7 de junio de 1982. La FAS mantenía sus objetivos centrados en la interdicción estratégica desde el día anterior debido a la imposibilidad de atacar. Aquel lunes las condiciones meteorológicas mejoraron, por lo que la FAS tuvo la intención de comenzar a atacar en interdicción en alta mar, aunque las dificultades se hicieron presentes para ubicar blancos rentables, tanto navales como terrestres. Para Argentina se volvió difícil anticipar los movimientos enemigos, casi que no lograban localizarlos en tiempo y espacio, aunque esto se debió en gran parte a la meteorología en contra de nuestro país los días anteriores. 

Mientras en tierra continuaba la defensa estática del área de Puerto Argentino, con algunos movimientos de patrulladas hacia avanzadas británicas sumado a duelos de artillería, las operaciones de la FAS comenzaron con el Escuadrón Fénix con la misión de reconocimiento fotográfico y diversión. 

Frente: Estrecho de San Carlos, heroica actuación del Escuadrón Fénix

El Reino Unido continuó avanzando hacia las posiciones argentinas aquel 7 de junio de 1982, reforzando principalmente el flanco sur (Fitz Roy y Puerto Enriqueta) por helitransporte desde Darwin y San Carlos. El accionar naval también permaneció activo, principalmente sobre las tropas ubicadas en Puerto Argentino. Mientras tanto, Argentina decidió acatar las órdenes de la FAS y dedicarse a la recolección de información: por un lado se ordenó realizar misiones de reconocimiento fotográfico y de distracción (a cargo del Escuadrón Fénix), por el otro se ordenaron misiones de reconocimiento ofensivo (ataque) y cobertura (a cargo de ocho A-4B, dos M-III y un TC-69) y por último misiones de exploración y reconocimiento (en manos de cuatro F-27, dos TS-60, un C-500, dos B-707 y un DHC-6). 

Por la mañana del lunes 7, dos Learjet 35 A (LR-35 A) con los indicativos Nardo 1 y Nardo 2 del Escuadrón Fénix despegaron para volar en escuadrilla, encargados de efectuar una observación a gran altura sobre el Estrecho de San Carlos en formación abierta para suministrar a la FAS con información sobre la zona y la ubicación y preparación de los británicos, tanto sus capacidades humanas como militares. El radar les indicó que no había peligro cercano, por lo que continuaron su misión sin saber que realmente se encontraban dentro del radio de acción de los nuevos misiles Sea Dart con los que contaba el destructor británico HMS Exeter, que disparó sus misiles al detectar a los aviones argentinos. 

LR-35 A de la FAA. Fuente: Aviación Militar Argentina

El LR-35 A “Nardo 1” (matricula T-24) intentó una maniobra evasiva del viraje para esquivar los dos misiles, pero no logró alcanzar el objetivo, siendo impactado por los mismos en la parte posterior de su empenaje. La aeronave comenzó a descender rápidamente y se estrelló en la isla Borbón, al norte de la Gran Malvina, falleciendo toda su tripulación, entre ellos el comandante Sr. Vicecomodoro Rodolfo Manuel de la Colina. Este día también perecieron defendiendo a la patria el copiloto My Juan José Falconier, el aerofotógrafo Capitán Marcelo Pedro Lotufo, el operador de comunicaciones Suboficial Ayudante Francisco Tomás Luna, y el mecánico de aeronave Suboficial Auxiliar Diego Antonio Marizza. 

Caídos en combate del Escuadrón Fénix. Fuente: Malvinas Guerra Aérea

Frente: Puerto Argentino, ataques británicos contra las tropas argentinas

Al mismo tiempo que ocurría este terrible acontecimiento, los escuadrones de combate tuvieron salidas de reconocimiento ofensivo y cobertura, a  cargo de ocho A-4B, dos M-III y un TC-69. Ninguna de estas aeronaves pudo completar sus misiones, por el contrario algunas de ellas fueron canceladas debido a que el radar MLV estaba cortado por múltiples ataques en Puerto Argentino a cargo de tres Sea Harrier británicos que cañonearon el tanque de agua de la ciudad y el sector del RI 3. Aquel 7 de junio la presión enemiga se notó ampliamente, quienes tenían el objetivo de quebrar la voluntad de los defensores argentinos en el área. 

Uno de los ataques británicos de aquel día fue el efectuado sobre la Compañía de Comandos 602, que se movilizó por tierra con todos sus efectivos disponibles hasta cercanías del Río Murrell para ubicarse a la vanguardia de la línea defensiva del Regimiento de Infantería 4, junto al Escuadrón Alacrán de Gendarmería Nacional apoyado con fuego del Grupo de Artillería 3 desde Puerto Argentino. Sin embargo, se sabía que un enfrentamiento con tropas británicas era posible ya que el hostigamiento sobre las posiciones argentinas estaba presente tanto a nivel terrestre como aéreo y naval. En este enfrentamiento, cayeron en combate el Sargento Mario Antonio Cisneros y Ramón Gumersindo Acosta. Sin embargo, los ataques al personal argentino continuaron durante la noche.

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1 COMENTARIO

  1. Meterse en un combate sin armas es un acto de heroísmo sin precedentes, transformarse en un blanco móvil para ayudar a sus compatriotas sin posibilidad de responder al ataque es casi un acto mártir que no puede olvidarse. Viva la Patria y honor y gloria a los pilotos.

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