En medio de crecientes temores de un conflicto global, el Reino Unido llevará a cabo pruebas de lanzamiento de misiles balísticos, involucrando al submarino HMS Vanguard de la Real Armada Británica, el cual tendrá la tarea de lanzar un misil balístico intercontinental Trident II en el Océano Atlántico.

La noticia, replicada por la ONG Campaña para el Desarme Nuclear (CND) en la jornada de ayer, indica que esta tarea marca el primer ensayo de lanzamiento de un misil Trident por parte de la Royal Navy en ocho años. A principios de esta semana, la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial de los Estados Unidos emitió una advertencia de navegación a los barcos, informándoles que una embarcación de la Real Armada Británica participaría en una prueba de lanzamiento de misiles balísticos entre el 30 de enero y el 4 de febrero en las aguas del Atlántico. 

Siguiendo con lo que publicó la CND, el submarino HMS Vanguard, la unidad principal de los cuatro submarinos balísticos de esta clase, fue avistado zarpando de Port Cañaveral en Florida, concretamente el 30 de enero. Se espera que la prueba se realice antes de que el buque, reacondicionado durante siete años por medio de una revisión que costó más de 500 millones de euros, vuelva a entrar en servicio como parte de la flota de disuasión nuclear del Reino Unido. Vale aclarar que el lanzamiento se llevará a cabo frente a la costa de Florida con un misil que lleva una ojiva nuclear ficticia. Al respecto, el diario neoyorkino The Times y el británico The Telegraph anunciaron que se prevé que este misil, que pesa 60 toneladas, recorra aproximadamente 3,700 millas antes de impactar en océano Atlántico en una ubicación entre Brasil y la costa occidental de África.

Asimismo, es importante mencionar que la prueba se materializa en un momento de crecientes tensiones a nivel mundial. Además del ensayo británico, se ha revelado recientemente que el Reino Unido albergará armas nucleares estadounidenses en la Base Aérea de la RAF Lakenheath. Mientras que por su parte, Rusia ha trasladado algunas de sus propias armas nucleares a Bielorrusia, lo que podría interpretarse como una respuesta a los nuevos despliegues de armas nucleares estadounidenses en territorio británico. 

Cabe recordar que la última prueba de este tipo por parte de la Royal Navy fue un intento fallido en 2016. Específicamente lo que sucedió fue que un misil Trident II D5 desarmado se lanzó desde el HMS Victorious experimentó un fallo que resultó en un giro descontrolado. En lugar de seguir su trayectoria planificada sobre el Atlántico, el misil se desvió y voló sobre territorio estadounidense, antes de autodestruirse.

*Fotografía de portada empleada a modo de ilustración.

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