Comunicado tanto de parte de la Casa Blanca como de la agencia rusa TASS.
Putin aceptó la propuesta de Trump de suspender por 30 días los ataques a la infraestructura energética de Ucrania y Rusia.
Putín dio la orden inmediata a las fuerzas rusas para que cumplan eso. Habrá que esperar que la parte ucraniana también cumpla (se da por hecho que sí, que Estados Unidos habla en nombre de Ucrania).
En pocas palabras, esta pausa en particular ya comenzo.
También acordaron la conformación de una comisión técnica bilateral entre Rusia y Estados Unidos que se reunirá en Arabia Saudita con objeto de explorar la posibilidad de establecer una pausa similar en el mar.
Tercero, acordaron clemencia para las tropas ucranianas que se rindan en Kursk y el intercambio de 175 por 175 prisioneros. Rusia, como gesto de buena voluntad, además devolverá 23 militares ucranianos gravemente heridos.
Finalmente, más allá del conflicto ucraniano, ambas partes acordaron continuar avanzando en la normalización de sus relaciones bilaterales.
Lo cual se observa más complejo de lo que se estimaba inicialmente.
Hasta allí llegaron los acuerdos.
Rusia, además de repasar su punto de vista, exigió que detener los combates requerirá la suspensión completa de la ayuda militar extranjera, no sólo de suministros y sistemas de armas, sino también de información de inteligencia.
Además, se necesitarán acordar sistemas de monitoreo para controlar el efectivo cumplimiento de ello.
Por tanto, eventuales ceses de hostilidades en el espacio terrestre y aéreo se vislumbra, por ahora, lejano.
Finalmente, las declaraciones no hacen mención de otras cuestiones globales, como podría haber sido el tema de Irán, por ejemplo. Así que, al menos oficialmente, no hablaron de ello.
Pero para una conversación de más de dos horas de duración, yo estimo que no puede descartarse que hayan intercambiado algunos puntos de vista.