provincia de Neuquén, Argentina.
Ellos son una fuerza expedicionaria. Se entrenan para operar en todo el territorio nacional, incluso la cordillera, monte, etc. Al igual que sus colegas del Norte, bajo la doctrina de mar, tierra y aire (buzos, desembarcó anfibio, mecanizados, asalto aéreo, paracaidismo, etc,). Igual que sus colegas del norte, tanto para la gran guerra como para la pequeña guerra (“péqueñas guerras” es como llaman a los conflictos no convencionales, baja intensidad o neo-coloniales). Un poco de todo, porque son la infantería de Marina.
Pero acto seguido aclara, eso no significa que todos los infantes de marina aprendan todo eso. Cada uno va haciendo cursos diferentes. Como fuerza, hacen un poco de todo. Pero cada miembro individual tiene sus especialidades. Cuando comienzan a ver los detalles, sólo una compañía está habilitada en asalto aéreo. Quizás otra en montaña. Quizás, sólo un pelotón tiene la formación simultánea en asalto aéreo y en montaña, mientras que otro en asalto aéreo y monte.
Porque cada especialidad tiene su complejidad, requiere su tiempo y dedicación. También tiene su costo. Y nadie es Rambo.
Esto no es propio de Argentina, es así en todo el mundo.
¿Porque traigo eso a colación? Porque, quizás, se puede aspirar a algo similar de los cazadores y muchas otras unidades. No puedes tener a todos preparados en paracaidismo, pero puede tener todo el sentido que un pelotón/sección si.
Después de todo, las brigadas donde se desempeñan suelen tener secciones de aviación con sólo dos helicópteros y un avión de enlace. Relevante porque para mantener la actitud, tienen que continuar entrenando y para ello se tienen que valer de los medios disponibles.
Además, así como puede ser necesario que algunos cazadores sepan penetrar mediante asalto aéreo, también puede ser pertinentes que otros sepan hacerlo en lanchas. Otros en mecanizados, etc. Todos cazadores, pero con sub-especialidades sobre el tema de cómo penetrar en un lugar.
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De paso agregar que es posible que eso requiera cambios en la forma de hacer las cosas de los ejércitos. Porque normalmente especializan todo un batallón/regimiento en una sola cosa. No vas a tener un batallón que hace un poco de todo, sino que vas a tener todo un batallón de monte, otro entero de montaña, un tercero completo en asalto aéreo, etc.
Hay una diferencia de escala. Toda la flexibilidad que la infantería de marina mete en un único batallón, en un ejército lo encuentras al nivel de una brigada o, incluso, una división.
Claramente, un batallón de infantería de marina no tiene ninguna oportunidad contra una brigada de ejercito. Ni siquiera contra un batallaron del ejército si el escenario de combate coincide con la especialidad del batallón en cuestión. Porque el que mucho abarca, poco aprieta, y los ejércitos prefieren apretar.
A cambio, un batallón de infantería de marina es más flexible que cualquier batallón individual de un ejército. Ah, no tengo que olvidar que también navegan, toda una especialidad en sí misma.
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Dicho todo esto. Dada la situación del ejército argentino, me pregunto si no debiera prestar atención a lo que hace la infantería de marina. O darle una vuelta de rosca y darle un estilo más propio del ejército.
Trato de explicarme con un ejemplo. Cada regimiento de infantería del ejército debiera contar con tres compañías de tiradores. Pero habitualmente sólo dos están cubiertas. La tercera es de reserva, a completar con gente que viene de no sé dónde.
Pues bien, el no se dónde podría ser personal perteneciente a compañías de otros regimientos del país.
Imaginemos que se trata de un regimiento de infantería de montaña en Neuquén con sus dos compañías. La tercera compañía se podría cubrir con personal de una compañía de monte de Misiones.
Es muy fácil y rápido traer ese refuerzo en avión de pasajeros y se trataría de soldados profesionales en actividad.
Antes que algunos lo vea con escepticismo, hay ejemplos en otros países, incluso el U.S.Army. No tiene gente para cubrir todas sus plantillas, así que terminan contando con muchos sistemas de armas pre-posicionados (helicópteros, tanques, camiones, etc.), que se cubren con personal de otros lugares. Por ejemplo, para un desastre natural en Orleans, unos años atrás, tenían los Black Hawk, pero faltaban las tripulaciones. Así que trajeron pilotos y mecánicos hasta de Alaska. Cubrieron todas las vacantes en pocas horas porque ya tienen una doctrina muy fuerte en esto. Es parte de lo que llaman “modularidad”.
Argentina es muy extenso y se necesita un ejército con una aceptable presencia en cada provincia del país. Les permite conocer, adaptarse y dar respuesta en todo el territorio nacional. Pero la queja es que no cubren todas las vacantes de cada unidad individual. Abarca mucho, pero aprieta poco.
Quizás hay que trabajar más la “modularidad” y solidaridad entre las diferentes unidades del país. No se esperan conflictos que abarquen todo el país simultáneamente, así que las unidades lejanas a un teatro de operaciones podrían ser solidarias y contribuir a completar los cuadros de las que están en el teatro.
Después de todo, no estoy inventando nada. Porque algo de eso siempre se hizo.
Hoy en día, algo de eso se observa en las operaciones de patrullaje de la frontera Norte.
Lo que pienso es que eso necesita perfeccionarse. Que la compañía A de un regimiento en una punta del país tiene que poder fusionarse rápidamente como compañía C de otro regimiento en la otra punta del país.