20 de mayo. Desde hace algunos días, la actividad de las fuerzas británicas hace presumir un inevitable desembarco anfibio, por lo que todas las fuerzas argentinas desplegadas en las Islas Malvinas mantienen un alto grado de alerta, pese a las severas condiciones climáticas y al desgaste constante del accionar del enemigo. En unas horas podría librarse una acción aeronaval que podría ser determinante.

Frente diplomático

Pese al avanzado estado de la confrontación entre Argentina y el Reino Unido, varias partes aún buscan una solución diplomática al conflicto en el Atlántico Sur. Desde la capital peruana se recibe una propuesta elevada por el presidente Fernando Belaúnde Terry, la cual es recibida positivamente por Argentina.

Distinto resultados consigue el secretario general de la O.N.U. Javier Pérez de Cuéllar, el cual no logra establecer puntos en común entre la posición del presidente Leopoldo Galtieri y la primer ministro Margaret Thatcher. El funcionario de la ONU decide convocar al Consejo de Seguridad para informar del fracaso de su intenciones.

Por su parte, la embajadora norteamericana Jeanne Kirkpatrick intenta por diversos medios hacer llegar su posición y mensaje a la Junta Militar, por lo que recurre a algunas personalidades locales con cierta relación o influencia, resultando infructuoso su intento.

Frente Malvinas

Las Fuerzas argentinas a la espera del desembarco anfibio

En lo que se ha convertido en una larga espera, las Fuerzas Argentinas desplegadas a lo largo y ancho de las Islas Malvinas aguardan expectantes una posible ofensiva británica, la cual tendría como movimiento inicial la materialización de una cabeza de playa en algún punto del estrecho de San Carlos. Casi como todos los días, durante la madrugada y la noche, las fuerzas invasoras ejecutan fuego naval sobre la zona de Puerto Argentino.

Las novedades y movimientos son constantes. En la caso de la Compañía de Comandos 601, la misma despliega en una misión de exploración a Puerto Howard su 1era y 2da Seccion (reducida) junto al grupo de emboscada antiaérea armado con misiles portátiles antiaéreos Blowpipe, irónicamente de origen británico. Serían helitransportados por aeronaves de Aviación de Ejército hasta su destino.

Mientras tanto, en Bahía Zorro se ejecuta la segunda operación de abastecimiento aéreo por lanzamiento en zona de combate con un C-130H Hércules, el cual completa el lanzamiento de 10 contenedores de 9500kg A-22 destinado al Regimiento de Infantería 8. En esta ocasión se trató del TC-64 “PATO”. La primera operación de abastecimiento aéreo por lanzamiento en zona de combate tuvo lugar el día anterior, cuando a las 16:04, el C-130 Hercules TC-68 TRONCO ejecuta sobre Darwin este tipo de misión.

Al ya mencionado estado de alistamiento para hacer frente a un desembarco anfibio, los Tenientes de Navío Guillermo Owen Crippa y Horacio Talarico se reúnen con el Capitán de Fragata Oscar Manuel Arce, el cual les comunica que en horas de la mañana del 21 deberán ejecutar una misión en las inmediaciones San Carlos, esto con la intención de reconocer la zona y detectar prematuramente la presencia de buques enemigos. Se aproximan horas históricas para los integrantes de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque.

A centenares de kilómetros, la actividad tampoco tiene pausa en las distintas bases argentinas, ya que desde las mismas se mantiene el trajín diario de vuelos de exploración y reconocimiento (locales y de larga distancia), misiones de diversión y búsqueda antisuperficie/antisubmarina, participando los diversos medios aéreos de las Fuerzas Armadas.

Actividad británica

La jornada adquiere ribetes históricos ya que desde Londres se recibe la noticia de que la primer ministro y el gabinete han dado luz verde a la operación Sutton, desembarco anfibio que tendrá lugar en aguas del estrecho de San Carlos y que deberá iniciarse a las 0630 de 21 de mayo.

Durante horas nocturnas, el Grupo de Tareas 317.0, elemento que aglutina la fuerza de desembarco anfibio y su respectiva escolta, ha puesto rumbo hacia aguas del Estrecho de San Carlos. Se trata de una formación que transporta personal y equipos esenciales para lo que será la etapa terrestre, por lo que su supervivencia será clave. Está integrado por el trasatlántico SS Canberra, los buques de asalto HMS Fearless y HMS Intrepid y los buques de apoyo logístico RFA Fort Austin, RFA Stromness, RFA Sir Percival, RFA Sir Tistam, RFA Sir Geraint, RFA Sir Galahad y RFA Sir Lancelot junto a las buques requisados para transporte Europic Ferry y Norland. La tarea de escolta queda a cargo del destructor de la clase County HMS Antrim y las fragatas HMS Ardent (Type 21), HMS Brilliant y HMS Broadsword (Type 22), la HMS Argonaut (clase Leander) y las HMS Yarmouth y HMS Plymouth (Type 12)

Pasado el mediodía, tres Harrier Gr.3 del 1 Sqd de la RAF despegan desde la cubierta del portaaviones HMS Hermes, teniendo como objetivo un depósito de combustible en Bahía Zorro. Se trata de un hito para la RAF, ya que desde 1918 sus aeronaves no efectuaban operaciones de combate desde un portaaviones.

Un detalle no menor para los días que se vendrían: el submarino HMS Valiant ya se encontraba estacionado en aguas próximas a Río Grande, sirviendo como elemento de alerta temprana para la actividad aérea argentina. Pese a esta ventaja, el tesón y la valentía de los pilotos quedaría plasmado en las próximas jornadas.

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