El jueves 11 de enero de 2024, el Pentágono publicó su Estrategia para la Industria de la Defensa Nacional de los Estados Unidos (NDIS, por sus siglas en inglés), en la cual, haciendo foco en las cadenas de suministro, se deja asentado el rumbo que tomarán las políticas y la inversión industrial durante los próximos tres a cinco años. 

Firmado por la Subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, el Documento publicado el día de ayer por el Departamento de Defensa, deja entrever la decisión del Pentágono para que Estados Unidos logre desarrollar capacidades avanzadas y adecuadas para responder a los desafíos actuales y futuros en términos de producción para la defensa.

En la introducción, Hicks describió que el contexto internacional del momento requiere que el gigante norteamericano emprenda acciones inmediatas e integrales para la construcción de una innovadora Estrategia para la Industria de la Defensa Nacional. Y para ello, es necesario coordinación y cooperación por parte de varios actores, es decir que no solo es imprescindible el accionar de los funcionarios estatales sino también de la industria privada y de los aliados y socios internacionales. 

En el documento se establecen cuatro prioridades estratégicas claras planteadas a largo plazo, las cuales servirán de guía para su NDIS. Estas prioridades son: cadenas de suministro resilientes; preparación de la fuerza laboral; adquisición flexible; y disuasión económica. Cabe aclarar que todas ellas forman parte de un plan común centrado en un cambio generacional que parte de una base industrial de defensa existente que se dirige hacia un ecosistema industrial de defensa moderno, con la intención de ser mejor tanto en su robustez, como en su flexibilidad y dinamismo.

  • Cadenas de suministro resilientes, se advierte que estas han resultado frágiles a lo largo de los últimos años y que esto se vio plenamente reflejado por la pandemia mundial del COVID y por los conflictos internacionales simultáneos ocurridos. Para revertir esta situación, en la NDIS se insta al DoD a incentivar a la industria nacional de armas y tecnología y se explica que los incentivos deben implementarse, por un lado, invirtiendo en capacidades adicionales y por otro lado, diversificando la base de datos de los proveedores. Asimismo, se propone destinar más fondos a métodos de producción innovadores y al mejoramiento de los programas de análisis de datos.
  • Mientras que en torno a la fuerza laboral, la NDIS plantea la renovación de la misma ya que si esta resulta insuficiente, los efectos podrían ser realmente devastadores. Como por ejemplo, podrían  conllevar a la incapacidad de una fabricación local crítica exitosa, a la ineptitud para competir a nivel global, a una innovación insuficiente y a una productividad limitada a lo largo de toda la cadena de suministros. Algunas de las ideas resolutivas que el Documento ofrece para esta renovación son: el incremento en la contratación de grupos empresarios no tradicionales y la propagación de un acceso mayor a los programas de aprendizaje y pasantías en el DoD. Al respecto, Tara Murphy Dougherty, Directora Ejecutiva de la compañía de Software Govini, dijo textualmente que: “ya se destina mucho dinero a programas de defensa pero muy poco o nada va a las oficinas de programas para poder gestionar esos esfuerzos, supervisar sus programas e interactuar con los socios de la base industrial de manera moderna, sofisticada y basada en tecnología”.
  • Por otra parte, en relación a la adquisición flexible, el Documento manifiesta que el desarrollo de la misma es necesario para lograr que EE.UU. opere con estrategias dinámicas al momento de trabajar con plataformas de defensa y sistemas de soporte. Y que a su vez, esa dinamicidad esté balanceada por la eficiencia, la personalización y la mantenibilidad, obteniendo tiempos y costos reducidos. Según Jerry McGinn, director ejecutivo del Centro Greg y Camille Baroni para Contratos Gubernamentales de la Universidad George Mason, el Departamento de Defensa estadounidense lleva mucho tiempo lamentándose por un sistema que es lento, rígido y poco adaptable a los cambios del entorno internacional, con lo cual la NDIS viene a modificar estas carencias.
  • Por último, en cuanto a la disuasión económica, se expresa que el objetivo primordial de la misma es la promoción de mecanismos que más allá de ser justos y eficaces, se sustenten bajo los parámetros de un ecosistema industrial de defensa que resulte resiliente tanto para EE.UU. como para sus países aliados. Y que justamente además, se fortalezca el compartimiento de ciencia y tecnología entre los socios; entre otros puntos. En este sentido, el Documento afirma que para que un ecosistema industrial sea saludable debe incluir sustratos de circuitos integrados, placas de circuito impreso (PCB), empaques avanzados y ensamblajes electrónicos.

En consiguiente, la Estrategia para la Industria de la Defensa Nacional, con la inclusión de sus cuatro prioridades, deja asentado que el escenario actual desafía a EE.UU. a responder de modo innovador. Y, en esa innovación, debe haber capacidad para producir armas y tecnología en grandes y diversos volúmenes. Siguiendo con esta línea, el subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Sostenimiento, William LaPlante, expresó con orgullo la presentación de la nueva NDIS, confiando en su poder modernizador y en las capacidades que EE.UU. tiene para revertir la situación actual de sus sistemas productivos. Sin embargo, aclaró que el accionar del país debe ser en lo inmediato y que el mismo debe hacer uso del aprovechamiento de los avances tecnológicos en conjunto con la producción en masa y a gran velocidad.

En conclusión, el Pentágono ya cuenta con una NDIS, en la cual se asientan los fundamentos para mejorar la resiliencia y para aumentar sus capacidades de producción en masa tanto de armas y tecnología de defensa. No obstante, la planificación en términos de industria aún no ha finalizado y, como han informado varios funcionarios del DoD, en marzo de este año, se desarrollará un plan de implementación detallado en torno a la Estrategia para la Industria de la Defensa Nacional en el cual se describirán cuestiones de responsabilidades y roles como así también tareas específicas para comenzar a implementarla.

Te puede interesa: Raytheon demostró las capacidades del nuevo radar GhostEye MR para los Sistemas de Defensa Aérea NASAMS

Publicidad

1 COMENTARIO

  1. Segunda generación de Políticas de Estado en materia de Defensa, asentada casi exclusivamente sobre la ciencia, técnica e industria nacional, considerando claro la multiplicidad de hipótesis de conflicto que tienen. Nosotros tenemos una importante, pero carecemos completo de políticas de Estado en Defensa. .

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.